Recomiendo:
0

Jóvenes socializan de forma diferente el marxismo en Cuba

Fuentes: IPS

Trinchera Abierta nació en diciembre de 2017 como un espacio de debate juvenil sobre diversos problemas de las ciencias sociales.

¿Es la revolución una opción voluntaria de las masas o los sujetos son empujados a hacerla? ¿Sigue siendo el marxismo una ciencia idónea para estimular el cambio social? Preguntas así afloraron en un transgresor espacio de debate en la capital cubana.

Se trata de Trinchera Abierta, una iniciativa de un grupo de jóvenes que, desde diciembre de 2017 y posiciones marxistas, facilitan un diálogo plural y sin dogmas sobre problemas actuales de las ciencias sociales.

Pensar el cambio social

La última edición del espacio llevó por título Dialéctica y estructuralismo. Pensar el cambio social y fue efectuada, el 18 de abril, en el estudio-galería de arte corporal La Marca, ubicado en el Centro Histórico de La Habana Vieja.

Durante unas dos horas, los panelistas y el público, en su mayoría jóvenes, compartieron ideas sobre las lecturas y relecturas que se han hecho de las obras del filósofo alemán Karl Marx (1818-1883), quien procuró avanzar en el conocimiento científico de la sociedad y la historia, así como brindar elementos para encauzar la acción política.

El profesor universitario Gabriel Torres se refirió a algunos elementos que caracterizan el estructuralismo, uno de los métodos más utilizados para analizar el lenguaje, la cultura y la sociedad en la segunda mitad del siglo XX.

Asimismo, abundó en sus relaciones y puntos de tensión con el marxismo, mientras significó la importancia de autores como los franceses Michel Foucault (1926-1984) y Louis Althusser (1918-1990).

Señaló que el estructuralismo cuestiona el ideal de construcción de una sociedad mejor, «donde todos seremos felices y con las necesidades cubiertas», así como el sentido del progreso asociado a una dialéctica cuyo resultado final sería la liberación del hombre, porque si bien considera la posibilidad del cambio social, también advierte que no necesariamente tiene que ser mejor.

«El estructuralismo deja claro que si va a haber cambio social en el sentido marxista, existe un ABC que no puede ser violado, debido a que es una ciencia. Además, dicho cambio no es algo que se pueda hacer solo por voluntad o conciencia», enfatizó Torres.

El también profesor universitario Rogney Piedra complementó que «la revolución no es un producto de la espontánea voluntad de las personas, tampoco creo que sea un resultado inevitable o fatal: es un cambio posible y necesario solo en la medida que estén las condiciones para hacerse».

A su juicio, los sujetos tienen la opción de desentenderse de las estructuras que los dominan y proclamarse libres de ellas, al menos en apariencia; o encontrar y conocer sus lógicas internas, y mediante ese conocimiento enfrentarlas hasta quebrarlas.

«¿Qué hizo Marx en El Capital (1867)? Estudió las leyes que esclavizaban a las personas, pero solo así se puede obtener el dominio, el control sobre esas leyes», ejemplificó.

Piedra compartió otra idea: «Una cosa es tomar el poder político y otra, usarlo bien, saber qué hacer con él después. Ese es el gran problema de todas las revoluciones socialistas, una asignatura pendiente, al igual que el tema económico».

La trinchera

Miguel Alejandro Hayes, coordinador del proyecto La Trinchera, explicó a la Redacción IPS Cuba que uno de sus objetivos es propiciar una forma diferente de socializar el marxismo en Cuba.

«Somos jóvenes con inquietudes teóricas. Pretendemos crear un espacio de diálogo de manera informal; construir una conciencia marxista a través de la práctica del diálogo, sin dogmatismos, discriminación, desde la base del respeto», enfatizó.

Refirió que se intenta despertar el interés en temas relacionados con el marxismo, aunque «no se trata de un círculo de estudio ni de alfabetizar a nadie o venderle la teoría».

Opinó que en este país caribeño existe una tradición revolucionaria asociada al marxismo «que debe ser replanteada, pero no destruida».

El joven, que también integra el equipo del sitio digital La Joven Cuba y ha escrito varios artículos sobre el tema en el portal Rebelión, lamentó que para la enseñanza del marxismo todavía en las universidades cubanas se constata un fuerte influjo de los manuales soviéticos.

«En la academia se estudia apenas teoría sociopolítica, economía política y filosofía marxista-leninista. Si revisas las tesis de las facultades de ciencias sociales, resultan escasas las relacionadas con el marxismo o que tengan medianamente un basamento o discursividad marxista», abundó.

Hayes sostuvo que salvo las carreras de Filosofía, Comunicación -que estudia a la Escuela de Frankfurt- y Sociología, el resto de las de Ciencias Sociales siguen sin ir a la fuente original, que es el propio Marx.

A su juicio, la revalorización del marxismo, al menos entre los estudiantes, pasa por disponer en las aulas de profesores motivados que puedan aportar análisis interesantes sobre esta ciencia.

«Mientras el marxismo se vea como una asignatura obligatoria en el plan de estudio, sin atractivos, continuará en decadencia. Nuestra iniciativa es una muestra de ello, que no existiría de haber espacios físicos o institucionales donde debatir estas ideas de manera abierta», concluyó.

Fuente: http://www.ipscuba.net/politica/jovenes-socializan-de-forma-diferente-el-marxismo-en-cuba/