Recomiendo:
0

Vallle de los caídos

Fuentes: Rebelión

La exhumación de los restos del dictador es, política y so­cial­mente, poco inteligente. Lo que hay que hacer no es exhumar los restos de Franco. Esa es la cáscara del problema. Hay que vaciar la pulpa. Y eso se hace suprimiendo la franquista subvención a esa Aso­ciación del Valle de los Caídos y transformando el […]

La exhumación de los restos del dictador es, política y so­cial­mente, poco inteligente.

Lo que hay que hacer no es exhumar los restos de Franco. Esa es la cáscara del problema. Hay que vaciar la pulpa. Y eso se hace suprimiendo la franquista subvención a esa Aso­ciación del Valle de los Caídos y transformando el mo­nu­mento en lo opuesto a lo que es ahora. Convertirlo en un mo­numento a la ignominia. Con un gran cartel que a la entrada y arriba rece así: ESTÁ USTED ANTE EL MO­NU­MENTO A LA IGNOMINIA.

Y para eso no hay que pedir permiso. Eso se hace por De­creto o por Decreto Ley.

Si se desea cambiar efectivamente a este país, no se puede ir a lo superficial. Es preciso ir a la médula, al foco de la in­fec­ción. La primera medida es la supresión de las subven­ciones que reciben esa Asociación del demonio y otras indeseables, como los Toros, La Razón o el ABC, con­tra el sentido del mer­cado libre e incluso contra la pro­pia filosofía abominable privatizadora.

Por lo demás, no se remueven los cimientos del fran­quismo exhumando los restos del tirano. Más bien al contra­rio, se vuelven a encender los ánimos de la confronta­ción del año 36. Manteniendo y catalogando el lu­gar del modo dicho, pero volviendo como un calcetín su significado, se vacía de contenido los argumentos de los re­accionarios… Pero si co­mo acostumbran, no se callan, es­tarán enalteciendo la figura de un dirigente no solo antide­mocrático sino también a un ti­rano que se apropió del poder de España durante cuarenta años. Y ese enalteci­miento choca frontalmente con sus cíni­cos cantos a la democracia en otros momentos y, sobre todo, con el espí­ritu que se aloja en el alma de la UE.

Jaime Richart, antropólogo y jurista.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.