El este de Caracas se paralizó. Miles de mujeres venezolanas de todos los estados del país, edades y colores marcharon en su día, al ritmo de tambores y trompetas, para dar un rotundo no a la injerencia del gobierno estadounidense en el mundo, en contra de las guerras y a favor de la desocupación de […]
El este de Caracas se paralizó. Miles de mujeres venezolanas de todos los estados del país, edades y colores marcharon en su día, al ritmo de tambores y trompetas, para dar un rotundo no a la injerencia del gobierno estadounidense en el mundo, en contra de las guerras y a favor de la desocupación de las tropas extranjeras de Iraq.
La consigna «No criamos los hijos para que tú los mates. Viva la paz… Muera la guerra. Bush y CIA, fuera de Iraq» volcó a estas compañeras a recorrer más de 2 horas de camino, desde la plaza Brión de Chacaito hasta la embajada de Norteamérica en la urbanización Valle Arriba, en el este de la ciudad. (A un lado de esa frase estaba la imagen del presidente de los EEUU, George W. Bush, vestido con una manta negra y sosteniendo un arma de fuego junto al personaje más malo de la trilogía de la Guerra de las Galaxias, Darth Vader, quien llevaba en su pecho la bandera estadounidense con 50 calaveras en vez de estrellas. Ambos eran señalados por una mujer que decía «¡Ya basta!»).
Durante la concentración, las mujeres del Zulia acusaron al gobernador de esa entidad, Manuel Rosales, y al mandatario norteamericano, de pretender separar a ese estado de la República Bolivariana de Venezuela. «Que Bush no pretenda separar al Zulia de Venezuela, no lo vamos a permitir. La mujer zuliana apoya la Revolución Bolivariana», dijo la presidenta de la Asociación Civil Zuliana de Mujeres por la Paz.
Entre las pancartas sostenidas por las asistentes a la marcha se leyeron frases como «Bush vamos por ti», escrito por las mujeres del estado Yaracuy y «No le entregaremos el petróleo al imperio, seguirá siendo de los venezolanos», sostenido por las trabajadoras de Petróleos de Venezuela (PDVSA).
A lo largo de la caminata también se escucharon las tradicionales consignas como «Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina»… «Bush, Bush, no queremos guerra, si quieres petróleo búscalo en tu tierra» y «No nos da la gana de ser una colonia Norteamérica, y sí nos da la gana de ser una potencia latinoamericana».
Desde los edificios, pocas personas se asomaron para ver la caminata. Valle Arriba, urbanización donde residen familias de clase media, alta y rica, además de algunas embajadas, parecía desolada. Muchas de las simpatizantes del mandatario venezolano se reían mientras le gritaban a los habitantes de ese complejo que se escondieran porque habían llegado los Círculos Bolivarianos. (Los opositores al presidente Chávez le temen a este tipo de organizaciones comunitarias, luego de que los medios de comunicación privados comenzaran a satanizarlos, refiriéndose a ellos como agrupaciones con características delictivas).
En esta marcha aparecieron algunos personajes que amenizaron la caminata, entre ellos, dos demonios que andaban saltando por ahí, con su par de cachos y colas, pintados de marrón oscuro y sosteniendo un tridente y una olla. «Somos los diablos de Caracas, y estamos buscando a los demonios de los Estados Unidos que están echando vaina en toda Latinoamérica. Entre los demonios tenemos a Bush y Pat Robertson… Esta es una de las sucursales de ellos (refiriéndose a Mc Donalds), la chatarra propia», dijeron.
También apareció una mujer que dijo representar a todas las madres afectadas por las guerras en el mundo. Estaba vestida de negro, un traje como el que usan las mujeres iraquies, y sostenía a un bebé envuelto en una sábana blanca manchada de sangre, producto de una bomba, según explicó. «Yo estoy aquí para pedir, para suplicar, por las madres que sufren, por las madres que lloran, por las que pierden a sus hijos, a sus esposos, por una guerra injusta. Y porque Bush, cuando dice que habla con Dios se equivoca y habla con el demonio»… «Yo represento a la madre iraquí y a todas las madres que están sufriendo por culpa de guerras en Afganistán, Palestina, y Chechenia».
Al final de la marcha, en una pequeña tarima, ubicada frente a la embajada estadounidense, presentaron El paso de la victoria. Una parodia producto de los comentarios, emitidos por políticos y periodistas de la oposición, en contra de uno de los viaductos que conectaba a Caracas con el estado Vargas. «Ellos pedían a gritos que se cayera el puente», dijo Carmen Martina, quien interpreta a la secretaria de Estado estadounidense Condolezza «Arroz» (Rice).
En esta obra también actúan otros personajes como «Mister» Bush, el Espía, un representante del canal «Bobovisión» (Globovisión), un adeco (simpatizante del partido Acción Democrática) y un miembro de los medios de comunicación alternativos, quien es el que «defiende la tesis de que esta revolución es bien bonita», dijo un integrante del equipo, Luis Malaver. «Es un guión antiimperialista contra la guerra y la invasión».
Para cerrar la celebración del Día Internacional de la Mujer, algunas personeras del gobierno, diputadas, gobernadoras y primeras damas, se pararon en la tarima para leer un mensaje dirigido a todas las mujeres en su día, donde rechazan las invasiones estadounidenses, las guerras y las torturas a los prisioneros de la cárcel de Guantánamo en Cuba, entre otras cosas. Las venezolanas recolectaron 3 millones de firmas que exigen la salida de tropas estadounidenses de Iraq, y serán entregadas a los organismos competentes.