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Un verdadero laboratorio en la sangre

Fuentes: Rebelión

Según el informe del Fondo Mundial para la Naturaleza, (presentado a finales de 2005 y de rabiosa actualidad en lo que va de 2006), nuestro organismo almacena a lo largo de su vida productos químicos, y los niños no son precisamente los menos contaminados. Dicho informe contiene y muestra los resultados de los análisis sanguíneos […]

Según el informe del Fondo Mundial para la Naturaleza, (presentado a finales de 2005 y de rabiosa actualidad en lo que va de 2006), nuestro organismo almacena a lo largo de su vida productos químicos, y los niños no son precisamente los menos contaminados. Dicho informe contiene y muestra los resultados de los análisis sanguíneos realizados a trece familias europeas de tres generaciones.

Los resultados revelan la presencia de 73 productos químicos en la sangre de niños, madres y padres de 13 familias de diversos países de Europa. Este organismo (WWF) se cuestionaba por qué en los análisis practicados en las mujeres en Gran Bretaña mostraban menos productos tóxicos en la sangre que los hombres. Al parecer las madres transmiten un stock de productos químicos a sus hijos. Hemos querido sensibilizar a la opinión pública, afirman los responsables del estudio, efectuando análisis a tres generaciones.

Los niños están contaminados, en general, por más productos químicos (59) que sus madres (49). Su sangre contiene concentraciones más elevadas de sustancias nuevas como los retardadores de fuego (presentes en los ordenadores, televisión, muebles, moquetas..). Las abuelas están contaminadas con productos antiguos, cuyo uso está restringido en los países desarrollados desde hace años, como el pesticida DDT o los PCB (polychlorobiphényles, utilizados en los equipos eléctricos). Estos productos químicos se acumulan en el organismo durante toda la vida.

¿Qué efectos tienen estos productos en dosis bajas? No se puede responder de manera categórica, declara el doctor Claude Lesné, del Departamento de Sanidad Pública de la Universidad de Rennes, Francia. Los estudios de toxicología están cojos en cantidad de productos comercializados desde hace décadas. De 100.000 productos químicos a la venta en el mercado europeo, se han estudiado apenas 3.000.

30.000 están comercializados en más de una tonelada por año, sin haber sido explorados, con detenimiento, sus efectos en la salud. Este es el objetivo para el apoyo a una reglamentación rigurosa dentro del marco europeo, REACH (registro, evaluación y autorización de productos químicos) que debe ser finalmente reglada y adoptada por el Parlamento Europeo a lo largo de este año.

Expertos, industriales y ecologistas reclaman amplitud en los estudios e investigaciones, así como la necesidad de reemplazar los productos más peligrosos por otros alternativos.

¿Cuantas catástrofes harán falta, como la del plomo y el amianto, para tomar conciencia del impacto de los productos químicos sobre la salud?

Lista negra de la WWF:

El Fondo Mundial par la Preservación de la Naturaleza ha elaborado una lista negra de productos altamente sospechosos de afectar la salud humana. Nombramos sólo algunos de ellos:

*Retardadores de fuego bromados , (televisiones, ordenadores, muebles, tintes para la ropa, electrodomésticos…). Sospechosos de afectar al sistema hormonal y al desarrollo cerebral, de alterar el sistema reproductivo, y producir cáncer.

*Ftalatos: añadidos al PVC para hacerlo más flexible.(Juguetes, cosméticos, adhesivos, tinta, productos para impermeabilizar..). Sospechosos de afectar al sistema hormonal, disminuir la tasa de esperma, y afectar a las células de los testículos.

*Compuestos perfluorados: (sartenes anti-adherentes, tratamientos anti-manchas, impermeabilización de parquets, muebles y ropa, recubrimientos de teflón y goretex). Sospechosos de afectar a la memoria, producir dificultades de aprendizaje, disminuir los reflejos, daños en el hígado, y cáncer.

*Perfumes sintéticos : (perfumes, ambientadores, productos de aseo en general). Producen alergias y asma.

*Bisfenol A: compuesto habitual en los plásticos de uso común, (latas de conservas, tetinas de biberones, botellas de plástico). Sospechoso de producir perturbaciones del sistema hormonal.

*Parafinas cloradas: (perfumes de los productos de aseo, plásticos). Sospechoso de producir perturbación de la hormona tiroidea.

 

Zuriñe Vázquez, www.zuria.blogspot.com