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El Estado tiene añejas deudas con las salvadoreñas

Fuentes: CIMAC

Mueren violentamente 35.7 cada mes

Las salvadoreñas no logran revertir la marginación social, las penurias económicas y mucho menos la violencia que enfrentan desde hace mucho tiempo, aseguran miembros de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (OMSP), de acuerdo con un informe especial Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.

Ellas son las principales afectadas por el alza de los precios de algunos servicios públicos, del desempleo y de la criminalidad generalizada en esa nación centroamericana, donde mueren de forma violenta 35.7 como promedio cada mes.

Lo más alarmante, para las dirigentes de esa agrupación, es la insuficiencia e ineficacia de las acciones gubernamentales destinadas a contrarrestar la violencia contra sus congéneres en el ámbito público y privado.

No obstante la lucha emprendida por las defensoras de la igualdad de género en El Salvador todavía no logra erradicar el abuso verbal, físico y psicológico contra las mujeres en el seno de sus familias.

También en dependencias estatales, servicios públicos y otros de la comunidad, registran muestras discriminatorias hacia las representantes del mal llamado sexo débil.

Ello guarda relación en gran medida con la persistencia de patrones culturales y económicos tendientes a la exclusión social por este concepto, sinónimo de desigualdades salariales y reducción de oportunidades laborales.

Por efecto, cada vez son más las madres solteras y mujeres solas que procuran encontrar otros modos de subsistencia en el exterior para su beneficio y el de sus familias.

En esto incide un panorama marcado por una elevada tasa criminal, equivalente a 41 homicidios por cada 100 mil habitantes, a un promedio de 11 por día, según datos de la Policía Nacional Civil.

Académicos, sindicalistas y defensores del pueblo insisten en que los índices de violencia en el país responden a la ausencia de programas estatales destinados a atacar las causas más que los efectos y que las peores afectadas son las integrantes de este sector.

Los censos económicos muestran un aumento de las fuentes de empleo, pero funcionarios reconocen que la contratación mayoritaria de mujeres en algunos sectores responde a la intención de abaratar gastos.

Ramas como la industria, comercio, servicios y agroindustria absorben gran cantidad de mano de obra, pero a las mujeres sólo las emplean por salarios más bajos que los de sus contrapartes.

Los pagos son insuficientes para cubrir la canasta básica y servicios públicos esenciales, como el transporte y la electricidad, añadieron las líderes de la OMSP.

El desempleo es otro de los problemas que enfrentan las mujeres en el país, en particular por la disminución de las plazas en la maquila o empresa ensambladora, demostraron estudios de la Comisión Económica para América Latina.

Más del 94 por ciento de la mano de obra contratada por ese sector es femenina, por lo que el fin del Acuerdo Multifibras en 2005 las afectó sobremanera a ellas.

Como resultado de la aplicación de ese convenio, los puestos de trabajo en las industrias disminuyeron en 30 mil 638 de enero de 2003 a junio de 2006 y arrastraron consigo la inestabilidad económica de gran cantidad de mujeres y sus familias.

Los anunciados incrementos del salario mínimo en El Salvador tampoco resolvieron el problema de las mujeres, que devengan sueldos ínfimos con relación al gasto generado por el ascenso de precios y la carencia de servicios gratuitos, especialmente en salud, concluye el informe especial Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.