Había una vez, un festival que, cada año, se realiza en Cuba donde muchos actores y amantes del género del cuento vienen a la Isla a narrar sus historias. No importa si el espacio es grande o pequeño ó si el auditorio está lleno ó no. Lo grandioso es hacer una telaraña en la imaginación […]
Había una vez, un festival que, cada año, se realiza en Cuba donde muchos actores y amantes del género del cuento vienen a la Isla a narrar sus historias. No importa si el espacio es grande o pequeño ó si el auditorio está lleno ó no. Lo grandioso es hacer una telaraña en la imaginación del espectador para llegar a moralejas certeras de la vida.¡Ah! en esta ocasión se desarrolló del 4 al 10 de mayo.
La directora del festival «Contarte: Fiesta de la palabra», porque así se llama este evento donde se narran cuentos, nos relató que surgió en 1999 con el auspicio de la sociedad de artistas escénicos de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), y los convocaba el deseo de hacer historias en todos los escenarios posibles.
Nos dijo, además: «El Festival se caracteriza por estar dedicado cada año a un país, ó a un grupo, o a un continente o a una lengua, resaltar algo de donde vengan las tradiciones orales, de donde vengan las historias. Este año como es el décimo aniversario decidimos dedicarlo a Cuba, volvernos a mirar después de 10 años, a ver qué había pasado.»
Pues, entonces, Contarte en el 2008 fue un pasaje muy lindo porque participaron mucha gente de toda Cuba, vinieron de las montañas, de las ciudades y hasta de las escuelas, esas, donde preparan instructores de arte para difundir cultura. Pero también llegaron amigos de muchas partes del mundo que narraron con acento latinoaméricano. Vimos en escena a niños, jóvenes, ancianos, mujeres, hombres, maestros, intelectuales, artistas y escritores.
Lo que más impresionó fueron las salas llenas de público que no pagaron sus entradas porque en el festival los actores ofrecen su arte para ser comprendido y no para comercializarse. El publico, agradeció mucho por esta feliz idea de disfrutar de historias de diferentes partes del mundo donde se transmiten fábulas, tradiciones, costumbres y hasta modo de vida de lugares no escrito en los mapas.
Pero Contarte no es el único festival que existe en Cuba. Elvia nos aseguró que en estos momentos en Ciudad de la Habana hay 7 y que en el interior del país hay eventos de narración oral en Holguín, en Guantánamo, en Las Tunas (con cinco años en su haber). Muestras en Ciego de Ávila, en Camagüey, en Matanzas, –dos festivales–, en provincia Habana, Pinar del Río, e Isla de la Juventud y nos afirmó categóricamente que se está tomando mucho interés por este tipo de arte.
En esta edición de Contarte se entregó el premio Trayectoria a una invitada argentina; Ana Padovani, por su labor artística durante muchos años, pero a su vez se hizo un concurso para medir la calidad de la nueva generación de narradores orales con la condición de contar cuentos teatralizados al estilo, la forma y la puesta en escena de quien narraba.
Como todo lo que comienza, termina, Contarte llegó a su fin y la imaginación de los espectadores no tuvo limites. Se aplaudió mucho. Los actores se quedaron satisfechos porque sus historias fueron escuchadas y el público quedó ávido de más cuentos. Ese es un motivo para mantener viva la tradición oral y para que la memoria se transmita de una generación a otra sin tener fin.
En mi caso, tengo el deseo de convertirme en una narradora para también contar la historia de mi Cuba, esa que no se edita en los libros y que no llama la atención a los productores del cine o la televisión. Iré de comunidad en comunidad contando acerca de un aguerrido pueblo ubicado en una isla caribeña que sueña con la sociedad perfecta.
Nuria Barbosa León es periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba.