Como la llamada opisición cubana no cuenta con ninguna credibilidad, -Martha Beatriz Roque resucita milagrosamente de las huelgas de hambre, Fariñas inventa rebeliones en cines de Santa Clara y Yoani Sánchez sueña con olas y revueltas árabes en La Habana-, a El Nuevo Herald no le quedó más remedio que echar mano, para hacer creíble
Como la llamada opisición cubana no cuenta con ninguna credibilidad, -Martha Beatriz Roque resucita milagrosamente de las huelgas de hambre, Fariñas inventa rebeliones en cines de Santa Clara y Yoani Sánchez sueña con olas y revueltas árabes en La Habana-, a El Nuevo Herald no le quedó más remedio que echar mano, para hacer creíble «Yoani Sánchez: súmele otro premio a la mentira»:
El pastor Mario Lleonard Barroso invitó a varios miembros de su congregación para «Una conferencia de Internet». Sin embargo, de lo menos que se habló fue de la red, como esperaban, afirmó Adrián Méndez Cruz de 14 años, uno de los muchachos asistentes.
«Hablaron de los blogs de Yoani y Reinaldo (Escobar), a quienes no conocía. Además,-continuó- nos presentaron un video de personas declarándose contra la Revolución.
Me sentí incómodo. Fui engañado.»
Mientras un amigo de «los visitantes» grababa la «conferencia» a hurtadillas, el Pastor hacía fotos.
O sea, que el pastor bautista de El Nuevo Herald es otro de la pandilla de mercenarios que, de acuerdo a las orientaciones del Departamento de Estado de EE.UU., ha colaborado en «empoderar» a los ciudadanos cubanos -en este caso a niños-, con el uso de las redes sociales.
Ya se sabe, según el mandato yanqui, en qué consiste tal «empoderamiento» de la «sociedad civil»: crear, mediante el uso de las nuevas tecnologías, redes de mentirosos y difamadores al servicio de los intereses de Washington.
Fuente: http://cambiosencuba.blogspot.com/2011/05/la-muerte-de-un-disidente-y-el-garganta.html