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Mujeres y Agua, cifras engañosas de más trabajo

Fuentes: Cimac

Por primera vez, en estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) salen a la luz los promedios numéricos que muestran las desigualdades y la inequidad de género en el acceso a los servicios de agua potable y drenaje.   Las mujeres y los hombres tienen conductas y actitudes diferentes acerca del […]

Por primera vez, en estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) salen a la luz los promedios numéricos que muestran las desigualdades y la inequidad de género en el acceso a los servicios de agua potable y drenaje.

 

Las mujeres y los hombres tienen conductas y actitudes diferentes acerca del agua, aun en condiciones similares de acceso y desarrollo, o de marginación, de acuerdo con estadísticas inéditas del INEGI que, por primera ocasión, ha incluido la perspectiva de género en sus análisis.

 

Hortensia Medina Uribe, subdirectora de Estadísticas de Investigación y Diseño Conceptual del INEGI, a cargo del proyecto, encontró las disparidades entre los promedios nacionales de cobertura de agua potable y drenaje, así como las diferencias en esos mismos indicadores entre mujeres y hombres de la misma región y la misma condición de jefes de familia.

 

Por ejemplo, la comparación entre los resultados del Censo de Población y Vivienda registra aumentos importantes de cobertura en agua potable y drenaje de 1960 al 2000, en general. En ese periodo, la disponibilidad de agua entubada a nivel nacional pasó de 32.3% a 85.2 y el drenaje de 28.9 % a 75.4%.

 

Sin embargo, los grandes promedios nacionales son engañosos y cuando los datos se procesan con otro tipo de cortes espaciales y variables, cambian bastante, destacó Medina Uribe, citando los resultados del Censo de Población y Vivienda del 2000, del que presentó estadísticas desagregadas por sexo.

 

Los hogares con jefatura femenina que tienen acceso al agua potable dentro de la vivienda son 61% del total, contra 57 % de los encabezados por varones; aunque la proporción varía en el rubro de acceso al agua potable en el terreno, fuera de la vivienda, donde la tasa para hogares masculinos es ligeramente mayor: 26.9 % frente a 25.2% de los liderados por mujeres.

 

Cuado el agua proviene de una llave pública, la proporción cambia nuevamente y los hogares de mujeres superan ligeramente a los de varones: 7 % frente a 8.9%, y en el abasto obtenido de otras fuentes, como otra vivienda, agua de pipa, de pozo, río o lago, la tasa de mujeres sin acceso es, siempre, ligeramente menor que la de los hogares encabezados por hombres.

 

En la cobertura de drenaje, las disparidades se mantienen. El promedio nacional, de acuerdo con el Censo de Población del 2000, la proporción de viviendas conectadas a la red pública es de 68.1 % para hogares encabezados por mujeres y 62.6 % para los jefaturados por varones.

 

 

Una lectura preliminar

 

«Hay una tendencia a que los hogares con jefatura femenina tienen un porcentaje más alto que el de hombres por disponibilidad de agua entubada dentro de las viviendas, es decir, una mejor calidad de acceso», explicó la investigadora.

 

Uno supondría que si la red es pública, los hogares con jefatura femenina y masculina deberían tener el mismo porcentaje de cobertura, pero estas pequeñas diferencias nos indican que algo sucede.

 

Si el agua entubada está disponible todo el día, los hogares con jefatura masculina aventajan a los de mujeres, pues son 60.2% frente a 59.2%, pero en las condiciones más adversas de disponibilidad, como suministro por unas horas al día o unos días a la semana, las viviendas de mujeres superan a las de varones hasta en siete puntos porcentuales, probablemente por el mismo motivo: la mujer es la responsable del abasto de agua.

 

Una posible respuesta, está en los resultados de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), elaborada por el INEGI en 2002, que refleja la desigual distribución del trabajo entre mujeres y hombres al interior de los hogares.

 

En el rubro miembros del hogar de 12 años y más que realizaron alguna actividad relacionada con el medio ambiente, precisa que 20.26 % de las mujeres sin instrucción escolar acarreó o guardó agua para uso del hogar, frente a 17.66% de los hombres en la misma situación.

 

En tareas de acarreo de agua participaron el 13.67% de los varones, y las mujeres doblaron esa proporción, al ser 26.74% las que se encargaron del abasto de agua. Según estas cifras, a las cargas del hogar y los hijos, las mujeres suman la responsabilidad del abasto de agua.

 

Las mujeres son, también, las que más gastan en llevar agua al hogar cuando el líquido no está disponible. Los hogares con jefatura femenina que gastaron en agua purificada en 2000 fueron 17.3% frente a 15.6% de los de varones.

 

Las otras voces

 

México se convirtió esta semana en un espacio en el que se confrontaron dos visiones opuestas sobre el manejo del agua, y donde las mujeres alzaron su voz para expresar sus afanes, demandas y propuestas en torno al abasto y cuidado del líquido, durante la segunda conferencia de trabajo de la organización Women for Water y otros foros.

 

El Foro Mundial del Agua, organizado por el gobierno federal y el Consejo Mundial del Agua tuvo una contraparte crítica, en las jornadas de defensa del líquido y el foro internacional alterno convocado por organizaciones de la sociedad civil en contra de la tendencia privatizadora del recurso, que avanza por todo el mundo.

 

Experiencias exitosas de colaboración entre compañías públicas de agua expuestas por panelistas de Europa, Asia, y América Latina, presentadas en este espacio, echaron abajo el mito de que la privatización es la única vía para garantizar la eficiencia en el manejo del agua y, por el contrario, los casos concretos y sus resultados, evidenciaron el fracaso de las compañías privadas, que además de encarecer el recurso son deficientes en el abasto.

 

Los casos de violación al derecho al agua, entre ellos siete de México, tuvieron también, pese al intento de boicot oficial, un espacio de debate el a audiencia pública que realizó esta semana en México el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), aunque los señalados como responsables, paraestatales como PEMEX, autoridades y trasnacionales del agua, prefirieron ignorar la convocatoria.

 

La riqueza del debate y las propuestas de las jornadas alternas contrastaron con la desorganización y el caos que prevaleció en el Foro Mundial del Agua, convocado por el gobierno federal y el Consejo Mundial del Agua (WWC), que tuvo como sede al Centro Banamex, convertido en un laberinto de 17 mil metros cuadrados en el que nadie podía informar y nadie sabía dónde debía ir.

 

Deficiencias en el sonido durante los eventos y en las traducciones opacaron el brillo que se pretendió dar al encuentro, en el que predominó la retórica. Tanto el presidente Vicente Fox como el titular del WWC, Luïc Fauchon, reconocieron el derecho humano al agua, sin referirse a los acuerdos y las acciones de las trasnacionales que privatizan el recurso a espaldas de la sociedad civil.