Hoy es la cita por los derechos democráticos y la libertad de Euskal Herria. Con una convocatoria plural que retrata las diferentes sensibilidades de la gente abertzale de izquierdas y da ejemplo de la dimensión que tiene la masa crítica necesaria para el cambio, con un manifiesto claro y concreto, y con un contexto de […]
Hoy es la cita por los derechos democráticos y la libertad de Euskal Herria. Con una convocatoria plural que retrata las diferentes sensibilidades de la gente abertzale de izquierdas y da ejemplo de la dimensión que tiene la masa crítica necesaria para el cambio, con un manifiesto claro y concreto, y con un contexto de expectativa que exige estar a la altura, Bilbo será el escenario donde la serenidad estratégica y la inteligencia táctica se pongan a prueba. A la hora de redactar estas líneas no se conocía si la segunda convocatoria será prohibida. Pase lo que pase, se puede adelantar que dicha manifestación se hará.
Si no se hace a la primera, se hará a la segunda y si no, a la tercera, pero se hará. Y será cada vez más grande. Porque ni se debe permitir que el debate se desvíe a una polémica de orden público, ni se puede jugar la apuesta a una hora y un día concretos. Se han trabajado y madurado las condiciones para el cambio político durante cincuenta años y no se puede ser rehén de una hora H y un día D. A la provocación y a la escalada represiva se le hace frente con serenidad y convencimiento propio; transmitiendo el mensaje de que la apuesta se va a materializar, como se hará la manifestación; y apoyando la idea de que la ciudadanía vasca es la que decide en qué campo se juega, y que de nadie más depende. Nadie puede decidir lo que sólo a la gente de este país le corresponde. Condicionan, pero no se debe permitir que determinen las decisiones e impongan su agenda de guerra.
Y habrá que encadenar y generar nuevos acontecimientos, golpe a golpe, aprovechando la txanpa, pues luego vendrá el remanso. Se ha decidido deshacer el juego, precisamente, en beneficio del juego y se ha aprendido que para ganar hay que saber dejar ganar, a organizar la paciencia en el presente y gobernar la esperanza de un futuro que no se sacrificará ante las múltiples provocaciones y ataques directos que se anuncian. La masiva manifestación será la prueba, y el ensayo, de ello.
Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20100911/220030/es/Una-manifestacion-prueba-ensayo