Cientos de miles de personas se manifiestan en Madrid reclamando al Gobierno que haga una consulta popular sobre sus medidas «antisociales» y el hipotético rescate
Una marea de ciudadanos tomó ayer Madrid para reclamar que el Gobierno someta a una consulta su desmantelamiento del Estado del bienestar. Los convocantes hablan de «movilización trascendental» y la delegación del Gobierno estima en 65.000 los asistentes. Varias personas fueron detenidas por no identificarse. Fuerte despliegue policial para blindar la sede del PP.
Cuatro detenciones en la manifestación del 15S por llevar una pancarta
La céntrica plaza madrileña de Colón, sede de la Cumbre Social en la que desembocan todas las marchas rebosaba de gente que protestaba contra los recortes del Gobierno y pide una «salida más social» de la crisis y la creación de empleo.
Según la Delegación del Gobierno en Madrid, entre las 12.30 y las 13 horas los asistentes a las diferentes manifestaciones ascendían a 65.000. El departamento que dirige Cristina Cifuentes explicó a Público que se produjeron cuatro detenciones en la Plaza de Platerías por parte de la Brigada Provincial de Información por resistencia a la autoridad a la hora de identificarse.
Una parte de los participantes en la marcha intentaron llegar a la sede del PP en la calle de Génova, que se encontraba bloqueada por agentes de Policía. La fuerzas de seguridad cortaron Génova desde Monte Esquinza hasta la plaza de Alonso Martínez, así como todas las calles que rodean el edificio, mientras los manifestantes protestaban airadamente por ese bloqueo con gritos de «queremos pasar», «fuera, fuera», «a por ellos», «dimisión» y «no nos representan». En el cordón de seguridad participaban también policías a caballo y antidisturbios que impidieron el acceso a los manifestantes a la sede del PP para evitar incidentes.
Toxo: «El estado social amenaza con verse arruinado»
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, se dirigieron a los congregados con un discurso en el que ambos hicieron hincapié en la necesidad de un referéndum. El primero en tomar la palabra fue Cándido Méndez quien calificó de «trascendental» la jornada de movilizaciones. Según el líder de UGT, «el Gobierno está haciendo justo lo contrario de lo que dijo que iba a hacer. La excusa es que ignoraban la situación; no sé qué es peor ignorar o mentir».
Para Toxo, los últimos meses de reformas se han caracterizado por una «involución política y social» en toda Europa y tras enumerar los diferentes recortes que se han llevado a cabo añadió que «el estado social amenaza con verse arruinado». Por último, insistió en la necesidad de una consulta popular, porque «tener empleo no es un privilegio» y por que «hay alternativa en la lucha contra el fraude».
La marcha se inició a las 10.30 de la mañana. Cuatro columnas con ciudadanos venidos desde otras comunidades autónomas y seis mareas temáticas identificadas con colores: roja (sindicatos), verde (educación), naranja (servicios sociales y dependencia), blanca (sanidad), negra (servicios públicos en general) y violeta (asociaciones de mujeres) avanzaron hacia la céntrica Plaza de Colón.
Amenizados por canciones como el No nos moverán o La muralla, auténticos himnos de la lucha social, los manifestantes se dieron cita haciendo frente al calor y sosteniendo globos, banderas y pancartas que recogían sus reivindicaciones. ‘Euroviolencia, no’, ‘Sí a la reactivación de las comarcas mineras’, ‘Por una Europa más social y con empleo’ fueron algunas de las pancartas que portaban los manifestantes, entre quienes también había algunos más creativos, que llegaron de casa con ingeniosos carteles criticando los recortes del Gobierno, las reducciones salariales o la reforma laboral.
La Delegación de Gobierno organizó un operativo policial especial de control
Desde la Delegación de Gobierno se organizó un operativo policial especial de seguimiento y control para garantizar la seguridad y la movilidad de la capital. Según explicó Cifuentes, el objetivo del operativo era facilitar el derecho de reunión y que este derecho «se materialice de una manera pacífica para contribuir a que la incidencia (de estas protestas) sobre la vida ciudadana no vaya más allá de lo necesario».
La movilización partió desde edificios emblemáticos de la capital. Así, docentes, padres y alumnos se concentraron ante el Ministerio de Educación donde, ataviados con las camisetas verdes que han simbolizado su defensa de la enseñanza pública, caminaron hacia la madrileña Plaza de Colón.
La marea blanca del personal sanitario, afectado también por los recortes en el sector público y por los ataques a su código deontológico al entrar en vigor un decreto que les impide atender a inmigrantes sin papeles, salió desde la sede del departamento que dirige Ana Mato. De las inmediaciones del Ministerio de Sanidad también nació la marea naranja, compuesta por personas afectadas por los tijeretazos en servicios sociales y la Ley de Dependencia.
Las asociaciones de mujeres, que temen que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, instale una normativa sobre el aborto aún más restrictiva que la antigua ley de supuestos (vigente entre 1985 y 2010), se concentraron en el edificio de la Bolsa.
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, exigieron al presidente del Gobierno antes de su discurso en Colón, que someta sus políticas económicas a referéndum y aseguraron que «tiene la llave» de la que sería la segunda huelga general desde su llegada a La Moncloa.
El coordinador federal de IU, Cayo Lara, aseguró que la manifestación supone una auténtica «censura social» de los españoles a las políticas del presidente, Mariano Rajoy, quien, a su juicio, «no tiene legitimidad» porque éstas no tienen nada que ver con su programa electoral.