LA HABANA, jul (IPS) – «No soy racista, pero, cuando de noche veo que tres negros se van a cruzar conmigo, me cambio de acera». «Ese negro es mi amigo, pero no mi cuñado». «¿Racista yo?, ¡qué va!, pero que mi hija se case con un negro….». Así se contradice a diario una legislación que […]
LA HABANA, jul (IPS) – «No soy racista, pero, cuando de noche veo que tres negros se van a cruzar conmigo, me cambio de acera». «Ese negro es mi amigo, pero no mi cuñado». «¿Racista yo?, ¡qué va!, pero que mi hija se case con un negro….». Así se contradice a diario una legislación que en Cuba condena todo tipo de discriminación.
Basándose en investigaciones del Instituto Cubano de Antropología, su director, Pablo Rodríguez, definió el fenómeno como el «racismo de pero», un modo usual de declararse libre de prejuicios por el color de la piel, para luego exteriorizar concepciones negativas y de rechazo hacia las personas no blancas.
«La Revolución logró sembrar una cierta ética antidiscriminatoria y la gente reacciona cuando se le acusa de racista, pues tiene conciencia de que eso es algo feo, que quita mérito», comentó a IPS el investigador Esteban Morales, quien aclaró además que no se trata de un racismo agresivo, con animosidad, sino de manifestaciones a las que es necesario cerrarles el paso
En tanto, para el ensayista y crítico cultural Roberto Zurbano, el problema pasa por el silencio y la ausencia de debate social al respecto. Falta donde describir y enjuiciar cada acto racista que sufre cualquier persona negra «cada tres minutos en las calles, los centros de trabajo y estudio, los medios de difusión masiva, las esquinas del barrio, las discusiones familiares y hasta en la cama», detalló.
«Es cierto que faltan otras muchas discusiones en la sociedad cubana, pero ninguna como esta ausencia ha deteriorado más la credibilidad del proyecto social ante una mayoría negra que hizo y hace de la Revolución su conquista, su espacio de realización y su horizonte utópico», advirtió el intelectual en su ensayo titulado «Doce dificultades para enfrentar al (neo) racismo».
Ante la perspectiva de que el tema racial se incluya en la agenda de la próxima Conferencia Nacional del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), el proyecto ciudadano Cofradía de la Negritud sumó al escrito de Zurbano un total de 48 propuestas de acciones concretas contra la discriminación y la desigualdad racial.
«Es nuestro aporte y esperamos que se tomen en cuenta. Estamos dando casi por sentado que este problema se va a tratar en esa reunión del PCC y quisiéramos que también se ocupe la Asamblea Nacional» legislativa, afirmó a IPS Tato Quiñones, uno de los fundadores de la Cofradía, iniciativa que busca crear conciencia sobre el tema racial en la sociedad actual.
El documento, que circula vía correo electrónico, incluye y amplía demandas y preocupaciones analizadas en encuentros mensuales convocados por la Cofradía, a los cuales acuden regularmente expertos de distintas disciplinas sociales para dialogar con el público asistente.
Varias propuestas se orientan a la educación y van desde cambios enfocados a fortalecer los valores de igualdad y humanismo, hasta la introducción en los planes docentes de estudios sobre «el aporte de los negros africanos y sus descendientes al progreso económico del país, a la forja de la nacionalidad cubana y a la configuración de la identidad del pueblo cubano».
Otra iniciativa recomienda «promover el tratamiento apropiado de las temáticas raciales en los medios de difusión masiva, con enfoque científico y multidisciplinario, que considere los diversos aspectos de la cuestión racial y propicie el debate constructivo en los distintos espacios de opinión existentes y por crear».
También propone dejar de considerar la cuestión racial como tema tabú y promover su tratamiento constructivo en la sociedad, fomentar la venta de servicios y productos de belleza que tomen en cuenta las especificidades físicas de la población negra y mestiza, así como la reedición de obras de los principales exponentes del pensamiento antirracista cubano.
Al enumerar los aspectos que a su juicio no pueden faltar en una agenda nacional sobre esta problemática, el ensayista Esteban Morales mencionó la educación, una política social que reconozca y preste especial atención al color como variable de diferenciación social y llevar el debate sobre el tema racial a las organizaciones de masas del país.
«Hay que ampliar el espacio público, que se discuta en la Central de Trabajadores de Cuba, la Federación de Mujeres, en los Comité de Defensa de la Revolución y en los medios de comunicación. Que la televisión lo trate en las telenovelas. Informar y hacer comprender que la discriminación existe, pues no todo el mundo está dispuesto a aceptarlo como problema», dijo.
Según este investigador, no es un fenómeno a resolver de manera inmediata, sino que se requiere mucho trabajo. «No se trata solo de elevar las condiciones de vida, es algo más complejo y difícil, que tiene que ver con un cambio de mentalidad para crear una conciencia antidiscriminatoria», sostuvo.
Morales apuntó que el racismo se debe afrontar de manera integral en toda la sociedad, sin olvidar que aun dentro de la población negra o mestiza existen manifestaciones racistas. «La discriminación racial desborda la pobreza, pero una política especial de desarrollo que tenga en cuenta el color ayuda a resolver buena parte del problema», indicó.
Zurbano, la Cofradía y Morales coincidieron en aludir a la triple carga de prejuicios que pesa sobre la mujer no blanca.
«La mujer negra es aún más vulnerable, porque sufre la discriminación por color, pobreza y sexo. Ellas están mayormente expuestas al machismo y la violencia doméstica», alertó el investigador Morales.
Fuentes de la sociedad civil y algunas autoridades consultadas por IPS dieron a entender que la discriminación por motivos raciales o las propuestas de leyes a favor de la libre identidad de género y orientación sexual podrían figurar en la agenda de la Conferencia del PCC prevista para abril del año próximo.
Sin embargo, en su discurso del martes 26 en la celebración del Día de la Rebeldía Nacional, el primer vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura, no mencionó esos temas entre los asuntos a considerar por la cita, que sigue al Sexto Congreso de la gobernante agrupación política realizado en abril pasado.