Con él ya son cinco los trabajadores de Metro de Madrid con enfermedades graves como consecuencia de la exposición al amianto. Desde el Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid denuncian que la empresa de transportes no está haciendo las pruebas médicas a todo el personal del suburbano.
La Seguridad Social ha reconocido como enfermedad laboral el cáncer que sufre un maquinista del Metro de Madrid. Con este caso, ya son cinco los trabajadores del suburbano madrileño -dos de ellos ya fallecidos- a los que la Seguridad Social ha reconocido que las enfermedades que padecen se derivan de la exposición que han sufrido a las fibras de amianto.
Según explican desde el Sindicato de Maquinistas de Metro Madrid, este trabajador se había jubilado en 2008, después de haber trabajado en el suburbano durante 40 años. Fue en 2018 cuando comenzaron sus problemas de salud y le detectaron un mesiotelioma, un tipo de tumor que suele comenzar en los pulmones y que, en su caso, era maligno.
«Cuando vino al sindicato le acababan de diagnosticar cáncer, él aún estaba bien y quería luchar, pero esta enfermedad, si tardan en detectarla, va muy rápida, y enseguida se puso muy mal», explica a El Salto Juan Antonio Ortiz, portavoz del Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid, que señala que la empresa de transportes aún no ha reconocido su enfermedad laboral.
«Ya se ha comprobado que en las cabinas del conductor, en distintos materiales, hay amianto, este caso demuestra que también el maquinista está expuesto al amianto, como lo estamos todos, porque está en todas partes», explican a El Salto desde el sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid, que reclama que se realice una vigilancia sanitaria específica para la prevención de las enfermedades derivadas del amianto para todos los trabajadores del metro, aunque estén ya jubilados.
«La vigilancia de la salud Metro de Madrid solo se la está haciendo a personal de mantenimiento que trabaja en puestos de trabajo parecidos a los que tenían los otros cuatro trabajadores con enfermedades laborales reconocidas», denuncia Ortiz. «Llevamos peleando año y medio para que esa vigilancia de la salud se la hagan a toda la empresa, pero Metro de Madrid no lo quiere hacer, no quiere reconocer que estamos expuestos a amianto, y esa es nuestra pelea», continúa. Desde el Sindicato de Maquinistas afirman que llevan varios años intentando movilizar a los trabajadores para que se hagan las pruebas con las que se detecte si sufren alguna de las enfermedades relacionadas con la exposición al amianto. «Pero, cuando se detecta, ya son incurables. Pueden mejorar su calidad de vida, pero, solución, no tiene», lamenta el sindicalista.
Frente a los cinco casos reconocidos por Metro de Madrid, en Barcelona TMB ya ha reconocido enfermedades laborales relacionadas con el amianto a 22 trabajadores, y desde CC OO aumentan hasta cerca de 300 los trabajadores afectados por esta sustancia. «Es que en el metro de Barcelona han hecho un tac a todos los trabajadores, no solo a unos cuantos», apunta Ortiz, que recuerda que desde su sindicato lleva un año y medio convocando paros todos los sábados y festivos por este motivo.
La presencia de amianto en el suburbano madrileño era conocida por Metro de Madrid desde 1991, según determinó la Comisión de Investigación de Amianto llevada a cabo en la Asamblea de Madrid, que apunta que en 2003 ya existía un informe en el que se urgía a retirar el amianto del suburbano, sin que Metro de Madrid procediera a realizar ninguna acción en esta dirección.
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