Nos tiene acostumbrados; es cierto. Ya expulsó de las instituciones parlamentarias a ciudadanos republicanos que enarbolaban la única bandera nacional española que los ciudadanos de izquierda pueden hacer suya. No ha bastado con eso. El martes 3 de mayo, el señor Bono, la tercera autoridad del Estado monárquico-borbónico, ha impedido dar una rueda de prensa […]
Nos tiene acostumbrados; es cierto. Ya expulsó de las instituciones parlamentarias a ciudadanos republicanos que enarbolaban la única bandera nacional española que los ciudadanos de izquierda pueden hacer suya. No ha bastado con eso.
El martes 3 de mayo, el señor Bono, la tercera autoridad del Estado monárquico-borbónico, ha impedido dar una rueda de prensa -¡una rueda de prensa!-, de hecho ha impedido la entrada en las dependencias de la Cámara del Congreso de diputados, a un candidato de Bildu, a Marín Garitano Larrañaga, un periodista de Gara, que había sido invitado por ICV, ERC y (espero y deseo también) por IU [1].
El argumento bonista-trentista: si Bildu no tiene acceso a las urnas, tampoco pueden tener acceso al Parlamento los «independientes» de sus candidaturas que, según el Tribunal Supremo en apretadísima votación, son «testaferros de Batasuna» [2]. Derecha extrema en estado puro; al mismo nivel y con la misma cosmovisión que Fraga, Rajoy, Aznar, Aguirre, Cospedal, o Rubalcaba desde luego. Ni un milímetro detrás, ni un músculo contraído. Los votos del PSOE y el PP de la Mesa del Congreso, esta vez sin el apoyo de CiU y PNV, ha corroborado la decisión de la tercera autoridad, probablemente uno de los peores presidentes del congreso de diputados de nuestra historia reciente.
Los jóvenes gritan «le llaman democracia y no lo es» y la verdad, sin abonar ningún ensayo sobre la ceguera y dar la razón por darla, empiezan a tener más razón que un santo rebelde e informado. Si esta es la norma de actuación de una institución donde la luz y los taquígrafos aún actúan, ya podemos imaginarnos las prácticas realmente existentes en esas mismas instituciones en noches oscuras, en cloacas o en dependencias ocultadas del Estado y en estercoleros empresariales donde reina la ley del más fuerte, del color del dinero y el vasallaje en la oscuridad.
¿En quién se inspirará la tercera autoridad del estado?, ¿quién será uno de sus modelos políticos? Una hipótesis que me parece razonable: la triple conexión B-B-B, Benito Craxi-Berlusconi-Bono, unido al españolismo nacional-católico más ramplón que pueda imaginarse.
¿No debería exigirse su dimisión inmediata? Probemos: ¡dimisión del señor Bono, un antidemócrata que se las de socialista y cristiano humanista!
Notas:
[2] Creo que «testaferros» es contribución lingüística del señor Bono a la neolengua institucional.
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