Traducido por Félix Nieto y revisado por Fran Vico
La reserva forestal Mabira, en la orilla norte del Lago Victoria, es la residencia de 300 especies de aves y de monos poco comunes, también juega un papel vital en el ecosistema del país, almacenando carbono y regulando las lluvias. La corporación azucarera Metha quiere destruir esta reserva para expandir el cultivo de caña de azúcar para producir biocombustibles.
El Presidente del País, Yoweri Museveni, está intentando cambiar la legislación para quitar el status de espacio protegido a este lugar. Esto rompería un acuerdo con el Banco Mundial firmado en 2001 bajo el cual el Gobierno recibió 180 millones de libras esterlinas para la construcción de una presa hidroeléctrica en el Nilo a cambio de garantizar la protección del ecosistema.
El Señor Museveni dijo la semana pasada que la cesión del bosque para el cultivo de caña de azúcar crearía empleo y haría que la industria del azúcar pudiera competir en la región. Dijo a un periódico local que su Gobierno no «sería detenido por gente que no ve donde está el futuro de África.»
Aunque diputados de la oposición liderados por Beatrice Anywar han señalado que el plan no tiene sentido económicamente. Las cosechas de azúcar en Uganda están entre las más bajas de África, mientras que la destrucción de este ecosistema perjudicaría al turismo, que es uno de los sectores que produce más divisas extranjeras, además de destruir la mejor fuente de ingresos y de comida para las gentes del Reino de Buganda, que rodea la reserva.
Según el Director ejecutivo de Nature-Uganda, Achilles Byaruhanga «Mabira es un paraíso de biodiversidad y conservarlo es una opción mucho mejor que plantar caña de azúcar». «Si una cuarta parte de Mabira es talada, los efectos en el bosque serán muy graves, reduciendo la cantidad de especies, provocando invasiones, erosión y la acumulación de fango. También habrá menos agua en nuestros ríos, menos lluvia, menos carbono almacenado y menos turistas».
En un informe entregado el año pasado por el Grupo Metha al ministerio de medioambiente, se decía que el área que solicitaba estaba bastante degradada y de un valor medioambiental muy pequeño. Esto fue contradicho por La Autoridad Nacional de Bosques a lo que el gobierno respondió despidiendo a toda la directiva.
Los 75.000 acres de Mabira forman la parte este del Bosque Guinea-Congo en África Central. El oficial de África RSPB, Doctor Chris Magin dijo: «Partir Mabira sería un desastre medioambiental y no tiene sentido económicamente hablando».
El bosque está a unas 20 millas de la Capital Kampala, y es el hogar de un nuevo complejo turístico ecológico que ha costado medio millón de libras esterlinas. Puede convertirse en uno de los principales lugares turísticos del país.
Los planes se han encontrado con una oposición pública enorme, con al menos tres personas asesinadas en Abril después de que la policía reventó una manifestación en contra de la destrucción del bosque. La familia Metha, entre las más ricas del país tienen fuertes lazos con el gobierno de Museveni y eran unos de los muchos Ugandeses-Asiáticos que regresaron al País después de la caída de Idi Amin. Los planes sobre Mabira han encendido tensiones raciales, con manifestantes atacando un templo Hindú en Kampala.
Los bosques cubrían un 40% de Uganda en los años 70. Estudios recientes indican que se ha reducido al 20% y durante los últimos 15 años el ritmo de deforestación se ha acelerado en más del 2,2%.
La conversión de una proporción cada vez mayor de los cultivos de alimentos en biocombustibles mundialmente, está provocando un aumento de precio de los productos agrícolas e incitando a que se plante más caña de azúcar en África. Andrew Mitchell, fundador de Global Canopo Programme, una alianza de científicos selváticos y de ONGs, dicen que esta cesión de Uganda puede formar parte de una preocupante tendencia. «Destruir selvas para biocombustibles marca un precedente peligroso que emitirá mucho más carbono en la atmósfera que el que evitaría. Uganda se enfrenta a decisiones difíciles pero corre el peligro de llevar a su gente hacia un callejón sin salida».
Economistas y activistas medioambientales están preocupados de las consecuencias de una larga carrera en los llamados «combustibles verdes» que puede aumentar los gases de efecto invernadero y además hacer que suban los precios de los alimentos, matando de hambre efectivamente a los pobres del mundo.
Un informe de Care Internacional avisó que la deforestación conllevaría ciclos de sequías y de inundaciones y una reducción en la salubridad y el volumen del Lago Victoria.
Título Original:
African forest under threat from sugar cane plantation
By Daniel Howden, Deputy Foreign Editor
Published: 10 July 2007
http://environment.independent.co.uk/article2750455.ece