El martes 16 de octubre el gobierno vergonzante del imperio pretendía hacer trinchera en la sala de ECOSOC (Consejo Económico y Social) de la ONU para disparar contra Cuba. Los países de los No Alineados advirtieron el intento con cabeza de Almagro el mercenario, y le dieron la espalda. La reunión preparada por la dictadura […]
El martes 16 de octubre el gobierno vergonzante del imperio pretendía hacer trinchera en la sala de ECOSOC (Consejo Económico y Social) de la ONU para disparar contra Cuba. Los países de los No Alineados advirtieron el intento con cabeza de Almagro el mercenario, y le dieron la espalda. La reunión preparada por la dictadura del imperio en la que quería atacar a Cuba, antes de que se vote contra el bloqueo, tómese nota, le salió rematadamente mal, nadie se puso de su parte. La representación cubana pidió la investigación de rigor sobre el uso de EEUU de la sesión de ECOSOC, y Cuba se vio con el respaldo esperado al grito de ¡Fuera Almagro!.
Con su intento de ocupación de la sala de ECOSOC, el régimen imperial quería llevar a cabo un acto ilegal según las mismas normas de la Organización de las Naciones Unidas, realizando un ataque a una nación soberana. El propósito de ensuciar el agua transparente de lo que significa el bloqueo a Cuba como acto ilegal que una vez más va a quedar denunciado por todo el mundo, viene a manifestar la voluntad estadounidense de reventar la legalidad internacional por cualquier medio y en cualquier ámbito. La Historia de EEUU, antes de la Segunda Guerra Mundial y después de aquella, se reconoce por la dinámica sostenida en el modelo que promueve, uno de sus últimos actos contra los Derechos Humanos, recordemos, lo tenemos delante con su desprecio y sus amenazas hacia todos los pueblos antes de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La dictadura imperial, que tiene sembrado el mundo de bases militares, ocupación de multitud de países, cuenta a Cuba entre los pisoteados que se rebelan, y allí con una base ilegal, pero además es una base contra el más elemental de los Derechos: en esa base militar de ocupación practican la tortura, ensayan, enseñan. Los liberados después de años y años de encarcelamiento sin pruebas, sin juicio, han mostrado en numerosísimas ocasiones lo que en ese infierno realizan los militares estadounidenses. Sobre la tortura debemos recordar a esa mujer de la CIA que Trump quería darle otra responsabilidad e gobierno y no pudo hacerlo porque se dio a conocer su labor terrorista que explicaba ella misma en 92 cintas grabadas, allí se la veía practicando la tortura ella misma, o declarando en otro momento que enseñaba «técnicas mejoradas de interrogatorio» ; el Centro Europeo de Derechos Humanos Constitucionales pidió que fuese detenida y puesta ante los tribunales.
Sin embargo, las trasnacionales de la información, las dueñas de los medios informativos de propaganda y alimentadoras del militarismo, invierten para sacar beneficio engañando al mundo, y lo invaden con propaganda que presenta la agresión continua de EEUU como algo natural, y los Derechos Humanos fuese lo antinatural, hasta el punto de que presentan a la dictadura imperial como la defensora de los Derechos de quienes somete o busca someter. Ahora emprenden otra maniobra propagandística de ocultación: unos días antes de la votación-declaración de todos los gobiernos en la ONU a favor de Cuba, contra el bloqueo económico, comercial y financiero, que tiene el objetivo declarado de matar de hambre a la población por no rendirse, ha pretendido romper las reglas con las que la ONU se rige. El imperio no tiene arreglo, por eso una vez más Trump y su tropa en decadencia ha recibido el desprecio de quienes se le resisten.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.