Religión viene de religar, de vincular los seres humanos con su entorno, y por tanto, reconoce la interdependencia de unos seres con otros
En la actualidad existen 10.000 religiones en nuestro planeta. Y cuatro de cada cinco personas en el mundo se definen a sí mismas como religiosas. En este número 125 de la revista PAPELES de relaciones ecosociales y cambio global, se analizan las teologías que vinculan lo ambiental y lo social y se intenta comprender cómo esa ética ecológica ha propiciado, en algunas ocasiones, cierta acción social al respecto.
Según Santiago Álvarez, director de FUHEM Ecosocial, entidad que publica esta revista, la religión nunca ha abandonado el espacio público: «para mal, porque ha servido para naturalizar muchas de las injusticias y desigualdades de las principales estructuras de poder; para bien, porque ha sido fuente de inspiración de quienes han luchado contra la opresión a lo largo de la historia».
Apoyándose en los escritos de varios autores que ya calificaban al sistema capitalista de ser una religión, Santiago Álvarez apunta en la Introducción que sería más propio hablar de idolatría porque en el capitalismo, el dinero y el capital se convierten en ídolos. Finalmente, concluye que hay que aprovechar el potencial de las religiones para construir una visión contrahegemónica que vincule lo humano y la naturaleza y que desmitifique los ídolos que dominan la actualidad.
Ecologismo y religión
En el Especial titulado «Ecologismo y religión«, destacan algunos artículos como el de «Ecosocialismo: espiritualidad y sostenibilidad» escrito por Frei Betto, dominico brasileño, escritor y asesor de movimientos sociales, y Michael Löwy, sociólogo francobrasileño, director de investigación emérito en el CNRS.
En su artículo recuerdan al campesino Chico Mendes y a la misionera Dorothy Stang, ambos asesinados por defender la Amazonia y los Pueblos del Bosque. En sus respectivas biografías se destaca la fe religiosa que cada uno desarrolló a su manera pero siempre comprometidos con la causa de los oprimidos que a la vez es la defensa de la naturaleza.
Jesús proclamaba una «vida en plenitud», al igual que el principio supremo de la ciudadanía mundial es el derecho de todas las personas a la vida. Por eso, mientras que el libre mercado no sea regulado y la burocracia esté centralizada, la economía seguirá sin estar al servicio de las necesidades de las personas y, por tanto, el objetivo de la vida plena no será viable.
Las religiones: una herramienta para la sostenibilidad
Por su parte, Gary Gardner, colaborador senior de Worldwatch Institute se pregunta cómo involucrar a las religiones en la construcción de civilizaciones sostenibles, aprovechando un recuso clave para influir a escala global: su número de seguidores. Las principales religiones -cristianismo, islamismo e hinduismo- aglutinan dos tercios de la población mundial actual.
Muchas de sus enseñanzas religiosas tienen que ver con construir economías sostenibles: crítica al consumismo, prohibición del uso excesivo de la tierra, contrarios a la búsqueda de la riqueza como fin en sí mismo, etc.
Y señala que mientras el ecologismo laico ha sido incapaz de apelar a los corazones de la ciudadanía para concienciarla, las religiones tienen la capacidad de llegar al fondo de las personas y movilizarlas. Sin embargo, el autor destaca que a pesar de la lógica del compromiso que desprenden, en muchas causas como la del consumismo, sus reivindicaciones han sido más esporádicas y retóricas que fruto de una acción prolongada y bien planificada.
Ecofeminismos y teologías de la liberación
La filósofa y teóloga, Lucía Ramón Carbonell, aborda en su artículo el desencuentro entre la teología feminista y la teología de la liberación, pues esta última ha sido elaborada por varones y no contemplan la realidad de las mujeres pobres, ni sus necesidades en lo relativo a la salud y la sexualidad. Por eso, desde las teologías feministas críticas con la liberación se plantean la necesidad revisar el discurso patriarcal que justifica la explotación de las mujeres y de la Tierra.
A lo largo de la historia y aún hoy, numerosas activistas e intelectuales han desarrollado esta visión ética y espiritual en cuanto a reconocer la interdependencia entre todos los seres vivos que habitamos el planeta, y lo han hecho, tanto desde una concepción creyente como laica.
En este nuevo número se intenta trasladar la idea de que es necesario un cambio de paradigma, no sólo en cuestiones técnicas sino también en lo que se refiere a los valores y la cosmovisión que impera en las sociedades occidentales. No se trata tampoco de instrumentalizar las religiones para propiciar un cambio ecosocial, sino de aprender de las distintas ecosofías que a lo largo de la historia se han dedicado a vincular al ser humano con su entorno y sus semejantes.
Fuente: http://www.fuhem.es/revistapapeles/