Este mayo el estado de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, ha sufrido las peores inundaciones de su historia con 149 personas muertas, más de 100 desaparecidas, y dos millones de personas afectadas. El volumen de lluvia de los últimos día alcanzó los 800 milímetros. Pese a que esa pluviometría fue prevista con antelación por los institutos meteorológicos, ríos y lagos se desbordaron inundando cientos de pueblos.
Pero además nos encontramos con fenómenos recurrentes, porque ya se sufrieron situaciones similares en septiembre del año pasado. En junio de 2023 las inundaciones provocaron otros 116 muertos, las de septiembre 54, y las de noviembre cinco muertes más.