Cuánto daríamos millones en Latinoamérica y el mundo por haber sido espectadores del prolongado dialogo que sostuvieron en La Habana dos indiscutibles sabios guerrilleros de las ideas, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y el expresidente de Uruguay, a quien en la Patria Grande llamamos cariñosamente Pepe Mujica. El «amigo Pepe», tras […]
Cuánto daríamos millones en Latinoamérica y el mundo por haber sido espectadores del prolongado dialogo que sostuvieron en La Habana dos indiscutibles sabios guerrilleros de las ideas, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y el expresidente de Uruguay, a quien en la Patria Grande llamamos cariñosamente Pepe Mujica.
El «amigo Pepe», tras ser recibido por «Fidel es Fidel», manifestó que la conversación entre ambos se extendió por varias horas, y que hablaron de infinitos temas. Es de imaginarse que lo hicieron de lo humano y de lo divino.
Subrayó que el Comandante en Jefe cubano se acordaba perfectamente de la última vez que habían charlado, y que estuvo «como siempre, centelleante y con las preocupaciones más diversas».
Comentó que Fidel expresó su inquietud por la proliferación del virus del Zika en el mundo, y que está estudiando cuestiones técnicas de la ganadería que pueden dar solución a ese importante renglón alimentario para la población de la mayor de las Antillas.
Por supuesto que no trascendieron detalles del intercambio entre esos dos grandes hombres que son historia, presente y futuro, y que las nuevas generaciones de los pueblos de Nuestra América deben beber de sus ideas y enseñanzas en favor de la integración de la Patria Grande, y Nueva que debemos forjar, como la llamó una colega amiga.
Mujica viajó a la nación caribeña para asistir a II Congreso Internacional «Con todos y para el bien de todos», en ocasión del 163 aniversario del natalicio de otro gigante latinoamericano y combatiente de las ideas, el Héroe Nacional cubano, José Martí, cuyo pensamiento fue guía, y a la vez materializado por «Fidel es Fidel».
Pepe participó en la tradicional Marcha de las Antorchas que cada año miles de habitantes de la isla caribeña, fundamentalmente jóvenes, escenifican desde la escalinata de la Universidad de La Habana, y también en todas las ciudades del país, en vísperas del cumpleaños del Apóstol.
Fue asimismo recibido por el presidente cubano, Raúl Castro, y en el Congreso «Con todos y para el bien de todos» ofreció una Conferencia Magistral, de esas que debemos estudiar eternamente como las alocuciones de Fidel, en la cual invitó a partidos políticos y la intelectualidad internacional a un debate acerca del papel de la cultura en las circunstancias actuales de derroche de recursos y agresiones al ecosistema.
Al respecto, Mujica alertó que la cultura global, con el auge del neoliberalismo como portaestandarte, ha adquirido dimensión y peso, apoyándose en los recursos de la sociedad mediática para masificarla, dentro de la cual estamos atrapados como los insectos en una telaraña.
Durante su estancia en Cuba, el sabio guerrillero de las ideas uruguayo cumplió una agenda impresionante, y expresó frases célebres que ya son parte de la historia como: «Los únicos derrotados son los que bajan los brazos, los que dejan de luchar».
«Fidel es Fidel» y el «amigo Pepe» nunca han dejado ni dejarán de luchar, además de mostrarnos el sendero por donde debemos transitar en beneficio de Nuestra América unida, soberana e independiente.
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