(Desde Miami).- La gira que recién hice a siete paises europeos cuyo propósito principal fue analizar e informar aquello concerniente a la situación de nuestros Cinco hermanos: Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, tuvo lugar en un momento oportuno. Las audiencias de resentencias ordenadas en septiembre de 2008 por el Tribunal de Apelaciones del Onceno […]
(Desde Miami).- La gira que recién hice a siete paises europeos cuyo propósito principal fue analizar e informar aquello concerniente a la situación de nuestros Cinco hermanos: Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, tuvo lugar en un momento oportuno.
Las audiencias de resentencias ordenadas en septiembre de 2008 por el Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito por considerar excesivas las condenas impuestas a Ramón, Antonio y a Fernando por el Tribunal Federal de Distrito que en Miami en el 2001 los juzgó, la primera de las cuales -la de Antonio-tuvo lugar en Miami el pasado 13 de octubre, ha suscitado un número de preguntas en el movimiento político que a través del mundo exige su inmediata libertad. Preguntas que necesitan esclarecimiento.
El proceso judicial al que el gobierno de Estados Unidos ha sometido a los Cinco -cuyo objetivo y resultado ha sido mantenerlos en prisión por más de once años- es un gran embrollo para cualquiera que no sea un experto en esas materias. Y es así especialmente al continuar éste en lo relacionado a las audiencias de resentencias de tres de los Cinco aún después que el Tribunal Supremo Federal se negara a considerar, en junio pasado, la apelación de sus casos presentada por la defensa.
Bueno, se preguntan muchos, si se dice que las posibilidades del proceso judicial de los Cinco ha terminado al negarse el Tribunal Supremo Federal considerar su apelación, ¿cómo es posible que después de esta decisión tengan lugar estas tres audiencias de reducción de condenas? ¿No continúa así el proceso judicial?
Es por eso que es necesario aclarar que la decisión sobre la reducción de condenas de Ramón, Antonio y Fernando fue tomada por el Pleno del Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito en septiembre de 2008 y quedó en suspenso en espera de la decisión del Tribunal Supremo sobre la apelación de los Cinco. Al no aceptar el Tribunal Supremo considerar la apelación de los Cinco, en junio de 2009, entonces el Tribunal Federal de Distrito en Miami encargado del asunto de la reducción de las condenas, procedió a que éstas tuvieran lugar. Así fue que tuvo lugar la de Antonio el pasado 13 de octubre y, de la misma manera, tendrán lugar las de Ramón y Fernando el próximo 8 de diciembre.
Además, existe otro recurso extraordinario ante el Tribunal Supremo Federal por parte de la defensa. Este recurso es uno de habeas corpus y se sustenta en información sobre los Cinco que no estaba disponible a la defensa en el tiempo que éstos fueron juzgados en Miami en el 2001, que además, no ha sido parte del proceso de apelación y que según lo entiende la defensa es fundamental para sus casos. La defensa tendrá hasta junio de 2010 para presentar este último recurso ante el Tribunal Supremo para su consideración.
Es así como el caso de los Cinco se mantiene en los tribunales.
Otra cuestión que puede dar lugar a equívocos es aquella relacionada con el acuerdo entre la defensa y la fiscalía sobre la nueva condena de Antonio. Ambas partes propusieron al Tribunal una nueva condena de 20 años que, al fin de cuentas, éste no aceptó y, a su vez, le impuso a Antonio una condena revisada de 21 años y 10 meses en vez de la de cadena perpetua más 10 años impuesta originalmente por el mismo Tribunal en junio de 2001.
En primer lugar es necesario repetir que este acuerdo entre la defensa y la fiscalía en cuanto a una nueva condena para Antonio nada tiene que ver con el reconocimiento de culpabilidad por parte de Antonio por el cargo falsamente imputado contra él por el gobierno de Estados Unidos por el cargo de Conspiración para Cometer Espionaje; este acuerdo sólo tiene que ver con el asunto de la condena. Nada más. Así es como lo explicó Leonard Weinglass, el abogado de Antonio, al comenzar su presentación al Tribunal durante la audiencia de reducción de condena.
Ni el abogado de Antonio ni Antonio entienden que es justo el acuerdo con la fiscalía sobre la condena de 20 años contra él. Ese acuerdo es el recurso disponible a su abogado para frustar la decisión anterior del gobierno y del Tribunal de mantener a Antonio encarcelado por el resto de su vida. Así de sencillo.
Antonio, su abogado, y todos los que reclamamos la inmediata libertad de los Cinco, sabemos que los Cinco fueron falsamente acusados por el gobierno de Estados Unidos para someterlos a un proceso judicial -en el que ha primado la voluntad política del gobierno – que los ha mantenido en prisión por más de once años, y que el único modo de que de cierta manera se logre lo justo es que el gobierno de Estados Unidos los excarcele de manera inmediata.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.