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[Crónicas sabatinas] Contra la Cataluña excluyente, amiga-muy-amiga del 3 (o del 20) %. Por la fraternidad, por la República Federal española

¿Pero hay o no hay adoctrinamiento?

Fuentes: Rebelión

Para Rafael Sánchez Ferlosio, en su 90º aniversario. ¡Y que sean muchos más! Para los (y sobre todo las) que dejaron su piel, su tiempo, su salud, incluso sus vidas en algunos casos, en la lucha contra el franquismo. Cuando el autor, a los veinte años de edad, marchó voluntario a la [primera] guerra mundial, […]

Para Rafael Sánchez Ferlosio, en su 90º aniversario. ¡Y que sean muchos más!

Para los (y sobre todo las) que dejaron su piel, su tiempo, su salud, incluso sus vidas en algunos casos, en la lucha contra el franquismo.

Cuando el autor, a los veinte años de edad, marchó voluntario a la [primera] guerra mundial, participaba de la fe de los ciegos y alucinados millones de seres: la patria había sido atacada y la espada debía resolver una justa, más aún, una santa causa. En la escuela había aprendido que la muerte en el campo de batalla es una muerte heroica, y que no es propio del alemán morirse en la cama… Pero la guerra reveló su verdadera faz. En aquel espantoso tiempo de la noche y la desesperación, comprendió que la muerte no es el sentido de la vida. Que al hombre, en el corto espacio de tiempo de su fugaz existencia terrestre, se le plantean tareas humanas.

Ernst Toller (1935)

La fórmula del «derecho de las naciones» es inadecuada para justificar la posición de los socialistas ante la cuestión nacional, no sólo porque no tiene en cuenta ni la gran variedad de condiciones históricas (lugar y tiempo) que existe en cada caso concreto ni el curso general de la evolución de las condiciones globales, sino porque ignora totalmente la teoría fundamental del socialismo moderno: la teoría de las clases sociales. Cuando hablamos del «derecho de las naciones a la autodeterminación» estamos utilizando el concepto de «nación» como una entidad social y política homogénea. Pero en realidad un concepto como el de nación constituye una de estas categorías de la ideología burguesa que como la «libertad del ciudadano», la «igualdad ante la ley», etc. la teoría marxista ha sometido a una revisión radical, demostrando que tras esa cortina de humo se esconde en todos los casos un contenido histórico bien definido. En una sociedad de clases «la nación» como una entidad sociopolítica homogénea no existe. Lo que sí existe en cada nación son clases com intereses y «derechos» antagónicos.

Rosa Luxemburg (1908)


El tejido de miserias de una sociedad apocada y disciplinada con lo que se da en llamar «sus tradiciones» está retratada de una manera sobria y muy evidente en » La librería» . Ahí figuran los poderes fácticos de toda la vida, que podrán cambiar de opinión pero no de personas. Basta con echarle una ojeada a lo que fue la CiU pujolista y contemplar ahora al recién bautizado PDeCAT, para oler el mismo tufo a naftalina de la clase dirigente, igual da que se enseñoreen del Palau de la Música o por su sinuosa trayectoria de detentadores del poder. Porque el poder es suyo y hacen con él lo que les pete, o lo que les dejen si afecta a sus patrimonios.

Gregorio Morán (2017)

Cierro el jueves por mañana. La Francia del exilio republicano me espera. Es conmovedor, deja sin habla, visitar el cementerio de Septfonds (Sèt-fonts). ¡La República española está allí, como en ningún cementerio español!

En otras circunstancias, la situación de Honduras (¿recordamos el golpe de Estado de 2009 contra Zelaya, durante la presidencia de Obama?) debería ser asunto central de análisis y reflexión en una sabatina como ésta. Pero no se puede hablar de todo y el monotema sigue muy presente. Un apunte: ¿de qué democracia hablan, qué procedimientos democráticos respetan, esos que nos dan lecciones a todos los demás y acusan a Nicolás Maduro, por ejemplo, de ser un dictador que no respeta los resultados electorales? Con palabras del profesor Miguel Candel: «La hipocresía «occidental» tiende al infinito». Con otras no meros certeras de Andrés Martínez Lorca: «¿Dónde está la voz de la ONU, de la UE y de la OEA, ésta siempre en primera línea contra los gobiernos progresistas de América? ¿Por qué callan ahora Rajoy, Merkel, Trump, Macron, Santos, Macri y Peña Nieto, «guías de Occidente y del neoliberalismo»?». Con las de Juan Manuel Karg para finalizar: «El horror después del fraude ha llegado a Honduras, lamentablemente, en forma de Estado de sitio. Y será por diez días más, de acuerdo a la disposición. Juan Orlando Hernández y la derecha regional parecen dispuestos a todo para no perder un país estratégico de Centroamérica».

También este comentario del historiador José Luis Martín Ramos es importante. Hablo de otro asunto esencial:

El Yemen, la «Arabia feliz». En el momento de la independencia Aden quedo controlado por el Frente de Liberación del Sur del Yemen, marxista. Era la época en que el FPLP de George Habache y el FDLPP de Hawatme competían con Al Fatah por el liderazgo en Palestina y por una alternativa árabe no confesional al islamismo político. La estrategia conjunta de Israel, Arabia Saudi y EEUU fue derrotar, aniquilar esa opción, potenciar los Hermanos Musulmanes, Hamas,… De todo aquello apenas queda Hezbolá y lo que sobrevive en Siria. Lo de Jerusalén es extremadamente grave. Es una nueva patada al avispero, que libera la avispa negra del islamismo tafkirista, ahora que parecía en retroceso.

Algunas compañeros, algunos activistas -militantes decíamos unos años atrás- de largo recorrido, sostienen que se juega en las elecciones del 21D con cartas muy marcadas. No por nosotros sino por los  nacionalistas- secesionistas. A un que la situación nos pueda poner o nos ponga de los nervios-nerviosos, la cosa no va de izquierdas versus derechas, de críticos del sistema de explotación-destrucción-y-locura-militarista frente a defensores del mismo sino de pugna (una nueva pugna) entre los secesionistas y los no independentistas. Ese es el guión y no es otro el argumento. Conviene no soñar en este caso, conviene no imaginar lo que no existe.

Me esfuerzo una y otra vez en refutar esa idea-diagnóstico pero no lo consigo. Yo también creo que el 21D va de eso y no de otra cosa. Esa será la lectura dominante y acaso única de los resultados: o por la destrucción del demos común o por la búsqueda de un espacio de convivencia federal. ¿Podemos seguir así durante años y años? No es imposible, tal vez sea probable.

Las citas se explican esta vez por sí mismas (una pequeña nota sobre el «tuit» un poco más adelante). Quería añadir una cuarta pero me ha dado un poco de corte… pero antes, ahora ya no. Tomo pie en una conversación entre José Andrés Rojo (¿nieto de Vicente Rojo?) y Rafael Sánchez Ferlosio [RSF] (El País, 4 de diciembre de 2017, pp. 24-25). Pregunta el primero: «¿Y sigue con la tertulia? ¿De qué han tratado en la última cita?» RSF: «Da un poco de vergüenza…». «¿Y eso?» le comenta Rojo. La respuesta del autor del Alfanhuí (entre paréntesis: lean si tienen ocasión la reseña del libro -que es ciertamente más que una «simple reseña»- de Manuel Sacristán. Apareció en Laye, n.º 24 , 195 4; ahora en Lecturas, Barcelona, Icaria, 1985, pp. 65-86):

Se habla mucho del tema que se ha impuesto, de Cataluña. No entiendo nada. Son unos obsesos, un día dicen una cosa y al otro día, otra. Dicen lo mismo y todo lo contrario. ¡Qué pesados!¡Qué pesados! Nosotros hablamos porque es el tema del día pero poco.

¡La que le va a caer a don Rafael en su 90 aniversario! ¡La que le habrá caído seguramente cuando lean estas líneas! ¡Qué pesados y apelando al principio de no contradicción!

Dos apuntes para abrirles el apetito:

1º: Un dato que dice mucho de nuestra situación económica y del que solemos olvidarnos: de las 7.255 personas que se registraron en las oficinas públicas de empleo a lo largo del mes de noviembre, casi 7.000 -6.969 exactamente- eran mujeres. ¡El 96%! Datos globales: 3.474.281 trabajadores desempleados registrados; 1.465.663 son hombres, 2.008.618 son mujeres: ¡un 37% más! La pobreza tiene más rasgos de mujer

2º. Los que sostienen que el «sistema judicial español» es un ámbito o un aparato del Estado donde el gobierno, sin más consideraciones ni matices, hace lo que le viene en gana, deberían explicar con detalle y de forma comprensible el interés político que tiene para el PP la resolución del juez del TS del pasado lunes 4 de diciembre (incluida la anulación de la búsqueda del martes por la mañana). ¿Hay alguna duda de que, en términos estrictamente políticos, la situación judicial favorece electoralmente hasta el momento a las fuerzas secesionistas? ¿No se les está haciendo la campaña? ¿Qué hubieran podido decir de sustantivo si hubiera sido otra la resolución del juez del TS? ¿El victivismo renovado no es el «estado natural» y «motor del movimiento» del secesionismo .Cat?

Como estamos en fiestas: una buena noticia y por un regalo.

La buena noticia: el ayuntamiento de Barcelona rompe (poco a poco, parcialmente, no de golpe, no totalmente) con el software de Microsoft. ¡Bien! Un objetivo que el municipio se ha trazado para el futuro: prescindir de Windows y usar un sistema operativo Linux como Ubuntu. No es tan difícil. ¿Por qué no diez años antes por ejemplo? Hace mucho tiempo se consiguió, sin apenas medios y con mucha voluntad, en un instituto de enseñanza media de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), el Puig Castellar. Hay muchos más casos.

El regalo: me lo paso un amigo del alma, uno de los rojos más entrañables que he conocido nunca, Javier Aguilera. Es un documental sobre John Berger -uno de sus maestros- titulado «John Berger = El Arte de Ver» en https://www.youtube.com/watch?v=OFY8aq-Ovsk

Dos notas complementarias más antes del tema de hoy.

Un comentario sobre la sentencia del pasado lunes, 4 de diciembre, de Antonio-Francisco Ordoñez Rivero, miembro de ASEC/ASIC, un jurista que se lee las sentencias y que no habla por hablar y sin conocimiento de causa:

Por curiosidad y a la vista del tremendo contenido del Auto del TS dictado hoy, 4 de diciembre de 2017, donde se constata que los autores de los presuntos delitos, entre otros, de rebelión y/o sedición pretendía alcanzar su objetivo a toda costa; es decir, de forma totalitaria y con utilización finalista de la ciudadanía al mismo objeto, he revisado lo que decía el catedrático de Derecho Penal, Joan J. Queralt, en su manual con el que estudié (aunque es del curso 1987-1988, parece que hay cosas que nunca cambian):

Rebelión, delitos contra las formas de Gobierno

«Los delitos que vamos a analizar en este capítulo se caracterizan porque constituyen conductas que pretenden destruir el sistema político-jurídico vigente (S. 23-4-1983: 23-F). Por ello, en todos los códigos y en todos los tiempos han figurado una serie de disposiciones por las que se pretende asegurar la pervivencia del sistema imperante en un momento determinado. De hecho, para la comunidad política suponen el ataque más grave que puedan sufrir, dado que si los delitos se consuman no podrán ser castigados, los delincuentes, pasarán a ser los señores del nuevo orden«.

«Declarar la independencia de una parte de la nación supone un acto de secesión; en la medida en que se consagra la unidad de España (art. 2 CE), cualquier procedimiento de esta índole está absolutamente proscrito; sólo una previa modificación constitucional, en los términos del art. 168 CE, permitiría la posibilidad legal de dicha declaración. Con el texto constitucional actual, incluso la declaración no coactiva efectuada por el Gobierno central sería constitutiva de este delito».

«Tipo negativo. Los rebeldes que se alzan contra un sistema democrático -otras hipótesis no tienen base en nuestro ordenamiento- suelen acudir a dos grandes grupos de justificaciones: la legítima defensa y el cumplimiento del deber. La primera decae por no existir ni agresión ni ser posible la legítima defensa de intereses o derechos abstractos (MIR). En cuanto al cumplimiento de un deber es fácil señalar que el deber de rebelarse no existe; más bien está prescrito el contrario: sujetamiento a la Constitución y al resto de un ordenamiento jurídico (art. 9.1 CE). Acudir a expedientes como el honor es algo que no tiene cabida lógica en un sistema democrático; y existe un consenso más que suficiente para asegurar que el vigente en España lo es. Por lo tanto, la rebelión carece de causas específicas de justificación«. [Las cursivas son suyas (de Joan J. Queralt) / el subrayado y la negrita es mía]

Pareciera que al contertulio afín al denominado «procés» no le es ajena la gravedad de los actos que, indirectamente, viene apoyando; con lo que cabe concluir que, tampoco, a sus autores materiales, con los que venía y viene manteniendo estrecho contacto.

De todo lo anterior y a la luz, inmensa luz, que se deriva del auto referenciado dictado el día de hoy [4 de diciembre], la prisión provisional, comunicada y sin fianza, confirmada para ciertos encausados como consecuencia del denominado procés, me parece CORRECTA.

El segundo asunto, el debate del pasado domingo en «Salvados» entre Arrimadas y Rovira. Lo «mejor» en mi opinión: cuando Marta Rovira dijo, con todo el rostro del que ella es capaz, «yo también estoy harta del procés». O también cuando afirmó sin mover un músculo: «No podemos entendernos».

Ni Arrimadas ni Rovira supieron las cifras de los parados de Cataluña pero, sin disculpar a ninguna de ellas, una es dirigente de una fuerza neoliberal (poco se puede esperar de ella en este tema) y la otra, se supone, forma parte, es dirigente, de un partido que se dice de izquierdas y republicano: ERC.

El comentario de un amigo:

Es verdad que lo que más les duele a los independentistas es Ciudadanos, pero no porque sean de derechas, también lo es declaradamente el PDCat y callan y otorgan. A Ciudadanos lo odian más que al PP no por sus posiciones políticas sino porque no quieren admitir que C’s nació en Cataluña y es un partido tan catalán como ERC, aunque no sea «pata negra». La Vanguardia, por ejemplo, no puede ver a Albert Rivera ni en pintura, no digamos su ideólogo, Juliana, siempre tan maquiavélico.

Para un análisis más detallado del debate: Manuel Cruz, filósofo de guardia, «Faltones de piel fina». El enlace: https://blogs.elconfidencial.com/espana/filosofo-de-guardia/2017-12-05/independencia-cataluna-marta-rovira-faltones-piel-fina_1488649/

Vayamos al tema de hoy, tras este largo preámbulo: ¿hay o no hay adoctrinamiento?

Buscando puntos de consenso. Acordaremos que influir no es adoctrinar (en caso contrario, todos adoctrinaríamos) y que propagar con honestidad en el ágora pública (no publicitar, Manuel Sacristán nos enseñó la diferencia) nuestras ideas y sugerencias (revisables todas ellas, incluso algunos de nuestros principios asentados) tampoco es adoctrinar. El asunto, la discusión de estos días pasados, salvo error por mi parte, se centra en las prácticas reales que se ejercen en las (o en algunas) instituciones educativas, especialmente cuando hablamos de niños y de adolescentes.

Por otra parte, cuando alguien como Rosa Cullell («Salvemos Barcelona», El País, Cataluña, 6.12.2016, p. 2) cuenta cosas como la que les copio a continuación, se puede pensar razonablemente, sin anteojeras de un signo u otro (y sin generalizaciones apresuradas), que el adoctrinamiento (etnicista-cultural-lingüístico) tiene su campo de acción e intervención en la política catalana (y no desde hace cuatro meses o cinco años, desde muy atrás). Lo que cuenta la periodista en las primeras líneas de su artículo

El expresidente autoexiliado en Bélgica piensa que tampoco debemos ser europeístas. Ni esta España ni esta Europa -dicen- son las nuestras, y, ya puestos, ni «estas» personas. Una joven airada me espeto hace unos días en las redes que si pensaba «así» -si no era independentista, claro- debía pasar a llamarme Rosa López. No me merezco, al parecer, tantas y catalanas «elles».

No he añadido nada. ¿Qué hace que una persona joven, según Cullell, crítica en mil asuntos probablemente, pueda pensar-razonar en esos términos, tal vez de «forma natural», lo que se sale sin más?

Prosigo. Si pienso en el tuit con el que he abierto esta sabatina, casi mejor me callo y no digo nada más. ¡Cualquiera se atreve! Estos UDR, estos comités o lo que sean de defensa de la República, catalana of course (¡los otros, los que no son como nosotros, fuera de ella!), deben ser tremendos, muy cañeros. «¡Poca broma!» solemos decir aquí. Hablan de nombre, apellidos, domicilio, pareja, ¿hijos también?, profesión, partidos políticos. Son, como ven, la mar de amables, muy salados ellos. Dicen que darán nuevas instrucciones y suelen afirmar que van de demócratas, que los otros son o somos unas fachas -españoles o españolistas, depende del momento- de mierda: ¡a por ellos, a por los federalistas reaccionarios, carlistoides y putrefactos! ¡Pues cualquiera dice algo y más sobre estos temas!

Así, pues, como si no dijera nada, el silencio se impone. Nos lo ordenan. ¡Ellos mandan en su plaza-país-nación! Los demás estamos a su servicio, no existimos como ciudadanos. Tomen lo que viene a continuación (medio en silencio, en la penumbra) como una colección (desordenada) de apuntes. Saquen ustedes, si les parece y apetece, sus propias conclusiones.

Posibles puntos de acuerdo, sumados a los que antes he señalado:

De que Arrimadas -o quien sea- diga que hay adoctrinamiento, no se infiere que lo haya… o que no lo haya. Por la misma razón, que Joan Mena, un diputado de Unidos Podemos, afirme que no existe tal cosa y salga en singular (y aplaudida… no por mí) defensa de «la escuela catalana» (cómo si solo hubiera una escuela catalana homogénea, y esa «supuesta escuela catalana» fuera distinta de la del resto de España), no se infiere tampoco que lo haya o que no lo haya (o que haya una sola escuela, como decía, y sea esta magnífica, regular u horrible).

No funcionan así los buenos argumentos, los que deben interesarnos. Hay que sopesar y contrastar las informaciones, los razonamientos usados, las perspectivas de análisis y ver en qué sentido se usan determinadas palabras… y qué es lo que está detrás de algunas afirmaciones (también el tono que se usa, importante aquí) sobre, por ejemplo, lo que llaman «inmersión lingüística», incorrecta expresión porque no es voluntaria y porque más o menos la mitad de las familias catalanas no sufren ninguna inmersión: sus hijos, el caso del mío por ejemplo, reciben enseñanza en la escuela en el mismo idioma que se habla en casa, el catalán. No ocurre así en el resto de casos, lo quieran o no. Ninguna familia se atreve a lanzarse sola al ruedo de la protesta.

Avancemos un poco más.

Si por adoctrinamiento se entienden: tienes que pensar A y B y en el próximo examen tienes que decir exactamente A y B, sin cambiar ni una coma, y si no te suspendemos y te expulsamos además del centro, entonces no hay adoctrinamiento. Punto y final. Pero, ¿alguien en su sano juicio político argumentativo entiende así -o en términos similares- esta categoría?

En cambio, si por adoctrinar entendemos (lo tomo del diccionario de la RAE) «instruir a alguien en el conocimiento o enseñanzas de una doctrina, inculcarle determinadas ideas o creencias», entonces la respuesta no es tan sencilla ni tan inmediata. Y, en mi opinión, no es negativa.

Paso a paso, intentando ponernos de acuerdo en lo que sea posible para ver donde se ubican nuestras diferencias si existen.

Es evidente que muchas familias, la gran mayoría, adoctrinan en el sentido señalado, de inculcación -prudente, razonable, añado yo- de determinados ideas o preocupaciones. Por ejemplo. No me duelen prendas en afirmar que yo, con mayor o menor fortuna, he intentado inculcar a mi hijo la importancia cívica de la justicia, la equidad, el compromiso social, la fraternidad, la honradez, la solidaridad, del pensar en los demás y en los más desfavorecidos especialmente, también en el amor desinteresado al saber y al goce del arte, particularmente de la ópera y la poesía. ¿También ustedes? No creo que hayamos obrado mal.

No se me ha ocurrido, eso sí, inculcarle el amor a España, ni incluso a la España republicana (que bien mirado no hubiera sido ningún disparate, ¡errar, el mío, es humano!). Pues bien, no creo insultar a nadie si afirmo que muchas familias, conozco algunas de ellas, inculcan a sus hijos, desde muy pequeños, determinadas ideas o creencias sobre Cataluña (y también sobre España). Incluso, perdonen la broma, sobre el Barça que es más que un club. No digo que siempre esté mal; digo que se hace. En la construcción y extensión de la cosmovisión secesionista, esta «inculcación ideológica nacional» desde muy pequeños, según sus propias concepciones, es muy importante (Se dirá: también hacen algo parecido muchas familias en otras comunidades hablándoles de España. Hay matices aquí pero vale, de acuerdo).

Igualmente, el papel jugado por determinados medios de comunicación, TV3 destacadamente por su influencia, es más que evidente. Adoctrinan permanentemente como han hecho, añado por si fuera necesario sin serlo, la televisión de Aguirre o la valenciana en tiempos de Camps o Zaplana. Ayudan, desde su perspectiva, a «fer país» como decía el molt ex honorable, el gran defraudador y manipulador, el principal falsario del Principado. En el lenguaje usado, incluso cuando dan el tiempo, por no hablar de sus informaciones sobre la política catalana o sobre lo que entienden por «cultura catalana» (la sardana, por ejemplo, es parte de esa cultura, pero no lo son la jota o el flamenco. Lluís Llach es «nuestro», suyo quiero decir, Miguel Poveda no lo es), los ejemplos se multiplican. No creo que nadie pueda negarlo aunque pueda parecerla bien o un instrumento de defensa frente al adoctrinamiento de otros canales televisivos (TV1 o Antena3 se suele decir) que, desde su punto de vista, obrarían en sentido contrario. En síntesis: sin ceguera, TV3 y otros medios adoctrinan. A algunos les parece bien; a otros, a mí por ejemplo, no nos lo parece.

En cuanto a la escuela, institutos incluidos, y dejando aparte ahora la universidad -que, desde luego, también ha hecho lo suyo, lo mismo que el cuerpo del profesorado; mil campanas y mil ejemplos suenan en nuestros corazones recordando, por ejemplo, aquel «gran congreso científico» de «España contra Cataluña (1714-2014)», con la conferencia inaugural impartida por Josep Fontana-, en las escuelas e institutos, decía, es evidente que se adoctrina en algunos casos.

Se adoctrina en las escuelas del Opus, segreguen o no por sexo, y en otras escuelas religiosas, las de los jesuitas no excluidos.

Lo mismo que sucede -con otros procedimientos- en escuelas de élite no concertadas como Aula (donde estudiaron el Astut Mas y sus hijos).

En general, aquí, en Cataluña y en el conjunto de España, hay adoctrinamiento en asignaturas como «Economía e Iniciativa Emprendedora», una apología indocumentada del neoliberalismo que se imparte en todos los ciclos formativos de grado medio o grado superior. ¿No es eso adoctrinamiento regulado por ley? Otra cosa es que algunos profesores/as, usando adecuadamente su libertad de cátedra, se nieguen a impartir doctrina neoliberal, acrítica donde las haya.

¿Qué ocurre no en la escola catalana, expresión incomprensible, sino en la escuela pública en Cataluña, en general y, específicamente, cuando se imparte asignaturas como historia, geografía o economía, o incluso en otras menos sociales? Pues creo, intento ser ecuánime pero sin apuntalar ninguna defensa corporativa, que muchos profesores y profesoras -un «muchos» a determinar, en ningún caso digo todos-, en los últimos años especialmente y más en algunas comarcas del interior de Cataluña pero no sólo ahí, por convicción, no digo que sea por mandato de la consejería de Educación, han adoctrinado -han inculcado determinadas ideas- a sus alumnos y lo han hecho con sus comentarios, sus ejercicios, con sus más que discutibles explicaciones históricas, con sus informaciones, con sus consejos, con su decir en reuniones con padre, madres y tutores, con sus bromas sobre España, incluso con actividades -en menor número de casos- consistentes en cantar coralmente «In-de-pen-dèn-cia» o en pintar la palabra en pancartas. Por no hablar de algo sorprendente que han manifestado algunos profesores e incluso algunos padres o madres: en los patios de escuelas e institutos debería hablarse únicamente en catalán, porque es el único idioma «vehicular» -¡menuda palabreja!- y mientras se está en el espacio público de la escuela o el instituto esa debería ser la única lengua usada por el alumnado. Eso sí, en casa, o fuera del la escuela, si quieren, pueden hablar en castellano si les apetece (La situación, bien pensada, es una inversión de algo que vivimos hace años en .Cat, y en otras comunidades, pero no soy más concreto para no molestar a nadie).

Sea como fuere, la transmisión del «ideario» secesionista puede ser y es de hecho más sutil en ocasiones. Por ejemplo. En la agenda que se repartió en el curso 2013-2014 en todos los institutos de Santa Coloma de Gramenet (una población obrera pegada a Barcelona por el Besòs) a unos -calculo mal- 3.000 alumnos y familias, se daba una explicación sobre los sucesos de 1714 que rozaba el disparate histórico o la ambigüedad como algunos dicen ahora. Pueden comprobarlo; quedan ejemplares; yo tengo uno en casa.

Hay muchos más ejemplos de esto último, de estas estrategias más sutiles. El Barça y sus alrededores con un mecanismo (casi) perfecto si pensamos en muchos jóvenes trabajadores de los cinturones de la Rosa de Fuego.

Me quedo aquí. Vuelvo otro día sobre el tema.

Recojo ahora opiniones de compañeros que conocen el tema desde dentro, mucho mejor que yo, y que me han dado su opinión estos últimos días. Son apuntes desordenados pero interesantes en mi opinión.

La primera opinión (no doy sus nombres, recuerden el tuit inicial, pero a ellos no les hubiera importado, es una decisión mía):

El adoctrinamiento separatista se ha producido en varios frentes: 1. El contenido de las asignaturas, mintiendo y deformando la historia, la geografía, economía, etc. lo que es bien visible en los libros de textos. 2. A través de los continuos mensajes desde la administración vía inspección con el fin de erradicar el castellano de las aulas y de los patios. Mensajes como «respirar en catalán», «jugar en catalán», etc. estaban destinados a que los alumnos, en clase y el patio, en extraescolares y en los pasillos, dejasen de usar el castellano. Los que hemos trabajado en institutos y escuelas así lo hemos visto. Yo soy testigo de conversaciones de nacionalistas que aspiraban a que en el futuro sólo se hablase catalán en la arcadia catalana. 3. Igual de grave eran, y son, las instrucciones de cada año de inicio de curso. En ellas se prohibía textualmente usar material didáctico que no fuese en catalán. En teoría no se podía usar una fotocopia de un diario en castellano, o material que no fuese catalán. Igualmente las clases se tenía que impartir en la lengua «vehicular», vocablo inventado para eludir lo que quería decir: UNICA, pero de modo disimulado y, por tanto, que no fuese denunciado. Lo mismo ha pasado en los mal llamados «treballs de recerca» (…), trabajos de todo tipo, etc. Por supuesto desde hace muchas décadas, la lengua «vehicular» (otra vez la maldita palabra») de relación oficial del centro con familias y alumnos, por correo, web, etc. solo ha sido y es el catalán. 4. Todo ello se hizo, como habéis señalado todos, con la complicidad de los sindicatos mal llamados de clase, infestados del nacionalismo. 5. Todo ello también se ha aplicado con mayor o menor intensidad dependiendo de la infestación, y de la consiguiente pérdida del sentido común, del claustro, la dirección, los departamentos, etc. así como de la situación laboral de cada profe… el pobre interino pasa por el aro y yo no, claro. 6. Ha sido la lluvia fina, la sutil presión del día a día que ha llevado al espectáculo de que profesores castellano parlantes en los claustros, en la sala de profes, y en las aulas (por supuesto), hayan renunciado a su idioma y solo hablen catalán aunque lo destrocen. En medio de la sonrisa satisfactoria de los separatistas, claro. Han vencido hace años, por desgracia. ¿Cómo revertirlo? ¿Es posible?»

2. Un detalle de otro compañero sobre algunas explicaciones históricas.

Por lo que hace a la historiografía, no solo habría que ir a desmontar los mitos más conocidos (1714), sino los menos escandalosos que, burla, burlando, hacen tanta o más pupa. Por ejemplo, matrimonio de Ramón Berenguer IV y Petronila, interpretado como unión de Aragón y Cataluña, cuando lo que se unió con Aragón fue sólo el Condado de Barcelona. Aceptar esa realidad, implica aceptar también que Cataluña NO FUE NUNCA un ente político. Prueba de ello es que tampoco existió nunca un título soberano ligado a Cataluña.

3. Un comentario de método, análisis y perspectiva:

a Lo ideal es hacer un repaso a los libros de Ciencias Sociales (desde Primaria hasta Secundaria) y de Historia en Bachillerato. Por experiencia propia, seguramente encontraríamos que domina una línea historiográfica (por llamarlo de alguna manera) «romántica», pero es necesario documentarlo (incluso con fotos, si puedes). Después se trata de desmontar estos mitos que encuentres, partiendo de la formulación que haya en los mismos libros. La idea será demostrar que, como en el caso de la asignatura de «Economía e iniciativa emprendedora», se están usando unos dogmas que están del todo superados por la historiografía más o menos rigurosa, y que estos mitos sirven a una ideología en concreto: la nacional-secesionista.

b) Por lo que respecta a la inmersión lingüística: -atacaría el presupuesto de que existe un consenso social indudable al respecto: ¿acaso se ha preguntado a los ciudadanos de Cataluña, desde la Generalitat, qué modelo lingüístico quieren en la escuela? A lo mejor hay sorpresas, como apuntan algunas encuestas no oficiales, y muchos ciudadanos optan por un modelo bilingüe o incluso trilingüe. -pondría en duda el mantra de que el catalán es una lengua en peligro de extinción. Y, más aún, aún en el caso de que estuviera realmente en peligro de extinción, ¿eso justifica que los ciudadanos, aún siendo mayoritariamente castellanohablantes, debamos escolarizarnos «a las bravas» en catalán? – la compararía con otros modelos europeos (en regiones plurilingües). – argumentaría por qué no cumple los derechos básicos, en materia lingüística, de la Unesco.

c) Ya lo ha apuntado otro compañero, la cohesión social no pasa por aprender una única lengua (cuando hay, como mínimo, dos mayoritarias), sino que pasa por el respeto a la constitución vigente, a la convivencia, etc.

4. Sobre el adoctrinamiento, de otro amigo que es buen conocedor del tema, lo ha vivido y lo vive directamente:

Yo creo que los argumentos a favor son: 1) Libros de Historia: Cataluña contra España. Distorsión en la interpretación de los hechos. 2) Imposición del catalán como lengua única. 3) Figura coordinadora LIC , que tiene que garantizar lo anterior, partiendo del disparate de que la cohesión social del inmigrante pasa por aprender catalán. Esto hasta la última etapa que estamos viviendo, en la que la mayoría de los equipos directivos y algunos profesores adoctrinan directamente a partir del secesionismo.

5. Desde la propia experiencia, desde la dirección de un Instituto de secundaria en Barcelona:

Yo puedo dar tres datos: 1) Cuando fui director me prohibieron hablar en castellano cuando representaba mi función y hacer circular cualquier documento interno en castellano. 2) Una vez una profesora me llamó «amablemente» la atención por hablar con un alumno sudamericano en castellano. 3) En el instituto en que trabaja mi mujer la inspectora llamó la atención al equipo directivo porque los alumnos hablaban castellano en el patio a la hora del recreo.

6. También desde la experiencia de un profesor de prácticas:

¡Qué razón tienes! Yo estando de prácticas de profesor de secundaria, tuve que soportar que el jefe de Departamento de Ciencias Sociales (un nacionalista de tomo y lomo) me recomendara que hablara siempre en catalán (¡en el propio Departamento, ni os cuento ya en el aula!) porque si no lo hacía, me iba a sentir un bicho raro en la mayoría de Departamentos de Cataluña. Un consejo de nacionalista amigable.

Y otro comentario que escuché, de una profesora «cupaire», fue quejarse de que los alumnos hablasen en catalán en el patio: «¡Incluso los catalanohablantes!», exclamaba indignada. La joven profesora parecía no tener claro que estábamos en un pueblo del Baix Llobregat en el que la mayoría es castellanohablante. Pero claro, ella venía de la Cataluña carlista…

7. Una observación:

A la espera, pues, de ver cómo organizamos todo este asunto del guix «en primaria y en secundaria», y lo denunciamos urbi et orbi, se me ocurre que deberíamos ir haciendo «baúl de los recuerdos», además de contactar con «lobos solitarios» (o mejor «perros apaleados», dicho sea con respeto) como el inspector de educación de Barcelona apellidado Cantallops, que es el único (¡ de entre 37!) que declara públicamente que en la escola catalana hay adoctrinamiento nacional-catalanista.

8. Les recuerdo el artículo «Adoctrinar» de Francesc de Carreras (https://elpais.com/elpais/2017/11/28/opinion/1511893262_366550.html). No descalifiquemos ni aceptemos de entrada. No hace falta estar de acuerdo con todos sus argumentos; leamos con calma y sin prejuicios y sin descalificaciones políticas. Un fragmento:

[…] les invito a leer con detenimiento el documento denominado «La estrategia de recatalanización», publicado íntegramente por «El Periódico de Cataluña» con fecha 28 de octubre de 1990, hace 27 años… Se trata del programa básico para la «construcción nacional» de Cataluña, sin duda auténtico, visto desde hoy, pues todo lo que en él se dice se ha ido cumpliendo (…) . Pero el documento mencionado puede aportar pruebas fehacientes de las intenciones de los sucesivos gobiernos nacionalistas sobre diversos ámbitos ordenados en epígrafes: pensamiento (¿?), enseñanza, universidad e investigación, medios de comunicación, entidades culturales y de ocio, mundo empresarial, proyección exterior, infraestructuras y Administración. En cada uno de estos apartados, se establecen primero los objetivos y después las actividades fundamentales para alcanzarlos. Imposible resumir las propuestas en el ámbito de la enseñanza solo aportaremos unas píldoras. El objetivo general es «impulsar el sentimiento nacional catalán de los profesores, padres y estudiantes». Y, entre otras, se establecen las siguientes actividades fundamentales: «Catalanización de los programas de enseñanza. Análisis previo y aprobación del contenido por parte de personas responsables y de confianza». «Reorganización del cuerpo de inspectores de forma y modo que vigilen el correcto cumplimiento de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza. Vigilar de cerca la selección de este personal».»Incidir en las asociaciones de padres, aportando gente y dirigentes que tengan criterios nacionalistas».»Velar por la composición de los tribunales de oposición».

La referencia por si les fuera útil (yo creo que lo es) del artículo indicado: http://www.tolerancia.org/updocs/ElPeriodico_Programa2000_CiU_1990.pdf

Cierro aquí el tema, un tema sobre el que habrá que volver algún día.

Las recomendaciones de la semana Una breve selección que pide -reclama incluso- una nueva selección por su parte:

1. De Lidia Falcón, «Sin historia, sin derechos». https://www.cronicapopular.es/2017/12/sin-historia-sin-derechos/. Un fragmento:

Ya se sabe que Cataluña y el País Vasco tienen unos derechos históricos de los que otros territorios no pueden presumir, y cuyo origen comienza en la más baja Edad Media en el caso de Cataluña, cuando en el siglo XII ya era una república que fue invadida por Castilla, según cuentan los libros de texto escolares que se enseñan en las escuelas catalanas. El País Vasco y Navarra, a raíz de las guerras carlistas que ensangrentaron España y la hicieron más pobre, más desértica y más atrasada, en 1878 llegaron al acuerdo con el gobierno central de pagar unas cantidades a «fortfait» para aliviar las exhaustas arcas estatales y no participar del pago de los impuestos generales. Ese es el derecho foral que incluso el dictador les mantuvo, bien agradecido por la ayuda que los carlistas prestaron al bando golpista en la Guerra Civil, y que se le reconoció en la Constitución de 1978, también manu militari, cuando el terrorismo etarra volvía a enlutar nuestro país. Con ochocientos muertos y miles de heridos, mutilados e inválidos, no había más discusión que la paz.

2. Juan Francisco Martín Seco, «El cupo vasco, Cataluña y el resto de autonomías». https://www.republica.com/contrapunto/2017/11/30/el-cupo-vasco-cataluna-y-el-resto-de-autonomias/ El tema es importante y seguramente habrá que volver sobre él una y otra vez:

La bilateralidad tiene una enorme fuerza de atracción para las formaciones nacionalistas no solo por una razón de preeminencia, la de considerar al resto de Comunidades en un estrato inferior, sino porque siempre es más fácil chantajear a un gobierno, sea cual sea, que enfrentarse al resto de las Autonomías. Eso explica también por qué los nacionalistas catalanes han planteado y plantean siempre el diálogo de forma bilateral, y por qué el presidente de la Generalitat ha eludido todo ámbito de negociación colectiva. Pero, quiérase o no, la financiación autonómica es un sistema de suma cero: el dinero que se destina al País Vasco o a Cataluña no va al resto de las Comunidades, bien porque se reduzcan sus recursos o los del Estado.

Un apunte crítico, pertinente, desde una perspectiva de izquierdas, sin alimentar ninguna descalificación global (Martín Seco habla de Podemos pero debería hablar de Unidos Podemos tal vez):

El voto favorable de Podemos en la aprobación del cupo resulta aun más inexplicable, si no fuera porque en materia territorial nos tiene ya acostumbrados a las posturas más estrambóticas. Se supone que la igualdad se sitúa en la cúspide programática de las formaciones políticas que se definen de izquierdas. Igualdad que se debe traducir también en el orden territorial. Por eso se entiende tan mal que Podemos se sitúe siempre al lado de los intereses de las regiones ricas y las defienda en sus privilegios, o que respalde las fuerzas centrífugas que incrementan los desequilibrios y dañan las políticas redistributivas entre los territorios. Claro que ya al margen de izquierdas o derechas, solo la más total ignorancia y ceguera pueden motivar que se defienda la independencia de una Comunidad más bien pobre como Andalucía.

3. Tampoco este artículo tiene desperdicio: «Rilke i la Marató» de Jordi Llovet: https://llegim.ara.cat/opinio/Rilke-Marato_0_1908409166.html?_ga=2.207530323.1946066194.1512393628-1810656675.1506274221.

4. El independentismo en Cataluña lleva décadas creando un relato de agravios que sitúa a España como eje de todos los males para los catalanes. ¿Exagero? ¿Se me va la mano? Vean esto por ejemplo: Javier Ayuso, «Estrategias de construcción del enemigo español». https://politica.elpais.com/politica/2017/12/01/actualidad/1512147095_879949.html.

5. Una aproximación documentada del historiador Giame Pala, «Enric Prat de la Riba y el artículo 155». http://mientrastanto.org/boletin-163/notas/enric-prat-de-la-riba-y-el-articulo-155. Las palabras finales:

Si de algo han servido estos últimos tres meses es para entender que la «unilateralidad», entendida como prueba de fuerza del gobierno catalán para doblegar al Estado, ha fracasado y que cualquier solución a la crisis catalana, incluida una que pase por un referéndum de libre determinación, se concretará a través de la negociación política. A esta conclusión ya han llegado el PDeCAT y ERC, si bien, por obvios motivos, la explicitarán definitiva y claramente sólo después de las elecciones del 21 de diciembre y en el marco de una autocrítica que será más o menos amplia en función de los resultados electorales y de cómo acabará la cuestión de los presos. Para estos partidos será importante −y probablemente algo complicado− explicarles a sus bases que, de cara a la articulación de una política más viable y adherente a la realidad, es menester abandonar cuanto antes la visión pratiana del Estado español. Y que, sobre este tema, más vale leer a Max Weber que al gran político de Castellterçol.

6. «Para desintoxicarnos», el artículo que Gregorio Morán dedicó la semana pasada a La librería de Coixet. https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/sabatinas-intempestivas-gregorio-moran/para-desintoxicarnos_104120_102.html Así abre:

Hay películas que tienen una influencia feliz pero azarosa. No sólo nacen, se exhiben y mueren en las filmotecas, sino que gozan de una doble vida que va más allá del proyecto cinematográfico. Esto sucede en Cataluña con La librería, de Isabel Coixet. Hartos de fantasmadas políticas y sociales, con un expresidente de la Generalitat jugando al escondite en Bruselas, metidos en pleno zafarrancho de combate electoral, con la ciudadanía expectante y unas ansias casi tenebrosas, y en muchos casos clandestinas, por volver a la normalidad democrática, he aquí que aparece un filme que encaja en nuestras preocupaciones como un guante. Ni hecho a posta podía lograrse un retrato tan fidedigno de la situación que se vive en Cataluña y que estoy seguro no figuraba en las ambiciones cinematográficas de la directora. Porque los filmes se escriben y se ruedan, pero luego son los espectadores quienes aportan elementos que habían pasado desapercibidos incluso a quienes los hicieron.

6. Ayúdense de un traductor si lo estiman necesario pero vale la pena: Jean-Pierre Chevènement, «Les grandes régions portent un coup très dur à l’Etat». https://www.chevenement.fr/Les-grandes-regions-portent-un-coup-tres-dur-a-l-Etat_a1959.html. Una de sus consideraciones:

Cataluña ya tiene poderes muy amplios como región autónoma, y ahora quiere recuperar los impuestos que paga a Madrid. Es una demanda de los ricos, como Flandes en Bélgica o Lombardía en Italia. Esta ola de separatismo lleva la marca de la crisis de los Estados y está íntimamente ligada a las fracturas causadas por la globalización.

7. Una excelente entrevista. Óscar Benítez en conversación con Manuel Cruz: «TV3 se ha convertido sin el menor pudor en la correa de transmisión de los independentistas» https://www.elcatalan.es/manuel-cruz-tv3-se-ha-convertido-sin-menor-pudor-la-correa-transmision-los-independentistas/ Una de las reflexiones del profesor de filosofía, ahora diputado socialista:

Aunque los nacionalistas insistan mucho en que les faltan competencias (en muchas ocasiones les ha faltado competencia, pero eso es harina de otro costal), lo que realmente ha faltado, desde una perspectiva federal, es cooperación. Porque una de las definiciones de federalismo es la de gobierno compartido. El federalismo proporciona un equilibrio entre los elementos centrífugos y centrípetos. Aquí solo ha habido lo primero, en forma de descentralización, pero no lo segundo, que no se puede confundir con recentralización. Faltan instituciones en las que desarrollar el gobierno compartido de una federación. Debería serlo el Senado, pero sabemos que no lo es. Las que lo son, como la conferencia de presidentes de comunidades autónomas, apenas funcionan. Pero vale la pena señalar el motivo: porque los recentralizadores no la convocan y los nacionalistas no quieren asistir. Acaso esto esté señalando una de las grandes virtudes cohesionadoras del federalismo.

8. Un artículo de Ramon de España («Los vetos de Iceta» https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/manicomio-catalan/iceta-vetos_104567_102.html). Sin que yo sea un entusiasta del autor, la verdad es la verdad la diga Agamenón, el porquero o Ramón de España. Añado un comentario de un lector, Robert Tallón.

Fichar a Espadaler y vetar a Arrimadas no es, señala Ramón de España, el colmo de la coherencia. No lo es, en absoluto.

Y tal como está el patio, los vetos a priori son una imprudencia. Qué más quisiéramos muchos que volver a la vieja disyuntiva entre la izquierda y la derecha, entre progresistas y reaccionarios, pero la situación es la que es y estamos ante dos bloques: ERC, los de Puchi y la CUP por un lado, y Ciutadans, el PP y el PSC por otro. Los miembros de cada bloque se detestan entre sí, pero están obligados a soportarse y ayudarse. En ese sentido, la equidistancia progre de Iceta es tan noble como ineficaz. Entiendo que no le guste ir a ningún lado con Arrimadas y, sobre todo, con García Albiol, pero si su partido hubiese adoptado en su momento otra actitud ante los nacionalistas, tal vez no estaríamos ahora en la triste situación que estamos.

El comentario que les anunciaba anteriormente del lector, del joven filósofo Robert Tallón, miembro de ASEC/ASIC:

El artículo de Ramón de España es, con perdón, cojonudo. Ya estoy un poco harto de la izquierda y de su canto «a lo social» como el que canta «a la nada». Ya vemos lo que le importa «lo social» a la gata de Schrödinger cuando decide romper el pacto con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, o lo que les importa a los de «Junts pel 3-22%» (la CUP va dentro del saco a pesar de su retórica «izquierdista») cuando su proyecto era el «cuanto peor (sí, también para los trabajadores), mejor para nosotros (los secesionistas)», o lo que le importaba al gobierno del «Astut» cuando se ponía al frente de las políticas «austericidas» antes de tomar la vía secesionista. Gobierno, por cierto, este último, del que formaron parte los Espadaler y compañía, que ahora bailan con Iceta (está por ver, al son de quién). Lo que señala Ramón, de ese país innombrable, es simplemente que es incoherente que aceptes a los neoliberales de Espadaler y compañía en tu lista electoral y que, en cambio, vetes a Ciudadanos por «las bravas». ¿Acaso los neoliberales, si son «catalanistas», son más amables? ¿en ésas estamos aún?

9. Otra oportuna reflexión (todas las suyas lo son) de Carlos Jiménez Villarejo, «Retrato económico del independentismo». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/retrato-economico-parcial-independentismo_99701_102.html. Les dejo con él:

Desde la constitución del Govern bajo la presidencia de Puigdemont, se puso en marcha activamente el llamado procés hacia la independencia de Cataluña, que, entre otras iniciativas, representó la creación y puesta en marcha de un conjunto de organismos públicos con aquel objetivo. Todo este proceso, con el apoyo de los lobbies de la ANC y Òmnium Cultural, ha representado en estos dos últimos años una dedicación intensiva de fondos públicos a dicho objetivo en claro perjuicio de los ciudadanos y, especialmente, de los más necesitados. Un despilfarro que está en la raíz de las acusaciones que ahora se formulan contra los máximos dirigentes de malversar fondos públicos. Máxime, cuando los datos estadísticos oficiales de la Generalitat expresaban una patente desigualdad económica y social a la que los actuales gobernantes no prestaban la atención a la que estaban obligados. Durante 2016, con salarios mínimos de 707 euros, la tasa de riesgo de pobreza afectaba al 22,5% de la población, la renta media anual por persona era de 12.660 euros y, entre otros datos, las familias con dificultad para llegar a final de mes era eran el 32,3% de la población.

Una confirmación de lo señalado por este luchador incansable:

El secretario de Estado de Administraciones Territoriales, que gestiona la Generalitat tras el 155, revela el dispendio de Diplocat. La Guardia Civil descubre entre los papeles de Romeva los gastos millonarios de las ‘embajadas’ catalanas. El Gobierno de España revela que la embajada catalana en EEUU costaba más de un millón y la de Ginebra, 760.000 euros». http://www.periodistadigital.com/politica/autonomias/2017/12/04/la-guardia-civil-descubren-entre-los-papeles-de-romeva-los-gastos-millonarios-de-las-embajadas-catalanas.shtml

10. Sobre la reforma constitucional, una propuesta de interés sobre un asunto que solemos olvidar: Juan-Ramón Capella, «Ciudadanía, nacionalidad, vecindad, Apunte para una reforma constitucional.» http://mientrastanto.org/boletin-163/de-otras-fuentes/ciudadania-nacionalidad-vecindad

11. Un lúcido análisis del historiador y profesor Andreu Mayayo (y desde dentro del espacio político que analiza): «Quo vadis, Comuns» http://revistatreball.cat/quo-vadis-comuns/. Está en catalán, pero podrán encontrar la versión castellana del texto.

12. Una interesante análisis electoral (concreto y argumentado) sobre la encuesta del CIS:

http://agendapublica.elperiodico.com/nota-rapida-la-encuesta-preelectoral-del-cis-cataluna/

PS: Cuatro comentarios finales, muy breves, no abuso más (¡ya he abusado bastante!) El primero: de Andrés Martínez Lorca, sobre Honduras:

Mientras nos bombardean diariamente con noticias de Venezuela, muchas de ellas carentes de interés periodístico, las elecciones presidenciales en Honduras parece que han cogido con el pie cambiado a los gobiernos y medios occidentales habitualmente tan preocupados por su «democracia» en el mundo. Primero, fue la sorpresa de que iba ganando claramente la oposición. Después, vino el bloqueo del recuento de votos, las sospechas de fraude por parte del gobierno, heredero del golpe contra Zelaya, y finalmente el decreto de estado de sitio y la represión contra el pueblo en la calle con un balance provisional de siete muertos y decenas de heridos.

Y las preguntas que muchos de ustedes seguramente se hacen, no las hacemos todos, ¿cómo si no?

¿Dónde está la voz de la ONU, de la UE y de la OEA, ésta siempre en primera línea contra los gobiernos progresistas de América? ¿Por qué callan ahora Rajoy, Merkel, Trump, Macron, Santos, Macri y Peña Nieto, «guías de Occidente y del neoliberalismo»? ¿Y dónde están los corresponsales y enviados especiales de los medios americanos y europeos tan defensores de la democracia? ¡Qué poco valen sus peroratas sobre la democracia cuando se trata de defender el triunfo de una oposición que rechaza la dictadura proyanqui en Honduras!

Os adjunto dos enlaces de interés sobre el tema: https://actualidad.rt.com/actualidad/256750-policias-honduras-declaran-huelga-medio,https://www.telesurtv.net/news/Silencio-internacional-sobre-situacion-en-Honduras-20171205-0032.html

El segundo comentario es de Clara Valverde, el tema es importante también; ciudades y pesticidas:

El 63% de las ciudades canadienses están libres de pesticidas. Pero en Barcelona, ciudad «del cambio», sigue con el anticuado método del pesticida envenenando a sus ciudadanos, especialmente a sus niños cuyos sistemas neurológicos.se estan desarrollando (o en Barcelona más bien dañándose). Sí, ahora el Ajuntament avisa que van a fumigar. ¡Gran progreso! ¿Y a dónde se van un millón de ciudadanos en los dias post fumigación? Lo que tiene que hacer el Ajuntament es aprender de tantas ciudades en el mundo que no utilizan pesticidas. ¡Sí es posible! ¿O a Ada Colau no le importa que su pequeño Gael crezca con daños neurológicos?».

Se nos da esta referencia: https://theecologist.org/2015/oct/06/pesticide-free-towns-and-cities-citizen-power-action

El tercero, la carta de un amigo.

Buenos días:

Leyendo tu buen artículo «»Ciencia» y secesionismo» me ha venido a la mente uno de las primeras alarmas que se me encendieron, a principios de los noventa, cuando empecé a vivir en Barcelona.

Por entonces veía mucho TV3 y oía mucho Catalunya Ràdio para hacerme con el idioma. Un locutor de la radio estaba contando que un museo de Cardona, donde están las minas de sal, había abierto de nuevo después de una reforma. En el museo se guardaban restos prehistóricos, y el locutor, muy ufano, dijo: «I així tots podrem veure com vivien aquests catalans del Neolític». Esa revelación de la existencia de catalanes en el Neolítico, junto con otros detalles del mismo tenor, casi cotidianos, me sirvió para situarme. Un abrazo, VJ

El cuarto son unas palabras del profesor Candel que no deberíamos olvidar porque, lamentablemente, son muy certeras en mi opinión:

Por cierto, el inefable «bon noi» Xavier Domènech, como buen historiador, dijo ayer [5.12.2017] que «la historia se puede reescribir». I tant, benvolgut Xavier! (¡Y tanto estimado Xavier!) Los indepes no paran de hacerlo, con el no infrecuente aplauso de compañeros de viaje como podemitas, comuneros y demás especímenes de la nueva pseudoizquierda.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.