Una carta llegada desde Méjico me sorprendió una mañana, traía la foto de un niño de sonrisa triste y con su pierna amputada. Fernando Rico Lozano, su padre, me adjuntó todos los estudios realizados a su hijo Miguel que padecía osteosarcoma, un tumor en el peroné izquierdo. Profundamente emocionado, cuenta que a Miguelito le encantaba […]
Una carta llegada desde Méjico me sorprendió una mañana, traía la foto de un niño de sonrisa triste y con su pierna amputada. Fernando Rico Lozano, su padre, me adjuntó todos los estudios realizados a su hijo Miguel que padecía osteosarcoma, un tumor en el peroné izquierdo. Profundamente emocionado, cuenta que a Miguelito le encantaba cocinar, que quería estudiar para chef o ser nutricionista. «Era un ratón comiendo queso, le encantaba.Con sus hermanas Luisa y Ashley, escuchaban música de todo tipo, y los deportes como el fútbol soccer y basketball le gustaban. En la primaria estuvo en la selección de voley ball de su escuela». Amaba la naturaleza y puedo verlo disfrutar en una foto tomada en las Barrancas del Cobre, una maravilla natural del estado de Chihuahua, un sistema de cañones que es atravesado por el famoso tren Chepe hacia el Pacífico.
Poco después en la entrevista, su padre me detalla la dolorosa lucha contra la enfermedad del niño y su decisión de alertar y apoyar a todos los padres que enfrentan la misma situación que le tocó vivir: «Queremos crear conciencia sobre el cáncer, nos dicen que son factores genéticos y sin embargo nada se dice ni hay controles en cuanto al uso y abuso de fertilizantes, herbicidas, y pesticidas. Tampoco de los conservantes cancerígenos en bebidas y alimentos»
Miguelito o «Mickey» como lo llamaban, fue diagnosticado de Osteosarcoma que se caracteriza por la destrucción del tejido óseo. Inicio el tratamiento de quimioterapia esperando reducir el tumor, impedir metástasis y salvar su extremidad, cosa que no fue posible. Los médicos sugerían amputar para salvarle la vida, decisión que Miguelito tomó con voz propia y se realizó en julio del mismo año. El médico al verlo por primera vez manifestó que «Tanto agroquímico presente en la región es el culpable». Le prohibió comer papitas, enlatados y refrescos, por las altas concentraciones de sales, aditivos, conservadores presentes en dichos productos, «como el benzoato de sodio que según estudios de un bioquímico de la Universidad del Estado, menciona que el nivel permisible según stantares internacionales es de un 1% y que el encontró niveles de 5 y 10% excediendo en forma obscena lo autorizado» relata Fernando.
Esto no es novedad, ya que en 2007 una investigación del sitio Francés BeverageDaily y el abogado norteamericano Ross Getman, demostraron que el agente de preservación «benzoato de sodio» puede descomponerse y producir benceno, un conocido cancerígeno, en las bebidas que además contengan acido ascórbico (vitamina C) o ácido cítrico. Las fábricas de bebidas saben esto desde hace más de 15 años pero insistían en afirmar que esas concentraciones de benceno no eran peligrosas. El juicio iniciado en 2007 les obligó a cambiar su reformulación aunque no en Méjico ni en Argentina, por ello es tan necesario un etiquetado acorde a nuestra Ley del Consumidor.
Coca Cola controla alrededor del 71,9 por ciento del mercado mexicano de refrescos, pero la OMC no parece preocupada en este peligro, pero apoya todos los reclamos de los países exportadores de OGM ante las trabas de la Comunidad Europea. La FDA sabía del problema ya en 1990, pero nunca hizo públicos los resultados.
El noviembre de 2004 se publicó el trabajo de investigación «La función y la calidad de vida de los sobrevivientes de osteosarcoma extremidad pélvica e inferior y el sarcoma de Ewing: el cáncer infantil Survivor Study» los investigadores del Departamento de Pediatría de la Universidad de Minnesota USA, manifiestan que casi dos tercios de estos tumores tienen un sitio primario en el extremo inferior de la pelvis. Que las amputaciones daban como resultado tasas de supervivencia muy pobres, pero a partir de la década de 1970, el tratamiento incluye el uso de quimioterapia multifármaco. Esto condujo a mejoras significativas y el aumento de la tasa de supervivencia global de los pacientes con enfermedad no metastásica que era de un 10 a 20% llegó al 60% a partir de los 90. Las mejoras incluyen técnicas radiográficas y quirúrgicas y un mayor uso de cirugía para salvar un miembro. Se tomó como límite la edad de 12 años, la edad aproximada en que se inicia el crecimiento óseo significativo . El 80% de los participantes tenían un diagnóstico previo de osteosarcoma. El sitio más frecuente de tumor fue el fémur distal (42%), seguido de la tibia proximal (18%). La mayoría de los participantes había sufrido la amputación (63). Otros estudios han destacado los problemas encontrados por los adultos sobrevivientes de tumores óseos pediátricos, efectos tardíos relacionados con la quimioterapia y la irradiación por ejemplo, infertilidad, cardiomiopatía y problemas de audición han sido objeto de una extensa investigación.
En junio de 2011 el informe anual «Estadísticas del Cáncer, 2011», publicado en la revista de la Sociedad Americana del Cáncer estima el número de nuevos casos de cáncer y muertes esperadas en los EE.UU. ese año. «Un total de 1.596.670 casos nuevos y 571.950 muertes por cáncer». Cada año, cerca de 800 nuevos casos de osteosarcoma se diagnostican en los Estados Unidos. Cerca de 400 de ellos se encuentran en niños y adolescentes en edades de 10 y 30 años.
Miguel Iván Rico falleció a los 16 años de edad el 17 de Junio de 2007, en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua México, víctima de cáncer, después de un año y medio de sufrimientos, de 12 quimioterapias inútiles y de la amputación de su pierna izquierda.
La ciudad Cuauhtemoc, que en idioma náhuatlsignifica «el águila que descendió», se encuentra en la llamada Ruta de la manzana, cubierta de huertas.La CNN en junio pasado publicaba que «Agentes cancerígenos que actualmente se están aplicando en forma indiscriminada en productos de consumo, es un peligro latente para toda la población, especialmente para los niños y jóvenes» Las manzanas y los apios siguen siendo los productos agrícolas más sucios, según datos de residuos de pesticidas recolectados por el Departamento de Agricultura de la Dirección de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (USDA) entre ellos : cipermetrina, clorpirifos, carbaril, mancozeb y malathion. Los efectos crónicos en la salud de la ingesta de pesticidas no han sido del todo estudiados, pero Chensheng Lu, un profesor asociado de biología de exposición al medio ambiente en la Escuela de Salud Pública de Harvard, dijo que las toxinas parecen estar conectadas a una alta prevalencia de enfermedades, incluido el cáncer.
-¿Sera por eso que en la Administración del actual Presidente Felipe Calderón, jamás respondió a mis escritos? se pregunta Fernando, ante la indolencia del Estado y las alarmantes cifras de cáncer en la zona.
Prueba de ello es que en agosto de este año se combatía la plaga que azotó la región llamada «chapulín», con un cancerígeno prohibido en 2004 en el Tratado de Rotterdam, el «Parathión Metílico»un insecticida organofosforado, y hace horas el diario El Heraldo informó que Chihuahua se ubica en el tercer lugar en el país, de alta prevalencia en cáncer cervicouterino, pero tampoco es novedad ya que hace veinte años, en 1992 el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alertaba sobre las cifras que siguen creciendo.
El sociólogo Gustavo Castro Soto en el 2005 informaba sobre las fumigaciones del programa binacional México-Estados Unidos en la frontera denominada Moscamed (Mosca del Mediterráneo y del Gusano Barrenador del Ganado) por la que 40 comunidades denunciaron: «Desde hace nueve años venimos sufriendo las consecuencias de las fumigaciones y sobrevuelos que realiza Moscamed en nuestras tierras. La fumigación que realizan entre 3 y 4 de la madrugada con malathión y aventando ratas que devoran los maizales y los murciélagos se chupan la sangre de los caballos y vacas que en poco tiempo se mueren».
En septiembre de 2002 la revista «Milenio Semanal» asombró por su crudeza al publicar la investigación de Otilia López en la región del Soconusco, Chiapas: «Las muertes silenciosas». Describe los horrores y la desidia del estado mejicano cautivo de las multinacionales: «Ya hace tiempo que se relaciona al cáncer con pesticidas, pero las enfermedades y la despreocupación gubernamental están a la orden del día. En la frontera con Guatemala, donde se cultiva café y árboles frutales, el gobierno de Chiapas decidió impulsar las plantaciones de monocultivos de palma africana o palma aceitera, totalmente destructivos al medio ambiente. «Pasa el avión. Lluvia blanquiazul y pegajosa. Huele muy fuerte. Durante estos diez minutos, bajo la lluvia del plaguicida, habrán pasado unas 15 personas en bicicleta».
Según el Diagnóstico de Salud Ambiental de agosto de 2001 existían entonces en toda la región 53 establecimientos que comercializan plaguicidas que hoy se han multiplicado con la entrada más fuerte de Monsanto al mercado chiapaneco, y 24 aeródromos para la fumigación». La doctora en Ciencias Agrícolas y especializada en parasitología agrícola, Erika Pinzón, confirma que «hace tres años su hija mayor murió de leucemia. Se usan productos altamente residuales como el malathión y paraquat, por ignorancia del técnico y por voracidad de los distribuidores. También el DDT que está prohibido, bioacumulable y altamente riesgoso para la salud» afirmó.
El relato espeluznante de Otilia no se detiene: «El 28 de enero de 2001, en un encuentro intercolegial deportivo de telesecundarias, once niños cayeron como moscas´, relata el director de la escuela del Ejido Aquiles Serdán, era a causa de 0rganos fosforados dictaminaron los médicos de la jurisdicción sanitaria».
El oncólogo Raúl Cano Castellanos, del Centro de Cancerología de Tapachula, alertó en declaraciones a la prensa que el uso y abuso de agroquímicos en la región del Soconusco mantiene en riesgo de contraer algún tipo de cáncer a más de 75 mil habitantes de 16 municipios. Según Otilia el principal factor predisponente es la relación con fumigantes y pesticidas. «A partir de 1989, el cáncer apareció como la segunda causa de muerte del país. Ese año hubo 40 mil 628 defunciones (48.2 por 100 mil habitantes), siendo los casos más frecuentes los de cáncer de pulmón, de estómago y cuello uterino».
La investigación «Factores de riesgo para los tumores óseos malignos pediátricos» realizada por científicos de Valencia, Murcia y la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York, afirma que «El progreso evidenciado por la oncología pediátrica, durante las últimas décadas, también se ha reflejado en los tumores óseos malignos, que esos avances se centran en los aspectos diagnósticos y terapéuticos, pero no en los factores de riesgo implicados en su etiopatogenia» (el origen). Lo interesante aquí es que «Los mecanismos potencialmente implicados en la ocupación parental y el mayor riesgo de Tumores Óseos (OTS) en los hijos son los siguientes: a) preconcepcionalmente por el daño genético en las células germinales de los padres y la subsiguiente predisposición al desarrollo del OTS en los hijos; b) exposición intrauterina directa por trabajo materno o indirecta por el semen paterno, y c) exposición posnatal indirecta a través de la ropa, zapatos y utensilios que se almacenan o limpian en casa». «(Holly et al 52) encontraron en 1992 que los hijos de padres agricultores desde 6 meses antes de la concepción hasta el momento del diagnóstico tumoral tenían mayor riesgo con significado estadístico, sucedía lo mismo en hijos de padres expuestos a herbicidas, pesticidas o fertilizantes».
Las limitaciones, junto con el déficit pediátrico de formación en salud medioambiental y la ausencia de la historia medioambiental en los pacientes con tumores, condicionan el desconocimiento actual de la mayoría de los factores asociados a los cánceres pediátricos en general y a los tumores en particular. Consciente de estos problemas y retos, la OMS y la Comisión delegada de la Unión Europea, en su estrategia Medio Ambiente y Salud (Bruselas, 11.6.2003) establece como prioridad las actuaciones dirigidas a mejorar el conocimiento de la interrelación de los distintos factores medioambientales con el cáncer pediátrico.
Otro de los trabajos del mismo tenor es «Factores de riesgo asociados a los tumores neonatales. Experiencia de una unidad de salud medioambiental pediátrica» realizado por investigadores de los mismos Hospitales de Murcia y Valencia acompañados esta vez por científicos del Translational Cancer Research Center. «Dentro de los resultados, en 59 de los 74 tumores neonatales registrados se realizó un cuestionario: Todos eran de raza blanca y nacionalidad española. g) la exposición ocupacional de los padres en el 49 % existía exposición ocupacional paterna de riesgo (15 hidrocarburos, tres metales, dos químicas, dos madereras y siete agricultores). En ellos destaca exposición a pesticidas en cuatro, solventes en tres y pinturas en tres. En el 49% de los pacientes estudiados (29 de 59), el padre trabajaba en ocupaciones profesionales consideradas de mayor riesgo, en la literatura médica, para el desarrollo de tumores en la descendencia. Respecto a las exposiciones específicas, objetivamos exposición a pesticidas ocupacional o por acumulación de insecticidas o pesticidas para uso doméstico»
Pero también los elevados niveles de radioactividad por Radón, en Cuauhtemocque afectan a nivel de ADN, siendo una de las principales causa del cáncer de pulmón. El agua también presenta altos índices de radón en forma de radio, pero son temas poco tratados y de escasa difusión. El estado Chihuahua está ubicado en una de las zonas con mayor uranio en el mundo, con alrededor de 56 yacimientos uraníferos. La EPA y las regulaciones mejicanas han establecido un límite máximo permitido de radón en el aire de 148 Bq/m y en agua potable de 11 Bq/L (Bq=becquerel unidad de radioactividad) según un estudio realizado en 2010 por Instituto Tecnológico y la Universidad de Ingeniería de Chihuahua.
El investigador Gerardo Alatorre, del Grupo de Estudios Ambientales (GEA), alertó acerca de que el uso indiscriminado de plaguicidas en el país, y la excesiva utilización de fertilizantes, están provocando un desastre en la salud pública. Por ejemplo, se sabe que en Ciudad Delicias, Chihuahua, existe la mayor incidencia de casos de cáncer y leucemia del país». El director del IMSS de Delicias reveló que el número de casos de cáncer de mama detectados, se duplicó en 2009 en comparación con años anteriores, y que llegaron a los 180 nuevos casos, de los cuales el 85 por ciento de sus portadoras llegó con el mal en estado avanzado. Delicias o Camargo tienen mayor incidencia de cáncer infantil, los jóvenes de familias que trabajan en agricultura .En los años noventa se dieron algunos casos de niños que nacieron sin cerebro y se culpaba en aquel tiempo a los plaguicidas».
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,Pesca y Alimentación en el 2005 los campesinos mexicanos utilizaron 3.5 millones de toneladas de plaguicidas. Bayer, Tekchem, Química Lucava, y Cheminova Agro son parte de las 15 empresas que elaboran este producto con paratión metílico y lindano, dos de las sustancias prohibidas desde 2004 en el Tratado de Rótterdam, por su alta toxicidad y ser factor de cáncer. Entre los plaguicidas más tóxicos podemos encontrar el Paratión Metílico y el Lindano. En el país están permitidos 68 plaguicidas que causan cáncer; 21 que alteran el desarrollo embrionario y provocan daños reproductivos, 33 que funcionan como disruptores endocrinos, 21 que debilitan el sistema inmunológico y 50 que producen problemas de fertilidad masculina.
Un extracto de la Salud Infantil de EE.UU un informe de octubre de 2012 de Pesticide Action Network North America: «Una Generación en Peligro. Cómo los pesticidas están minando la salud e inteligencia de nuestros hijos» nos revela que «Los niños de hoy están más enfermos de lo que eran hace una generación. Los cánceres infantiles, el autismo, defectos de nacimiento, el asma y una amplia gama de enfermedades de la infancia y los trastornos van en aumento. Nuestra evaluación deja poco espacio para la duda: los pesticidas son un factor clave de esta tendencia preocupante». «Los Pesticidas neurotóxicos están claramente implicados como contribuyentes a las crecientes tasas de déficit de atención, hiperactividad, el autismo, la disminución generalizada en el coeficiente intelectual y otras medidas de la función cognitiva. La evidencia de vínculos con ciertos cánceres infantiles es particularmente fuerte».
Mientras en Méjico el Diario Digital El Pueblo, publicó una nota cuyo título lo dice todo, «Seis muertes al día por cáncer en Chihuahua». «Que fácil se dice ¿verdad? Seis por día, 180 al mes, 2,160 al año» remata el padre de Miguelito resignado. Mientras a principio del año 2011 el diario El Universal también daba cifras: «En Méjico se registran 125 mil nuevos casos de cáncer anualmente de los cuales 75 mil fallecen», pero ninguna estadística nos devolverá a los niños que ya partieron, como Miguelito, solo son un número, una estadística o la nada para el gobierno de Felipe Calderón.
«Las Víctimas son niños»
El diario El Heraldo sorprende mes a mes informando sobre los niños que fallecen por cáncer de todo tipo o que padecen esa enfermedad llamando a la solidaridad, pidiendo dadores de sangre o ayuda para tratamientos costosos.
En este mes de octubre Ian Sebastián Batista un niño de 7 años que enfrenta un retinoblastoma, también conocido como cáncer de ojos, recientemente pudo cumplir su sueño de conocer el mar, debido a que la asociación Make-A-Wish, en conjunto con empresas nacionales, consiguieron que el chihuahuense viajara en compañía de toda su familia a Puerto Vallarta.
En julio de este año la familia de Cruz Sifuentes luchaba por su hijo diagnosticado por una rara leucemia. Pero otro golpe fue enterarse de que su hija mayor Grecia, también padece la misma enfermedad que su hermano.
En junio Ángel Dayán Ramírez Chapetla, de 6 años, sufrió la extirpación del ojo derecho a consecuencia del cáncer congénito de retina y la imposibilidad de adquirir una prótesis con valor aproximado de 35 mil pesos. El mismo mes el niño Angel Gabriel perdió primero sus dos ojitos debido a un cáncer en el nervio óptico contra el que luchó tres años hasta que falleció. Tenía solo 4 años.
En julio Cristian Giovanni Seáñez Rosales de 12 años, no podía evacuar ni orinar, los estudios arrojaron que un tumor en el piso pélvico era la causa de la obstrucción. Requería de 34 mil pesos y los pasajes para viajar a la Ciudad de México a practicar el estudio necesario y determinar si existe metástasis.
En julio 2012 fallece de cáncer Rodolfo Sanchez Carrillo, un joven estudiante de secundaria. También se pedía ayuda para la joven Betty enferma de cáncer.
En abril se acudía a dadores de sangre de cualquier tipo para el niño José Díaz Batista, padece leucemia. El mismo mes fallecía el joven Gabriel Cortes, que luchó hasta el último minuto de su vida en contra del cáncer.
En marzo la foto de la pequeña menonita Trudy Wolf Bueckert víctima de cáncer de cerebro, la muestra cumpliendo su deseo de ir a la ciudad a disfrutar una comida y el niño Diego Ibrahim López Contreras de 9 meses de vida, es diagnosticado de un tumor en el ojo derecho: «retinoblastoma unilateral».El tratamiento en todos los hospitales consultados es la extirpación del ojo, sin embargo, en el Instituto Nacional de Pediatría existe un protocolo para el salvamento del órgano ocular por lo que pedía ayuda.
A fines de febrero la noticia era de un niño de 11 años llamado Heriberto que padece de Linfoma de Hodgkin, pedía ayuda para su tratamiento, mientras que a Berenice una niña con cáncer cumplen su sueño de tener una computadora al ser donada por la Asociación Nacional de Distribuidores de Equipos de Cómputo.
En enero 2012 ayuda para el tratamiento de leucemia del joven Alan Cota Rocha, otro caso mas que se suma, esto es lamentable. En diciembre de 2011 Rommel Orlando Corral de Cuauhtemoc, como Miguelito, falleció a los 35 años en Texas de cáncer. Era reconocido por su especialidad en cultivo de cerezos y manzanas » gala y fuji» en la zona.
En septiembre de 2011 «Hijo, vete tranquilo, yo voy a estar bien», fueron las últimas palabras que la señora Guadalupe Estrada dijo a su hijo Sergio antes de que éste muriera, el pequeño tenía 13 años edad y 5 de luchar contra un cáncer de pelvis, batalla que finalizó el domingo 4 de septiembre.
Israel, un pequeñito de 4 años, necesita tu ayuda para ganar en la lucha contra el cáncer informaba el diario en Julio del 2011, fue diagnosticado con leucemia. El mismo mes Jessy que acudió en ambulancia a su graduación de primaria, perdió la batalla contra el cáncer, falleció a corta edad.
Gerardo Rafael Molina de 12 años, fue diagnosticado en 2011 de osteosarcoma, un tumor en la tibia izquierda. En agosto de este año pedía ayuda para evitar la amputación de su pierna izquierda, luego de ser sometido a 11 quimioterapias.
Fuente: http://www.medioymedio.com.ar/informes-especiales/4499-vivir-y-morir-en-mejico-.html