Para los que nunca han caído en la guerra nacionalista de las banderas. Por los (y las) que siguen pensando que «menos banderas y más lucha obrera y ciudadana«. Para los trabajadores, para los luchadores de Gamonal. Para León Felipe y Joan Salvat-Papasseit, que nos hicieron a muchos de nosotros. In memoriam. [Nota de […]
Para los trabajadores, para los luchadores de Gamonal.
Para León Felipe y Joan Salvat-Papasseit, que nos hicieron a muchos de nosotros. In memoriam.
[Nota de José Herrera Plaza: «Te paso una crónica que he escrito sobre el cuadro [Palomares] de 3×6 m de Jorge Castillo, que por fin ve la luz (en Pontevedra), tras casi 50 años recluido por distintas causas. Te mando una foto de la instalación porque sin ella, más que nunca, el texto se quedaría vacío. Al parecer la única vez que se ha podido ver en España fue en la Galería 13 de Barcelona. Pero no hay seguridad»].
Los humanos deberíamos proteger a los colectivos más pobres, viejos y débiles de la sociedad para evitar que caigan en las garras de los depredadores sin poder hacer frente al pago de sus hipotecas o a los recibos de electricidad que calientan sus hogares en invierno. A los que apenas sobreviven con sueldos tercermundistas en una sociedad con precios del primer mundo. A los sin trabajo, a los que recogen comida en los bancos solidarios de alimentos, a los que caen en la indigencia y duermen en la calle. A los refugiados políticos que huyen de la represión y de las guerras que azotan sus países, a los emigrantes que buscan un futuro mejor para ellos y sus familias y mueren ahogados en las playas del mismo mar Mediterráneo donde nos bañamos en vacaciones. La solidaridad, ya sea entre clases sociales, entre comunidades o entre países, está languideciendo. Se ha perdido el glamour de ser solidario. Solo hace falta fijarse en la distribución de la renta en nuestra sociedad, dominada por un capitalismo cada vez más liberal y por nacionalismos excluyentes. La radicalidad nos hace más débiles, como país, como sociedad y como personas. Somos testigos de una guerra entre banderas, esteladas contra nacionales, pero ninguna roja. La bandera roja aportaba años atrás valores de solidaridad, internacionalismo proletario, reivindicaciones sociales, honestidad. Esos valores se han diluido y han sido arrasados, sustituidos por «los otros nos roban», «somos más inteligentes que ellos», «nosotros somos demócratas, ellos son fascistas», como si la inteligencia o el ser demócrata pudieran repartirse per cápita entre millones de personas de un mismo bloque por igual. Las espadas siguen en alto, la lucha continúa y así la sociedad no puede progresar. Aprendamos algo de los lobos.
Luis Campo Vidal (2017)
La argumentación del compañero MJ me parece muy convincente. Si Borrell fuese el cabeza de lista o, como mínimo, estuviera en ella, sería otro cantar. Pero no es el caso. Yo ya le estoy cogiendo tirria hasta al catalanismo «moderado»: su buen hacer, su progresismo inherente, etc., como si el hecho de que sean una de las regiones más ricas se explicara por su superioridad intelectual respecto a la del resto de España. Cada vez que abren la boca me siento insultado. Y así se sienten cientos de miles de obreros o de «nuevos burgueses» charnegos (los no agradecidos, claro) que, siendo históricamente votantes del PSOE van a votar masivamente a Ciudadanos. Yo, sinceramente, no tengo claro a quién votar, pero el lenguaje de los «indultos», de «tender la mano a los golpistas», etc., no ayuda en estos momentos. La han hecho muy gorda, como dijo Borrell. Y no se pueden ir de rositas ¡y, encima, con un pacto bilateral favorable!
Robert Tallón (2017)
Lo que nos espera del menú político durante bastante tiempo será la reforma constitucional necesaria para contentar a los que no se contentarán nunca, porque se quedarían sin razones para chantajear, que es, en realidad, su razón de existir. Y no lo digo porque sea baladí poner las cosas claras en lo relativo al «patriotismo constitucional», sino porque urge superar y resolver la seguridad institucional (desigualdades territoriales) para afrontar las desigualdades sociales y personales.
Olegario Ortega (2017)
Desde siempre me ha interesado (y preocupado) este fenómeno: cuando una idea política acaba convirtiéndose en una forma de vida en un sentido absolutamente religioso, donde la razón es sustituida por la fe, donde los poseídos por esa idea son -como dice MC- perfectamente inmunes a la argumentación de las ideas y a la refutación de los hechos. Y cómo los medios para defender esa idea los convierten en un medio de vida unos pocos (sobre estos ya tengo más dudas de su fe; más bien lo contrario: tienen muy claro que hay que seguir avivando la fe de los demás que les permita alimentar egos y estómagos). Por lo tanto, esta tesis de MC no solo es aplicable al nacionalismo independentista sino a cualquier proyecto donde la razón es sustituida por la fe. Lo viví en parte en mi militancia de los años setenta (pero con el fascismo justificábamos, y en parte con alguna razoncilla, muchas cosas) y lo he visto y veo con la militancia de Podemos.
Ángel Martínez Ciriano (2017)
Pero me gustaría agregar una línea más sobre Palestina. Algunos alemanes dicen estar atormentados por su pasado, por las atrocidades del Tercer Reich. Si este es realmente el caso, permítanme recordarles un hecho simple pero embarazoso: los palestinos son las últimas víctimas de Hitler. Fue el alcance de la Shoah que brindó apoyo al sionismo y condujo a la formación del Estado judío en Palestina. Pero son los inocentes palestinos quienes, durante las últimas siete décadas, han estado pagando el precio de los crímenes cometidos por los europeos. ¡Si te sientes culpable por Hitler, representa a Palestina y los palestinos!
Gilad Atzmon (2017)
Una breve nota sobre los resultados del 21D: 1. Los votos secesionistas, como ocurriera el 27S de 2015, están lejos de la mayoría absoluta. Podrán formar gobierno y, tal vez, de nuevo, más de lo mismo o peor. Pero no tienen mayoría. 2. El partido que ha ganado las elecciones ha sido Ciutadans, que no es exactamente lo mismo que Ciudadanos. El apoyo de los trabajadores-ciudadanos a la formación de Arrimadas ha sido masivo. Basta mirar los resultados. Un ejemplo: en Santa Coloma de Gramenet, una ciudad obrera pegada a Barcelona, han ganado y han incrementado en unos 8.500 votos (¡casi un 60%!) su resultado ya importante de 2015 (13.472 votos). 3. El PP ha tenido el peor resultado en todos estos años. Les pueden pasar cosas aún peores. Que así sea. 4. La apuesta de Iceta por «tender puentes» no ha tenido éxito. Los errores de su campaña, incluso de sus alianzas previas, han sido evidentes. Su aspiración a una presidencia que uniese fuerzas enfrentadas era un sueño. 5. La ley electoral vigente (que no van a cambiar a no ser que la empeoren) es la causa del plus de representatividad institucional secesionista. Gerona y Lérida cuentan mucho más, proporcionalmente, que Barcelona. 6. La derrota (no reconocida) de la CUP es de manual. No parece que el camino nacionalista excluyente emprendido les conduzca a alguna parte. Pero en eso siguen y amenazando ya. 7. Conviene no olvidar las posiciones defendidas por una parte de la intelectualidad catalana. Ferran Requejo, por ejemplo, un profesor «progresista» de la UPF que tal vez sea ya diputado, apoyaba la lista de «Junts per Catalunya». No ha sido el único. 8. Los comunes han perdido unos 41.000 votos con una participación 4,5 puntos superior a la de 2015. Si el resultado obtenido en estas elecciones fue malo según ellos mismos reconocieron, el de 2017 es peor. ¿Causas? Su política del «Ni-ni» (+ contradicciones y ambigüedades) y su apoyo casi permanente a las propuestas del mundo secesionista. 9. Conviene destacar el incremento de participación ciudadana. Se ha alcanzado el 81,94%. El mayor hasta la fecha, o muy cerca del de 1982. Mucho mayor que en los referéndums estatutarios. 10. Ha que crear con urgencia en .Cat comunidad no nacionalista ni secesionista. Con valores de izquierda, de fraternidad, solidaridad y federalismo, y buscando alianzas con gentes y colectivos no tan ubicados en la izquierda. No hay otra en mi opinión. 11. En 2010, CiU ganó las elecciones con 1.198.010 y obtuvo 62 diputados. Ciudadanos las ha ganado en 2017 con 1.102.099 votos, unos 96 mil votos menos, y ha obtenido 37 diputados. 12. Si se quiere contar así (en mi opinión, no debería contarse de este modo) las fuerzas «nítidamente de izquierdas», Catalunya en comú + CUP + Recortes cero, suman 527.161, el 12,13%. 13. No es políticamente correcto decirlo pero es cruelmente verdadero: en muchas casas y familias de Cataluña, las de «toda la vida», habrán dicho y seguirán diciendo algo así como lo siguiente: ¡estos charnegos-murcianos-andaluces-extranjeros nos van a hacer la vida imposible! ¡Qué se habrán creído! ¡Catalunya és nostra! ¡Que se vayan a Cádiz, Sevilla, Murcia o Zaragoza! ¡Ya nos han hecho nuestras casas, nuestras carreteras, nuestros metros, nuestros AVES! ¡Molestan, que nos dejen en paz! ¡Nunca se asimilarán, nunca nos apoyarán en nuestros «sueños», en nuestro viaje a Ítaca!
«Votar en contra y no a favor» he escrito en el título. ¿En contra de quién? ¿Por qué no a favor? La segunda pregunta es más sencillo de responder: porque no existe, hoy por hoy, en .Cat una fuerza política transformadora, sólida (existen colectivos), que no sea nacionalista y no lo disimule. Y porque, asunto muy importante, no queremos ser engañados de nuevo. No confiamos en los nuestros ciegamente. Nunca más. Ejemplo: Raül Romeva. Incluso yo mismo le voté, sabiendo lo que podía pasar: marcharse al grupo Verde al día siguiente, como efectivamente ocurrió. Durante esos muchos años de político profesional en la UE: acumulación de capital político, más nombre, contactos con «grupos interesantes y de poder», viajes en ensueño y excelentes remuneraciones. Ahora, por supuesto, en la casta catalana de ERC.
Queda la primera pregunta: en mis alrededores (amigos, conocidos, familia), una inmensa mayoría (yo mismo) ha votado en contra del secesionismo, que tanto dice amar al país a un tiempo que desprecia e insulta a la mitad de sus pobladores, y también en contra, no sería honesto ocultarlo, de los que votamos en anteriores ocasiones. Por su ambigüedad calculada, por sus contradicciones, por su política atrapalotodo (sin atrapar realmente casi nada), por coincidir siempre en lo esencial con los secesionistas a los que decían combatir, por sus dobles varas de medir y porque, seamos sinceros, el núcleo dirigente de la formación, no hablo de sus bases ni simpatizantes, está lleno a rebosar de nacionalistas-secesionistas-soberanistas. Y no era eso ni es eso ni debe ser eso.
Sobre la entrada. Muchas citas, todas ellas previas al 21D. La ocasión lo requería. No es necesario comentar las cuatro primeras; la quinta, de Atzmon, nos hace recordar un tema olvidado y muestra una perspectiva no siempre tenida en cuenta.
La imagen del montaje del cuadro es un pequeño homenaje a la ciudadanía de Palomares, al autor del cuadro, Jorge Castillo, y a un activista incansable: José Herrera Plaza. Muestra también lo mucho que nos une y nos hace recordar que una de las zonas más nuclearizadas de España, acaso la que más, es Cataluña.
Entro en el tema-monotema de siempre.
«El curso escolar de 2012 empezó en Catalunya con 3.000 docentes menos para atender a 30.000 alumnos más. Fue tan solo un día después de la masiva manifestación del 11 de Septiembre que se cuenta como el despegue del proceso soberanista. El viraje hacia la independencia de buena parte de sociedad catalana coincidió con la época de drásticos recortes del gasto social; ahora, cinco años después, las partidas de Educación o Sanidad viven un repunte, aunque todavía no llegan a cifras previas a la crisis. Así lo muestran las cuentas de la Generalitat…» Son los compases iniciales de un artículo de Pau Rodríguez y Raúl Sánchez -«Así ha evolucionado el gasto en educación y sanidad en los años del proceso soberanista»- que no deberían perderse. Ayuda como pocos textos a entender la situación en la que nos encontramos, en la que seguimos inmersos. El enlace: http://www.eldiario.es/catalunya/GRAFICOS-evolucionado-educacion-sanidad-soberanista_0_718828850.html.
Pueden sumar a esa información, esta de: Jessica Mouzo: «Los CAP afrontan la época de gripe con listas de espera de hasta un mes». El País-Cataluña, 20.12.2017, p. 1.
La situación de la sanidad pública catalana (nada que ver con lo que ocurre en privadas y en mutuas) es responsabilidad directa de tres líderes secesionistas conocidos: el hijo político preferido del gran manipulador y defraudador, un ex presidente muy Astuto; el sesudo e idolatrado catedrático neoliberal ex conseller de Economía que habló de la expansión de los gases y de lo público en una lección inaugural del curso universitario dicha ante empresarios neoliberales de su cuerda, y el conseller, representante de la patronal médica, que sostuvo que la salud no era un derecho, un cegado defensor de la sanidad privada nombrado y ratificado conseller por el primero de los citados, el gran jefe neoliberal-secesionista.
Avancemos. Casi a bocajarro, como un desahogo:
Nada (muy poco o un poco menos) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá hubiera ocurrido si la izquierda catalana hubiera plantado cara al nacionalismo-secesionismo desde el primer momento.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá hubiera ocurrido si la izquierda catalana hubiera hablado con su lenguaje, no con el prestado, y hubiera pensado con cabeza propia, no con cabeza prestada.
Ibidem si hubiéramos tomado como insultos inaceptables palabras como murcianos, charnegos, hombres a medio hacer y tantas otras que nos han dirigido durante años y años.
Ibidem también si hubiéramos visto, tenáimos capacidad, lo que para el mundo secesionista significa el asimilacionismo.
Lo mismo si hubiéramos dicho la verdad sobre las razones del nuevo estatut iniciado en tiempos del tripartito: no había ninguna necesidad, ninguna demanda social, y la razón de fondo fue una disputa por demostrar quien era más nacionalista, si ERC o PSC en el gobierno, sin que ICV se descolgara de su estrategia, o si era CiU la formación más nacionalista entonces en la oposición.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá hubiera ocurrido si no hubiéramos renunciado al nombre de España ni a la deslumbrante cultura y tradición de la España republicana.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá si hubiéramos exigido, casi como condición sine qua non, una ley de lenguas españolas que hubiera hecho al catalán, al vasco y al gallego idiomas oficiales como el castellano.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá si hubiéramos exigido la presencia de algunas instituciones básicas del Estado en ciudades o comunidades que no fueran Madrid.
Lo mismo en el caso de Cataluña, donde Barcelona ocupa una posición más centralista que Madrid en el conjunto de España.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá hubiera ocurrido si nos hubiéramos enfrentado a la estafa de la «inmersión lingüística», que no es de hecho tal inmersión y que ha conseguido durante años y años (y ahí seguimos) politizar, en el peor de los sentidos de la palabra, algo tan esencial como la lengua.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá hubiera ocurrido si no hubiéramos permitido -sí, también nosotros- una estafa inconmensurable llamada «Jordi Pujol», desde el caso Catalana o incluso antes.
Nada (o muy poco) de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá hubiera ocurrido si nos hubiéramos plantado ante los engaños de muchos compañeros que militaban en nuestras filas y nos contaban el cuento de que no eran nacionalistas y que estaban por la fraternidad y el La-La-La (sin land).
No hace falta seguir. Lo que conviene es rectificar, actuar consistentemente y pensar casi todo de nuevo.
En todo caso caso, nada será igual a partir de ahora. Mucha gente, ciudadanas y ciudadanos obreros, nacidos aquí y en otras comunidades españolas, que estaban en el armario hasta hace muy poco han salido de él.
Hacen lo que pueden, apoyan electoralmente a quien promete defenderles. ¿Qué pueden hacer si no?
Y no volverán a esconderse. Una variable que el secesionismo no ha tenido muy en cuenta hasta el momento. Los pensaba y querían calladitos, currando. Es lo suyo. Ellos mandan, nosotros estamos para obedecer. Para eso han nacido, por eso son hijos de quienes son hijos.
Lo importante, lo esencial, en todo caso, es la cosmovisión que se ha creado poco a poco, «la ideología» trabajada, construida (un magnífico ejemplo de construcción social que diría Ian Hacking) que subyace a muchas de las aproximaciones, comentarios, reflexiones, acciones, movilizaciones e intervenciones institucionales. El pan que quieren que sea nuestro de cada día.
Un ejemplo de sus reflexiones y aspiraciones nos puede ayudar.
Tomo pie en un artículo de David Brunat [DB] – «La tesis de los científicos ‘indepes’: «España es un país agrícola que se dedica a la caza- publicado en El Confidencial e l pasado 15 de diciembre. Les copio el enlace: https://www.google.es/search?q=Cuadro+de+Jorge+Castillo+Palomares&client=firefox-b&dcr=0&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjKrZOO35jYAhWJUBQKHeENB78QsAQIJg&biw=1851&bih=842#imgrc=EJvl91EMSn3vHM. Sigo a DB. No nos inventamos nada.
España, no tal o cual gobierno, «desprecia la ciencia»; es un país «monolítico y oligarca» que asfixia «el libre pensamiento y la libertad creadora». Para someter a la sociedad bajo su yugo, ese Estado autoritario, así lo consideran, «lleno de vicios del franquismo» reprime a cualquiera que cuestione el orden establecido.
Por eso, señalan, es tan importante para la ciencia catalana que los partidos independentistas vuelvan a ganar las elecciones (estamos antes del 21D), porque si no «la alternativa sería el retorno al fascismo del PP y Ciudadanos, que no tienen escrúpulos en promover el exilio de nuestros gobernantes y su rendición incondicional.
En el mismo tono. Es el fascismo que encarcela, hiere y censura.
Como científicos, afirman, sabemos hacia dónde no tenemos que ir. Ante la ilusión de un país nuevo está la oscuridad del Estado español y la vulneración de los derechos humanos.
Esta última reflexión, comenta DB, es de Roderic Guigó, catedrático de Genética del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (CEXS) de la Universidad Pompeu Fabra.
Guigó, según dicen, es uno de los investigadores más prestigiosos en el ámbito de la genómica y la cara más visible del colectivo Científicos por la República de la ANC.
No es una salida de tono exclusiva de Guigó, sino un sentir compartido por muchos científicos soberanistas, que organizaron una charla para explicar por qué es tan urgente huir de España e instaurar la República Catalana.
Cerca de mil científicos e investigadores catalanes apoyan las tesis de este colectivo-ANC de la élite científica creado en 2015. Con sus palabras: «España es un país más orientado a la agricultura y sus prioridades son las que son», según Alicia Casals, catedrática de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPF). Ha sido el número 63 por Barcelona en las listas de Junts per Catalunya.
Su compañero de ponencia Joan Cardona , jefe de la Unidad de Tuberculosis Experimental del Instituto Germans Trias i Pujol, abundó en la misma «tesis». «España es un país agrícola que se dedica a la caza y a atraer a jubilados, pero aquí [en Cataluña] no tenemos esa necesidad. Por eso la república nos permitiría aumentar la inversión en investigación y situarnos como un país puntero. Eso requiere de una libertad y una flexibilidad brutal y si seguimos en un estado dirigista nunca lo lograremos».
Más aún, tomemos nota. «En España no sabían ni lo que era la investigación hasta que el conseller Mas-Colell fundó el ICREA [Institución Catalana de Investigación Avanzada y Estudios Avanzados]».
Cardona glosó, además, la «mentalidad catalana» y su capacidad para sobrevivir dentro de España, una cuasi dictadura asfixiante. La reflexión de don Cardona: «Por suerte tenemos ese carácter mediterráneo. No somos gregarios ni necesitamos líderes. Esa pluralidad ya intrínseca en nosotros es un valor. Nunca hemos tenido poder y la gente se ha tenido que espabilar, y ese es el caldo para que la investigación sea más esplendorosa y sea la base de la futura república«. Señaló, además, que por culpa de tantos años de control estatal los científicos catalanes «están encorsetados» al igual que sus compañeros españoles.
En la misma línea. «La gente se autoengaña cuando cree que vive en un espacio de libertad. El franquismo puro y duro ahora está diluido y bien caracterizado en partidos de diseño como Ciudadanos. Vivimos en una ilusión al servicio de una oligarquía que solo piensa en su propio beneficio y le importa un bledo el progreso de la ciudadanía. Lo que quieren es que vayamos haciendo, como un rebaño».
En Cataluña hay unos 45.000 profesionale s en el sector de la investigación y estos científicos-ANC no albergan ninguna duda de que «la mayoría» apoya la independencia. ¿Por qué? Por el motivo ya expuesto: «España es semejante cochambre que sería masoquista no querer salir».
Para el doctor Guigó «los científicos españoles también se separarían de España si pudieran. Muchos vendrían a Cataluña, ya han venido hace poco algunos científicos del CNIO a Barcelona porque allí no podían seguir. Es una pena que los españoles no se puedan ir de España porque es un país que no se puede reformar«. Más aún, para que todo esté claro: «España y racionalidad son conceptos antitéticos».
Según Casals, «los científicos españoles lo pasan igual de mal. Pero entre muchos se ha producido cierto acomodo». Quizá no se han preocupado «de las penurias que vive la ciencia en España. «Si tienes la iniciativa [como en Cataluña] te coartan, pero si no la tienes pues no te afecta». Para doña Casals, la comunidad científica catalana a priori se muestra más rebelde y está más desquiciada que la española.
Los científicos por la república .Cat consideran que la clase política catalana -¡tomen nota!- es infinitamente más abierta y avanzada que la española y por eso saben que en un estado propio el presupuesto para I+D en relación al PIB sería muy superior al actual. «Habrá que cambiar la mentalidad de los profesionales, ya que solo han vivido dentro del sistema español, pero eso se consigue con una ley de investigación que evite esos vicios e ineficiencias. Crear un marco legal flexible, mejorar la fiscalidad, reformular el funcionariado porque es un modelo que no funciona. Sabemos todo lo que no debemos hacer y ese es un buen punto de partida». Por ejemplo, los hospitales públicos o el propio CSIC «han heredado esa estructura española monolítica que habría que romper».
El cuarto ponente fue Joan Bagaria, profesor de investigación de ICREA, la joya científica de la Generalitat. Antes de entrar en materia: «La investigación es importante pero hoy está en riesgo la dignidad y libertad de este país. Estamos a una semana de unas elecciones en las que nos jugamos mucho sin una mínima garantía democrática, vamos a poner una vela a Santa Rita para que todo salga bien. En Cataluña debemos ser optimistas, no nos queda más remedio».
Como ejemplo de que España es un lastre para el despuntar científico-tecnológico de .Cat, Bagaria puso al propio ICREA. «Es un centro de altísimo nivel, ha salido muy bien porque los catalanes, como aquí no nos dan nada, hemos aprendido a buscarnos la vida. Cada investigador genera 288.000 euros al año. Esto se intentó replicar en Madrid y el fracaso fue total. En el País Vasco salió a medias».
Los científicos ponen como ejemplo del esplendor catalán en I+D el centro ICREA, un modelo que en Madrid «fue un fracaso total» Según este investigador, es ilustrativo que Cataluña acapare un 50% de los fondos que el European Reserch Council (ERC) destina a España. Un modelo de éxito que, lejos de iluminar al resto de centros españoles o al propio Ministerio de Economía e Industria, es motivo para la envidia.
La opinión de Guigó, «España, antes que replicar el ICREA, es capaz de destruirlo si ve que nos funciona. Es muy triste».
Una decena de profesionales asistieron al acto organizado en el Espacio Vilaweb. Todos con ideas por la república secesionista pero con un temor muy íntimo: el auge de Ciudadanos.
Una bióloga de la Agencia Catalana de Salud confesó que «tengo pesadillas con Ciudadanos, las universidades deberían estar cada día en pie de guerra en el calle. Cada día nos prohíben, cada día nos sancionan, ¿estamos en Cataluña o en Corea del Norte?».
Se sumó otro profesional del hospital de Bellvitge consternado. ¿Por qué? Por el temor de que «la mitad» de su centro hospitalario vote a Inés Arrimadas. Eso sí que no.
Hasta aquí la glosa del excelente artículo de DB.
¿Qué decir de todo ello? No es cualquier cosa. ¿Un desvarió vespertino? Nada de eso probablemente. Es la cosmovisión político-cultural-científica, netamente supremacista, de un grupo de élite.
A mí me tienen muy leído, mejor que hablen otros compañeros. Dos comentarios sobre la anterior información. El primero, excelente en mi opinión, es del profesor e historiador Jordi Torrent Bestit:
Me parece un delirio estrictamente ideológico (falsa ciencia, mistificación…), uno más de los que, de forma asquerosamente pródiga, nos vienen obsequiando los tiempos presentes. Nada que ver con el «pueblo de cabreros» con el cual Gil de Biedma se refería en uno de sus poemas más logrados a los vencedores de la Guerra Civil («Años triunfales»). Medir la distancia que separa la expresión del poeta del ánimo que inspira a este colectivo de «científicos» equivale a constatar de qué espantosa manera se han pervertido lenguaje y verdad. Uno de los aspectos más deplorables de la situación actual es el acelerado desgaste que está experimentando el concepto de «rebelión»: históricamente contemplado como factor de conocimiento, parece haberse transmutado ahora en factor de ignorancia, y ello de la mano de supuestos científicos que, como dijera J.K. Galbraith en relación a algunos economistas, convierten en respetable el ejercicio de la astrología.
El segundo comentario. De un amigo científico esta vez.
Uff… Muy revelador. Y triste, por quién emite estas opiniones: gente bien formada y bien informada, la «élite». Es un hecho que en Cataluña hay mayor potencia científica que en el resto de España, porque ha habido también mayor potencia industrial ahí concentrada. La cuestión es qué significación se le atribuye a esa desigualdad. Estas opiniones son características de una cierta actitud ante la desigualdad: la de considerar «lastre» al retrasado (inadaptado, residual, anacrónico, etc), que lo es porque no se mueve lo suficiente, y que «nos impide volar»… La ideología del «lastre-que-nos-impide-volar» legitima la desigualdad al errar el diagnóstico de sus causas; en nuestro caso, toda una evolución histórica de España, cuyos gobiernos desde el s XIX hasta hace nada (incluyendo el franquismo) protegieron los intereses de la burguesía industrial catalana como intereses «nacionales», de todo el estado. No es casualidad que la industria española haya estado más concentrada (diferencialmente) en Cataluña, y, por ello, lo esté también la potencia científico-técnica. Esa ideología ignora o quiere ignorar que la desigualdad se reproduce, y de manera ampliada. Es una ideología reaccionaria, depredadora, viral, altamente nociva. Hay también la autocomplacencia pequeñoburguesa, de sentirse «más moderno», «puntero», «más europeo»… ¿Quiénes son el modelo?, ¿cómo quiénes hay que ser? ¿Cómo la imperial Inglaterra, como la imperial Francia, la imperial Bélgica? ¿Cómo la …Alemania? ¿Cómo EEUU? Admiración subalterna, falta de conocimiento histórico…
En el caso de la ciencia, como en otros, una comparación no puede hacerse nunca sobre la base de las cifras brutas, sino, en todo caso, sobre la base de ratios, poniendo en el denominador la inversión necesaria para obtener el resultado. En .cat hay más investigadores, más resultados, sí, pero también mucha más inversión (del Estado!, central y autonómico); y no digamos si estos conceptos de «resultados» (numerador) e «inversión» (denominador) los estiramos un poco para que recojan dimensiones socio-históricas…
Lo triste es ver quiénes reproducen esta ideología: gente de las capas bien educadas, científicos, seguro que jóvenes, «típicos votantes de Podemos» (en el resto de España; en .cat quizá también de Esquerra), que se considerarán «progresistas»… En una sociedad socialista debe ser imposible considerar «lastre» a nadie; en una mentalidad socialista que nadie es un lastre es una convicción. En fin…
¿Y cómo, cuándo, suturar este desencuentro?
Desconozco la respuesta. No será fácil.
Las recomendaciones de la semana. Pocas, estamos en fiestas, y todas ellas anteriores al 21D.
1. Rubén Amón, «Barcelona o muerte» y Lluís Bassets: «Una época que agoniza», El País, 20.12.2017, páginas 20 y 16 respectivamente
2. Sobre el asunto del adoctrinamiento, con ejemplos de interés: https://profesoresporelbilinguismo.wordpress.com/2017/12/17/presentacion-del-informe-adoctrinamiento-ideologico-en-los-libros-de-eso-de-la-materia-ciencias-sociales-geografia-e-historia-utilizados-en-cataluna-durante-el-curso-2017-18/
3. Jaume Reixach, «La aniquilación del pujolismo» http://www.eltriangle.eu/es/notices/2017/12/la-aniquilacion-del-pujolismo-9664.php. Sus palabras de cierre:
En todo caso, pase lo que pase el día 21, hay una cosa clara: si los tres partidos independentistas sumaran mayoría absoluta y formaran gobierno, el Estado -con la bendición de la UE- continuará manteniendo el control estricto de las finanzas de la Generalitat y aplicando el artículo 155 para abortar cualquier intento de reactivar la autoproclamada República catalana. La resolución de la Audiencia de Barcelona de rechazar el pacto de la Fiscalía con Oriol Pujol y su mujer y hacerlos pasar por el trance de ir a juicio con jurado popular es la constatación que, ahora sí, el poder del Estado ha decidido aniquilar y enterrar el pujolismo. España tuvo el régimen franquista durante 39 años (1936-75) y en Cataluña hemos tenido el régimen pujolista durante 37 años (1980-2017). Todo acaba. ¿Qué pintan ERC, la CUP, la ANC y Òmnium en esta tragedia de tintes shakesperianos? Son comparsas, aunque se crean protagonistas.
Del mismo autor: «Cataluña tiene futuro». http://www.eltriangle.eu/es/notices/2017/12/cataluna-tiene-futuro-9711.php. Sus palabras de apertura:
Más temprano que tarde, el conflicto que sufrimos -exacerbado a raíz de la imputación en 2012 de Oriol Pujol, el heredero de la dinastía pujolista- se tiene que solucionar y acabar satisfactoriamente para todos (o para la gran mayoría de la sociedad catalana y española). Y tengo que decir, de entrada, que la clave no pasa por la celebración de un referéndum de independencia pactado con el Estado, que es la estrategia del movimiento secesionista en estos últimos cinco años y que ha acabado con la vergonzosa intervención de la Generalitat en aplicación del artículo 155 de la Constitución. El futuro se dibuja y se concreta a partir de grandes consensos . Aunque parezca mentira, en esta Cataluña fracturada y en carne viva que tenemos hay unos pactos de fondo que nos unen y nos vertebran, más allá de las agrias discrepancias que ha provocado el monotema.
4. Si quieren vomitar, razones no les falatarán, lean esto: «Castellà [un democristiano secesionista en las listas de ERC] usa el nazisme per interpel·lar els federalistes» http://www.eltriangle.eu/cat/notices/2017/12/castella-usa-el-nazisme-per-interpel-lar-els-federalistes-47263.php También pueden vomitar con esto: «Independentistes li diuen de tot a Rosa Maria Sardà. «Malalta»(enferma), «alcohòlica», «mòmia», «patètica», «senil», «tonta», «botox», «bien pagá», «renegada», «esperpent» i «botiflera» (traidora), entre d’altres». http://cultura.e-noticies.cat/independentistes-li-diuen-de-tot-a-rosa-maria-sarda-114672.html
5. De Joaquim Coll, «Los separatistas ya han perdido». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/separatistas-han-perdido_108302_102.html (¡Qué gran intelectual federalista, qué gran historiador si fuera un poco menos anticomunista!). Una de sus reflexiones:
Entendámonos bien, los comicios son una oportunidad de oro para cambiar la marcha de la política catalana, pero una victoria de los separatistas no las convertiría en otra cosa («las elecciones son para elegir un gobierno regional», recordaron ayer desde la Comisión Europea). Sí tuvieron, en cambio, un carácter más trascendental en 2015, unas autonómicas convocadas con carácter plebiscitario por Artur Mas, bajo la promesa de alcanzar la independencia en 18 meses y una coalición formada expresamente para ello, Junts pel Sí. Ahora es altamente improbable que las suma de ERC, JxCat y la CUP supere el 47,8% que obtuvieron juntos hace dos años. Por debajo de esa cifra, resucitar en serio el discurso unilateral es imposible y no hay nada nuevo que temer, al margen, claro está, de que se prolongue fatalmente la crispación política, la incertidumbre económica y el daño a la convivencia. Solo para evitar quedarnos prisioneros de este escenario es razón suficiente para ir a votar. Aunque un gobierno constitucionalista no parece probable a causa de la sobrerrepresentación electoral de Lleida y Girona, ocurra lo que ocurra mañana, no olvidemos lo esencial: en términos de oportunidad histórica, los separatistas ya han perdido. A lo más que pueden aspirar es a seguir animando el sueño de la independencia y a aburrirnos con su propaganda, mientras cobran buenos sueldos desde el Govern y reparten generosas subvenciones a su entramado mediático y asociativo. Motivos para echarlos no nos faltan.
6. Entrevista con Joan Botella, presidente de Federalistes d’Esquerra: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20171219/433750429304/la-tercera-via-ya-no-esta-en-la-politica-pero-si-en-la-sociedad.html. Una de sus observaciones: «Somos una amenaza de primera magnitud para el actual equilibrio europeo y por eso la UE ha reaccionado con tanta fuerza contra el independentismo catalán.»
7. Los datos, en ocasiones, enseñan más que mil palabras. María Jesús Cañizares, «Los recortes en educación revientan la campaña independentista». https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/recortes-educacion-campana-independentista_107417_102.html. Sus observaciones finales:
«La educación 0-3 haya sido la gran sacrificada del procés», asegura la candidata del PSC, Esther Niubó, azote del Govern en esta materia. Para la socialista, «el Gobierno de Puigdemont, con la complicidad de ERC, abandonó una etapa educativa fundamental como es la del 0-3, cuando es competencia exclusiva de la Generalitat». Niubó advierte que, con estos recortes, «se han quitado oportunidades educativas y de futuro a muchos niños que no han podido acceder «. La partida destinada por la Generalitat había alcanzado los 85 millones de euros en 2009, cuando gobernaba el tripartito. Cada año se destinaban importes para la creación de plazas nuevas en las llamadas escoles bressol. En 2015 se cortaron ambas líneas de financiación y se externalizaron parte de las ayudas a través de los presupuestos de la Diputación de Barcelona. En las cuentas de 2017, las ayudas destinadas a las guarderías se mantienen a cero, pero tal como publicó Crónica Global, el Gobierno catalán otorgó a principios de febrero tres millones de euros a 200 escuelas infantiles concertadas.
8. De las sabatinas que ahora ya no puede publicar en LV (algunos la llaman: «La Vergüenza»): Gregorio Morán, «No hemos tocado fondo». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/sabatinas-intempestivas-gregorio-moran/tocado-fondo_107408_102.html Uno de sus comentarios:
Bastaría con la chirriante Forcadell, o a Toni Albà, ese tonto de balcón -en otros tiempos sin televisión, a los niños bobos se les sacaba al balcón para que se distrajeran- que al parecer gusta a los que son capaces de reírse de programas hechos para desequilibrados estilo Polònia. ¿Si en la televisión polaca alguien osara titular Cataluña a un engendro semejante, habría una protesta cósmica en el macizo de la raza catalana? Pero como somos los reyes del mambo y algún día recorreremos el mundo gratis total, como decía el inefable Francesc Pujols, nuestro Heidegger de la barretina, podemos hacer con los demás lo que jamás admitiríamos que nos hicieran a nosotros mismos.
9. De lo mejor que he leído hasta ahora: Martín Alonso Zarza, «El inexplicable Procés: ideógrafos, ilusiones y trampantojos». http://ctxt.es/es/20171213/Firmas/16693/martin-alonso-zarza-catalu%C3%B1a-pdecat-proc%C3%A9s-erc-cup-puigdemont-espa%C3%B1a-pp-Rajoy-Junqueras-independentismo-Assange.htm. A bre así :
Dos preguntas de situación: 1. ¿Cuántas toneladas de tinta, cuántas horas de radio y televisión, cuántos tuits ha consumido el Procés? Si ese gasto no es proporcional -como fácilmente se convendrá vistos los problemas que aquejan al planeta- a la enjundia del contencioso, habrá que indagar el porqué de tal derroche de atención. Además, si observamos tal sesgo en el cuánto (y en el cómo) tendremos razones para andarnos con cuidado en el qué (los contenidos, el relato). 2. ¿Cómo responder en cinco líneas a un corresponsal extranjero que quiere explicar a una audiencia desprevenida cómo hemos llegado hasta aquí?
Otro texto más que habría sumar a su larga e imprescindible lista de notas, escritos y grandes ensayos: » Las ilusiones del ‘procés'». https://elpais.com/elpais/2017/12/20/opinion/1513771373_130947.html. También éste: «Nacionalismos y movilización social en Cataluña». http://www.eldiario.es/catalunya/opinions/Nacionalismos-movilizacion-social-Cataluna_6_720287996.html, que cierra con estas interesantes palabras:
Este llamamiento coincide con las propuestas de actualización del socialismo -un término que, como la expresión derechos humanos, escasea cada vez más en el uso ordinario- que plantea Axel Honneth a partir de una crítica a la «ceguera jurídica» de los primeros socialistas: «puesto que los derechos civiles universales, aún en sus albores […] solo podían ser reconocidos en el fragmento en el que tenían importancia funcional para el centro de control de la economía, necesariamente se perdió de vista el rol emancipador que podían tener, de acuerdo con su significado, en la esfera, tan distinta, de la construcción de voluntad política» ( La idea del socialismo. Una tentativa de actualización, 2017). El horizonte universalista concuerda con los presupuestos del internacionalismo, un rasgo distintivo de la izquierda que se completa con el tercer término del lema revolucionario ya mencionado: la fraternidad. El nacionalismo atenta contra estos dos presupuestos; contra la fraternidad, porque fractura la sociedad desde dentro y contra el internacionalismo, porque necesita banderas y fronteras. En definitiva, engulle en la práctica la agenda social.
10. Sobre Òmnium Cultural, sus finanzas y el colegio de abogados de Barcelona. «El guirigay de la Decana. O cómo el Colegio de Abogados de Barcelona financia a ÓC» https://www.elcatalan.es/guirigay-la-decana-colegio-abogados-barcelona-financia-omnium/
Buenas fiestas federalistas y fraternales.
PS. Sobre los últimos acontecimientos en la alcaldía de Madrid (Carmena versus Carlos Sánchez Mato), asunto más que importante para una izquierda no entregada ni servil, vale la pena leer esta aproximación del profesor Andrés Martínez Lorca
Queridos compañeros: estoy sorprendido por la contundencia y rapidez con que actúa Manuela Carmena al negarse a un aplazamiento del pleno municipal y destituir de su cargo al valioso concejal de Economía Carlos Sánchez Mato.
¿El diálogo y la tolerancia sólo con los adversarios políticos mientras se fulmina a quien discrepa con razones en Ahora Madrid defendiendo nuestro programa electoral?
El voto en el pleno de hoy en el que la propuesta de Carmena ha sido apoyada sólo por el PP y los concejales dóciles de Ahora Madrid retrata muy bien adonde conduce su sometimiento al ministro Montoro: a gobernar de facto con el partido de la corrupción, del 135 y del 155.
Haciendo un poco de memoria, Carmena dejó en la estacada a los pobres titiriteros convertidos por la derecha en peligrosos «terroristas», desautorizó y destituyó a Zapata por unos lejanos correos , desautorizó y destituyó a Celia Mayer como concejala de Cultura, cargo que asumió ella misma, al tiempo que tapó la investigación de las corruptelas del Open Madrid y cesó a los denunciantes. Muchos ceses y todos en la misma dirección, ¿no es cierto?
No, compañeros, para este viaje sobran las alforjas. Para esta porquería de política que no cuenten conmigo.
No podemos callar ante la destitución del mejor concejal de Madrid, Sánchez Mato.
No podemos dejar que en el ayuntamiento de Madrid se sustituya la democracia interna por el cesarismo.
Mi apoyo al comunicado de Ganemos Madrid que me habéis enviado.
Mi apoyo total y solidario a los concejales que se han ausentado del pleno para no someterse al dictado de Montoro, bendecido ahora por Carmena.
También este comentario de Eduardo Garzón, ex-asesor de Carlos Sánchez Mato, igualmente destituido.
Desgraciadamente se están lanzando varios mensajes inexactos (o directamente falsos) sobre la destitución de Carlos Sánchez Mato. Como una de las personas que han vivido de ceca este episodio, me veo obligado a aclarar estas confusiones.
1) El Ayuntamiento de Madrid estaba demostrando que otra política económica es posible (incremento inversor y cuentas saneadas) y eso no podía ser permitido por el mayor fanático de la austeridad: el PP con Montoro a la cabeza.
2) En su intento por hacer fracasar el proyecto de Ahora Madrid, Montoro realizó una interpretación ILEGAL de la Regla de Gasto, y exigió recortes mucho más exagerados que los que ha pedido a otros ayuntamientos incumplidores de tal regla. Quería un castigo ejemplar.
3) Montoro cambió las reglas a mitad del partido únicamente para maltratar al gobierno de Ahora Madrid. Los técnicos del ayuntamiento (que no son de izquierdas) alucinaron con este evidente maltrato. Por eso denunciamos en los tribunales este atropello ilegal [la denuncia ha sido cancelada por Carmena como parte del acuerdo con Montoro: pues no sólo se renuncia al hecho sino también al derecho]
4) Montoro exigió la realización de un plan económico que recogiera recortes de más de 533 millones €. Una salvajada que, insisto, no se atiene a la legislación. Pero no aclaró cuándo había que realizar ese plan económico. No había prisa por hacerlo.
5) Sin embargo, inexplicablemente a la alcaldesa le entraron prisas y ordenó al área de economía hacer ese plan económico. El plan lo hicieron los técnicos del área, no Carlos Sánchez Mato, que ni era su plan ni estaba de acuerdo con aprobarlo.
6) La alternativa que proponía Carlos Sánchez Mato era no hacer todavía el plan económico y esperar a que terminara 2017, ya que lo más probable era que cumpliésemos ese año la Regla de Gasto y nos librásemos así de la tutela del Ministerio.
7) Ganar tiempo era la mejor estrategia, porque se podían ganar los recursos en los tribunales o se podía cambiar la Regla de Gasto en el Congreso de los Diputados gracias a una proposición de Unidos Podemos en cuyo diseño participó el propio Carlos.
8) No obstante, y sin que pudiésemos entenderlo, la alcaldesa ordenó que el plan económico se llevase cuanto antes al Pleno. Desde Izquierda Unida pedimos que, debido a la gravedad del asunto, esa decisión fuese consultada a Ahora Madrid. Pero fuimos ignorados.
9) El Plan económico recoge recortes de 533 millones €, un 13% del presupuesto. Concretamente recoge un recorte bestial del 71% en inversiones. Estos datos serán públicos dentro de poco; no recomiendo a nadie que trate de negarlos.
10) Negar que el plan contiene importantes recortes es mentir descaradamente. ¿Por qué si no 6 concejales de Ahora Madrid no lo votaron? ¿Por qué si no hasta el PSOE y Ciudadanos votaron en contra? ¿Por qué si no Montoro se ha dado por satisfecho?
11) Este brutal recorte es innecesario e ilegal, y no tiene parangón en ninguna otra ciudad. Impedirá que Ahora Madrid pueda llevar a cabo sus compromisos con los electores. No tiene ningún elemento positivo; ninguno.
12) Que no nos despisten con las inversiones que se acaban de desbloquear: si no se tramitan en los 8 días hábiles que quedan (lo más seguro), las perderemos. Y son 120 millones; incluso aunque las recuperáramos no compensaríamos el recorte de 533 millones.
13) Y otra cosa importante, ¿por qué cesar a un concejal de economía que lo hacía de forma magnífica solo por no estar de acuerdo con unos recortes innecesarios y sobre los que nadie de Ahora Madrid se ha posicionado? No se entiende. Ha sido un grave error. 14) Por último, celebrar que Montoro se haya retirado es absurdo. ¡Se ha retirado porque el Pleno ha aprobado sus brutales recortes! Montoro se va porque se ha salido con la suya: ha conseguido que haya recortes y que el mejor concejal de economía del país ya no esté.
Cierro.
Un comentario, muy significativo en mi opinión, nada que ver con los significantes vacíos, de Íñigo Errejón: @ierrejon «@Madrid, con @ManuelaCarmena al frente, es y será un ejemplo de orden, responsabilidad y cuidado para la ciudadania. Por eso lo atacan. Lo seguirá siendo. La gente primero.»
¿Por eso la critican? ¿Atacan, ha escrito atacan?
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.