1.-EL CAPITAL RESPONSABLE DE LA INMIGRACIÓN Y SUS PROBLEMAS. La inmigración es un fenómeno inscrito en la naturaleza del capitalismo que tiene su base material en las necesidades de expansión del capital para su reproducción y acumulación. El apremio por incrementar las tasas de ganancias genera múltiples circunstancias negativas para las poblaciones autóctonas de pueblos […]
1.-EL CAPITAL RESPONSABLE DE LA INMIGRACIÓN Y SUS PROBLEMAS. La inmigración es un fenómeno inscrito en la naturaleza del capitalismo que tiene su base material en las necesidades de expansión del capital para su reproducción y acumulación. El apremio por incrementar las tasas de ganancias genera múltiples circunstancias negativas para las poblaciones autóctonas de pueblos oprimidos por el imperialismo; personas que se ven obligadas a salir de sus países huyendo de las penalidades que ocasionan la miseria y las guerras. El capitalismo funciona globalmente, en su naturaleza está presente la desigualdad, para que haya naciones ricas tiene que haber naciones pobres; desde la consolidación de su existencia, allá por el siglo XVI- XVII, intercomunica a las naciones de manera desigual, para que unas vivan mejor otras tienen que vivir peor. El mundo occidental empobreciendo a otros pueblos pudo dar pasos en la creación de infraestructuras físicas y estructuras productivas necesarias para alcanzar un nivel de desarrollo que en la actualidad atrae con fuerza a quienes fueron y son desvalijados de sus recursos naturales.
Por tanto, no podemos cerrar puertas a la llegada de personas atraídas por bienes y servicios que las naciones de occidente pudieron crear gracias a lo mucho que robaron a sangre y fuego. De este modo, las clases obreras europeas disfrutaron de relativo bienestar. La evidencia de todo esto se pone de manifiesto hoy cuando en la medida en que los países del sur se liberan del lastre del robo y la rapiña de nuestros gobiernos se acentúan los problemas económicos y sociales en Europa que repercuten en las clases trabajadoras.
2.- LUCHA TÁCTICA Y ESTRATÉGICA EN DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS. Ante este estado de cosas, importantes sectores de las clases obreras europeas se ponen del lado de la burguesía y muestran rechazo a los inmigrantes, consideran que vienen a robarles parte de su nivel de vida, y por supuesto, no ven con buenos ojos la liberación de estas naciones oprimidas del Sur puesto que perderán parte de su bienestar. Esto es así, especialmente en los sectores más pobres y alienados de las clases obreras europeas. Indudablemente, no podemos negar que la burguesía de nuestros países, la de España en concreto, se beneficia de una mano de obra, que por su carácter ilegal y el agobio de subsistir vende su fuerza de trabajo a un precio más barato, lo que da lugar a problemas que dividen el movimiento obrero. La misma legalidad se utiliza para rebajar salarios y dividir al movimiento obrero. Con la excusa de falta de mano de obra, la burguesía agraria, los terratenientes exigen todos los años al gobierno unos contingentes de mano de obra extranjera, no le valen todos los inmigrantes, los quiere especializados, profesionales en trabajos relacionados con la viña, los olivos, el cuidado y la pela del ganado, para los mataderos, etc. Insistimos que las causas de los problemas inmigratorios que se están generando en los países occidentales están inscritas en la naturaleza misma del capitalismo, en la explotación asalariada, en el control de los medios de producción por parte de una minoría social. Por tanto, los problemas inmigratorios estarán presentes mientras esté presente la sociedad capitalista.
De aquí, tenemos que luchar y denunciar todos los problemas concretos que se realizan contra LOS DERECHOS HUMANOS de los inmigrantes, pero nuestra denuncia no puede perder la acción estratégica de la eliminación del capitalismo y su sustitución por el socialismo. Una sociedad en donde el poder del Estado y los medios de producción pertenezcan a la colectividad trabajadora y no a la minoría capitalista.
3.- EL CAPITALISMO FOMENTA LA MUERTE DE LOS INMIGRANTES. El imperialismo necesita seguir saqueando las materias primas y los ricos recursos de muchos países de África, Asía y América Latina; es una prioridad para mantener sus tasas de ganancia, la reproducción y la ampliación constante de sus capitales y al mismo tiempo, garantizar que las clases trabajadores de sus países tengan un cierto nivel de vida y satisfacción que impidan movimientos radicales de rebelión contra el sistema. Los países ricos para el saqueo necesitan generar guerras entre las poblaciones del Sur global, creando grupos y organizaciones armadas que controlen las extensiones territoriales en donde son abundantes, los minerales, el oro, el uranio, etc. Las multinacionales y empresas de los países occidentales aprovechan la prolífica mano de mano de obra, sobre todo de niños y mujeres que en régimen esclavista utilizan para extraer los minerales y elaborar ciertas producciones mercantiles. Estas políticas laborales se ven aseguradas por la coerción que imponen estados dictatoriales, con un poder concentrado en pocas familias que actúan a las ordenes de los países imperialistas. Ante este ordenamiento reaccionario y opresor de la política y la economía se desatan emigraciones de jóvenes que no quieren seguir sufriendo ese encadenamiento a unas condiciones materiales de vida desdichadas y miserables. Las salidas de sus países están repletas de riesgos e inseguridades al verse obligados a surcar grandes extensiones de aguas en botes y balsas poco dotadas para la navegación, y superar las barreras que imponen naciones fronterizas engrasadas económicamente por el occidente colectivo. Las muertes de personas migrantes, ahogados y desaparecidos, por hambre, persecución, maltrato y represión al saltar las vallas de acero en los países fronterizos son miles y miles.
En este orden de cosas, no podemos dejar de denunciar con fuerza las políticas de los países de la UE que prefieren gastar fondos dinerarios en recursos materiales y humanos reforzando el control de las fronteras con la militarización, vallas y otros mecanismos tecnológicos antes que incrementar los medios que salven y protejan las vidas humanas de quienes se exponen a los peligros, y a otras fatalidades derivadas de las condiciones de sus viajes en busca de un mundo mejor.
4.- COMBATIR LA INMIGRACIÓN. La naturaleza del capitalismo es el motor que impulsa el movimiento migratorio. Con el capitalismo no se van a detener las oleadas masivas de inmigrantes, por muchas fronteras y límites físicos y militares que se impongan. Además, en la medida que la crisis del capitalismo se agudiza y su decadencia se acelera, se incrementan las posibilidades de guerras y las miserias en las diferentes partes del mundo colonizado por el neoliberalismo, por lo que crecerá la llegada de personas inmigrantes a nuestros países. No podemos permanecer pasivos. No valen las medias tintas, no vale defender políticas flotantes al estilo del reformismo, no vale decir que sí que defendemos la inmigración, pero tenemos que poner coto, regular los flujos y cosas parecidas. No nos vale querer dar la imagen de ser más ordenados y con propuestas más suaves que las reformistas y derechistas. No nos vale, pretender ser políticamente correctos y más atractivos electoralmente. Las burguesías defienden la libre circulación de capitales, pero controlan según sus intereses los flujos humanos. La clase obrera se posiciona en la defensa de la libre circulación de las personas, sin restricciones de derechos humanos.
Combatir la inmigración es denunciar la actitud de las multinacionales tanto en occidente como en los lugares del Sur global. Combatir la inmigración es exigir a nuestros estados el apoyo a los países del Sur global que intentan evitar la marcha de su fuerza laboral. Combatir la inmigración es defender papeles para todos y exigir la eliminación de las leyes de extranjería que dividen a los inmigrantes en legales e ilegales. No se trata de aplicar el BUENISMO sino defender la dignidad humana, los derechos laborales y sociales, en resumen, es una cuestión de derechos humanos. Combatir la inmigración es luchar por el socialismo, por un Estado que socialice a las grandes empresas que explotan y saquean, poniéndolas al servicio de la mayoría de la población, denunciando la explotación asalariada y la necesidad de que se acabe con la propiedad privada de los medios de producción.
5.- LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES. Los Estados como instrumentos funcionales de los capitalistas se endeudan hasta los ojos para financiar a las empresas armamentísticas gastando miles de millones de euros en armas, subvencionar a las grandes multinacionales y latifundistas, en sobornos y corrupciones, etc. Sin embargo, nunca tienen medios para proporcionar mejores condiciones de vida a la población trabajadora y mucho menos para integrar al inmigrante en la vida del país. No podemos aceptar estas justificaciones que salen frecuentemente de la boca de los políticos reformistas para negar el derecho de asilo, para justificar la estancia de los inmigrantes en centros de internamiento que vienen a ser cárceles en donde escasean las atenciones médicas, una alimentación apropiada, en barracas insufribles en invierno y en verano, etc. El Estado capitalista no tiene voluntad alguna para satisfacer el bienestar de las personas. Los fondos que los gobiernos emplean para los servicios públicos son los mínimos imprescindibles. No se interesan para que haya suficientes viviendas para todas las personas, ni unos servicios educativos adecuados para la atención de las familias inmigrantes, ni centros de salud y hospitales con profesionales sanitarios para la atención especializada y sin listas de espera, ni procuran un número de centros residenciales suficientes para las personas mayores y dependientes, etc.
La clase capitalista utiliza los fondos presupuestarios estatales para enriquecerse más de lo que ya está. En todo caso, destina pequeñas migajas de los presupuestos estatales a la población trabajadora para garantizar su propia estabilidad, para que no haya alteraciones sociales. Por eso, tácticamente tenemos que defender los principios y derechos de la dignidad humana de todas las personas ante el estado de la burguesía, pero sin olvidar que nuestro objetivo estratégico principal es acabar con el Estado capitalista.
6.- LA CACERÍA DE INMIGRANTES. Lo que ha ocurrido en la localidad de la Comunidad de Murcia es una persecución fascista contra los inmigrantes, en este caso concreto contra la población magrebí. La miserable y condenable agresión contra una persona mayor de la localidad de TORRE PACHECO ha dado lugar a una oleada de bulos, videos y mentiras que han tenido su expresión material en l actuación de agitadores de Extrema Derecha que organizan cacerías contra la población inmigrante que nos recuerdan a las organizadas por los nazis a mediados de los años 30 en Alemania. El crecimiento de la derecha más cruel y reaccionaria no nace espontáneamente, surge porque es alimentada por las políticas reformistas y los medios de comunicación del capital que difunden los bulos sin vergüenza alguna con tal de crear morbo para atraer al público. Este estado de cosas da lugar a que personas inmigrantes que no tienen nada que ver con todo lo sucedido sean perseguidos y agredidos bandas de fascistas y maleantes, acciones que crean las condiciones para que los mensajes del fascismo penetren en buena parte de la población. De este modo la situación de explotación económica y miseria en la que viven una buena parte de los inmigrantes queda oculta y fuera del conocimiento público. Además, estos hechos dan paso a una situación que hace más difícil la vida de la mayoría de las familias trabajadoras inmigrantes, rebajando la condición humana al vivir con miedo al ser criminalizadas y viéndose obligadas para su subsistencia a aceptar condiciones laborales y económicas más miserables.
La clase capitalista consigue la división del movimiento obrero, entre inmigrantes legales e ilegales y entre trabajadores autóctonos, de aquí que lo más importante es lograr la unidad de la clase obrera entre todos los trabajadores independientemente de su nacionalidad, lengua, etnia u origen, es la única manera de dar respuesta a la situación que estamos pasando. Por eso en estos momentos llamamos a la unidad de clase frente a los ataques fascistas y racistas, siendo necesario la unidad de la clase obrera con una misma bandera, y a la construcción de una alternativa política que responda al auge reaccionario y al capitalismo que lo genera.
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