Lograr oficinas sin papeles y, por lo tanto, más respetuosas con el entorno, es posible con procesos y servicios de gestión documental digitales (Getty Images) Desde hace años la tecnología está revolucionando el mundo en el que vivimos. Si esa revolución además se traduce en beneficios para el medioambiente, la combinación no puede ser […]
Lograr oficinas sin papeles y, por lo tanto, más respetuosas con el entorno, es posible con procesos y servicios de gestión documental digitales (Getty Images)
Desde hace años la tecnología está revolucionando el mundo en el que vivimos. Si esa revolución además se traduce en beneficios para el medioambiente, la combinación no puede ser más ventajosa. Diversas empresas ya han tomado conciencia de la necesidad del cambio, en cuanto al uso del papel se refiere, y adoptan gestos y políticas de responsabilidad social centradas en mejorar los hábitos para proteger el medioambiente y la creación de residuos contaminantes.
Lograr oficinas sin papeles y, por lo tanto, más respetuosas con el entorno, es posible con procesos y servicios de gestión documental digitales. Cada vez más organizaciones adoptan un compromiso en favor del desarrollo social y la protección del medioambiente. De hecho, este último se ha convertido en un pilar fundamental de la Responsabilidad Social Corporativa (RSE) y numerosas empresas cuentan con certificados medioambientales que obligan a implementar acciones medibles cada año para renovarlo.
Según un estudio de la Fundación Seres, compañía especializada en facturación electrónica, cada millón de facturas impresas implica la utilización de 10 toneladas de madera
El ahorro de papel desempeña un rol importante en este compromiso medioambiental y progresivamente más empresas se suman al envío de las facturas a través del correo electrónico. El gesto de abrir el buzón se ha convertido en una rutina casi olvidada gracias a las e-facturas, usadas por entidades como Banco Santander, quien cuenta también con políticas ambientales internas para mejorar la relación con el planeta.
Más que un gesto para el medio ambiente
En datos, la industria papelera y de celulosa ocupa el quinto lugar del sector industrial en consumo mundial de energía y utiliza más agua por cada tonelada de papel producida que cualquier otra industria. Se calcula que cada tonelada de papel implica la tala de 24 árboles. Implementar el uso de la e-factura es mucho más que un gesto para el medio ambiente. Según un estudio de la Fundación Seres, cada millón de facturas impresas implica la utilización de 10 toneladas de madera. También, la industria pastero-papelera se encuentra entre los mayores generadores de contaminantes del aire y del agua, así como de gases que causan el cambio climático. La factura electrónica reduce todas estas acciones contaminantes.
La producción de una tonelada de papel implica la tala de hasta 24 árboles y cada millón de facturas impresas implica el uso de 10 toneladas de madera
La reducción del uso del papel que lleva la práctica de la factura electrónica implica una disminución en la explotación y tala de árboles y en las emisiones de CO2 derivadas de la energía necesaria para convertir la celulosa en papel y de los residuos generados en el proceso así como en el transporte de ese papel, entre otros aspectos.
El apoyo del Banco Santander a las políticas cero papel
Byetick es una startup española que ha creado una aplicación que permite almacenar y gestionar tickets de compra de forma digital, lo que reduce en un 70% el consumo de papel, y ganadora del primer premio del VIII Encuentro Nacional Explorer, uno de los mayores eventos de emprendimiento universitario de España que impulsa Banco Santander.
Alfonso Rubio, de Explorer Málaga Space y creador de esta aplicación ha quedado además entre los finalistas del reto 10UpCorners y ha viajado a Silicon Valley, el mayor ecosistema de tecnología e innovación del mundo junto a otros 52 jóvenes emprendedores para asistir a clases magistrales en universidades como Standford o Berkeley y visitar empresas tecnológicas punteras.
La app Byetick propone reducir el 70% del consumo de papel en comercios y grandes superficies donde todavía el gasto es elevado por los tickets
También Banco Santander, dentro de su Plan de Eficiencia 2016-2018, ha reducido el papel en su actividad diaria, demostrando así la concienciación de la entidad en la preservación del medioambiente. En 2016 la entidad puso en marcha este plan que contiene más de 200 iniciativas relacionadas con la eficiencia energética y la sostenibilidad y que estaban encaminadas a reducir el consumo eléctrico de los edificios (-9%), reducir el consumo de papel (-4%) y las emisiones de gases de efecto invernadero (-9%).
Esto le ha valido la categoría de Mejor Banco dentro del Newsweek Green Ranking -que analiza principalmente la gestión ambiental interna de las empresas-; y ha logrado la máxima puntuación en el Dow Jones Sustainability Index -conjunto de varios índices de sostenibilidad que integran a las compañías que cotizan en bolsa en diferentes ámbitos como el económico, social y ambiental-. Así la huella ambiental en 2017 fue de 20.003 toneladas de papel consumido, con un 85% de papel reciclado o certificado (frente a las 22.632 de 2016).