Hablemos claro: el Júcar no tiene el caudal suficiente que permita el trasvase al Vinalopó. Existe un informe europeo, hecho público en Bruselas el martes pasado, que pide la revisión de este trasvase. Bien está que unos diputados del Parlamento Europeo, que nos visitaron recientemente, se hayan preocupado de estudiar la cuestión y solicitar la […]
Hablemos claro: el Júcar no tiene el caudal suficiente que permita el trasvase al Vinalopó. Existe un informe europeo, hecho público en Bruselas el martes pasado, que pide la revisión de este trasvase. Bien está que unos diputados del Parlamento Europeo, que nos visitaron recientemente, se hayan preocupado de estudiar la cuestión y solicitar la revisión del proyecto, toda vez que la Comisión de la UE ha decidido cofinanciar las obras con 80 millones de euros. Pero sería conveniente, también, que nuestras autoridades se preocupasen por el proyecto y le prestasen la debida atención y estudio. Se habla mucho de proteger el parque de L’Albufera, prohibiendo edificaciones en su interior, pero se olvida que si el Júcar pierde caudal peligran las necesarias aportaciones que debe recibir el lago. Quieren salvar L’Albufera y se llevan el agua que la mantiene. ¿Y los regantes, los agricultores de las dos Riberas? ¿En qué situación van a quedar si se transfieren al Vinalopó los excedentes que el Júcar no tiene? Todos estos peligros son los que pone de relieve, desde hace tiempo, la plataforma Xúquer Viu, pidiendo la suspensión inmediata de las obras. Las aguas del Júcar tienen un alto grado de salinidad a lo largo de tres kilómetros, contados desde su desembocadura en Cullera siguiendo río arriba. El portavoz adjunto del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Maluenda, ha declarado que la suspensión del trasvase «generaría una situación catastrófica para los agricultores de la zona y cabría exigir responsabilidades civiles a quienes deroguen este acuerdo». Tal vez. Pero, ¿y en qué situación se quedarían los agricultores de las dos Riberas, los de la Alta, es decir, los de la Acequia Real, y los de los sindicatos de riego de la Ribera Baixa? Claro que, posiblemente, los perjudicados por la supresión del trasvase no sean tanto los agricultores del Vinalopó -que sin duda lo serán- sino los constructores de la Marina Baixa y L’Alacantí. A lo mejor no va desencaminado Enric Morera, secretario general del Bloc, cuando dice que todo esto «pone en evidencia las políticas insostenibles del PP, por impulsar un trasvase que expolia el Júcar para beneficiar la especulación urbanística». En fin…