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Un informe de la FAO afirma que los biocombustibles ponen en riesgo la seguridad alimentaria de Latinoamérica

Fuentes: Telesur

La seguridad alimentaria de Latinoamérica está en riesgo por la producción de biocombustibles a partir de cultivos agrícolas importantes en la alimentación de sus habitantes, según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), difundido este jueves. José Graziano, representante regional de la […]

La seguridad alimentaria de Latinoamérica está en riesgo por la producción de biocombustibles a partir de cultivos agrícolas importantes en la alimentación de sus habitantes, según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), difundido este jueves.

José Graziano, representante regional de la institución, opina que si bien Latinoamérica tiene la capacidad para producir este tipo de combustible, ésto pondría en riesgo que las poblaciones más pobres puedan obtener víveres.

El experto advirtió que la fabricación de combustible de origen vegetal puede cambiar la demanda, el comercio exterior, la asignación de insumos productivos y finalmente un aumento en los precios de los cultivos tradicionales, lo que pondría en riesgo el acceso de los sectores más pobres a los alimentos.

Además, la investigación asegura que el rápido crecimiento tecnológico en el sector de la energía no fósil dificulta conocer con antelación sus impactos en la seguridad alimentaria y el medioambiente.

«La intensidad de sus efectos positivos o negativos dependerá de la escala y velocidad del cambio, del tipo de sistema productivo que se considere y de las decisiones en materia de políticas agrícolas, energéticas, ambientales y comerciales», indica el texto.

Este tema será debatido en la XXX Conferencia Regional de la FAO, entre el 14 y el 18 de abril en Brasilia, confirmó Graziano da Silva.

Mientras Estados Unidos es el principal impulsor de este proyecto, países como Venezuela y Cuba se oponen firmemente a que alimentos como el maíz, caña de azúcar, sorgo o la remolacha sean usados para alimentar motores en vez de personas.