Un trabajador cubano podrá ganar sin límite «lo que sea capaz de producir», de acuerdo con la nueva política salarial para el sector productivo, que busca eliminar el «igualitarismo» en el ingreso personal, dijo hoy el viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Mateu. Esa política, anunciada en abril pasado, entrará en vigor a más […]
Un trabajador cubano podrá ganar sin límite «lo que sea capaz de producir», de acuerdo con la nueva política salarial para el sector productivo, que busca eliminar el «igualitarismo» en el ingreso personal, dijo hoy el viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Mateu.
Esa política, anunciada en abril pasado, entrará en vigor a más tardar en agosto próximo, cuando venza el plazo que tienen las empresas para instaurar su sistema de pago por resultados, señaló el funcionario al diario oficial Granma.
Según la resolución 9 del Ministerio del Trabajo, en cada empresa habrá un sistema de pago para cada actividad distinta, por lo cual la eficiencia del trabajador se podrá medir en su tarea particular y no, como antes ocurría en algunos casos, con indicadores generales en la unidad productiva.
El salario del operario vinculado directamente a la producción no tendrá límites, mientras que los mandos medios tendrán indicadores con un incremento de hasta 30 por ciento del salario base, señaló Mateu.
«Por lo general, ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente», dijo el funcionario.
Esa política salarial es un nuevo intento por mejorar los rendimientos laborales, un objetivo que no se ha logrado mediante una campaña persuasiva y dos reglamentos disciplinarios, que según la revista Bohemia «no han tenido en la economía cubana todo el efecto esperado».
Además de los exhortos al trabajo y la aplicación de los reglamentos, el nuevo concepto pone sobre la mesa una oferta salarial concreta, en un notable cambio de criterio, que eleva el peso del estímulo material.
La eliminación del tope salarial para los empleados más productivos es, además, un giro sin precedente en la materia.
El Estado es el único patrón de casi todos los trabajadores cubanos, la mayor parte de los cuales están en la administración y los servicios públicos. Se rigen por salarios generales, que el gobierno ha ofrecido aumentar progresivamente, mientras que el pago por resultados se aplica sólo al sector productivo.
«El salario, en defecto o demasía, tiene un efecto en la conciencia de las personas», dijo el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Salvador Valdés, cuando dio a conocer hace dos meses la nueva modalidad. «O las motivas, o las desmovilizas»..