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El incidente ocurrido en Miami

Viene como anillo al dedo

Fuentes: Rebelión

Recientemente en Miami ocurrió un hecho que recuerda las viejas corruptas prácticas políticas del sistema electoral en Cuba previo al triunfo revolucionario de enero de 1959, el de la ¨democracia pluripartidista¨ de aquella república capitalista y mediatizada . Un grupo de ocho frustrados autotitulados «exilados cubanos» intentaron impedir por la fuerza que se realizara una […]

Recientemente en Miami ocurrió un hecho que recuerda las viejas corruptas prácticas políticas del sistema electoral en Cuba previo al triunfo revolucionario de enero de 1959, el de la ¨democracia pluripartidista¨ de aquella república capitalista y mediatizada .

Un grupo de ocho frustrados autotitulados «exilados cubanos» intentaron impedir por la fuerza que se realizara una reunión de la Alianza Martiana, coalición de organizaciones de la emigración cubana, que convocó a sus miembros, para estudiar y opinar sobre el Proyecto de Constitución de la República de Cuba, como viene ocurriendo en la Isla, en miles de reuniones, desde el pasado 13 de agosto. Aunque ésta a diferencia de las otras, a todas luces, tuvo lugar en Miami y no en Cuba.

A la vieja enviciada usanza prerrevolucionaria estos individuos irrumpieron a gritos el normal desarrollo de la reunión para llevar a efecto su preconcebido propósito de impedir que la reunión de «la oposición» se efectuara. Propósito que no lograron.

Tan pronto comenzaron su «puesta en escena» se les advirtió a esos siete enanitos y a su blancanieves, ésta encargada de grabar el show con su teléfono con extensión telescópica –para después mostrar en las redes sociales y así ganar notoriedad–, que la policía estaba en camino ya que estos «luchadores por la libertad» estaban interrumpiendo -sin invitación- una reunión privada, en propiedad privada, con fines desconocidos, nada menos que en Miami, capital hemisférica del terrorismo.

Vociferaban que a ellos no les importaba nada de eso -o sea, que se cagaban en la noticia-; ellos, defensores a ultranza del capitalismo, especialmente para Cuba, cuyo sacrosanto pilar es precisamente el inviolable dogma de la propiedad privada…

Aunque al grupito tomar conciencia lo que implicaba que la policía estaba en camino, y que esta sÍ tiene el ineludible deber en este país de hacer respetar la propiedad privada, los enanitos y su blanca nieves se fueron retirando, bajo protesta, claro, pero retirando, hacia la puerta de nuestro local…

Bien, ¿por qué hago este cuento? ¿Cuál es su moraleja?

En realidad su lección en estos momentos no puede ser de mayor importancia para nuestro pueblo.

Sencillo, esta reunión de la Alianza Martiana, la primera de un ciclo de reuniones semejantes, tienen como propósito estudiar el Proyecto de Constitución de la República de Cuba; de la república socialista y revolucionaria, cuyo medular Artículo 3 establece: «El socialismo y el sistema político social revolucionario, establecidos por esta Constitución, son irrevocables». Reafirmando por necesidad histórica el cambio añadido en 2002 a la Constitución de 1976, nuestra Constitución vigente, consignando el carácter irrevocable del socialismo y del sistema político y social revolucionario por ella diseñado. Como, además, que las relaciones económicas, diplomáticas y políticas con otro Estado no pueden ser negociadas bajo agresión, amenaza o coerción de una Potencia extranjera.

Estos tristes personajes que tenían como propósito impedir que nuestra reunión se realizara son parte de un sector antinacional de la extrema derecha cubana, que es enemigo de la soberanía y la autodeterminación del pueblo cubano. Quienes apoyan las más crueles políticas del gobierno estadounidense contra el derecho de nuestro pueblo -de los nuestros en Cuba- a vivir y desarrollarse en paz.

Gente, que sabe Dios por qué razones, decidieron vivir en este país y al no poder sabotear el magno proceso participativo sobre el Proyecto de Constitución en la Isla, vienen a intentar coger mangos bajitos en Miami, donde viven sus terroristas, y montar su representación circense en nuestra reunión que cuyo propósito, repito, era el estudio respetuoso entre los miembros de nuestras organizaciones las cuales apoyan el derecho soberano y libre de nuestro pueblo a defender y desarrollar su destino.

Aunque se equivocan. Este derecho nuestro lo defenderemos con todo el peso y el rigor de la Ley.

Así son, como también eran y actuaban este tipo de individuos cuando ejercían el Poder en nuestra Patria, desconociendo por la fuerza los derechos de los demás. Y así actuarían en una Cuba capitalista y dependiente del imperialismo como ellos pretenden que vuelva a ser.

Aquí también intentan Imponer sus miserables ambiciones personales por dinero, ya que para eso están los millones de dólares presupuestados por la Administración de Trump, para satisfacer sus inmorales e ilegales actividades y campañas en contra de Cuba, como en contra de todos aquellos que aquí y en todas partes del mundo defienden los derechos del pueblo cubano.

Esta reunión también fue convocada para la mejor comprensión de nuestros miembros del Proyecto de Constitución para así mejor cumplir con sus responsabilidades y las metas de la decisión del gobierno cubano de convocar a los cubanos residentes en el exterior de manera temporal o permanente, para así unirse al resto del pueblo de Cuba para opinar sobre el proyecto constitucional, plasmando sus consideraciones y presentándolas a las autoridades pertinentes a través de la internet en el portal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, www.nacionyemigracion.cu Acción incluyente de gran trascendencia que fortalecerá el presente y el futuro de la Patria.

Lo aquí relatado es un excelente ejemplo para demostrarle a los cubanos dentro y fuera de la Isla uno de los aspectos fundamentales de lo que está en juego en esta crucial consulta sobre nuestro presente y futuro como pueblo. No subestimemos esta importante moraleja. Viene como anillo al dedo.

Andrés Gómez, director de Areítodigital

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.