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Una Constitución con perspectiva de género

Fuentes: La Marea

A ver quién la tiene más larga. La frase, tantas veces escuchada en torno al conflicto catalán, revela el exceso de testosterona que gobierna este país y que en su momento llevó incluso a la redacción de un artículo inconstitucional: el de la sucesión a la Corona. Charlamos con dos constitucionalistas y la directora del […]

A ver quién la tiene más larga. La frase, tantas veces escuchada en torno al conflicto catalán, revela el exceso de testosterona que gobierna este país y que en su momento llevó incluso a la redacción de un artículo inconstitucional: el de la sucesión a la Corona. Charlamos con dos constitucionalistas y la directora del Centro de Estudios Andaluces sobre ello.

Ángela Figueruelo: «Les da miedo abrir la caja de los truenos»
Catedrática de la Universidad de Salamanca

Cuenta Ángela Figueruelo desde su despacho de la Facultad de Derecho de Salamanca que desde hace años siempre inicia de la misma forma el curso: las normas jurídicas responden a los problemas sociales, el problema siempre va por delante de la solución, y cuando las normas no resuelven los problemas hay que cambiarlas. «La Constitución es una buena norma, ha cumplido durante casi 40 años, pero la letra de la ley no ha evolucionado al ritmo de la sociedad», afirma la profesora. Comenzando por las mujeres. «Entonces, el papel que ocupábamos en el espacio público era muy muy escaso, con todos los muy del mundo. Hemos avanzado pero no hemos llegado a la igualdad real y efectiva, y hay muchos cambios que deben ser reconocidos».

¿Por ejemplo?

La Constitución está escrita en masculino y está pensada para toda la ciudadanía, pero para que ejerza el poder en las instituciones quienes lo habían tenido hasta entonces, los hombres.

¿Por dónde habría que empezar la reforma?

Tiene que redactarse teniendo en cuenta el lenguaje de género. Porque la palabra mujer creo que se cita dos veces. Sería una cuestión global que afectaría a todo el texto y no creo que fuera tan difícil encontrar un consenso. Es necesario introducir en el lenguaje constitucional la perspectiva de género y para ello la Constitución debe recoger en femenino aquellos términos que pueden ir en femenino.

¿Por qué se reformó el artículo 135 y cuesta tanto lo demás?

Las dos veces que se ha reformado ha sido por mandato de Europa. Si la Constitución no se reforma es porque nuestros representantes políticos no quieren. Nos merecemos políticos de más calidad y preparación. Hace falta mucha pedagogía. Les da miedo abrir la caja de los truenos. Dicen que hace falta el consenso del 78. Pero lo que habrá que hacer es buscarlo. La de EEUU tiene 200 años y la han cambiado tropecientas veces. Ocurre lo mismo con la ley electoral. No se quiere cambiar. Y a los ciudadanos no nos dejan tomar la iniciativa porque la Constitución no admite el procedimiento de reforma por ILP.


MERCEDES DE PABLOS: «Ignoramos en nombre de España a muchos españoles»
Directora del Centro de Estudios Andaluces

«Las comunidades tienen deudas históricas, las ciudadanas también. No concibo una reforma de la Constitución sin una comisión paritaria… y ya te digo, si nos ponemos revanchistas, tal vez les dejemos asistir de oyentes». Obviamente es una broma, pero Mercedes de Pablos no da bromas sin hilo. Hace cuatro años el Centro de Estudios Andaluces abrió un seminario permanente sobre federalismo y la conclusión fue clara: la Constitución había tocado techo.

¿Seguimos aferrados al 78?

Ese es un mantra falso, por una y otra parte. Los que fueron inmovilistas quieren convertir la Transición en la fórmula mágica que todo lo arregla. Se hizo lo que se pudo, mucho y con kilos de piedras atadas al pie para evitar la confrontación social desde la violencia. Así de claro. Para mí fue ejemplar, con todos los errores. ¿Hicieron sus deberes los que vinieron después? Hay un vacío que da vértigo: el reconocimiento de quienes habían sido víctimas y a quienes les debíamos los valores en cuyo nombre convivimos.

¿Cambiaremos?

De 40 años para abajo las encuestas lo dicen claro, todo está en cuestión: el sistema de representación democrática, el sistema jurídico, el mercado. Todo. Como creo que estamos en el mejor de los mundos posibles, hay que sentarse y defender lo prioritario. Porque mientras tenemos miedo a cambiar, el mundo está cambiando. ¿Dónde han ido a parar los derechos laborales, por ejemplo?

¿Qué España quiere usted?

La de la pluralidad y la igualdad. Un territorio vertebrado en pacto social y en derechos, la que quieran quienes la habitan. Crecí en el internacionalismo y cada vez que un emigrante muere en el Mediterráneo me dan ganas de quemar mi pasaporte. Me pasa cuando leo a Zweig. En nombre de España ignoramos a muchos españoles.

¿Qué pasará tras el 1-O?

No me gusta lo que ha pasado antes. Asistimos como espectadores, y víctimas, a una confrontación que podía haberse evitado si hubiéramos sido los Suárez que algunos mitifican. No me gusta el esencialismo, es catalán quien piensa como yo, es español quien piensa como yo. Con madurez social y política lograremos recomponernos; si no, la fractura social lo será también en nombre de las naciones y no de los derechos. Steiner dice que hay momentos lúcidos e idiotas en la historia de la humanidad. Ojalá esta vez, otra vez, seamos inteligentes. Por pura supervivencia.


JULIA SEVILLA: «Hay demasiada testosterona»
Presidenta honorífica de la Red Feminista de Derecho Constitucional

El desarrollo del Estado autonómico ha superado con creces el proyecto plasmado en el texto constitucional, pero no es lo único. «Hay aspectos que no se consideraron cuando la Constitución se aprobó, algunos ni se plantearon y otros han sufrido una evolución que está lejos de parecerse al propósito para el que fueron creados». Por esa sencilla y contundente explicación hay que reformar la Constitución, reflexiona la profesora de la Universidad de Valencia Julia Sevilla, presidenta honorífica de la Red Feminista de Derecho Constitucional.

¿Hay demasiada testosterona en el conflicto sobre Cataluña?

Sí, claro, hay demasiada. Casi el 100% de los líderes de los partidos son hombres, que ocupan también la mayoría de las presidencias de las comunidades y las cúspides de casi todo. Y, sin embargo, en el debate sobre Cataluña también hay mujeres que hablan en nombre de sus partidos y con la misma o mayor destreza que los hombres. Pero, ¿quién tiene la última palabra y pone el punto final del debate? Los que ocupan esa cima. Y son «los» y no «las». Y en casi todos los partidos, por dejar abierta la posibilidad, el liderazgo lo desempeña un hombre. Pero también los medios colaboran en ello, por una parte reafirmando lo que existe y, por otra, reforzando los roles que la sociedad asigna ¿tradicionalmente? a las mujeres.

¿Cualquier reforma de la Constitución debe pasar por una reforma con perspectiva de género?

Indudablemente. Desde hace años las constitucionalistas, que defendemos la igualdad de mujeres y hombres, consideramos que es necesaria una reforma que reconozca la existencia, real, de dos sujetos constitucionales como lo han hecho las constituciones de algunos Estados europeos (Alemania, Italia, Portugal, Francia). Y, también, que se incorporen los derechos que se han reconocido en las leyes de igualdad y contra la violencia de género. Las últimas reformas estatutarias han desarrollado nuestra condición de sujetos de derecho que debería incorporar la Constitución. Es su lugar.

¿Por qué sigue vigente el artículo machista de la sucesión a la Corona?

La respuesta es obvia: porque no se ha reformado la Constitución. Y es tan posible como el resto de las propuestas que desde hace tiempo venimos haciendo la Red Feminista de Derecho Constitucional. Este artículo, de la sucesión a la Corona, unió a todas las diputadas y senadoras constituyentes que, unánimemente y por encima de las diferencias ideológicas, abandonaron el Pleno para expresar su disconformidad con él. Es más, se podría haber resuelto sin necesidad de vulnerar la propia Constitución, que prohíbe la discriminación por razón de sexo. Solo permaneció en el Pleno la diputada que defendió el voto en contra, Dolors Calvet. Además, pienso que existe un gran acuerdo sobre esta materia.

¿Cuándo se hablará de las madres de la Constitución?

Ya es hora y lo fue cuando se impulsó desde la Vicepresidencia del Gobierno [María Teresa Fernández de la Vega] la recuperación de la labor que hicieron en el libro Las mujeres parlamentarias en la legislatura constituyente. Y que no fue poca pese a que solo eran 21 diputadas y seis senadoras. Pero, indudablemente, es necesario reivindicar la presencia y aportaciones de las mujeres en todos los campos, especialmente en las instituciones que representan a la ciudadanía.

Fuente: http://www.lamarea.com/2017/12/05/una-constitucion-perspectiva-genero/