Para nuestros maestros y nuestra tradición federalista El identitarismo catalán, por ejemplo, es un caso donde, en muchas ocasiones, se cree que el tema social sólo se puede solucionar afirmando una identidad nacional. Esto obliga a hacer una parte del viaje con personas que en principio son tus adversarios de clase, con personas con […]
El identitarismo catalán, por ejemplo, es un caso donde, en muchas ocasiones, se cree que el tema social sólo se puede solucionar afirmando una identidad nacional. Esto obliga a hacer una parte del viaje con personas que en principio son tus adversarios de clase, con personas con las que no puedo ni aprobar un proyecto de sanidad pública de acuerdo con una idea ni siquiera laborista. Para mí es el gran error de la CUP. Te estás dejando una izquierda en el resto de España que está en un proceso de crecimiento, estás aislando a un izquierda en Cataluña y estás reforzando la legitimación de una gente que no está por la soberanía. Porque crear un estado en Europa… ¿Qué quieres? ¿Un estado como Grecia? ¿Un estado como Irlanda? ¿Como Dinamarca? Creando un nuevo estado se pretende romper la cadena de dependencia pero acepta la forma del estado. En cambio, se está dejando de lado la búsqueda de crear la soberanía y la posibilidad de agruparse con las otras fuerzas de España para romper la correlación de fuerzas. En lugar de eso, preferimos el marco catalán y todo lo que esté fuera no nos interesa. Con lo que, para hacer mayoría, la tenemos que hacer con la derecha. El proceso bloquea procesos constituyentes de verdad.
Ferran Gallego (2017)
En Santa Coloma, en el barrio de Can Franquesa (donde está pintada en medio de la montaña esa A gigante de anarquía, pero eso no tiene nada que ver), el domingo anterior [6 de diciembre de 1983] las clases subordinadas habían apedreado el coche en que iba el padre, el esposo: Jordi Pujol, presidente de la Generalitat (desde que confesó lo de Andorra, se ha dejado de tratar de Honorable a los presidentes, en tal grado Pujol se ha cargado el prestigio de la institución). El hombre que le lanzó aquella piedra no llevaba gorra (ya quedaba para gente de campo), pero sí un suéter rojo, y así fue como lo identificaron. «El hombre de rojo», le pusieron. A los ricos cuando pasan se les tira piedras, siempre ha sido así. Tuvieron que ser los eternos parias de la tierra apisonada bajo los bloques en que vivían quienes arrojasen la primera piedra, pues entonces nadie era capaz de decir nada. Pero el silencio continuó. Claro que aquellos tipos de Can Franquesa tenían un pretexto: estaban tomándose un quinto tan tranquilamente y la comitiva va y les pasa por encima de los pies, como si no existiesen. ¡Un nuevo atropello! ¡Pues ahora se van a enterar! Entonces, en un arrebato de egolatría Pujol mandó parar y bajó del coche, y abroncó al hombre con una verborrea desquiciada, de loro ricachón enganchado al chocolate de Andorra. Los que nunca decían nada aplaudieron ese gesto de despotismo. Un banquero pisándole el cuello a un trabajador, y aún se dudaba en saber quién tenía razón. Se ha necesitado una crisis monumental, una escabechina, el hundimiento moral y social de toda una manera soportable de vivir, para que se proteste contra lo que significa este tipo de política hecha por banqueros.
Javier Pérez Andújar (2017)
(Abro paréntesis. Para evitar lecturas erróneas o acusaciones y críticas inadecuadas: las marchas para la dignidad son, en mi opinión, una de las mejores iniciativas generadas por el movimiento-obrero ciudadano español en estos últimos años. La primera de ellas está grabada en mi mente para siempre, u no de los días más hermosos , política y personalmente, que he vivido nunca. Como diría el poeta Jorge Riechmann: ¡sentí en mí la belleza de la huelga y la movilización general! Cuando me casé, hace un año y casi dos meses, mi esposa-compañera y yo repartimos entre los invitados y amigos una tarjeta donde se no veía besándonos en la primera de estas marchas. Cierro aquí el paréntesis).
El lodazal de corrupción, corruptores y corruptos se sigue extendiendo: Madrid, Barcelona, Valencia… No hay apenas diferencias en el guión de las tramas . En términos futbolísticos muy usados aquí, en Cataluña: i més, i més, i més, i més… ¡La corrupción y sus anexos continúan » su lucha» … hasta la zafiedad total! ¡Y luego dicen que todos los pueblos tienen los gobiernos y «las clases hegemónicas» que se merecen! ¿Quién, quiénes se merece una cloaca-trama de estas dimensiones? ¿Qué eticidad está debajo de estas prácticas? ¿Qué concepción de la política? ¿Esto es lo que da de sí la cosmovisión neoliberal, la mano invisible, la antropología individualista antisocial , el «libre» mercado, el non olet, el «no hay alternativa», el «enriqueceros» es bueno, el cazar ratones sin importe como, el capitalismo con bridas o sin ellas? Francisco Morente, sin olvidarse de ninguna arista, lo ha expresado así: «A 600 kms de aquí, no van a ser menos. Ahí tenemos al alto cargo del ministerio del Interior que, según parece, emplea su tiempo en sabotear investigaciones judiciales; o al fiscal general aplicando su mejor conocimiento a desmontar el duro trabajo de los suyos en la lucha contra la corrupción. Por no hablar del rescate de autopistas por las que no pasa nadie, la tropelía del Castor o el trapicheo de votos parlamentarios a cambio de miles de millones de euros que sumar a lo que ya de por sí es un privilegio escandaloso y que rompe el discurso de la igualdad entre los españoles que el PP enfrenta a cualquier reivindicación que implique un trato asimétrico a realidades político-territoriales que son objetivamente distintas entre sí. Es así como el partido-macizo-de-la-raza que nos gobierna desde Madrid y el frente nacional que lo hace desde Barcelona atropellan una y otra vez la legalidad, desprecian a los ciudadanos y degradan la democracia, ayudando a crear un ambiente como el que en Europa hace que cada dos meses la extrema derecha esté a punto de darnos un sofoco.»
Sigamos. Mientras la conselleria de Educació de la Generalitat calcula que necesita unos 300 millones para desamiantar colegios e institutos (http://www.elmundo.es/cataluna/2017/05/15/59196815468aebfb158b462e.html), tema que no deberíamos considerar secundario o resuelto, podemos tomar como entrante esta breve reflexión. «Pongamos que hablamos del Palau» podría ser el título. Entrevista a Joan Llinares, ex director general del Palau tras la era Millet y actual representante del Ayuntamiento de Barcelona en el auditorio. http://www.eldiario.es/catalunya/politica/Palau-Convergencia-decision-poitica-juridica_0_643936203.html «Llinares rebate al conseller de Cultura, Santi Vila: «No acusar es una decisión política, no jurídica». Efectivamente, no acusar -lo que hace el Gobierno de la Generalitat en el momento en que escribo- es una decisión política que comparte todo e l gobierno (incluidos los consellers que no son convergentes -ERC- desde luego). No se podrán reclamar ahora los 6,6 millones que presuntamente -ja, ja, ja- Ferrovial abonó al partido nacionalista catalán en comisiones ilegales a cambio de obra pública a través del auditorio.
Podemos seguir también por esto otro: la renta garantizada de ciudadanía se entrega en función del índice de renta de suficiencia (el baremo que mide la pobreza); los sindicatos y otras numerosas organizaciones sociales critican y han criticado, con razón que se impone, que no se actualice su valor desde 2010: se «lucha» contra la pobreza con mediciones de hace unos siete años; el gobierno de la Generalitat -no hay error por mi parte- acepta que no está actualizado y afirma que no lo actualiza… ¡para contener el gasto! Con todo el rostro y la cara dura del mundo. Como han leído, sin cambiar una coma (volveré sobre el tema de la renta garantizada).
De las citas e imágenes iniciales:
La pegatina de la marcha remite al tema de hoy. Hablo de ello más tarde. Las citas: la de Ferran Gallego apunta a uno de los temas principales: se está dejando de lado -el llamado «secesionismo de izquierdas»- la búsqueda de crear la soberanía real (nada fácil por lo demás) y la posibilidad de agruparse con las otras fuerzas de España para romper la actual correlación de fuerzas (además lo sabido y más que importante: entregar a una parte de las clases trabajadoras catalanas a la derecha neoliberal vestida de seda y glamour y de no independencia). La segunda: un excelente recuerdo -que debemos agradecer- de Javier Pérez Andújar. Si tienen tiempo vayan a la hemeroteca y comprueben lo que entonces se dijo sobre el «compañero rojo». Por la derecha y por sectores de izquierda. Yo ya trabajaba entonces en Santa Coloma de Gramenet, muy cerca de Can Franquesa.
Las coordenadas básicas, esenciales, que ahora, más que nunca, conviene no olvidar. Disculpas por la insistencia. Por no repetirme, tomo pie en la reflexión de Gabriel Colomé [1]. Digan lo que digan las fuerzas interesadas estamos aquí:
«Las elecciones del 27 de septiembre se plantearon como un «plebiscito» por parte de los independentistas. El argumento era: es el referéndum que España no ha permitido realizar. Para ello, CDC y ERC formalizaron la coalición Junts pel Si (Juntos por el Sí ) y el lema de campaña será: «El voto de tu vida». La mayoría absoluta en escaños y votos era su objetivo. Pero el 27 por la noche, la coalición obtiene 62 escaños, seis menos que la mayoría absoluta, y el bloque independentista, sumando a la CUP, consigue el 47,8% de los votos, por debajo también de la anhelada mayoría absoluta. La participación fue del 74,95% la más alta desde las primeras elecciones de 1980. (…) El electorado se movió en sus propios espacios. La división de la oferta electoral en dos bloques entre independentista/no independentistas, o entre soberanistas/unionistas, fijó una imagen fija de un bloque secesionista del 47,8% frente al 52,2% favorable a la no independencia. La falacia electoral del plebiscito por parte de Junts pel sí fue un rotundo fracaso al no llegar a la deseada mayoría absoluta ni en escaños ni en porcentaje».
Rotundo fracaso -o fracaso a secas si quieren- que, ahora, un año y medio después, se intenta mostrar como la gran victoria de las tesis secesionistas. Otra estafa político-institucional de largo recorrido. Realmente no tienen justificación democrática ni para «desconexiones astutas» ni para otras aventuras similares. Perdieron pero no lo reconocen (debemos recordar la aceptación del resultado, la derrota, por parte de Baños-CUP la noche del 27S y el 55% aludido, días antes del gran abrazo, por por David Fernàndez-CUP)
Las previas de hoy. La primera; sobre el ciberataque no me resisto a dejar de copiar esta reflexión de Miguel Candel (comunicación personal 17 de Mayo): «Pues ahora resulta que los culpables del ataque son… ¡evidentemente!, los malos de siempre: los coreanos del Norte, que ya que no pueden cruzar el paralelo 38, cruzan las barreras informáticas de medio mundo para demostrar la razón que tienen los campeones de la democracia occidental al acusarlos de todo lo imaginable. Como cabía esperar, los «expertos» que dicen haber detectado el origen norcoreano del ataque son norteamericanos, aunque esta vez incluyen a los rusos de Kaspersky, «no sigui dit»… ¿Para cuándo un monumento a Goebbels en Washington?»
La segunda, sobre el acuerdo en torno a la renta garantiza. Enhorabuena, ha costado mucho. Que se cumpla, que se concrete, que no se interrumpa el trámite parlamentario, que no sea una firma de cara a la galería para desviar la atención, para intentar decir que aquí la corrupción no existe (pero existe y es generalizada entre sectores políticos y empresariales dominantes), que aquí rigen «los asuntos sociales» y que una Cataluña independiente sería «profundamente social». De hecho, mal indicio, la consellera Dolors Bassa ha evitado poner fecha para dar la renta garantizada a todos los trabajadores pobres. Conviene estar atentos.
La tercera. De un señor independentista muy puesto en el sistema, en el régimen catalán, ya que ha sido parte de él durante años: «Ni un solo caso de corrupción en Cataluña ha sido levantado por la prensa catalana. Ni uno. Todos han sido levantados por la prensa española… Cataluña no es un país de leyes, sino un país de personas. Lo importante es conocer a la persona adecuada. Lo mismo se podría decir de Sicilia. Jordi Pujol, siendo presidente de la Generalitat, no pagó los impuestos de sucesiones sobre su casa de Vilassar. Y se trataba de un impuesto que se pagaba a la misma Generalitat, no a España. Él no lo pagó, nadie lo inspeccionó y tras diez años prescribió». Habla un independentista: Alfons López Tena, Atlántica XXII; n.º 50, 2017 [2]). Tiene importancia este no pagar impuestos de la propia Generalitat porque se suelen justificar, con todo el rostro impenetrable, diciendo que ellos han robado a España y que quien roba a una ladrona-explotadora tiene dos mil años de perdón.
La cuarta. La fiscalía Superior de Cataluña ha abierto diligencias de investigación -que yo no hubiera abierto desde luego- por una serie de tuits del jurista y profesor de Derecho de la UPF Héctor López Bofill. Vale la pena recordar algunos de los tuits de este profesor de la UPF: 1.»La fiscalía me llama a declarar por mis opiniones políticas. Un nuevo ataque a la libertad de expresión. España más cerca de Turquía«. 2.»Las diferencias ideológicas se resuelven en un debate público y libre. Utilizar el poder punitivo del Estado es propio de dictaduras«. 3. «Cuando seamos independientes yo me acordaré de los jueces, fiscales y funcionarios varios que ahora contribuyen a extorsionar a Cataluña» (8 de febrero de 2017). 4.»España ha cambiado con la democracia, sí; antes fusilaban presidentes de la Generalitat y ahora sólo los inhabilitan«. 5.»Pronto llegará el día en el cual los independentistas tendremos que tener cuidado con aquello que decimos, como los demócratas en tiempos de Franco«. Si rascamos un poco, eso es lo que piensan muchos activistas y simpatizantes del movimiento secesionista. Esa es su idea de España, no de tal o cual gobierno, no del régimen fascista (en el que muchos catalanes colaboraron como es sabido) sino de España. Para ponerse a temblar. ¡Y es un profesor de Derecho de una universidad pública!
La quinta. Después de una de las comparecencias judiciales, estas fueron las palabras del vicepresidente del Parlamento de Cataluña Lluís Corominas (un CDC, un PDCat de pedra picada) el pasado 12 de mayo: «en referencia a la futura declaración del dirigente de EUiA, ha recordado que «el 12 de junio, el compañero Joan Josep Nuet, que se está portando muy bien, se está portando muy bien…». El propio Nuet no dudó en aplaudir las palabras «CDC-Corominas» con entusiasmo. También Forcadell. Companyon inicialmente no lo hizo, pero luego no dudó en sumarse al reconocimiento del ‘buen comportamiento’ de Nuet. Anna Simó tuvo que taparse la cara con las manos para intentar ocultar la risa (tal y como mostraron las imágenes de TV3). Las palabras fueron cuestionadas incluso por la presentadora (¿sólo presentadora?) de Els Matins, Lídia Heredia, que retransmitía en directo. «Quizás no es necesario el comentario, ¿no?» «El comentario ‘se está portando muy bien’ está un poco de más si lo que se quiere es incluir a los comunes». ¿Nos damos cuenta de lo que significa que Corominas y Forcadell aprueben, como un padre o una madre o un profesor/a, el comportamiento político de un dirigente de la llamada -quin riure, quin riure!- izquierda alternativa en Cataluña? Molt bé, molt bé! decían. En el mismo sentido, Podem abre el debate ¡para decidir si apoya el referéndum unilateral! ¿Hay que debatir esa barbaridad? ¿Hemos enloquecido? ¿Pero los Podem o Podemos no dicen que son federalistas? ¿No habíamos quedado en eso? Pues no: un día sí, el otro ya no.
La sexta. «Contra la ley, no; solo con la ley, tampoco» Un manifiesto de juristas pide a Rajoy y Puigdemont que negocien cuanto antes» (Pere Ríos http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/05/11/catalunya/1494531183_835658.html). Algunas reflexiones del escrito y la información de Ríos: «Esto va de democracia» es una frase que utiliza el independentismo para reclamar el referéndum; también la expresión rimada por un grupo de juristas para encabezar un manifiesto que reclama a Rajoy y Puigdemont que abandonen el frentismo actual y se sienten a negociar una salida para la situación política catalana. Contra la ley, no; solo con la ley tampoco, es el título de la declaración, impulsada por la entidad «Portes obertes del catalanisme» que se leyó ayer en el Colegio de Abogados de Barcelona. En un coloquio moderado por Milagros Pérez Oliva, el catedrático de derecho constitucional Xavier Arbós, el ex vicepresidente del Tribunal Constitucional Eugeni Gay y la ex consejera de Justicia con Artur Mas Pilar Fernández Bozal «reflexionaron sobre conceptos como legitimidad, desobediencia, las costuras de la Constitución y también sobre cómo se ha llegado al momento actual y cómo se puede salir. Los tres coincidieron en que las instituciones catalanas no pueden incumplir la legalidad, el ordenamiento jurídico ni las resoluciones judiciales, pero que tampoco es tolerable que el Gobierno incumpla las sentencias del Constitucional que no son de su agrado». También hubo coincidencia en que «la Carta Magna no es el problema, sino que puede ser la solución para acabar con el bloqueo actual si existe voluntad política entre las partes para sentarse a negociar las leyes que hagan posible salir del atolladero». La imposibilidad actual de negociar no es un argumento para no hacerlo en el futuro, apuntó Arbós. Recordó también que la Constitución Española, a diferencia de otras de países muy cercanos, no tiene cláusulas irreformables. Gay afirmó que el texto está considerado uno de los más avanzados. El problema, añadió, «radica en que unos y otros no la respetan».
La séptima. El ‘Telenotícies Vespre‘ de TV3 afirmó la semana pasada que «los obispos catalanes también se han pronunciado a favor del Pacto por el Referéndum». Sin embargo los eclesiásticos no defendieron explícitamente la celebración de un referéndum soberanista, ni tampoco hicieron ningún tipo de referencia a la independencia de Catalunya o al derecho a decidir. Ellos mismos han emitido un comunicado para afirmar que «conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional, especialmente su lengua propia y su cultura, pidiendo que «se fomente y promueva la cultura del diálogo». Pensamos, añadieron, «que es un momento importante para que los gobernantes y los agentes sociales hagan gestos valientes y generosos en favor del diálogo y la concordia». También que «se promueva realmente todo lo que lleva un crecimiento y un progreso en el conjunto de la sociedad, sobre todo en el campo de la sanidad, la enseñanza, los servicios sociales y las infraestructuras». La (des)información TV3 está llena de añadidos y presupuestos.
Hay más asuntos pero no podemos con todo. Vayamos a la marcha de la dignidad. Un terreno más nuestro.
Como otros años, se habla y vindica, incluso con más concreción, la expulsión de la mafia, de las mafias, y pan, techo, libertad, igualdad. Con un añadido: autodeterminación; no derecho a la autodeterminación, es decir, no derecho a la independencia, sino directamente autodeterminación, independencia.
¿Debemos expulsar del ágora pública a las varias mafias que dirigen el país, aquí y allí? Sin ninguna duda. Sabemos qué significa estar en sus manos.
¿Algo que objetar a la marcha por la dignidad? Todo lo contrario. ¡Vivan las marchas por la dignidad! ¡Vayamos, apoyemos todos! ¡Entre lo mejor que hemos sido capaces de generar en estos últimos años!
¿Y al pan? Nada que objetar, en absoluto, nada de nada. Se entiende muy bien la vindicación. Recuerda consignas muy célebres, muy de nuestras tradiciones, cien años después de 1917: pan, paz, tierra y libertad
¿Y al techo? Necesario, un techo digno y asequible, como el aire que respiramos trece veces por minuto. Imposible para muchas personas, especialmente las más jóvenes, con los precios actuales del «mercado».
¿Y a la libertad, la libertad real de la que tantos y tantos ciudadanos no andamos sobrados y cuya conquista, aunque parcial, tantos esfuerzos costaron? Como Cervantes, bien leído y entendido: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida». Se ha hecho, lo hemos hecho, muchos han aventurado la vida; han pagado caro por ello.
¿Y qué decir de la igualdad en tiempos de desigualdades crecientes, en tiempos de aumento de las rentas del capital, especialmente de las rentistas, y de decrecimiento sin freno de las «rentas salariales»? ¿Qué puede decirse, qué debemos decir en momentos en que muchos estudiantes, por poner un ejemplo entre mil (yo mismo tengo ejemplos entre mis alumnos de ciclos de grado superior), no pueden acceder a carreras universitarias porque no pueden pagar las matrículas de las universidades públicas? La igualdad, innecesario es señalarlo, es un concepto básico de las tradiciones republicanas y socialistas. Igualdad, libertad, fraternidad
¿Y la autodeterminación, la independencia? ¿Qué hace la independencia -seguramente de Cataluña- en un lugar como este? ¿Qué pinta en toda esta lucha, en toda esta movilización? ¿Qué papel juega esta vindicación que separa, que no nos une, en un marco político-cultural tan alejado? ¿Qué tendrá que ver, que tiene que ver el movimiento obrero con la vindicación de la independencia de una de las comunidades más ricas de España? ¿Nosotros, los rebeldes, los indignados, los que apoyamos desde el principio estas marchas por la dignidad, los trabajadores precariados, diciendo lo mismo que Mas, Pujol, la Madre Superiora o lo mismo que exigen Junqueras, Fernández o Gabriel? Romper un demos común, separarnos de nuestros compañeros de Madrid, Sevilla, A Coruña o Bilbao, ¿ese es, ese debe ser un objetivo de la marcha obrera-ciudadana por la dignidad de este próximo 27 de mayo?
¿No nos estamos equivocando y de mucho? Hay tiempo para corregir. Los organizadores deberían reflexionar sobre el tema, deberían revisar los nudos de la movilización. Nunca el movimiento obrero español ha llamado a las gentes a manifestarse por la autodeterminación, por la independencia de Cataluña o de cualquier otra comunidad española. Durante el régimen fascista, cuando pudimos, luchábamos por el derecho de autodeterminación, en momentos de opresión cultural y lingüística de las nacionalidades, circunstancias que nada tienen que ver con la situación actual, y añadíamos a continuación, cosa más que importante, para que todo estuviera claro: nosotros estamos por la República federal, por la III República española.
¿Qué sentido tiene la inclusión de esta consigna en una marcha obrera de mayo de 2017? ¿Existe otro sentido que no sea el de dividirnos? ¿Qué opresión sufren Cataluña o el País Vasco tras el cuponazo? ¿Qué lengua, qué cultura está perseguida actualmente en el país de Espriu o Montserrat Roig?
Francisco Morente (El País, 17 de mayo), reflexionando en general, no específicamente sobre las marchas, lo ha expresado así: «Urge impulsar la práctica de una democracia radical y volver a poner la igualdad social en el centro del debate político. La humanidad se enfrenta a retos de una envergadura enorme: del cambio climático a la vertiginosa transformación social, económica y cultural que implicará la robótica, de las migraciones en masa al constante aumento de la pobreza y la explotación y a una devastadora degradación ecológica. Una izquierda que merezca ese nombre tiene hoy una responsabilidad histórica de primer orden, que no pasa precisamente por las apelaciones emocionales al pueblo, la nostalgia de un mundo que ya no volverá ni la reclusión en identidades nacionales supuestamente amenazadas. Eso, lo vemos a diario, siempre lo ha hecho mejor la derecha populista. En Francia, Holanda o Cataluña».
Yo no lo hubiera dicho mejor. ¿No es eso?
Finalizo con un texto de un gran arabista y gramsciano, Andrés Martínez Lorca. Nos acompaña en las últimas sabatinas. De nuevo, en mi opinión, da en el clavo, en defensa de lo esencial:
Los mismos que mandan apalear a pacíficos manifestantes y que arrinconan a los que protestan contra la corrupción del PP, protegen ahora descaradamente a la extrema derecha venezolana en Madrid permitiendo el cerco y acoso a una legación extranjera y el secuestro de facto de las personas allí reunidas.
Nombremos a algunos de los responsables del encubrimiento y protección de los fascistas venezolanos: en primer lugar, la delegada del gobierno en Madrid, Concepción Dancausa (de clara orientación autoritaria y ahora imputada en la trama de Mercamadrid), y más al fondo, dada su autoridad máxima en este ámbito, el ministro del Interior, el Secretario de Estado de Seguridad (ambos salpicados por su aparente complicidad con Ignacio González, ex dirigente del PP encarcelado por corrupción), la dirección general de la policía y la jefatura del cuerpo de la policía municipal de Madrid (¿por qué se permitió a estos facinerosos el acceso al edificio perteneciente a la embajada y el prolongado corte de circulación en la calle Hermosilla, en pleno barrio de Salamanca?).
Esta canalla venezolana pretende que no conozcamos en España la realidad de su país. Para ello usan las amenazas, la coacción y el asedio al personal diplomático y a los ciudadanos españoles que por lo visto no pueden ser protegidos por «las fuerzas del orden» en la capital del estado.¡Basta de silencio cómplice!
El ejemplo del acoso al gobierno de Chile que culminó con el asesinato del presidente Allende y la instauración de la dictadura de Pinochet no puede ser olvidado. Sus secuaces venezolanos asomaron el hocico con el golpe de 2002 que instaló en el poder durante unas horas al presidente de la patronal, Pedro Carmona.
Mientras PP, PSOE y Ciudadanos apoyan abiertamente a la oposición venezolana y atacan con furia al gobierno legal y legítimo de Venezuela, algunas almas cándidas de nuestra izquierda tienen miedo a tomar posición no sea que al hacerlo reciban la crítica de los partidos del régimen y de los adocenados medios, unánimes en su servilismo al imperio y a la oligarquía criolla.
Un añadido posterior del propio autor: «El programa de subversión y violencia que desarrolla en Venezuela la oposición sigue el plan coordinado con el Comando Sur de Estados Unidos para liquidar el gobierno bolivariano. Aquí se ofrecen algunos detalles al respecto. Mientras, insisto, los medios españoles siguen apoyando la violencia callejera de la oposición, celebrando el reguero de muertes por ellos provocado, y la izquierda (salvo contados casos) mirando para otro lado y silbando para distraerse, demostrando así que ellos no apoyan «la dictadura venezolana» que gobierna legítima y legalmente. Revelado: Comando Sur de EEUU y MUD coordinan golpe contra Maduro – – HispanTV.com«
Recomendaciones: vale la pena para recordar las sesudas opiniones de la «Madre Superiora de la Congregación:» (no aptas para almas sensibles y humanistas) http://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/imbatible-dani-mateo/la-xenofobia-de-ferrusola-no-solo-es-con-extranjeros-tambien-con-espanoles-no-puedo-jugar-son-todos-castellanos_201705095912240b0cf2503a9a1f2bc2.html
Una aproximación más que equilibra a un asunto más que importante: Ricard Esteban Legarreta, «La Seguridad Social y la vía unilateral hacia la independencia en Cataluña» http://agendapublica.elperiodico.com/la-seguridad-social-la-via-unilateral-hacia-la-independencia-cataluna/
Las urgencias no son iguales para todo el mundo. Gerard Piqué es un buen conocedor del tema: http://cronicaglobal.elespanol.com/vida/gerard-pique-vall-hebron-gastroenteritis-trato-vip_73256_102.html
Un magnífico artículo del vicerrector Francisco Morente: «¿Hay alguien ahí?». El País-Cataluña, 17 de mayo de 2017 Hemos hecho referencia a él en esta misma sabatina..
Una llamada urgente que debemos escuchar: «Soldaritat amb els 27 companys (compañeros) de la UAB: Repressió i incomunicació La Sal de la Terra». https://lasaldelaterra.wordpress.com/2017/05/15/repressio-i-incomunicacio/
Sobre El periódico: El diario no saldrá a la calle esta semana, pero sí que lo harán las reivindicaciones de una plantilla de unas 400 personas afectadas por una rebaja de sueldo y bajo la amenaza de un ERO (el Comité informa que el paro tiene un seguimiento del 90%.
Notas:
1) Gabriel Colomé, «PSC»: don’t stop me now!». En Joan Marcet y Lucía Medina (eds), La política del proceso: actores y elecciones (2010-2016). Barcelona, Institut de Ciències Polítiques i Socials, 2017, pp. 63-73.
2) Tomado de Gregorio Morán, «Haciendo el ridículo». http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226612
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