El 26 de diciembre de 2012, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce emitió una circular sobre el caso del robo de bebés en la que se reconocía que es un delito que no prescribe hasta que las víctimas no aparezcan. Este dictamen ha dado un vuelco a la mayoría de los casos denunciados que […]
El 26 de diciembre de 2012, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce emitió una circular sobre el caso del robo de bebés en la que se reconocía que es un delito que no prescribe hasta que las víctimas no aparezcan.
Este dictamen ha dado un vuelco a la mayoría de los casos denunciados que en estos momentos permanecen archivados en los juzgados de todo el Estado. Ése es el caso de P. E., siglas de una mujer que no desea revelar su identidad y que busca a sus dos hermanas gemelas, nacidas el 14 de marzo de 1962 en la clínica de La Cigüeña de Valencia. Su caso es el primero que se reabre tras la circular de Torres-Dulce. La Audiencia Provincial de Valencia acordó reabrir el caso tras el recurso de apelación realizado por el abogado de P. E., Enrique Vila, contra la sentencia del Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia, que acordaba el sobreseimiento provisional de esta denuncia.
Casos idénticos
«Esto nos ha devuelto la esperanza», señala P. E. que tiene 51 años y lleva más de dos investigando el paradero de sus dos hermanas. «Mi madre tiene 80 años y al principio no le quise decir nada sobre el tema porque sé que esto es muy doloroso para ella», relata. La hermana mayor de las gemelas empezó a buscar porque señala que un día leyendo el periódico en el autobús aparecía un caso de bebés robados idéntico al suyo. «Me puse mala, pero decidí empezar a buscar documentación», afirma. La madre nunca habló de la posibilidad de que se las hubieran robado, sí de su pena porque no las pudo ver». P. E. contó finalmente a su madre su decisión de investigar el presunto robo de sus hermanas: «Mamá, he tenido una pesadilla esta noche y creo que las niñas pudieron ser robadas», le dijo. La madre le contestó: «Yo llevo 49 años con las mismas pesadillas».
Entonces la hermana se puso en marcha y empezó a pedir documentos de las gemelas, que fueron prematuras, y supuestamente murieron a las 48 horas de su nacimiento. A través de internet, solicitó el registro de nacimiento en el Registro Civil de Valencia, el legajo de abortos y varios documentos más, pero no existe ningún papel. También accedió a la web del cementerio de Valencia para solicitar un posible registro de enterramiento de las pequeñas, y le respondieron que tampoco había nada registrado con el nombre de sus hermanas.
Los registros del cementerio
«Gracias a un empleado del archivo del cementerio conseguí un documento en el que consta que hay enterrados dos fetos hembra a nombre de mi madre en dos nichos distintos, registrados con dos fechas distintas en el cementerio de El Cabanyal, situado lejos del hospital donde nacieron». Con este documento, P. E. viajó de Madrid a Valencia para presentar una denuncia. «Fui a la policía y el responsable de la comisaría, al decirle de qué se trataba, me llevó a su despacho para cursar la denuncia. Antes trató de disuadirme. Me preguntó que si estaba segura porque: ‘Es mejor no remover’, me dijo varias veces», recuerda la hermana de las gemelas. No conforme, aquel comisario la despidió preguntándole si era consciente «del daño que iba a hacer a una familia que ya querrá a esa niñas como sus hijas».
La firma de un documento
Ahora todas las sospechas recaen sobre aquel médico, que la madre recuerda como si fuera ayer que la atendió durante el parto «con mucho cariño». «Ella siempre habla de don Manuel Galbis Pascual (jefe de Obstetricia y Ginecología en la ya desaparecida maternidad de La Cigüeña), que ya ha fallecido», apunta P. E. El ginecólogo consta en el cuadro médico de ese hospital en esos años.
Los padres de las gemelas se trasladaron después a vivir a Cádiz y, cuando su madre fue al hospital de Mora, en esa ciudad para dar a luz a su tercer hijo y allí estaba el mismo médico, el ginecólogo Manuel Galbis, que la reconoció y volvió a atenderla en ese parto e incluso le ofreció «una habitación en la zona privada para ella sola porque aseguró estaría mejor».
El caso de estas gemelas no es el único ocurrido en esa clínica valenciana. En La Cigüeña hay registrado un elevado número de denuncias por robo de recién nacidos. Este centro privado pertenecía a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia, y ahora el edificio pertenece a la Generalitat de Valencia. No se sabe dónde están las historias clínicas de las madres que dieron a luz en esta clínica. Bancaja ha negado durante años a las familias afectadas las historias clínicas a pesar de que sí existe un archivo y un encargado del mismo.
El auto de la Audiencia Provincial de Valencia que manda reabrir la denuncia de esta familia, también pide la apertura de las cajas localizadas en el cementerio de El Cabanyal para tomar muestras de ADN. «Nos parece extraño que no hayamos tenido noticias de esos enterramientos todos estos años», señala P. E. y recuerda también lo que consta en el auto y su madre siempre le ha contado: «Tras comunicarle que las niñas habían muerto, un señor vestido con traje entró a la habitación y le dijo a mi madre, que estaba sedada, que firmara un papel. Ella firmó pero no sabe quién era aquel hombre ni lo que decía aquel documento».
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/saberes/hombre-vestido-con-traje-dijo-madre-firmara.html