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¿Cuáles son esas naciones que votan junto a Estados Unidos el bloqueo contra Cuba?

Fuentes: Cubadebate

Durante 13 votaciones consecutivas en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Estados Unidos se ha visto en solitario, no solo por la abrumadora mayoría de naciones (94 % de la comunidad mundial) que rechazan su genocida política de bloqueo contra Cuba, sino porque, a pesar de sus tantas presiones, no encuentra quien lo acompañe […]

Durante 13 votaciones consecutivas en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Estados Unidos se ha visto en solitario, no solo por la abrumadora mayoría de naciones (94 % de la comunidad mundial) que rechazan su genocida política de bloqueo contra Cuba, sino porque, a pesar de sus tantas presiones, no encuentra quien lo acompañe a la hora de votar en oposición a la resolución condenatoria de la ONU.

Desde 1992, esa resolución ha convertido de una manera creciente en la votación más unitaria de la comunidad de 191 naciones que integran ese foro mundial, mientras que el record de votaciones en oposición ha sido casi constante. Estados Unidos no ha podido reunir más allá de dos o tres países que lo acompañen en el NO.

En estas 13 oportunidades, ha quedado probado ese «amor filial» que distingue las relaciones de Estados Unidos e Israel (Estados Unidos para vetar en el Consejo de Seguridad todas las resoluciones que condenen a Israel y este último para apoyarlo incondicionalmente en la Asamblea General durante todas las votaciones que no apoyan el pronunciamiento sobre el cese del bloqueo), mientras que indistintamente, y por coyunturas de presiones, ha sido acompañado por otros dos países, Uzbekistán y Rumania en los primeros años, y en los últimos tiempos por Islas Marshall y la Republica de Palau.

Islas Marshall y Palau son dos de los más nuevos estados miembros de las Naciones Unidas. Están ubicados en la Micronesia, un archipiélago de 343 islas, de las cuales

Ocho están habitadas, zona sobre la que Estados Unidos ejerce control desde 1944 y que en años más recientes se hizo mundialmente famosa por los atolones Kwajalein y Bikini, cuando las autoridades norteamericanas los convirtieron en polígonos, el primero para el lanzamiento de los misiles balísticos intercontinentales disparados desde California, y el segundo, por la detonación de una veintena de pruebas nucleares, incluida la primera bomba H.

Tanto Islas Marshall, con unos 70 mil habitantes, como Palau, con unos 20 000, son dos pequeñas islas que entre ambas suman una superficie de 640 kilómetros cuadrados (la Isla de la Juventud tiene 2 398 kilómetros cuadrados, casi cuatro veces esa extensión territorial). Las dos fueron territorios en fideicomiso a Estados Unidos y hoy constituyen estados libres asociados con esa nación, dependiendo casi totalmente del gobierno norteamericano. Palau, por ejemplo, tiene un presupuesto de 63 millones de dólares, y casi la mitad, 30 millones, son asegurados por las autoridades estadounidenses. Lo mismo sucede a las Islas Marshall.

Es interesante conocer que Palau accedió a la autonomía plena en libre asociación con los Estados Unidos en 1994 y la República asumió nombre en homenaje a un predicador evangelista electrónico, lo que en INTERNET algunos llaman un ciber-apóstol, nombrado Luis Palau. Este evangelista, argentino de nacimiento, vive desde hace más de 30 años en Pórtland Oregon, Estados Unidos, y sus grabados mensajes evangelizadores han sido escuchados en más de 60 países.

Cuando Luis Palau visitó en el año 1998 la ciudad de Koror, la capital de la esta isla, recibió allí no solo los honores, sino la gratitud de «multitudes entusiastas deseosas de responder al evangelio» (así reza en su página WEB), porque mediante mensajes religiosos en los medios de comunicación, grabados en cassettes, logró convertir en cristianos a una buena cantidad de nativos, los cuales en agradecimiento pusieron su apellido como nombre a la nueva República.

Varios sitios en INTERNET mencionan las coincidencias del predicador Palau con el presidente George W. Bush, así las reuniones sostenidas entre ambos para rezar y conversar sobre dios. El predicador bendijo a Bush después de los atentados del 11 de septiembre.

Así que, en realidad, no fueron cuatro los votos que se opusieron a la resolución de condena al injusto y criminal bloqueo contra el pueblo de Cuba, sino uno solo, el de Estados Unidos, porque Israel es un protectorado norteamericano y las Islas Marshall y Palau son dos estados libres asociados norteamericanos.