La energía y el desarrollo centran hoy las discusiones en el IX Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización, que cuenta con la participación de más de mil 500 delegados de 55 países. En esta jornada, Bernard Mommer, viceministro de Energía de la República Bolivariana de Venezuela, se referirá a la propiedad sobre los recursos naturales […]
La energía y el desarrollo centran hoy las discusiones en el IX Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización, que cuenta con la participación de más de mil 500 delegados de 55 países.
En esta jornada, Bernard Mommer, viceministro de Energía de la República Bolivariana de Venezuela, se referirá a la propiedad sobre los recursos naturales y la soberanía.
Por su parte, John Saxe Fernández, de la Universidad Autónoma de México, expondrá la conferencia México-EUA, integración Homelad Security y colonialidad energética.
El malayo Chandra Muzaffar, presidente del Movimiento Internacional por un Mundo Justo, hablará acerca de los conflictos en el mundo relacionados con el control de los recursos naturales, particularmente el petróleo.
Además, el embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez, ex secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), abordará la integración energética en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
La sesión de este jueves, reserva la discusión, también en paneles, de un grupo de ponencias y conferencias sobre Cooperación internacional y Desarollo y Nuevas direcciones del desarrollo en el Caribe.
El miércoles último se debatieron en el evento, que concluye mañana, temas acerca de la migración y el desarrollo, la globalización y las finanzas públicas, y la integración.
A los desafíos de las migraciones para países emisores y receptores se refirió el español José Antonio Alonso, director del Instituto de Estudios Internacionales, de la Universidad complutense de Madrid.
El experto sostuvo que aunque existe la tendencia a vincular esos movimientos de personas, fundamentalmente con los efectos de la globalización, en realidad el mundo ha tenido etapas de mayor flujo, como la de 1850-1910.
Sin embargo, reconoció que en la actual, la emigración ha cambiado, y la globalización coadyuva a su acentuación por la mayor interdependencia entre las naciones.
Otros expertos abogaron por políticas que detengan el drenaje de cerebros, el robo de mano de obra cualificada y la exportación de la fuerza de trabajo, fenómenos que inflige pérdidas millonarias a las naciones del Sur.
El cubano Antonio Aja, del Centro de Estudios de Migraciones Internacionales, llamó a ahondar en la desigualdad en las relaciones políticas y comerciales internacionales que motivan grandes flujos migratorios, temporales o definitivos.
También hubo exposiciones de Thomas Miller, del Banco Interamericano de Desarrollo, quien mencionó entre los objetivos más cercanos bajar el costo de las transferencias de remesas y convertir esos flujos monetarios en inversiones productivas.
El mexicano Arturo Huerta analizó como la llamada política de estabilidad macroeconómica predominante en la gran mayoría de los países subdesarrollados, no logra la estabilidad monetaria con base a factores productivos y financieros internos.
Por el contrario, se sustenta en entrada de capitales alcanzadas por exportaciones, con tasas de interés internas superiores a las internacionales y con acelerado proceso de extranjerización de activos nacionales, lo cual aumenta su vulnerabilidad externa.
Recalcó que las políticas de estabilización de las monedas actúan a favor de quienes controlan estas últimas, que es el capital financiero internacional, a costa de afectar la competitividad manufacturera, lo cual aumenta el desempleo y desindustrializan los países.