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Entrevista al historiador cubano Alberto Prieto, a propósito de una nueva serie de su autoría que recorre la historia del continente

«Visión íntegra de América es un trabajo de compromiso político»

Fuentes: Ocean Sur

Tres volúmenes que revelarán al lector «los más secretos y fascinantes intersticios de un hemisferio con más de doscientos siglos de presencia humana, aunque los manuales eurocéntricos insistan en visibilizar solo los últimos quinientos años», presenta la casa Ocean Sur entre sus novedades editoriales. Bajo el título «Visión íntegra de América» , el profesor e […]

Tres volúmenes que revelarán al lector «los más secretos y fascinantes intersticios de un hemisferio con más de doscientos siglos de presencia humana, aunque los manuales eurocéntricos insistan en visibilizar solo los últimos quinientos años», presenta la casa Ocean Sur entre sus novedades editoriales.

Bajo el título «Visión íntegra de América» , el profesor e historiador cubano Alberto Prieto despliega sólidos conocimientos adquiridos durante varias décadas de investigaciones sobre el tema. Él actualmente preside las Cátedras Benito Juárez y Manuel Galich de la Universidad de La Habana, y es miembro de número de la Academia de la Historia de la República de Cuba. Entre sus obras merecen destacarse Las civilizaciones precolombinas y sus conquistas (1992), Apuntes para la historia económica de América Latina (1986), Bolívar y la revolución en su época (1990), Las guerrillas contemporáneas en América Latina (2007) y Procesos revolucionarios en América Latina (2009); estas dos últimas también publicadas por Ocean Sur.

¿Por qué interesa a los seres humanos conocer «la historia»? Incógnita primigenia, cuya respuesta llega a la raíz de textos como Visión íntegra…: «La historia representa una interpretación de lo pretérito, (…) responde a la necesidad humana de comprender conceptualmente el presente a partir de una explicación racional de lo sucedido en el pasado» -se lee en las primeras líneas de la Introducción a la serie.

Y con el afán de indagar un poco más allá, de la mano del propio autor, en torno a la significación social, el método de análisis y las deudas intelectuales que articularon esta reciente apropiación del devenir «nuestroamericano», tuvo lugar un breve intercambio con el profesor Alberto Prieto.

¿Cuáles serían los aportes fundamentales de esta aproximación histórica a la América, en relación con otros acercamientos similares?

-El hecho de exponer, en una obra única, la evolución de la América desde sus orígenes hasta la actualidad, de forma coherente y continua, es poco frecuente. Además, no se trata de relatar acciones o sucesos, sino de explicar sus causas y sus consecuencias, ya sean éstas de índole económica, social o política. Y lo anterior realizado en síntesis, mediante un lenguaje claro y sencillo, asequible para cualquier público.

¿Cómo valora usted la construcción de una historia latinoamericana desde adentro, en comparación con narraciones elaboradas desde (y para) contextos foráneos?

-Hasta la Revolución Cubana, los estudios históricos sobre el continente por lo general se dedicaban a las cuestiones nacionales de los países, vistos por separado, o a aspectos más puntuales. Asimismo, buena parte de esas aproximaciones fueron realizadas por extranjeros no comprometidos con el devenir histórico de nuestros territorios, y con la incomprensión propia de quienes no son «de aquí». Por ello, Visión íntegra… es un trabajo de compromiso político, que expresa la obligada sucesión de sociedades en la región durante el proceso evolutivo que las conduce hasta los más altos niveles posibles, dígase entre ellos la integración latinoamericana y caribeña.

¿Qué postura paradigmática e ideológica guió la elaboración de esta serie?

-La aplicación del materialismo dialéctico a la evolución histórica de la América, y el compromiso de dar relevancia a los hechos y figuras patrióticas, revolucionarias, que han incidido en nuestro continente.

¿Qué historiadores y obras mencionaría como referentes de su empeño?

-Para resolver los problemas de la comprensión de la estructura económica y social, tanto en la era precolombina como en lo relacionado con las haciendas y las plantaciones de la época colonial y del siglo XIX, la obra de Carlos Marx me resultó imprescindible, y me permitió adquirir la base teórica necesaria para las diferentes soluciones ofrecidas.

«Por otra parte, la historia de Tulio Halpering Donghi aportó los elementos precedentes que me estimularon a concebir mi propia investigación.»

Una historia de América en tres tomos

Al inquirir acerca de los criterios que condujeron a fraccionar esta propuesta editorial, el profesor Alberto Prieto explicó que resulta difícil para los lectores contemporáneos llevar consigo libros voluminosos, «por eso se decidió dividir el texto en tres tomos, a partir de la unidad problemática de la historia en los distintos momentos».

De tal modo, América: conformación colonialista (t. I), recorre la historia primera del llamado «Nuevo Mundo», con el abordaje de los pueblos originarios de América desde sus primeras migraciones hasta la llegada del conquistador europeo; las violentas interacciones entre los colonos ávidos de riquezas y las civilizaciones aborígenes despojadas de su patrimonio; y la génesis de una cultura continental, a partir de entonces mestiza y plural.

De la independencia anticolonial a la dominación imperialista (t. II) está dedicado al nacimiento de las repúblicas del continente y sus hitos más notables, tomando en cuenta las inherentes contradicciones de los Estados jóvenes con cicatrices coloniales. Detalla cómo en el siglo XVIII el continente americano inicia un ciclo de luchas libertarias y anticoloniales con la independencia de las Trece Colonias de Norteamérica, seguida por la de Haití y, ya entrado el siglo XIX, por las guerras independentistas de Sur y Centroamérica, marcadas por el esfuerzo integrador de Simón Bolívar y Francisco Morazán.

Finalmente, De Fidel Castro a la integración latinoamericana (t. III) nos acerca a más de cinco décadas de acontecimientos en el devenir continental, a partir de la Revolución Cubana, pues del mismo modo en que este proceso bebió de una larga tradición de lucha en el continente, su impacto marcó un antes y un después en la historia de América. Por un lado, el imperialismo recrudeció su posición en la Guerra Fría y, por otro, la insurgencia revolucionaria cobró una fuerza inédita como expresión de lucha popular.

«Sobre las lecciones de su propia experiencia, apasionante y compleja, la América debe trazar su destino, alerta de que las dictaduras y el golpismo contra los gobiernos progresistas no son temas del pasado, y de que solo en la integración latinoamericana -como previeron los fundadores- está la garantía de un futuro soberano», concluye la nota de contracubierta de este tercer volumen.