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Entrevista a Agustín Moreno, profesor de secundaria y activista por la educación pública

«29-M: Hay que dejar el pesimismo para tiempos mejores»

Fuentes: Nou Treball

¿Qué motivos específicos tiene la Enseñanza Pública para parar el día 29? La huelga general se convoca contra la reforma laboral y en defensa de los servicios públicos. La educación pública (igual que la sanidad) está sometidas a unos brutales recortes que afectan a la inversión, al empleo y a las condiciones de trabajo del […]

¿Qué motivos específicos tiene la Enseñanza Pública para parar el día 29?

La huelga general se convoca contra la reforma laboral y en defensa de los servicios públicos. La educación pública (igual que la sanidad) está sometidas a unos brutales recortes que afectan a la inversión, al empleo y a las condiciones de trabajo del profesorado. La consecuencia de todo ello es el deterioro de su calidad para privatizarla desviando alumnado hacia la enseñanza concertada. La reforma laboral afecta directamente al personal de administración y servicios y a otros profesionales no docentes, que forman parte del servicio público educativo en sentido amplio.

¿Qué busca el Gobierno recortando las plantillas en los centros públicos?

Un primer objetivo es ahorrar gasto, pero van más allá. La reducción de decenas de miles de profesores interinos, absolutamente necesarios para asegurar una educación de calidad, supone deteriorar el servicio público para facilitar el proceso de privatización adelgazando el servicio público educativo. Es evidente que los neoliberales del PP no se plantean un cambio de modelo económico y lo único a lo que aspiran es a buscar un caballo de refresco para que las grandes empresas, para las que gobiernan, sigan obteniendo beneficios entrando a saco en el sector público, una vez hundido el sector del ladrillo. Lo estamos viendo cuando entran grandes constructoras o empresas de seguridad en las escuelas infantiles de la comunidad de Madrid.

¿Las familias del alumnado son conscientes de la necesidad de la jornada de huelga?

Supongo, por lo que les toca como trabajadores y ciudadanos. También como padres y madres de un alumnado al que se le reduce drásticamente sus posibilidades de futuro. Pero no lo sé seguro, aunque constato la alarma y el malestar social existente. A diferencia de las huelgas del profesorado que hemos realizado en Madrid, cuando convocábamos asambleas con las familias para informarles y pedirles su implicación en las movilizaciones, porque es una batalla de toda la comunidad educativa, de cara al 29-Mz no lo haremos en mi instituto. Sí hemos acordado en asamblea dirigirles una carta para explicar los motivos de nuestro paro y anunciarles que no entregaremos nota el 29-Mz. Para la marea verde de Madrid es un mal día por el calendario escolar. En el caso de alumnos con situaciones difíciles seremos cada tutor los que nos dirijamos telefónicamente a las familias para informar e intentar que reacciones a tiempo los alumnos.

Hay docentes, especialmente interinos, que no harán la huelga. ¿Por qué?

Pues no lo sé exactamente, pero harían un análisis muy equivocado de la situación y cometerían un error por miopía laboral e insolidaridad. Conozco a muchos interinos que la van a hacer y es muy probable que en un porcentaje muy parecido al de los funcionarios de carrera. Puede haber casos (y he conocido alguno) de interinos que se han incorporado a los centros gracias a la lucha de todos y que no paraban cuando los demás seguíamos realizando huelgas por todos. Pero esa insolidaridad, si se paran a pensar, va contra ellos mismos al ser un colectivo especialmente machacado por los recortes, la pérdida de empleo y la inseguridad en sus derechos (cobro d vacaciones, antigüedad, orden de las listas, etc.)

Mucha gente cree que los recortes «son necesarios», pero en las escuelas falta calefacción, ordenadores de aula, salas multimedia, material… ¿adónde va el dinero de la Educación Pública?

La educación pública es un bien superior, la que asegura una mayor igualdad de oportunidades. También es uno de los elementos de modernización del país, que, hay que recordar, ya se recogía en la constitución de 1812, ahora que estamos de aniversario. No es un gasto sino una inversión lo que se dedica a ella. Por ello debería de estar fuera de los recortes, más aún cuando es bastante inferior a la media del a OCDE.

En términos macroeconómicos el dinero de los recortes va a reducir el déficit, pagar la deuda y a otros gastos muy discutibles como el militar. Pero analizando las comunidades gobernadas por la derecha se observa una redistribución interna; menos dinero para la educción pública al tiempo que se incrementan los conciertos, y a escandalosas desgravaciones fiscales alas familias que llevan sus hijos a la privada.

¿La Escuela Concertada participará en la huelga?

Espero que sí. EL profesorado está regulado por el Estatuto de los Trabajadores y les afecta la reforma laboral más que a los funcionarios: despido, reducción salarial, precariedad, negociación colectiva arruinada, etc. Otra cosa es que se vean afectados por los mismos temores que el resto de trabajadores del sector privado y por las presiones y amenazas empresariales.

En la educación hay muchos sindicatos de gremio: ¿no sería mejor participar en un sindicato de clase?

Es cierto que hay mucha fragmentación sindical. TY aunque los sindicatos de clase tienen un peso importante, hay sindicatos corporativos e incluso plataformas de interinos, etc. Pero las tradiciones, las desconfianzas y las inercias organizativas son difíciles de superar. La necesaria mayor fuerza en educación para defenderla frente a los ataques, en mi opinión, vendría de la unidad sindical, del compromiso de toda la comunidad educativa (alumnado y familias) y especialmente de una práctica muy participativa desde las asambleas de centro y de zona, que dinamicen el movimiento. Es nuestra experiencia de los últimos meses en Madrid un intenso proceso movilizador con 10 días de huelga, manifestaciones de 70 y100.000 personas y una gran creatividad que ha teñido de verde las calles y los centros educativos.

El profesor contrario a la huelga y a los sindicatos, ¿está confundido por ciertas opiniones mediáticas o convencido de lo que dice, hastiado?

Desde mi experiencia concreta en el instituto, el barrio (Vallecas) y la comunidad de Madrid, los profesores que no han ido a la huelga lo han hecho sin argumentos, por una identificación política e ideológica con los gobiernos de la derecha, aunque tiren piedras contra su tejado. Al principio no han sido muchos, luego han aumentado por dificultades económicas y familiares, estando de acuerdo con la movilización; y no hay caja de resistencia que lo evite: no es lo mismo asegurar patatas y garbanzos para comer que pagar una hipoteca. La mayoría del profesorado, que ha hecho huelga, ha tomado conciencia de la agresión a la escuela pública y del burdo ataque al profesorado. Y el malestar, el cabreo o el cansancio se ha dirigido hacia los responsables de los recortes.

Decir que no se hace huelga por desconfianza hacia los sindicatos es una coartada poco sólida, más allá de las críticas que se merezcan..

¿Los profesionales de Primaria, Secundaria y Universidades Públicas, docentes y administrativos, saldrán juntos a la calle el 29-M?

Estoy seguro. Y preveo que habrá muchísima gente en las manifestaciones de ese día, más allá incluso de la participación en la huelga (que creo que será importante), ya que muchas personas no pueden hacerla (jóvenes, parados, pensionistas…). Ojalá sea un punto de partida para futuras acciones de toda la enseñanza pública. Es una asignatura pendiente, porque las movilizaciones de los últimos meses han tenido mayor importancia según comunidades

Autónomas en unos u otros sectores: secundaria, alumnado, universidad…, sin lograrse unificar las luchas y asegurar igual intensidad en todos los niveles educativos.

¿Qué sociedad se pretende construir mediante la no inversión en Educación?

Todo tiene coherencia, el sistema educativo, el mercado de trabajo y el modelo de sociedad al que nos quieren llevar: excelencia para unos pocos y el resto peones y trabajadores precarios y mal pagados en una sociedad cada vez más dual y polarizada.

Nos vendían que apostábamos por otro modelo de crecimiento, por el I+D+i, por la formación de calidad, que podíamos estar en el grupo de los poderosos (G-20). Pero la crisis, el golpe de estado financiero, son la gran coartada para acabar con nuestros sueños.

Los recortes presupuestarios y la reforma laboral del gobierno apuntan al modelo de un país en vías de desarrollo que basa su competitividad en bajos salarios, un débil Estado de Bienestar, un derecho del trabajo inexistente y un sistema educativo clasista y, por ello, mediocre. Para que las empresas ganen dinero sin modernizarse. Va a ser la reforma laboral de los 6 millones de parados y la única vía del gobierno del PP para su reducción es la emigración : un nuevo exilio laboral que afecta a unos 300.000 jóvenes cualificados desde que empezó la crisis.

Esto explica la ofensiva contra una educación pública de calidad. En la lógica neoliberal, no interesa gastar en formación para empujar después a la generación de jóvenes más brillante y preparada de nuestra historia a que se vayan del país, presentando la emigración como si fuera una fiesta.

¿Tiene algún país modelo, actual o histórico, que demuestre lo contrario?

Es una relación causal la que existe entre inversión educativa y resultados. El informe PISA demuestra que aquellos países que cuidan su educación y evitan el fracaso escolar temprano, tienen mayor éxito escolar y sociedades más cohesionadas. Lo mismo que los que más dedican a investigación son países más desarrollados. O donde predomina la enseñanza pública. El centro y el norte de Europa son ejemplos claros y positivos. No hay color entre Finlandia y España o Chile. Aunque Chile nos da otro ejemplo en la exigencia de una educación pública de calidad: hay que dejar el pesimismo para mejores tiempos. Y eso solo se consigue luchando. La lucha por una educación pública de calidad y por la derogación de la reforma laboral es la misma y la marea verde no puede faltar a la huelga general del 29 de marzo. Para que no les roben el futuro ni a los jóvenes ni al país.

¿Cómo se defiende la educación pública?

La escuela de tod@s y para tod@s se defiende con la lucha y en la calle, pero también de una manera menos espectacular y más estratégica: con la calidad. Ello exige un mayor compromiso de la comunidad educativa. Todo centro educativo debería convertirse en un proyecto de alta calidad, de innovación pedagógica y didáctica; en un modelo de convivencia y participación democrática de toda la comunidad. Con la máxima exigencia en el cumplimiento de programaciones, objetivos, resultados académicos positivos y formación continua, aunque sea por cuenta propia. Con la cooperación entre el profesorado y con las familias, con el intercambio de buenas prácticas y abriendo los centros al exterior. Haciendo de las tutorías un instrumento clave. Desarrollando campañas de escolarización a favor de los centros públicos: ser defensores de lo público también significa ser sus usuarios y dar ejemplo de coherencia personal y de confianza en el sistema. Participando en los órganos colegiados y en equipos directivos competentes, democráticos y comprometidos con lo público y no sumisos con la administración.

Fuente: NOU TREBALL, nº 113. marzo de 2012. http://www.psuc.org/content/view/24/32/