Hasta ahora la justicia social ha sido pura demagogia entre nuestros políticos, buenos oradores con buenos discursos, sin solucionar ni admitir que no se están atendiendo los problemas sociales que nos están afectando directa e indirectamente
No voy a negar que la violencia machista o de género existe y que debemos seguir trabajando en ello, no sólo atendiendo a las víctimas, sino sobre todo en el trabajo preventivo que evite que jóvenes de hoy sean maltratadores o maltratadas del mañana.
Sólo que en ocasiones no estoy del todo de acuerdo en que todas las mujeres asesinadas han sido víctimas de violencia de género, porque verlo de esa manera es verlo de una manera incompleta, ya que en muchas ocasiones han sido actos de una crisis psicótica, desencadenamientos de trastornos crónicos o agudos y resultados de una lista de patologías psicológicas, además del deterioro de nuestras funciones neuronales como consecuencia del uso y abuso de todo tipo de drogas, por lo que debemos analizar por qué estos trastornos son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad y qué estamos haciendo para prevenir ciertas adicciones.
Las noticias recuerdan cada día que hay pederastas, violaciones, madres y padres que secuestran a sus propios hijos y abusan sexualmente de ellos, los comercializan y venden. Vemos noticias de jóvenes que han asesina- do a compañeros y profesores en determinados colegios, muertes por ajuste de cuentas en una mezcla perversa que disfraza cientos de asesinatos por cuestiones políticas convirtiéndoles en muertes por tema de droga, que el nuevo modus vivendi de mucha gente es ser sicarios o asesinos a sueldo, que hay muchos nuevos ricos gracias a las drogas y al narcotráfico, que existen miles de personas que visitan páginas de pornografía infantil, porque hay quien demanda y quien satisface estas mentes enfermas. También oímos sobre sectas satánicas y grupos neonazis, homófonos y xenófobos, racistas, clasistas y una gran lista de conductas antisociales que proyectan que somos seres con mentes enfermas, producto de una sociedad enferma, acompañada de corrupción y negligencia política.
Debemos debatir estos problemas de manera más realista, señalar responsables, acusar, pedir cuentas, y exigir garantías reales acerca de la seguridad ciudadana. Porque hasta ahora todo ese tema de justicia social ha sido pura demagogia entre nuestros políticos, buenos oradores con buenos discursos, sin solucionar ni admitir que no se están atendiendo los problemas sociales que nos están afectando directa e indirectamente.
Comienzan a verse manifestaciones de jóvenes o de trabajadores protestando sobre algún tema social o laboral concreto; este es un paso muy importante y lo veremos cada vez con más frecuencia, incluso volverán aquellos nostálgicos días en que uniremos fuerzas y nos apoyaremos unos con otros en nuestras respectivas reivindicaciones. Y espero que junto a esta toma de conciencia sobre nuestros diferentes problemas, haya también respuesta de los políticos, aquellos que duermen en sus laureles sin importarles que el mundo este en crisis y en paro, que comenzamos a sufrir de necesidades básicas, que no hay seguridad ciudadana debido a que no hay trabajo suficiente y que no están utilizando ni administrando honestamente nuestro dinero público.
Victoria Mendoza, Psicoterapeuta