(+ no se quieren enterar, ye-ye, que no nos quieren de verdad, ye-ye-ye)
¡Los que niegan el democrático derecho de autodeterminación son enemigos del pueblo»¡ ¡Démosles el trato que se merecen! [No es frecuente un cartel así en Cataluña en estos momentos. Desde luego que no. Pero si eliminamos la referencia a CSQES, la frecuencia -formulada explícitamente o sentida- se incrementa mucho, muchísimo, y adquiere otras connotaciones. Los antecedentes, en todo caso, son conocidos. El siguiente fragmento es de un artículo de 19 de junio de 1934 de Antoni Rovira i Virgili, «No hi ha neutrals dins la nació» (una Universidad pública lleva su nombre en Tarragona): «En aquestes hores, dins la nació no hi pot haver neutrals. La neutralitat no és aleshores altra cosa sinó la forma més covarda i més vil de la traïció» (En estas horas, no puede haber personas neutrales en la nación. La neutralidad no es entonces otra cosa sino la forma más cobarde y vil de traición»)]
Es algo formidable. Mientras escucho me parece que estuviera soñando. Eso es, ni más ni menos, una declaración de guerra. ¡Y una declaración de guerra -que equivale a jugárselo todo, audazmente, temerariamente- en el preciso instante en que Cataluña, tras siglos de sumisión, había logrado sin riesgo alguno, gracias a la República y la autonomía, una posición incomparable dentro de España, hasta erigirse en su verdadero árbitro, hasta el punto de poder jugar con sus gobiernos como le daba la gana. En estas circunstancias, la Generalitat declara la guerra, esto es, fuerza a la violencia al Gobierno de Madrid, cuando jamás el Gobierno de Madrid se habría atrevido a hacer lo mismo con ella.
Agustí Calvet, Gaziel, director de La Vanguardia (con motivo de los hechos del 6 de octubre de 1934 en Cataluña).
Caben todas las especulaciones sobre lo que se ha pretendido hacer con el banco Popular y los intereses que han entrado en juego a la hora de liquidarlo, que han debido ser muchos por la jugosa depredación. En todo caso, además, siempre quedaba abierta la oportunidad de que el propio Estado con una intervención decidida se hubiera hecho cargo, con un coste mínimo, de una parte significativa del sistema crediticio, haciendo realidad lo que en muchos programas políticos se anuncia de reconstruir una banca pública públicos. Es tal el retroceso ideológico de la sociedad y de la izquierda con el neoliberalismo que ni cuando surgen conmociones de este tipo se recuerda que históricamente la aspiración de una banca pública poderosa ha sido una reivindicación, incluso una práctica, común en otros tiempos.
Pedro Montes (2017)
Cuando corre la sangre por las calles (como en la España del 36), no hay lugar para las equidistancias. Podría citar mil detalles que no me convencen de la política chavista (por ejemplo, no haber nacionalizado el comercio exterior, para evitar lo que quizá es una de las causas principales del actual desabastecimiento: la concesión de dólares al cambio oficial a las empresas privadas importadoras, empresas que sólo dedican una parte de esos dólares para importar mercancías y el resto lo «reciclan» en el mercado negro al cambio extraoficial). Pero la alternativa REAL, ahora mismo, al chavismo es la caverna más negra (y no me refiero al mito platónico), tenga o no tenga similitudes con el pinochetismo (al menos tiene una: estar teledirigida desde Langley (VA) y Washington D.C.)
Miguel Candel (2017)
No se pierdan la rueda de prensa del Colectivo Juan de Mairena: «El proceso secesionista catalán: los riesgos de las lógicas identitarias». Miércoles, 21 de junio, 10:00 horas, Colegio de Periodistas. Rambla de Cataluña, 10. Barcelona. ¡Están invitados! Tampoco la presentación de un libro que no debemos olvidar: Martín Alonso, El catalanismo, del éxito al éxtasis. III. Impostura, impunidad y desistimiento. Por la tarde, a las 19 horas, en el Patio Llimona.
Empecemos por esto: https://m.youtube.com/watch?v=dQPscosNfJ8&feature=youtu.be ¡CIEs No!
Es imposible hablar de todo… aunque cada día es más necesario. Irrumpen mil temas, viejos y nuevos. Me dejo muchas cosas en el tintero, algunas importantes, muy importantes, esenciales diría Saul Kripke. Disculpas por ello. Un asunto que no quiero olvidar: ¿cómo es posible que no haya forma de negociar y pactar unas condiciones adecuadas con los trabajadores del metro de Barcelona? ¿Quiénes dirigen TMB? ¿Qué intereses defienden? ¿Los de la ciudad, los de los trabajadores, los suyos propios con sueldazos de vértigo? ¿No estamos hablando de «Barcelona en comú», de demandas populares y de, así de anunció, nuevas formas de hacer política? ¿No estamos por condiciones de trabajo justas, adecuadas, contrarias a la precarización? ¿Entonces…?
Otro tema que no quiero dejar olvidado. El siguiente: ¿cómo es posible que a estas horas del concierto y de nuestra historia alguien tan informado, y crítico, como Pablo Iglesias pueda subir a la tribuna de oradores del Congreso de Diputados durante la moción de censura -el miércoles por la mañana, respondiendo al portavoz del PSOE- y asegurar, intentando defender a la fuerza política a la que hizo referencia, que ERC -Esquerra Republicana de Catalunya, de Catalunya, de Catalunya!- no era hace años una fuerza independentista? ¿Que ERC no era haces años una fuerzas secesionista y que las actitudes del PP les habían llevado a esa decisión separatista? ¿Los «malos», todos los malos, están o son del PP? ¿En qué país vive Pablo Iglesias? ¿Qué la han contado? ¿Quién? ¿Pero no sabe ese «quien» -o él mismo- que el secesionismo es parte, como dicen ahora, del ADN de una fuerza como ERC (no digo siempre pero sí estas últimas décadas)? Y no sólo es ERC una organización secesionista sino que es una fuerza profundamente antiespañola (apenas sin matices y hasta el ridículo: en TV3, por ejemplo, no existe el AVE, existe el TGV, un acrónimo tomado del francés), un partido, decía, ERC, que en ocasiones se ha acercado al supremacismo etnicista por no contar ahora cosas peores (pienso en aquellas declaraciones de Herbert Barrera tan próximas a las de la Madre Superiora, la esposa de nuestro «Dalai Lama»). ¿A qué viene contar ese cuento? ¿De qué no se quiere enterar una parte sustantiva de la izquierda española? ¿Por qué no escuchan un poco y, puestos, por qué leen otras aproximaciones al tema monotema que no sean las de siempre, las de sus amiguitos?
Añado algo más: otra tesis, muy de moda en estos momentos, en algunos ambientes de la izquierda española es que el PP, con sus posiciones y actitudes, genera secesionistas todos los días del año. Tal vez, no les quiero quitar ningún mérito. Pero no ese el punto esencial (de nuevo Kripke e incluso Aristóteles). El punto importante es éste: son las fuerzas secesionistas; las instituciones catalanas secuestradas desde hace décadas por «los de la casa» (la administración catalana es un escándalo); sus prolongaciones, cuidadosamente subvencionadas, en la mal llamada sociedad civil (OC, ANC, AMI); el indiscutido «construir país»; los grandes nombres con mucho mando en plaza en ocasiones y gran influencia cultural en otros: los Pujol, Mas, Puigdemont, Felip Puig, Mas Colell, Sala i Martin, Requejo, David Fernández (con acento abierto), Antonio Baños, Quim Arrufat (y sus proclamas incendiarias), etc, los que generan ideología nacionalista identitaria, los que construyen una cosmovisión segregadora permanentemente en todos los medios de (in)comunicación .Cat, sin que nadie -o apenas nadie- sea capaz de construir y abonar lo que antes era el ABC de cualquier fuerza de izquierda digna de ese nombre: cultura federalista, hermandad entre ciudadanos, fraternidad entre pueblos. En fin, lo básico, el «ADN» de nuestras culturas de izquierda. ¿O no era eso? ¿O no es eso?
En cuanto a la tesis del Estado plurinacional, otras formulación también de moda entre sectores de la izquierda española (aquí, en .Cat, es molt poca cosa), conviene recordar que son pocos, muy pocos, los estados del mundo que se definen como tales. Un ejemplo -respetado, querido y admirado- es el de Bolivia. El artículo 1 de su Constitución dice así: «Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país». Estado unitario, soberano, descentralizado y con autonomías, proceso integrador del país… ¿Nuestros nacionalistas aceptarían una definición así? Pues adelante entonces. En el caso de Ecuador, otro ejemplo, el artículo 1 dice así: «El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución. Los recursos naturales no renovables del territorio del Estado pertenecen a su patrimonio inalienable, irrenunciable e imprescriptible». Unitario, intercultural, se gobierna de forma descentralizada, la soberanía radica en el pueblo (no está divivida),… ¿Lo firmarían nuestros soberanistas-secesionistas-nacionalistas? Pues me da que no tampoco.
En síntesis: los secesionistas segregan secesión permanentemente y se ayudan de cualquier excusa. Si en lugar del PP, gobernara Unidos Podemos, harían exactamente lo mismo. Ibidem. O eres un secesionista o eres un traidor. Para ellos, no hay otra, no hay más opciones, aunque a veces, como hizo Tardà el pasado miércoles, se vistan de seda, jaleen oídos que quieren ser mimados y aparenten ser lo que no son (por eso resulta incomprensible la oferta de Xavier Domènech que conoce el tema en el hemiciclo). Su programa es muy simple: escisión, ruptura del demos común y con los pobres de la tierra, «gentes de menor renta y menos culta», nada de nada. A los demás que les den. Primero los de casa (mejor: algunos de casa). ¿Les suena? Los demás no son catalanes, son españoles (incluidos vascos, valencianos y gallegos por cierto) y punto final.
Cambio de tercio y recuerdo algo también importante. Iba a escribir: «En el momento en que lean estas líneas, como tantos otros ciudadanos y ciudadanas, estaré en la concentración de recuerdo de las víctimas de Hipercor que el consistorio barcelonés ha organizado a las 12 de mediodía del sábado 17. Por primera vez en treinta años. Conviene rectificar, es bueno hacerlo, cuando es necesario». Pero me ha llegado esto: «La Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) ha presentado en el registro del Ayuntamiento de Barcelona una carta dirigida a la alcaldesa Ada Colau para que no organice un homenaje el 17 de junio, coincidiendo con el 30º aniversario de la matanza de Hipercor ante el Monumento a las Víctimas de Terrorismo situado en las inmediaciones del Parque de Can Dragó. Esta entidad cívica acusa a las autoridades municipales de «30 años de inhibición y desidia» y «sospecha» que dicho acto «no se ajusta en nada al espíritu de un aniversario de tan trágico recuerdo». De ahí que soliciten a la alcaldesa que «suspenda el acto que tiene previsto para el día 17 de junio y se sume al acto que la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas realizaremos el día 19 lunes a las 19.00 horas en el mismo lugar, como venimos haciéndolo todos los años». Dejo constancia de ello.
Brevemente, la tarea semanal de coordenadas. Las políticas: la secesión antidemocrática sigue con su plan. El día 1 de octubre (¡qué día tan «raro» -el 1º de octubre!- han elegido!) convocan al pueblo secesionista a reafirmarse en sus posiciones secesionistas (única consigna de la concentración del pasado domingo 11 de junio: independencia, independencia, independencia). Pero, como recordamos, el secesionismo perdió las elecciones el 27S. Sin embargo… No les importa: han transformado una derrota en una victoria aparente. ¡Y claman por la democracia y por el voto! Sobre el acto del domingo: a) ¿De qué hablan realmente cuando hablan de democracia? De secesión. b) ¿Por que lo llaman democracia -«We love Democraty»- cuando quieren decir ruptura de un demos común? c) Asistieron e intervinieron Jordi Borja, Arcadi, Olivares, David Companyon. Una prueba más, innecesaria a estas alturas, de la desnaturalización que corroe una parte sustantiva de la considerada izquierda de Cataluña. La estelada fue la única bandera de la concentración y «i-inde-independencia!» la única proclama. No sirvieron para nada los esfuerzos de la organización del acto por introducir el lema «Votaremos». Han creado y abonado su «pueblo catalán», su pueblo secesionista. Hablaron incluso del Estado perverso y pervertido. ¿Pervertido? ¿Perverso en qué sentido? ¿Incluían el estado que también es la Generalitat? Magda Oranich, la ex convergente, también intervino: «No claudicamos con el franquismo, no claudicaremos ahora» (sic pero en catalán). Todo es uno y lo mismo: ¡la situación actual comparada con el fascismo! Se interpretó, girando su significado 180 grados, de canción de clase a canción nacionalista, «Jo vinc [vengo] d’un silenci». Pobre Raimon! Menos mal que «nosaltres no som d’eixe món» (de ese mundo).
Más sucintamente. Las coordenadas económicas: el 3% sigue y sigue; listas de espera de hasta once meses para tratar el dolor crónico Las culturales: sobre la manipulación realmente existente basta repasar la vergonzosa entrevista del «periodista» Vincent Sanchis, el director de TV3, al presidente y vicepresidente del gobierno de la Generalitat. Se emitió en TV3, en horario de máxima audiencia.
Sobre las citas: la de Gaziel, un intelectual conservador y catalán y catalanista, es muy oportuna. Pedro Montes tiene toda la razón del mundo cuando habla del retroceso cultural de la sociedad y de la izquierda a propósito del Banco Popular. Miguel Candel, de nuevo, da en la diana al referirse a la situación política venezolana. Tendría que haber añadido esta. De Enric Juliana, «La revelación Montero» (http://www.lavanguardia.com/politica/20170614/423395785647/revelacion-montero.html)
En este sentido, la intervención inicial de Irene Montero fue clave. Ese era el momento en el que la moción de censura podía venirse abajo. Muchos apostaban por ello. Una joven diputada de 29 años frente al grupo político más experimentado del Parlamento español. Montero supo enhebrar un discurso muy dinámico que constituye la más rotunda denuncia que se ha efectuado nunca en el Parlamento de las zonas oscuras del Partido Alfa español. [la cursiva y el acuerdo son míos]
Voy al tema. Antes una reflexión breve. Un antiguo asunto colea en las aproximaciones de la izquierda. Tiene que ver con este texto (que yo he tomado de un artículo de Quim Sempere: «De trenes que chocan y de reacciones previsibles» http://www.mientrastanto.org/boletin-158/notas/de-trenes-que-chocan-y-represiones-previsibles) de J.M. Colomer (El arte de la manipulación política, Barcelona, Anagrama, 1990, pp. 133-134) sobre la manera en que se adoptó el artículo 2 de la Constitución:
La discusión ya fue muy viva a propósito del artículo, en el que se incluyó, por un lado, la «unidad de España» y, por otro, el «derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones». El término «nacionalidades» resultó particularmente desagradable para AP y para el Ejército y de hecho la redacción final no fue obra de la ponencia, sino que llegó a ella en forma de un papel escrito a mano, procedente del Palacio de la Moncloa, en el que a los términos citados se habían añadido los de «patria común e indivisible» e «indisoluble unidad de la nación española». El mensajero de UCD que lo llevó hizo observar a los demás ponentes que el texto tenía las «licencias necesarias» y no se podía variar ni una coma del mismo porque respondía a un compromiso literal entre la presidencia del gobierno y los interlocutores fácticos, intensamente interesados en el tema. Ante ello el ponente Pérez Llorca se cuadró y, llevándose la mano extendida a la sien, hizo el saludo militar.
Supongamos que fue exactamente así (desconozco las fuentes de J.M. Colomer). Admitámoslo. Dejemos por un momento el saludo marcial de Pérez Llorca (no es esencial). El pacto entre el gobierno Suárez (que a su vez pudo haber hablado/acordado con fuerzas de la oposición) y el poder fáctico militar dio pie a este artículo constitucional, el 2º: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas» (en el preámbulo se afirma lo siguiente: «Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones» y en el 1.2. se señala que «La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado»).
¿Ustedes lo hubieran redactado así? Yo no por supuesto. Imaginemos que lo arreglamos un poco y queda así: «La Constitución se fundamenta en la unidad de la nación española en su diversidad, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran (también su diversidad) y la solidaridad entre todas ellas». A efectos jurídico-políticos: ¿muy distinto de la formulación que rige actualmente en el artículo al que hacemos referncia (dejando aparte las diversidades)? ¿Muy distinto de los artículos de otras Constituciones? ¿De la alemana, la francesa, la portuguesa o la italiana por ejemplo? ¿No era un paso adelante, sino de gigante cuanto menos de dotado corredor de fondo, la inclusión del término nacionalidades en la Constitución y el reconocimiento y garantía del derecho de autonomía de esas nacionalidades (también de las regiones)?
Por cierto, el artículo 1 de la Constitución republicana de diciembre de 1931 decía lo siguiente: «España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de la República española es roja, amarilla y morada». ¡No es lo mismo! Por supuesto que no, no es lo mismo. ¡República democrática de trabajadores de toda clase! Nada menos. Pero en lo que respecta a nuestro asunto, se habla aquí de Estado integral y de autonomía de municipios y regiones, y no aparece el término nacionalidad. ¿Mucho mejor que la formación actual? ¿Por igual? ¿Un poco peor tal vez?
Para explicarme: no digo que no existieran presiones; no digo que no hubiera podido tener otra formulación el artículo en cuestión; no oculto que entonces, veníamos del fascismo, hablábamos del derecho de autodeterminación de los «pueblos (entonces) oprimidos». Pero más allá de eso y sin olvidarlo: ¿es tan desastroso el artículo en cuestión? ¿No es otra muy distinta nuestra situación actual? ¿Tienen otra formulación a mano de algún Estado-nación cercano que sea mucho, incomparablemente mejor en este punto que el nuestro?
Nuestro asunto. Muy brevemente:
¿No hay mayorías parlamentarias para promover una moción de censura en .Cat? ¿La había en tiempos del PSUC, cuando se presentó una moción contra Pujol (nada menos) y en todo su poder y apogeo? ¿Existían «condiciones parlamentarias» para presentarla en «Madrid»? ¿No tenemos críticas con el actual gobierno y sus apoyos? ¿No tenemos un programa alternativo de gobierno?
¿No hay acaso corrupción en las filas, manos, brazos y piernas del gobierno de Junts pel sí y sus numerosas prolongaciones?
¿TV3, como TV1 si se quiere, no es un poderoso medio de inculcación político-cultural al servicio del gobierno catalán y de la cosmovisión que defiende?
¿Este gobierno, el de Junts pel sí, con la participación de ERC y el apoyo parlamentario puntual, no está al servicio de los grandes poderes del país?
¿Respeta este gobierno -con la presencia de ERC y sin ningún desmarque- el mínimo decoro parlamentario?
¿No hay desigualdades crecientes en Cataluña?
¿Los presupuestos de este gobierno de Junts pel sí han sido muy distintos de los presupuestos de los anteriores gobiernos Mas?
¿Aquí el mundo del trabajo y los trabajadores, especialmente las trabajadoras, residen en el mejor de los mundos posibles?
¿Este gobierno no ha atacado con todas sus fuerzas conquistas sociales como la sanidad pública y la educación de calidad?
¿No han metido descaradamente al hablar de la explotación, del robo, de la España, toda ella, contra Cataluña? ¿Algún matiz por parte de ERC, un partido que dice ser izquierda?
¿No han agredido a los sectores más desfavorecidos?
¿No han hecho todo lo posible para dividir Cataluña en dos partes disjuntas, haciendo referencia una y otra vez el derecho a decidir dividir?
¿La lucha contra la violencia de género es una de las prioridades del gobierno de Junts pel sí? ¿De facto, más allá de las palabras?
¿Para quién gobierna este gobierno?¿Para los suyos o para todos?
¿No hay una enorme similitud entre el gobierno PP corrupto y el gobierno de Junts pel sí corrupto?
¿No hay una permanente liquidación de garantías en el debate institucional -también lo mismo que practica el PP- por parte de la presidencia del Parlament de Cataluña?
¿No es un poco indecente los sueldos de algunas de las grandes autoridades del país que cobran casi el doble de lo que cobra el presidente del gobierno español?
¿No colaboró CiU, una parte de Junts pel sí, vestida ahora con otro nombre, con el PP y coincidió en sus políticas austericidas?
¿No hablan de referéndums y democracia y, en cambio, negaron su apoyo al referéndum que sugirió Izquierda Unida sobre el TTIP?
Luego entonces… ¿a qué esperemos? ¿Cuándo presentamos una moción de censura contra el gobierno catalán? ¿No toca? ¿Por qué no toca?
Por lo demás, y para que se me entienda, no estoy abogando en absoluto, como parece que se defiende en ciertos colectivos, por un futuro gobierno ERC-Catalunya en comú (parece que esa fue la idea que sugirió Xavier Domènech en el Congreso de Diputados el pasado miércoles en su intervención). Nada sería más nefasto para las clases trabajadoras catalanas (y las del resto de España) que una reedición, en estas circunstancias, del tripartito (¿con el PSC?) o el bipartito con apoyos parlamentarios exteriores. Podemos ya imaginarnos, no hay que ser muy «mas-astuto» la condición impuesta por ERC: referéndum secesionista dirigido, diseñado y ordenado por ellos, por una fuerza que tiene a gala ser secesionista (sobre todo en .Cat), una fuerza que en ocasiones no tiene ningún escrúpulo en mentir todo lo conveniente y generar, que es lo suyo, cultura y valores antiespañoles. Lo de español en el que no bote, como si se hablara de fascista el que no bote, es aportación suya o de sus alrededores. Si alguien ha visitado el «Memorial dels Immolats» del cementerio de Montjüic en su compañía -yo lo hice en dos ocasiones- sabrá de qué hablo cuando habla del profundo antiespañolismo de ERC. El único himno que dejan cantar es el suyo, «Els segadors» (que, desgraciadamente, tampoco es ya el nuestro). Ninguno más. No toca.
Me despido con unas r ecomendaciones: Jordi Llovet, «Independentisme i tirania», El País -Quadern, 8 de junio de 2017, p. 7 (dejo aparte su elitismo ortegu iano) . También Una conversación entre Joan Botella, Joan Saura y Jordi Mir Garci»a. http://play.cadenaser.com/audio/370RD010000001229071/; Frances Valls, «Patriotas y evasores», El País-Cataluña, 14 de junio de 2017, p. 2, y, sobre todo, dos presentaciones (hablé al principio de ellas):
La primera. Rueda de prensa del Colectivo Juan de Mairena: «El proceso secesionista catalán: los riesgos de las lógicas identitarias». En la rueda de prensa, moderada por Teresa Soler (miembro del Colectivo Juan de Mairena), Victoria Camps (catedrática emérita de Ética de la Universidad Autónoma de Barcelona y vicepresidenta de la Asociación Federalistes d’Esquerres), Carlos Jiménez Villarejo (jurista y ex fiscal Anticorrupción), Félix Ovejero (profesor de Filosofía Política de la Universidad de Barcelona) y Josu Ugarte (ex director de Bakeaz) hablarán de la evolución del proceso soberanista en Cataluña, de las dinámicas que conducen al enfrentamiento institucional y a la ruptura del demos común del que forman parte los ciudadanos catalanes y los del resto de España, además de las fracturas sociales y psicológicas que se producirían dentro de la sociedad catalana y entre la sociedad catalana con la española en su conjunto. Esta rueda de prensa es uno de los actos que el Colectivo Juan de Mairena (grupo de ciudadanos de diferentes lugares de España, con planteamientos y prácticas de izquierda) está organizando en varias ciudades españolas para proponer que el enfrentamiento inducido por el secesionismo no es inevitable y que la apatía y complicidad de buena parte de la izquierda deben reorientarse hacia la defensa del interés común del conjunto de los ciudadanos españoles. Día: miércoles, 21 de junio. Hora: 10:00. Lugar: Colegio de Periodistas • Rambla de Cataluña, 10 • Barcelona. ¡ Están invitados!
La segunda: presentación de El catalanismo, del éxito al éxtasis. III. Impostura, impunidad y desistimiento . El acto tendrá lugar el miércoles, 21 de junio, a las 19.00 horas en el Centro Cívico Pati Llimona. Intervendrán: Martín Alonso, doctor en Ciencia Política y autor del libro. Isabel Fernández, profesora del Departamento de Medios, Comunicación y Cultura de la Universidad Autónoma de Barcelona Luis Roca Jusmet, catedrático de Filosofía de Educación Secundaria. Josu Ugarte, exdirector de Bakeaz. Centro Cívico Pati Llimona. Calle Regomir, 3 • 08002 Barcelona. Miércoles, 21 de junio de 2017, a las 19.00 horas.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.