La señora Condoleezza Rice, antigua consejera del presidente Bush para la seguridad nacional y actual secretaria de Estado, anunció durante una audiencia ante la Comisión de los Asuntos Exteriores del Senado, el 18 de enero de 2005, que los Estados Unidos llevarían una guerra sin merced contra «los puestos avanzados de la tiranía», a saber […]
La señora Condoleezza Rice, antigua consejera del presidente Bush para la seguridad nacional y actual secretaria de Estado, anunció durante una audiencia ante la Comisión de los Asuntos Exteriores del Senado, el 18 de enero de 2005, que los Estados Unidos llevarían una guerra sin merced contra «los puestos avanzados de la tiranía», a saber Birmania, Corea del Norte, Irán, Bielorusia, Zimbabwe y Cuba. Famosa por su intransigencia y sus posturas autoritarias, la nueva secretaria de Estado subrayó la voluntad de la Casa Blanca de «llevar la democracia y la libertad a través el mundo». La misma verborrea fue utilizada antes de las agresiones militares contra Afganistán e Irak. Los resultados desastrosos de estas dos empresas armadas así como los crímenes perpetrados por las tropas invasoras son conocidos.1
La alianza entre Cuba y Venezuela fue también vilipendiada por la señora Rice. «Pienso que es muy perjudicial que el gobierno de Chávez no haya cooperado. Debemos estar atentos y mostrarnos conscientes de los problemas que este gobierno ocasiona a sus vecinos y de su estrecha asociación con Fidel Castro», declaró.2 Los problemas en cuestión residen en el hecho de que el señor Chávez se negó a comportarse como un lacayo de Washington. Efectivamente, rechazó con firmeza el proyecto estadounidense de Zona de Libre Cambio de las Américas (ALCA), proyecto destinado a regalar las riquezas latinoamericanas a las transnacionales estadounidenses, y promovió la creación de una Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Del mismo modo, el gobierno venezolano se niega a aplicar la política de aislamiento de Cuba y multiplica los acuerdos de cooperación con las autoridades de la Isla.
El Departamento de Estado norteamericano fustigó también la decisión de la Unión Europea de adoptar una posición más constructiva con respecto a Cuba, poniendo fin a la ineficaz política de sanciones adoptada en junio de 2003, bajo la influencia del señor José María Aznar. El señor Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, señaló que los Estados Unidos estaban «preocupados por la suspensión de las medidas coercitivas [mientras que] los objetivos no se habían alcanzado». Según él, «la oposición pacífica», financiada por Washington, «puede desalentarse».3 En efecto, los 25 países miembros de la Unión Europea decidieron no alinearse más a la política de aislamiento promovida por el gobierno Bush y adoptar una posición más autónoma.4 «Todas las medidas tomadas el 5 de junio de 2003 han sido temporalmente suspendidas», afirmó Jean Asselborn, jefe de la diplomacia de Luxemburgo, país que preside la Unión.5
Siguiendo fielmente la línea oficial del Departamento de Estado, los «disidentes» cubanos condenaron la nueva posición de la Europa de los 25. Los señores Oswaldo Payá, Elizardo Sánchez y la señora Marta Beatriz Roque, preconizaron la aplicación de una política más agresiva contra Cuba, en conformidad con lo que anhela el gobierno estadounidense.6 De la misma manera, el antiguo presidente checo, el señor Vaclav Havel, íntimamente vinculado a los grupúsculos del exilio cubano que promueven el uso de la violencia terrorista contra la población cubana, estigmatizó la decisión de la Unión Europea.7
Además de las autoridades estadounidenses, de los grupos de «disidentes y de los representantes oficiales y oficiosos de la extrema derecha de la Florida tales como el señor Havel, otra organización se pronunció de forma sorprendente contra la política de apertura hacia Cuba. Se trata de Reporteros Sin Fronteras, entidad dirigida desde su creación por el señor Robert Ménard. En una carta abierta a los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea, el secretario general de la asociación conjuró a las autoridades del Viejo Continente a que se «mantuviera e incluso profundizara» la política de sanciones. El Señor Ménard explicó que ello permitía «a los disidentes salirse de la confrontación Cuba/Estados Unidos», en conformidad con lo que desea la Casa Blanca.8
Según los propios informes de RSF, China es «la mayor prisión para periodistas del mundo» con 26 encarcelados.9 Ahora bien, el señor Ménard nunca pidió a la Unión Europa que tomara medidas restrictivas contra el país asiático, ni contra ninguna otra nación. El caso de Cuba es la excepción. ¿Por qué semejante organización se obstina en estigmatizar a Cuba utilizando la misma retórica que el gobierno estadounidense? ¿Por qué se alinea de manera casi devota a la política agresiva de la Casa Blanca? En efecto, RSF no preconiza ninguna medida de sanciones contra China pues los Estados Unidos mantienen buenas relaciones con este país. Del mismo modo, el señor Ménard no presiona a las autoridades europeas para tomar medidas contra Colombia que es, según sus propias palabras, «el mayor cementerio de periodistas en el mundo», pues su gobierno es un aliado de los Estados Unidos.10
La cara oculta de RSF permite comprender este ensañamiento contra Cuba.11 En efecto, hace más de un año, en enero de 2004, los señores Robert Ménard y Régis Bourgeat, el ex encargado del «despacho Américas» de RSF, visitaron Miami para planificar las estrategias para desestabilizar la nación cubana, con la extrema derecha cubana de Florida cuyos miembros están implicados en el terrorismo internacional contra Cuba.12 Naturalmente, salvo la prensa de Florida, nadie se dignó a otorgar la más mínima importancia a estos acuerdos oscuros y politiqueros.
Incluso el señor Eloy Guitiérrez Menoyo, un opositor de la Revolución cubana que pasó 22 años en la cárcel por terrorismo y líder del grupo Cambio Cubano, declaró que la vía del diálogo emprendida por Bruselas con Cuba «es la línea a seguir, sin discusión alguna, [pues] la de la confrontación es la que no conduce a nada».13
En oposición a estas constantes agresiones políticas y mediáticas, el Grupo Latinoamericano y Caribeño (GRULAC) de Ginebra, compuesto de once países (Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y República Dominicana) eligieron con voto unánime a Cuba como miembro del Grupo de Trabajo de Situaciones de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.14 Según las declaraciones de los diferentes países electores, la elección de Cuba es un signo de reconocimiento para con el país que acordó más importancia al respeto de los derechos humanos.15 Naturalmente, el Departamento de Estado norteamericano así como la organización Reporteros Sin Fronteras no dejaron de sublevarse contra el voto, y ello en un impulso casi simultáneo, rechazando así con notable desprecio la decisión soberana de once naciones latinoamericanas.16
La prensa internacional no dejó de señalar con el dedo esta elección, utilizando la sempiterna verbosidad ideológica que la caracteriza. Al mismo tiempo, el señor Miguel L. Talleda, uno de los principales dirigentes de la organización terrorista Alfa 66, responsable de numerosos asesinatos y sabotajes cometidos contra los ciudadanos cubanos, reveló que el propio presidente de Estados Unidos, el señor George W. Bush, le había mandado una carta personal, el 2 de julio de 2004, para felicitarlo por su apoyo y sus actividades… terroristas.17 En cualquier sociedad normalmente constituida y relativamente emancipada, la alianza entre el presidente más poderoso del mundo y una organización especializada en el terrorismo internacional sería de la competencia de la Corte Penal Internacional. Pero cuando se trata de la política exterior de los Estados Unidos contra Cuba, la realidad supera todos los universos de Kafka.
Notas
1 Le Monde, » Condoleezza Rice esquisse son projet de politique étrangère «, 18 de enero de 2005.
2 Pablo Bachelet, » Rice : Cuba an ‘Outpost of Tyranny’, Venezuela a ‘Negative Force’ «, The Miami Herald, 19 de enero de 2005.
3 El Nuevo Herald, » Temen que aumente la línea dura en Cuba «, 2 de febrero de 2005.
4 Lamia Oualalou, » Les Européens renouent avec La Havane «, Le Figaro, 1 de febrero de 2005.
5 Courrier International, » L’UE répond aux ouvertures de Cuba en suspendant ses sanctions «, 31 de enero de 2005.
6 Mar Marin, » Predomina la duda entre la disidencia «, El Nuevo Herald, 1 de febrero de 2005.
7 Vaclav Havel, » L’indécent hommage à Fidel Castro «, Le Figaro, 28 de enero de 2005.
8 Robert Ménard, » Lettre ouverte aux ministres des Affaires étrangères de l’Union européenne «, Reporters sans frontières, 27 de enero de 2005. www.rsf.org/article.php3?id_article=12411 (sitio consultado el 31 de enero de 2005).
9 Reporters sans frontières, » Chine, rapport annuel 2004 «, 2004. www.rsf.org/article.php3?id_article=10013 (sitio consultado el 24 de febrero de 2005).
10 Reporters sans frontières, » Colombie, rapport annuel 2004 «, 2004. www.rsf.org/article.php3?id_article=10029 (sitio consultado el 24 de febrero de 2005).
11 Jean-Guy Allard, El dossier Robert Ménard. Por qué Reporteros sin Fronteras se ensaña con Cuba (Outremont : Editions Lanctôt, 2005).
12 Wilfredo Cancio Isla, » Anuncia Reporteros Sin Fronteras campaña por democratizar a Cuba «, El Nuevo Herald, 20 de enero de 2004 ; Wilfredo Cancio Isla, » Reporteros sin Fronteras abre nuevas sedes en EEUU «, El Nuevo Herald, 21 de enero de 2004 ; Roberto Delgado, » Arremete Reporteros Sin Fronteras contra gobierno cubano «, Fundación National Cubano Americana, 21 de enero de 2004.
13 Mar Marin, » Oposición ve igual retórica en Castro «, El Nuevo Herald, 3 de febrero de 2005.
14 Nancy San Martin, » ‘Rights Abuser’ Cuba Put on U.N. Action Panel «, The Miami Herald, 26 de enero de 2005.
15 Granma, » Eligen a Cuba miembro del Grupo de Situaciones de la CDH «, 28 de enero de 2005. www.granma.cu/espanol/2005/enero/vier28/eligen.html (sitio consultado el 29 de enero de 2005).
16 Reporters sans frontières, » La Chine, Cuba et le Zimbabwe pour examiner les violations des droits de l’homme dans le monde «, 4 de febrero de 2005. www.rsf.org/article.php3?id_article=12466 (sitio consultado el 14 de febrero de 2005).
17 Miguel L. Talleda, » Un discurso para la historia «, Alpha 66, Enero de 2005. www.alpha66.org/espanol/noticias.htm (sitio consultado el 14 de febrero de 2005).