Una ceremonia ancestral (waj´ta, en aymara) en la que participaron amautas andinos (sacerdotes) y representantes de pueblos indígenas de los cinco continentes del mundo abrió el martes la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra que reúne a más de 20 mil delegados de 136 países […]
Una ceremonia ancestral (waj´ta, en aymara) en la que participaron amautas andinos (sacerdotes) y representantes de pueblos indígenas de los cinco continentes del mundo abrió el martes la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra que reúne a más de 20 mil delegados de 136 países en la población rural de Tiquipaya, en el corazón de Bolivia.
Con el ulular de pututus (instrumento de viento construido del cuerno de res), quenas y zampoñas, instrumentos típicos de Los Andes, con ofrendas tradicionales y vestimentas multiculturales y multicolores, los amautas pidieron permiso al «Padre Cosmos» y a la «Madre Tierra» para abogar por posiciones de consenso en defensa de la naturaleza y de la humanidad.
La mesa (ofrenda) en la que los chamanes colocan fetos de camélidos, flores, dulces, finas láminas de estaño, plomo y bronce, alcohol, vino de coca e inciensos, resinas y figuras de animales y bienes terrenales, fue encendida en una de las esquinas del estadio donde se desarrolló el acto inaugural para recorrer en una procesión hacia los cuatro puntos cardinales para recibir la fuerza espiritual de más de 20 mil representantes de todos los pueblos del mundo que, luciendo sus típicas vestimentas, acompañaron la ceremonia para pedir conclusiones coincidentes del primer encuentro mundial.
La ceremonia ancestral empalmó posteriormente con discursos de representantes de pueblos indígenas de los cinco continentes que coincidieron en la necesidad de instituir un instrumento mundial que defienda los derechos de la Pachamama (Madre Tierra, en aymara) frente a los peligros de la depredación que llevará indeclinablemente a un callejón sin salida, como refirió el representante de España Willy Meyer, diputado de izquierdas.
«Esta conferencia se produce ante el fracaso de la Cumbre de Copenhague, que tiene autores, los países más desarrollados que nos han llevado a un callejón sin salida», apuntó al comprometer todos sus esfuerzos en el parlamento de su país y en Europa para aportar a la lucha incansable contra el «modelo capitalista, principal causante de la crisis climática».
La representante de la india aseguró que en los pueblos de su país y de Asia tomaron con ejemplo la cruzada internacional impulsada por el presidente Evo Morales en defensa de la Madre Tierra «para vigorizar la lucha de los pueblos de Asia».
«Los pueblos de Alaska tienen un firme compromiso con la Madre Tierra y no podemos fallar en la defensa de los derechos de la naturaleza, afirmó un indígena de esa región que criticó el desarrollo sin respetar al medio ambiente y los excesos del desarrollo industrial.
Desde África, Nima Basey expresó su saludo desde el centro del mundo y dijo que en ese continente los pueblos originarios se sienten inspirados por los pueblos que luchan por la justicia, por la naturaleza.
«Por primera vez los pueblos pueden buscar soluciones con una sola voz, cuando los gobierno no quieren ver lo que está pasando en el mundo por su política comercial, antes que humana», remarcó.
Recordó que para África es vital porque «el medio ambiente es la vida» en esa región del mundo y criticó al modelo capitalista que representa la muerte y los negocios.
Para la representante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y de la Vía Campesina Internacional, la brasileña Eveldina Masioli, coincidió en que el «plantea está amenazado y, por tanto está amenazada la vida» y pidió globalizar la lucha y globalizar la esperanza.
El acto fue cerrado con el discurso del presidente boliviano Evo Morales, principal impulsor del encuentro tras el fracaso de la Cumbre de Copenhague que se realizó en diciembre del año pasado. Morales ratificó que la crisis climática no es una causa sino un efecto que viene del sistema capitalista.
La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra debatirá hasta el jueves en 17 mesas diversas propuestas para plantearle cara a las resoluciones de la Cumbre de Copenhague.