Sergio Ferrari desde Friburgo, Suiza.- «Un viaje a través del mundo», así se autodefine esta trigésimo tercera edición del Festival Internacional de Filmes de Friburgo (FIFF) que se realiza entre el 15 y el 23 de marzo. Con una parada importante en América Latina y el Caribe, de donde llegan una quincena de ficciones y documentales, […]
Sergio Ferrari desde Friburgo, Suiza.- «Un viaje a través del mundo», así se autodefine esta trigésimo tercera edición del Festival Internacional de Filmes de Friburgo (FIFF) que se realiza entre el 15 y el 23 de marzo. Con una parada importante en América Latina y el Caribe, de donde llegan una quincena de ficciones y documentales, de todos los géneros, largos y cortometrajes.
«Percibo un nuevo despertar del cine latinoamericano y caribeño, que, hasta hace poco tiempo, y luego de un enorme apogeo en décadas pasadas, parecía estar sin aliento», subraya Thierry Jobin, director artístico de la muestra.
Thierry Jobin
El FIFF (https://www.fiff.ch), uno de los festivales suizos que más espacio otorga a las producciones del «sur» y el «este», presentará en esta nueva edición 105 filmes, de los cuales el 15 % provienen de América Latina, un 17 % de África, y un 29 % de Asia, especialmente de Afganistán, Bután y Corea del Sur.
Lejos de los clichés de piratas…
El cine del Caribe es un invitado de honor en esta edición, animando la sección «Nuevo Territorio», que ofrece una mirada inédita y diferente de Puerto Rico, República Dominicana y Haití.
Presentando nueve obras de naciones muy cercanas pero que cuentan con recursos desiguales: mínimos en Haití, más importantes en Puerto Rico y muy activos en República Dominicana. En paralelo, será tarea de los realizadores de esta región presentes en Friburgo la de otorgar el Premio Visa Extranjera, al mejor de una selección de seis cortometrajes elaborados por estudiantes de diversas escuelas suizas de cine.
En esta edición, Nuevo Territorio, será «un viaje inédito y sorprendente. Una imagen muy distinta y alejada, tanto de las fantasías recurrentes sobre piratas, como del turismo en blancas playas», enfatiza Jobin.
«Comencé a pensar en este programa hace dos años, cuando en el Festival de Toronto, Canadá, vi Carpinteros», una película dominicana sobre la cárcel de Najayo, con presos reales actuando en los diferentes los roles.
«Me impactó sobremanera y me convenció que es importante permitir ver al público suizo ficciones de esta región cinematográficamente poco conocida», argumenta. Me propuse, insiste el director artístico, tanto en esa muestra caribeña, como en toda la selección «mostrar la otra cara de la luna, esa que, en general, no se ve».
Si de definir el FIFF se trata, la respuesta aparece tan poética como filosófica: «es un festival que ilumina los ángulos muertos, que rebela nuevos talentos, que husmea más allá de catálogos y del mercado, que coloca la historia del cine en un contexto determinado con perspectivas innovadoras», subraya en su diálogo con swisinfo.ch
La impronta latinoamericana
Enigma , del realizador chileno Ignacio Juricic Merillán; Las Niñas Bien (The Good Girls), producción mexicana de Alejandra Márquez Abella y la exitosa Compañeros-La noche de 12 años, del director uruguayo Álvaro Brechner, hacen parte de la selección oficial ficción de la competición internacional.
Son obras de jóvenes, pero destacados realizadores – dos de ellos con una larga relación de amistad con Friburgo- enfatiza Thierry Jobin, que se muestra muy satisfecho con la calidad artística y conceptual de estos filmes.
«Expresan facetas diferentes de una misma realidad continental en movimiento». Sea la repercusión de la crisis económica mexicana en el tren de vida de mujeres blancas, arribistas, casadas con ricos burgueses; o bien la mirada hacia atrás, que narran las películas chilena y uruguaya.
¿Constituye la memoria un elemento distintivo de este nuevo cine latinoamericano? «Sin duda alguna. Compañeros-La noche de 12 años, que narra la experiencia carcelaria en los años 70 de tres opositores políticos contra la dictadura uruguaya, es un ejemplo muy claro de ese trabajo de memoria».
Refleja, además, una temática que adquiere particular actualidad en ese continente, insiste. «Nos surge una gran preocupación», acota, si se observa la situación actual de Brasil, luego de la asunción de un presidente de extrema derecha, que reivindica la dictadura pasada y que asigna un lugar muy importante en su equipo a altos oficiales del ejército en la dirección del Estado… O, si se ven, las nuevas amenazas guerreras e intervencionistas contra diversos países de la región, en particular contra Venezuela.
Poder reactivar la memoria histórica, «liberando la palabra y proyectándola en imágenes, es trascendente», enfatiza Jobin. Lamentablemente, sintetiza, «muchas veces el cine va bien cuando el mundo va mal: crisis económicas, recuerdos de la dictadura, contradicciones sociales crecientes, así lo demuestran».
La cinematografía latinoamericana no solo se limita, en esta 33ra edición, a los filmes en la selección internacional. Seis de los 15 cortometrajes en competición provienen también de ese continente. Cinco son mexicanos. «Una muestra más del gran momento que vive la cinematografía azteca», concluye el director artístico.
Además, El Fútbol o Yo, del argentino Marcos Carnevale y A Place in the Caribbean, producción hondureño-estadounidense de Juan Carlos Fanconi, integran, junto con otras 7 obras, clásicas o inéditas, de diferentes regiones del mundo, la propuesta temática Comedia Romántica de la sección paralela Cine de Género.
*Sergio Ferrari, en colaboración con swissinfo.ch
Fotos: Thierry Jobin y local de la Antigua estación de trenes Friburgo, sede del FIFF , fotos FIFF
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Radiografía de un festival pujante
La edición 33 del Festival Internacional de Filmes de Friburgo (FIFF), reúne 105 películas, provenientes de 58 países.
Se trata de 72 largometrajes y 33 cortometrajes
46 de ese total son presentadas por primera vez fuera de su país de producción. Es decir, son obras primas mundiales, internacionales, europeas o suizas.
Para las presentaciones especiales destinadas a los escolares, que constituye un aspecto esencial de la labor pedagógica del FIFF, se han inscripto cerca de 11 mil alumnos.
Los organizadores piensan mantener o aumentar el número de 44 mil entradas, contabilizadas en la edición 2018.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.