Un ex guardia nacional venezolano que custodió al terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles y sus cómplices denunció hoy las acciones por liberarlos realizadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. Nelson Díaz, actualmente jubilado y residente en el estado Barinas, dijo telefónicamente al programa En Confianza de Venezolana de Televisión […]
Un ex guardia nacional venezolano que custodió al terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles y sus cómplices denunció hoy las acciones por liberarlos realizadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Nelson Díaz, actualmente jubilado y residente en el estado Barinas, dijo telefónicamente al programa En Confianza de Venezolana de Televisión que a él y varios de sus compañeros les ofrecieron 20 mil dólares en 1983 para facilitar la fuga.
Posada, el también terrorista de origen cubano Orlando Bosch y dos cómplices venezolanos se hallaban entonces detenidos en Venezuela con motivo del sabotaje a un avión civil cubano en 1976, en el que murieron 73 personas de diversas nacionalidades.
El crimen fue planificado en Caracas por Posada y Bosch, quienes contrataron a dos mercenarios venezolanos para colocar la bomba, que explotó en las cercanías de Barbados.
Díaz explicó que durante su estancia en prisiones venezolanos los asesinos eran visitados frecuentemente por agentes de la CIA y políticos del partido Acción Democrática y gozaban de condiciones privilegiadas en la prisión.
Precisó que un teniente coronel del establecimiento penitenciario donde prestaba servicio les advirtió que muchos de los visitantes eran agentes de la CIA y les ordenó estar alertas, pues con anterioridad se había detectado un intento de fuga.
El ex guardia indicó que en 1983 él y otro grupo de guardias fueron llevados a un edificio fuera de la prisión, donde les ofrecieron 20 mil dólares norteamericanos para dejar escapar a los terroristas.
En aquella ocasión, agregó, la fuga no se concretó, pese a la presencia de varios intrusos en la cárcel en horas de la madrugada, que los conminaron a abrir las celdas, debido a la oposición de algunos oficiales y guardias de honor.
La revelación fue hecha durante el programa En Confianza, que tuvo como invitada especial a la periodista venezolana Alicia Herrera, autora del libro Pusimos la bomba ¿y qué?, con testimonios de los autores del crimen de Barbados.
El programa televisivo también exhibió una entrevista a Bosch en la que defiende el sabotaje al avión civil cubano y trata de presentar los hechos como un «acto patriótico».
En su libro, Herrera recuerda que entre las víctimas del acto terrorista estaban un equipo juvenil de esgrima cubano, que acababa de vencer invicto en un torneo en Caracas, y jóvenes guyaneses que viajaban a Cuba para disfrutar de una beca para estudiar Medicina.
La periodista e investigadora venezolana estimó que lo más honorable para Estados Unidos sería acceder a la petición de extradición de Venezuela para juzgar aquí a Posada, quien finalmente en 1985 se fugó de una cárcel venezolana.
Igualmente demandó un nuevo proceso para Bosch en Venezuela, donde fue exonerado por un tribunal penal, apoyado en la manipulación y desaparición de pruebas.