El Ejército, como si se tratara de un equipo de fútbol de elite, aclimata a sus hombres para luchar contra la insurgencia árabe. Palma es el lugar elegido para simular las situaciones más inverosímiles en «zona de operaciones», como se conoce en argot militar las áreas de conflicto. Los 25 tiradores de precisión más experimentados […]
El Ejército, como si se tratara de un equipo de fútbol de elite, aclimata a sus hombres para luchar contra la insurgencia árabe. Palma es el lugar elegido para simular las situaciones más inverosímiles en «zona de operaciones», como se conoce en argot militar las áreas de conflicto. Los 25 tiradores de precisión más experimentados del Ejército de Tierra participan estos días en la antigua Base Militar General Asensio (ahora Acuartelamiento Jaime II) en un seminario sobre practicas de tiro y de combate llamado Honderos 2010.
Simuladores vestidos de talibanes, la recreación de una mezquita, con manifestación insurgente incluida, y un líder talibán con larga barba negra, ayudan a los soldados a conocer y practicar lo que se encontrarán en las misiones de paz en oriente. Se recreó una emboscada de un convoy con ayuda para la población civil, así como la localización de un líder insurgente en una manifestación junto a una mezquita.
Situaciones habituales en las llamadas «zonas de operaciones»
El Batallón Filipinas, con base en Palma, fue el encargado de organizar todo el dispositivo de tal forma que la montaña de na Burguesa se pareciese a los abruptos montes de Afganistán. El seminario Honderos 2010 ha sido una iniciativa pionera de la Comandancia Militar de Balears. En estas prácticas han participado experimentados tiradores de precisión que han estado en misiones especiales en el Líbano, Irak, Afganistán o Kosovo.
Los tiradores de precisión están rodeados de todo un equipo de observadores que les guían sobre la situación de los blancos en movimiento. En el día de ayer se pudo ver como un convoy de varios camiones, teóricamente cargados con ayuda para la población civil, transitaba por un camino. De repente la caravana militar cayó en una emboscada insurgente. Soldados perfectamente vestidos de árabes provocaron una sonora explosión al paso de los vehículos, mientras la guerrilla musulmana bajaba de la montaña. Los tiradores saltaron de los camiones, rápidamente tomaron posiciones y guiados por los observadores consiguieron neutralizar el ataque talibán con varios tiros precisos realizados a fuego real.
El segundo ejercicio del seminario contó también con la ambientación precisa. Una mezquita, con minarete incluido, acogía una manifestación insurgente donde incluso se podía escuchar los rezos musulmanes. Entre los talibanes se debía localizar a un líder insurgente (disfrazado con una larga barba) y disolver la protesta. Los árabes, vestidos con túnicas para la ocasión, arrojaron piedras a los comandos que empezaron a disparar a una multitud de muñecos hasta conseguir su objetivo que era el de neutralizar el motín.
El ejército español es así. Sobran los comentarios.
Fuente: http://grupotortuga.com/Una-mezquita-actores-disfrazados