10mo Foro Internacional de la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID) sobre los Derechos de la mujer y el Desarrollo Del 27 al 30 de octubre de 2005 Hotel Shangri-La, Bangkok, Tailandia Cientos de mujeres comenzaron a llegar a partir de las 8 de la mañana. Muchas se iban reconociendo, […]
10mo Foro Internacional de la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID) sobre los Derechos de la mujer y el Desarrollo Del 27 al 30 de octubre de 2005 Hotel Shangri-La, Bangkok, Tailandia
Cientos de mujeres comenzaron a llegar a partir de las 8 de la mañana. Muchas se iban reconociendo, se saludaban, se reencontraban. Recordé de pronto una frase que le escuché hace unos años a Charlotte Bunch en uno de los Institute del CWGL: «El espacio es poder» (Space is power»‘). Creo que aquí esta frase se potencia y crece, se despliega en nuevos sentidos: vivenciales, políticos, artísticos. El hotel se ha transformado en un gran espacio de intercambio, y el aire se ha ido llenando con las preguntas: ¿Cómó se genera el cambio? ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Cómo lo hemos estado haciendo? El silencioso salón donde se llevó a cabo la primera plenaria fue ganando vida a eso de las 8:30 hs. de una gris y húmeda mañana. Se fue llenando de murmullos, risas, colores, de gestos cómplices. Economía solidaria, gestos solidarios con los distintos países que han sufrido las terribles catástrofes naturales de los últimos días; posters con leyendas reivindicando los derechos humanos de las mujeres, todo esto se despliega en las laberínticas instalaciones del hotel. Se puede ver en las mujeres que están casi sin dormir, que aún tienen jetlag, se puede ver en sus miradas y en sus cuerpos las ganas de poner compatir, de celebrar el accionar del movimiento, de poner ponerse en contacto unas con otras. Todo esto sucedía aquí adentro mientras afuera caía una lluvia pesada en esta ciudad que fue llamada la Venecia de Oriente; una ciudad aún más laberíntica que el hotel; con olores y sabores que despliegan un abanico enorme y diverso. La noche va llegando, las últimas sesiones se están llevando a cabo, pero aún no termina el día. Y la frase de la canción que la activista tailandesa compartió al final de la plenaria resuena cada vez más fuerte dentro mío, ya que también se usa y mucho en mi país de origen: las mujeres unidas jamás serán vencidas.
Plenaria «¿Qué hemos cambiado? (y, ¿por qué estamos aquí?)
La sesión fue abierta por un video mostrando imágenes poderosas e inspiradoras de mujeres de diferentes épocas, continentes, razas; mujeres participando en acciones que promueven cambios sociales, políticos, culturales.
Este video fue una especie de sumario de lo que sería esta plenaria presentada por Bisi Adeleye-Fayemi, una de las fundadoras y Directora Ejecutiva del African Women’s Development FUND, y miembra de la junta Directiva de AWID.
Bisi informó a la concurrencia sobre la ausencia inesperada de nuestra Directora Ejecutiva Joanna Kerr, a raíz de la repentina muerte de su padre. A las cálidas palabras referidas por Bisi se sumó un fuerte y amoroso aplausa para Joanna y su trabajo e inspiración dedicados a la preparación de este Forum.
Basadas en las notas preparadas por Joanna Kerr para la abertura del Foro, dos coordinadora de Programas de AWID, Shareen Gokal (WHRnet) y Shamillah Wilson (Mujeres jóvenes y liderazgo) se refirieron a las razones por las que muchas mujeres decieron viajar tantas horas, dejar a sus familias, y llegar hasta aquí, a este increible e inspirador espacio.
Una de las razones es poder conectarse de una manera realmente global, más allá de las redes virtuales. De interacción se trata: hay 130 participantes de Tailandia, cerca de 300 partticpantes de la Africa sub-sahariana; 125 mujeres de América Latina; 100 líderes del Norte de Africa y de Medio Oriente, y 40 mujeres que vinieron desde las islas del Pácifico; 230 delegadas de Asia del sur, 180 del sudeste de Asia; de Europa central y oriental, del centro de Asia y de los paises de la antigua Unión Soviética participan cerca de 325 personas; de América del Norte hay cerca de 300 y de Europa, alrededor de 125 participantes.
Lo más llamativo es que una tercera parte de las personas que participan del Foro tienen menos de 35 años.
La participación de las jóvenes fue remarcada varias veces en la plenaria, confirmando que son ellas las que están trayendo un nuevo aire al movimiento de mujeres, y las que están ayudando a redefinir los derechos humanos y el desarrollo.
Conectarse a un nivel global
Contacto directo mas allá de la virtualidad de muchas de la redes.
Las mujeres jóvenes son las que están redefiniendo el movimiento de mujeres.
La segunda razón de por qué estamos aquí es porque queremos comprender qué cambios hemos realizado y cómo lo hemos hechos.
La lucha de las feministas tiene más de 100 años, y muchos han sido los logres en diferentes niveles.
La tercera razón es para comprender un poco mejor cómo ha cambiado el mundo en el que nos movemos. Un mundo en el que se han incrementado la militarización, la presencia y presión ejercida por los fundamentalismos, del control coorporativo, y las formas en que activan y se interconectan estos grupos de control.
La cuarta razón que comentaron Shareen y Shamillaw es la necesidad de mirarnos a nosotras mismas. Si realmente se quiere hablare sobre elcambio y hacer que el cambio sea efectivo, necvesitamos comenzar por nosotras, es decir los desafíos internos que enfrentamos como movimientos de mujeres.
La quinta razón es intentar encontrar respuestas a preguntas urgentes como aquella que da nombre al Foro, y la sexta razón de por qué estamos aquí, es para volver a encender, a revitalizar ese extraño bien llamado ESPERANZA.
Y esperanza es la que traen los ejemplos de dos activistas que participaron en la plenaria: Noelene Nabilivou de Fiji y Junya Lek Yimprasent de Tailandia. La primera se presentó como una quebradora de moldes, una mujer, un activista que molesta el sistema, hasta al mismo sistema representado por algunos grupos de mujeres de su país. Ella tiene 37 años, es lesbiana, sin hijos, y sus proceso de reconocimiento interior ha sido un proceso doloroso pero que ayudó a iluminar algunas zonas oscuras. Su experiencia trajo a la primera mesa del Foro lo que sería un ejemplo de lo que sufren miles de mujeres a raíz de la invisibilidad y de la heteronormatividad obligatoria, y las luchas internas y externas que se dan en el proceso de poder ser visibles y poder actuar, promover el cambio desde ese mismo reconocimiento.
Junya fundó la Thai Labour Campaign a comienzo del 2000, y su presecia en la mesa radicalizó aún más la pregunta del por qué estamos aquí. «Es la primera vez que entro en el Shangri-La, y quiero mostrarles dónde estuve antes» dijo con una energía parecía imparable. En el powerpoint se la pudo observar en dos manifestaciones frente al hotel, una repudiando la visita del golfista Tiger Woods, que estaba recibiendo un reconocimiento por Nike. La denuncia es que el golfista gana en un día lo que un/a obrera de de Tailandia podría ganar en más de 5 años de duro trabajo. La segunda manifestación por el trabajo mal pago y la destrucción del sindicato de las/los trabajadores empleados en el hotel. También puntualizó las migraciones de las compañías transnacionales desde Estados Unidos o Europa hacia los países asiáticos buscando producir de manera barata y así aumentar de manera desproporcionada sus ganancias.
Sunila Abeysekera, activista de Sri Lanka, presentó un panorama histórico de los logros obtenidos por el movimiento de mujeres en los ultimos 30 años aproximadamente, pero su frase final quedó resonando y sirve como un punto de inflexión que se relaciona con las dos anteriores presentaciones. Sunila dijo claramente: «It’s time to get angry again», es decir, es tiempo de que nos volvamos a enojar, y así poder reaccionar a las reacciones a los cambios hasta aquí alcanzados.
Octubre 27 de 2005
Gabriela De Cicco vive en Rosario, Argentina. Ella es la moderadora de «enLACes de AWID», y una activista y periodista lesbiana feminista.