En mi reciente viaje a Cuba tuve la oportunidad de no sólo estar en La Habana sino también de poder viajar extensamente a otras provincias y ciudades de la Isla, al interior, como especialmente decimos los habaneros. En este viaje fuera de La Habana fui junto con otros amigos por carretera a Bayamo. De La […]
En mi reciente viaje a Cuba tuve la oportunidad de no sólo estar en La Habana sino también de poder viajar extensamente a otras provincias y ciudades de la Isla, al interior, como especialmente decimos los habaneros. En este viaje fuera de La Habana fui junto con otros amigos por carretera a Bayamo. De La Habana a Bayamo hay unos 745 kilómetros de distancia. Entre una cosa y otra son alrededor de once a doce horas de camino, por suerte encontramos muy buen tiempo, mucho sol, en todo el viaje.
Salimos tempranito de La Habana para poder tomarnos nuestro tiempo en el camino. Esta vez fuimos por la autopista, la Ocho Vías, hasta su final al norte de la ciudad de Sancti Spíritus, y después continuamos por la Carretera Central hasta nuestro destino.
En el camino tuvimos la oportunidad de parar en la ciudad de Santa Clara y descansar del viaje visitando el centro de la ciudad. Mucha gente en sus trajines diarios se ve siempre en esta interesante ciudad, importantísimo centro cultural que tiene una población de un poco más de 240 mil habitantes. Los coches, de diferentes tamaños, tirados por caballos que sirven de transporte público urbano, como en La Habana los almendrones y en Santiago de Cuba las motos, se han convertido en algo distintivo de esta movida capital provincial.
En la ciudad de Ciego de Ávila a 160 kilómetros de Santa Clara, capital de la provincia que lleva su mismo nombre, almorzamos. Y almorzamos muy bien y nada caro en un céntrico restaurante. Hacía cerca de tres años que no visitaba a esta más campestre capital provincial. No recordaba a Ciego tan grande como es. Además mucho nos agradó que sus casas estén pintaditas y arregladas. De hecho está linda.
La carretera nos da la opción de evitar entrar en el centro de esta próxima ciudad a través de una vía de circunvalación. Pero entramos en el centro colonial de la próxima ciudad capital de provincia ya que siempre es un gran placer poder visitar, siquiera por unos minutos, la excepcional e histórica ciudad de Camagüey. Esta ilustre ciudad, antigua Santa María del Puerto del Príncipe, a 120 kilómetros de la ciudad de Ciego de Ávila, actualmente tiene una población de alrededor de 300 mil habitantes. Es un principal centro de instituciones de altos estudios tanto científicos como académicos, así como de notables instituciones culturales. Además que sin lugar a duda alguna es bella y acogedora.
A otros 120 kilómetros, más o menos, entramos a la ciudad de Las Tunas, capital de la provincia del mismo nombre. Esta ciudad cuenta con una población de 143 mil habitantes. Como todas las capitales de provincias Las Tunas ha estado siendo remozada. Las Tunas hoy es una ciudad agradable y muy limpia. Es una ciudad eminentemente rural, con mucho movimiento agrícola y comercial.
Y después de pasar por Las Tunas tomamos la carretera que nos llevó a Bayamo a 82 kilómetros de distancia. A Bayamo llegamos aún de día. Y en Bayamo nos quedamos por varios días. Para todo cubano y cubana esta bella ciudad es de mucho cariño y respeto por su desempeño en los procesos de liberación del pueblo cubano.
Tanto es así que nuestro himno nacional es el himno dedicado a los bayameses compuesto por el insigne patriota y general bayamés, Pedro Figueredo Cisneros (Perucho) al tomar los bayameses por las armas la ciudad el 20 de octubre de 1868, diez días después de que Carlos Manuel de Céspedes iniciara la primera de nuestras tres guerras por la independencia de España.
La gran oportunidad que da un largo recorrido por carretera como fue el nuestro es que pudimos constatar a través de todos esos cientos de kilómetros la creciente prosperidad evidente además de las cada vez mayores extensiones de tierras siendo cultivadas, y de los muchos productos agrícolas siendo vendidos a la población. Asuntos que son de suma importancia para todos los cubanos.
Me considero muy dichoso de recientemente haber podido realizar semejante viaje a través de nuestra querida isla, como también de poder hacérselo saber a ustedes a través de este pequeño trabajo.–