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Versión Mapuche sobre los conflictos en la Araucania

Fuentes:

La prensa sigue privilegiando una visión sesgada y cargada de estereotipos, en donde se basan en fuentes policiales, en la cual los mapuche siempre aparecen como culpables antes de que se investigue el hecho

Por la Razón o por la Fuerza del Nuevo Trato

Con alarma la prensa regional daba a conocer el pasado miércoles 7 de julio de un supuesto intento de agresión al Fiscal Adjunto de Collipulli, Félix Inostroza y al contingente de Carabineros que lo acompañaba en un procedimiento efectuado en la comunidad de José Guiñon, sector San Ramón, comuna de Ercilla. Esta es la misma comunidad mapuche muchas veces allanada, en la que se encuentran todos los miembros varones de las familias procesados, y en la que su machi, Adriana Lonkomilla ha denunciado en reiteradas ocasiones la violencia excesiva de carabineros[1], el hostigamiento constan te que han recibido de parte de los testigos protegidos, y las secuelas que se han producido en los niños de la comunidad.

En relación a los hechos, la versión de la prensa daba cuenta que la situación «comenzó a generarse cuando un (…) familiar de un testigo protegido en un de los casos que sé esta preparando para juicio oral, llamaron a Carabineros para denunciar amenazas, por lo que la policía junto al Fiscal Félix Inostroza, se traslado al sector (…) Se procedió a la detención de dos personas (…)»[2] , estas fueron Juan Patricio Marileo Saravia, Procesado por Incendio Terrorista en el caso denominado Poluco Pidenco, y Juan Segundo Cariqueo Saravia, procesado por el atentado sufrido por uno de los testigos protegidos del Ministerio Publico.

Con relación a esto mismo, el día 18 de julio, el Senador Alberto Espina hacia eco de la información señalando en entrevista al Diario Austral: «(…) la indefensión en que laboran los fiscales, tiene relación con lo ocurrido el pasado 7 de julio, cuando durante un procedimiento indagatorio referido a comprobar el hostigamiento del cual fue víctima la cónyuge del testigo protegido Ignacio Queipul Levinao, por parte de miembros de la comunidad Juan Guiñón de Ercilla, y verificar el paradero de los acusados Juan Cariqueo y Juan Marileo, el fiscal de Collipulli, Félix Inostroza, fue repelido por comuneros del sector. Durante este suceso, el fiscal recibió el ataque furibundo de un menor quien golpeó la camioneta en que transitaba, hech o que posteriormente terminó con una rencilla de los mapuches con carabineros que terminó con un funcionario policial herido de una pedrada y dos comuneros detenidos, uno de los cuales pasó a la Fiscalía Militar por daños a la autoridad»[3].

A partir de lo anterior conviene hacer una primera aclaración: El supuesto hostigamiento materializado en la destrucción de un cerco, quequ que resulto encontrarse al interior del predio de los detenidos, sumado a que en el procedimiento emprendido por el Fiscal, no hubo una orden del Tribunal, determino que en la audiencia de control de la detención, el Juzgado de Letras y Garantía de Collipulli decretara ilegal el procedimiento y pusiera en libertad a los detenidos.

Y una segunda aclaración referente al dudoso intento de agresión al fiscal y posterior detención de dos mapuche.

Según el relato de los miembros de la comunidad, específicamente la Machi Adriana Lonkomilla, el día miércoles 7 de julio ?Juan segundo Cariqueo y Juan Patricio Marileo Saravia, mis cuñados empezaron a trabajar como a las 8:00 de la mañana. Como a la 13 horas vi a los bueyes parados, estaban solos y me preocupe, mas encima vi carabineros que andaban por ahí, yo pensé que a lo mejor los habían llevado detenidos, (…) Eran como las 15 horas y vi a carabineros que andaban encima de mi siembra, yo a esas alturas no sabia que los había detenido carabineros (…) Mande a preguntar a la señora de mi cuñado acaso estaban en la casa (…) Y de ahí mandaron a decir que ellos habían almorzado y habían seguido trabajando (. ..). Como después de las 17 horas andaba un vehículo encima de la siembra, una camioneta blanca. En eso llega mi hijo Jorge de la escuela y lo mande a buscar los bueyes que estaban solos, y ahí le conté que no se veían los cabros. En eso mire hacia allá y Jorge ya tenia colgada la carreta y estaba juntando el saco de avena que estaba todo desparramado, y más allá estaban los carabineros al lado de una camioneta blanca, entonces le dije a mi sobrino José Avelino Necul, que le fuéramos a preguntar a carabineros que había pasado, donde estaba mi gente, para estar conforme (…). Llegamos a la siembra y le preguntamos a los carabineros «oigan, ¿ustedes no saben en donde están los jóvenes que estaban sembrando?» «Íbamos José Avelino y mi hijo Jorge de 15 años- entonces carabineros dijo: «el fiscal sabe». Entonces caminamos hacia la camioneta, estábamos a metros de llegar cuando el Fiscal se sube rápidamente a la camioneta y parte, no los pe sco ni una cosa, no los dijo ni si ni no, ni los miro, entonces se subió rápido y dio la vuelta rápido y me paso a llevar a al niño, como que el niño paso a afirmarse en la camioneta (…) el como es niño es mas descuidado y se acerco mucho al vehículo, además que no pensó que este iba a dar la vuelta corta (…) l l a camioneta en ves de seguir se devolvió para donde estaba y ahí paso a llevar a mi niño en su cuerpo, y es donde carabineros lo agarran a patadas y a puñetes (…) El fiscal no supo lo que paso ahí, los carabineros dejaron la crema con nosotros, entonces lo agarraron y le decían «oye chico tal por cual, quédate ahí», entonces Jorge les decía ?por que me están haciendo esto, no he hecho nada, y le seguían diciendo «cállate chico tal por cual si no te mato» y ahí seguían pegándole mientras le apuntaban con un arma. Yo les decía que lo dejaran tranquilo, mas encima que el fiscal no nos había dicho nada y ya se había ido. Avelino les grito ?dejen al niño, no ven que es un niño? y lo agarran a él también y lo botan a culatazos al suelo, con las mismas armas le pegaban en el cuerpo hasta botarlo, lo pisaban en el suelo, a Jorge igual lo pisaban, si ellos hablaban les pegaban, mientras les tenían apuntadas las armas en la cabeza, amenazaban que si no se callaban los iban a matar, que tenían que quedarse quietitos. Entonces yo quise defender a mi niño y los carabineros me agarran a patadas y puñetes y me botaron y no me dejaban pararme, después dos carabineros se fueron en contra mía. En esa parte ni veía lo que estaba pasando, a los cabros los tenían pisados y si ellos ha blaban mas les pegaban, mientras les cargaban la cabeza con las armas. Ellos igual trataban de hablar, les decían «oye como se les ocurre estar pegándole a la señora, que más encima es machi, ahí se enojaron los cabros y aunque les pegaban seguían gritando para que me dejaran de pegar. Jorge les decía ?no quiero que estén maltratando a mi mama», y los carabineros seguían amenazándolo con matarlo mientras les pegaban. Mientras me seguían pegando a mí, me decían los carabineros cállate china tal por cual, ahí yo les dije No, no me voy ni me cayo, por que a uno le da rabia con lo que le hacen a uno y mas encima en su propia tierra, uno tiene sus derechos de estar tranquilos y ellos llegan en cualquier momento como perros encima de uno, ese es el poco respeto que los tiene el estado. Uno vive tranquilo en su tierra, la trabaja, pero nos mandan fiscal y carabineros encima. El carabinero que quedo herido sé cayo junto conmigo, cuand o me agarro, ahí se hirió, mientras tanto estaban los chiquillos de guatita en el suelo y con los carabineros encima pisándolos y apuntando al cerebro, yo no se adónde salieron con que tiramos piedras, si estábamos botados. Yo por defender a mi hijo igual me pegaban y trataban de botarme a tierra, yo les decía que no estaba cometiendo ningún delito para hacerles caso, mas encima estaba en mi tierra. Entonces el carabinero que quedo herido, por meterme miedo, no se que le paso, disparó por sobre mío cabeza, dos disparos bien dados. Fuera otra yo estaría con ese susto a lo mejor muerta. Pero hice el esfuerzo de pararme otra vez, aunque no dejaban que pararme. Ese fue el mal rato que pase con mis niños. Después de eso al Jorge me lo llevaron preso y a José Avelino igual. Este ya se había ido y lo vinieron a atajar entre medio de la siembra, vinieron mas de veinte a buscarlo. Como el se había ido para la casa tranquilo después. Así los lle varon detenidos. A mí me arrastraban encima del cerco, entre dos me andaban trayendo. Como ellos me hirieron, fui a Collipulli al hospital , yo les decía : «Mira como me dejaste», y ahí me vine en una camioneta de Orígenes[4] que andaba por el lugar. Estos Orígenes estaban en una sede y dijeron que habían sentido los disparos, pero no fueron a mirar. Como le decía, nosotros habíamos ido tranquilamente a preguntar, pero se fueron de otra manera, no sé que pensarían carabineros, que mi niño iba atacar a la camioneta, ahí hable yo por mi niño y también me dieron. José Avelino igual les decía que no le peguen al niño, el esta estudiando, donde le va a quedar la memoria con los golpes, pero le seguían pegando. Y a José Avelino por hablar le pegaron y lo detuvieron. Ahora esta preso….»[5]

Frente a lo antes expuesto, se reitera lo siguiente.

La prensa que no informa: Una vez más se puede constatar la poca rigurosidad de la prensa al momento de informar acerca de una situación concerniente al conflicto territorial existente en la araucania. La prensa sigue privilegiando una visión sesgada y cargada de estereotipos, en donde se basan en fuentes policiales, en la cual los mapuche siempre aparecen como culpables antes de que se investigue el hecho, así lo demuestran titulares como «Controlan detención a mapuches que se enfrentar on con Carabineros e intentaron agredir a Fiscal? o la desinformada replica del senador Alberto Espina al referirse al hecho. Lo anterior, sin duda contribuye a continuar legitimando el uso de la fuerza ? legal – en contra de quien se supone viola el «Estado de Derecho», lo que sin duda prohíbe a la opinión publica la posibilidad de forjarse una visión que tome en cuenta la versión de los mapuche. Esta falta de real ejercicio de la labor periodística, es decir, investigar la noticia, se agrava aun mas al considerar que parte importante de las pruebas con que cuenta el Ministerio Público tanto en la causa de Asociación Ilícita Terrorista, como en el caso denominado Poluco Pidenco, se utilizan recortes de prensa escrita y electrónica, y en donde la frase «Es de Publico Conocimiento que en la región…» es utilizada en los encabezados de las acusaciones del Ministerio Publico. Es precisamente la prensa la que genera opinión pública respecto a tal o cual tema. Es en este contexto en donde adquiere relevancia que su labor sea más acuciosa y rigurosa, es decir que exista investigación y no sea una replica de las versiones oficiales entregadas por la policía. Que por lo general es parte, aunque la ley diga lo contrario.

En e mismo tenor, al mencionar a personas que están siendo procesadas por otros delitos relacionadas al conflicto mapuche, se omite el hecho de que la actual legislación en materia penal otorga como derecho de los imputados o acusados la presunción de inocencia, por lo que relacionar o mencionar tendenciosamente dichos procesos a actuales situaciones solo da cuenta de la condena publica que realizan estos medios y que abiertamente atenta en contra de honra de las personas.

Vale recordar que en el «Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas» realizado por Rodolfo Satevenhagen producto de una visita a la araucania hace ya casi un año mencionaba el rol de la prensa en donde planteaba que ?pudo observar cómo estos medios se ocupan del tema aún candente en Chile de las violaciones históricas de los derechos humanos, pero prestan poca atención a los derechos humanos de los indígenas «agregando mas adelante que ésta debe ?redoblar los esfuerzos para dar amplia cobertura balanceada y equilibrada a las necesid ades y la situación de los pueblos indígenas así como a las situaciones de conflicto social en las regiones indígenas».

Otra vez la justicia militar: Otro aspecto que no se puede dejar pasar es el considerar la situación antes expuesta se inicio en un procedimiento dirigido por parte de la justicia civil (Fiscalia Local de Collipulli) y que al final termino siendo declarado ilegal por el tribunal de Collipulli, sin embargo, el saldo: un menor de edad golpeado, amenazado de muerte y detenido, siendo mas tarde citado a declarar a la fiscalía militar de Malleco. Un adulto igual de maltratado, incomunicado por cinco en la cárcel, y encausado por la Justicia Militar y actualmente preso en la cárcel de Angol. Y una autoridad religiosa del pueblo mapuche, una machi, golpeada[6], amenazada de muerte y atemorizada después de haber recibido dos disparos por sobre su cabeza.

¿Que implica lo anterior? En términos generales que se vulnere el derecho de imparcialidad, puesto que el juez militar, el fiscal militar y una parte de los intervinientes, es decir el uniformado, también pertenece a esa categoría ( Fuerzas armadas y de Orden). Lo que prohíbe a las personas el tener un debido proceso, y más aun el derecho a defensa. Ya que la investigación es secreta y no se conoce sino hasta la etapa de plenario. «Lo que plantea una indefensión jurídica y falta de debido proceso (…) hoy existe una desigualdad injustificable en las garantías judiciales de quienes son sometidos a la justicia civil en contraste con quienes son sometidos a la justicia militar» [7]

El hecho de constatar que el uso desmedido de la fuerza aun persiste como practica legitimada al interior de la policía -por que siempre se actúa según el procedimiento aplicando toda la fuerza física que les permite la ley- es dejada en el olvido al momento de resultar lesionado un carabinero, puesto que el procesado y encarcelado es el civil. En este sentido, el excesivo resguardo legal que posee la policía los hace prácticamente impunes, y a la vez impunes en su actuar, basta recordar al responsable de la muerte de Alex Lemun, o los funcionarios que han protagonizado violencia excesiva o incluso torturas contra personas ancianas como lo es la Machi Ankamilla de Temulemu, menores de edad como lo es Daniel a Ñancupil, o adultos de las comunidades de Temukuikui, agua buena entre otras.

Es sabido que sé esta frente a un escenario complejo y grave en materia de reconocimiento y respeto de derechos colectivos de los pueblos indígenas en Chile, sin embargo, lo que se torna más grave es que los derechos elementales de las personas tales como la integridad física, la vida, el libre desplazamiento, el ser juzgado por tribunales competentes, el acceder a una información veraz, sé sigua vulnerando y que desde los que administran el estado se insista en que la situación se reduce a un tema de pobreza e infiltración externa a las comunidades. Muchas veces se ha puesto en entredicho la vigencia del estado de derecho en la araucania o la inseguridad jurídica a la que esta está expuesta. Desde los administradores del poder estatal se lo ha negado rotundamente. Pero SÍ, en la araucania en ocasiones no opera el estado de derecho, puesto que no existe igualdad ante la ley, no se respetan los derechos elementales de las personas, en este caso mapuche, y en definitiva, por la razón o la fuerza se establece ese nuevo trato con los pueblos indígenas.

* Eduardo Mella Seguel – Trabajador Social
Programa de Derechos Indígenas
Instituto de Estudios Indígenas
Universidad de la Frontera

MAPUEXPRESS – INFORMATIVO MAPUCHE
http://www.mapuexpress.net

[1] Cabe señalar que dicha situación a sido ampliamente documentada, así lo da cuenta el recuadro Nº 7 «Allanamientos de la comunidad José Guiñon en la comuna de Ercilla» del texto ?Los derechos de los pueblos indígenas en Chile?, del PDI IEI UFRO, publicado en diciembre del 2003, en donde la machi Adriana Lonkomilla, así como uno de sus hijos menor de edad dan cuenta de la violencia al momento de actuar la fuerza publica, así como las consecuencias psicológicas producidas en las familias y en los niños de la comunidad. Por otro l ado, la Machi Adriana Lonkomilla denuncia informalmente esta situación al relator para los derechos de los pueblos indígenas Rodolfo Stavenhagen en su visita a Chile durante julio del 2003.

[2] Diario El Gong www.diarioelgong.cl edición del 8/7/2004.-

[3] Diario Austral de Temuco, Crónica, Lunes 19 de julio de 2004 , LXXXVIII – Nro. 31.948

[4] Se refiere a funcionarios del Programa Orígenes dependiente del MIDEPLAN que en esos momentos se encontraban realizando visitas a las comunidades del sector.

[5] Entrevista Realizada Por el PDI-IEI-UFRO a la Machi Adriana Lonkomilla el día 16/07/2004 en la comunidad José Guiñon. Al respecto, vale también comentar que al momento de acceder a la comunidad un contingente de alrededor 10 carabineros vestidos con uniformes antimotines, portando escopetas y revólveres, movilizados en dos camionetas, una civil y otro institucional cuyo logo hacia referencia a ?fuerza de Tareas? detuvo el vehículo en que los movilizábamos a la entrada del predio de la machi, siendo sometidos a un riguroso control de identidad por mas de 20 minutos, al consultar el motivo, manifestaron que esa era zona de conflicto donde habían terroristas y ellos estaban para resguardar testigos protegidos de la fiscalia.

[6] Al respecto el parte medico indica que » A las 18:55 fue atendida en este establecimiento asistencial Adriana Lonkomilla (…) llego por sus propios medios (…) siendo la descripción de signos externos de lesiones una herida contusa en el labio superior (…) contusión leve en la mano izquierda: diagnostico: Policontusa? Servicio de Salud Araucania Norte, Hospital de Collipulli, 7/7/2004.-

[7] «Los Derechos De Los Pueblos Indígenas en Chile», Informe del programa de Derechos Indígenas del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad de la Frontera, Ediciones LOM, Diciembre del 2003, Pagina 248