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Una memoria de nuestro Roque Dalton

Fuentes: La Ventana

Presentado en el Sábado del Libro el volumen Materiales de la revista «Casa de las Américas» de/sobre Roque Dalton

La historia […] conservará el nombre de nuestro querido compañero Roque Dalton, revolucionario consecuente, intelectual brillante y combativo, hombre generoso y cordial, amigo inolvidable, entre los nombres de los héroes, mártires y creadores de nuestra América». Con esas palabras concluía la confirmación de la revista Casa en su número de septiembre-octubre de 1975, del asesinato en El Salvador del poeta y luchador, unido a la institución cultural cubana por arraigados lazos.

El 14 de mayo último, el espacio del Sábado del Libro sirvió de marco para la presentación del volumen Materiales de la revista «Casa de las Américas» de/sobre Roque Dalton, que reúne, entre otros, ese testimonio de lealtad que desde la publicación quiso subrayar el compromiso de la entidad con Dalton, y la convicción de que las infamias que rodearon su muerte serían esclarecidas y sus asesinos ocuparían el lugar lamentable que les corresponde en la Historia.

Con la presencia de Aída Cañas, viuda de Dalton, y del señor Domingo Santacruz Castro, embajador de El Salvador en La Habana, dos de los amigos cubanos del homenajeado, que cumpliría setenta y seis años precisamente el sábado último, el poeta y cineasta Víctor Casaus y el sociólogo Aurelio Alonso, vinculado directamente con la realización de este libro, se refirieron a los contenidos del mismo.

Casaus inició su intervención agradeciendo la oportunidad de celebrar la amistad duradera que unió a muchos representantes de su generación con Dalton. Asimismo, celebró este «hermoso libro», con el que la Casa retoma una colección que le permite ir cumpliendo sus compromisos con la inmensa memoria que atesora: su legado sonoro y documental.

Recorrió la estructura del volumen, que abre con una entrevista realizada en el año 1963 a Roque Dalton, y continúa con una sección dedicada a su poesía, que da paso al espacio de la narrativa y a un segmento integrado por textos del salvadoreño en Homenajes.

El texto continúa con las críticas literarias de Roque publicadas en la revista Casa, que precede al momento de los ensayos y a un acápite consagrado al Premio Literario Casa de las Américas, que el autor ganara en 1969 con su cuaderno Taberna y otros lugares.

La primera mitad del volumen, dedicado al Roque activamente vinculado con la Casa, cierra con una entrevista que le realizara ese propio año el uruguayo Mario Benedetti.

Como suerte de «parteaguas» entre el Roque vivo y las reacciones aparecidas en la revista Casa tras su asesinato, se publican versiones facsimilares de sendas cartas: la primera, fechada en julio de 1970, donde el salvadoreño renuncia a sus funciones como miembro del consejo de colaboración de la publicación, antes de partir a su nueva misión como luchador revolucionario; la segunda, un mensaje electrónico con el que la familia de Dalton se unía, en abril de 1999, a las celebraciones por el cincuentenario de la institución.

El libro continúa con un largo segmento que recoge los documentos de diversa naturaleza aparecidos en Casa desde que llegaron las primeras y desconcertantes noticias del asesinato.

A continuación, se publican numerosos textos de varios autores que rindieron a través de la poesía y la prosa su homenaje al salvadoreño, mientras que, como colofón, se incluye «Un diálogo con Roque Dalton y Lenin, desde el siglo XXI«, prólogo de Néstor Kohan a Un libro rojo para Lenin.

Como conclusión de sus palabras, Casaus llamó a recordar a Roque como fue: complejo y no unilateral ni sesgado. «Todas estas palabras y aprendizaje que tuvimos de él son una fuente de energía, no solo de conocimiento, para entender y para hacer, dos de los verbos que nos proponía», apuntó, al tiempo que vaticinaba que este volumen puede ser especialmente importante para las jóvenes generaciones de lectores cubanos.

Por su parte, Aurelio Alonso, subdirector de la revista Casa, y quien tuvo a su cargo la selección (de conjunto con la editora Sandra Valmaña) y el prólogo de este libro, aseguró que el volumen paga una importante deuda con aquella emblemática relación «que tuvimos con Roque».

Entretanto, Aída Cañas, viuda de Dalton, agradeció en nombre de su familia este homenaje, y señaló que Cuba le proporcionó a Roque su espacio mayor para escribir la obra.

Por último, la joven editora Sandra Valmaña dijo que realizar este libro había sido un divertimento, que es el sentimiento más afín con la irreverencia de Roque. Que este reto la llevó a encontrarlo en los espacios de la Casa, constatar todo lo que hizo, y que una vez lograda esta memoria, queda darle la mano y recorrer el camino con él.