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El colectivo Per l’Horta denuncia daños irreparables sobre la Partida rural del Miracle y la playa dels Peixets

Activistas y vecinos de Alboraya rechazan un macrofestival de verano en la huerta

Fuentes: Rebelión

La tercera edición del Mare Nostrum Music Festival está previsto entre el 8 y 10 de julio en Alboraya, municipio de 23.000 habitantes del área metropolitana de Valencia e históricamente vinculado a la huerta. En un recinto de más de 100.000 metros cuadrados, a pocos metros del mar, los organizadores aspiran a que 40.000 personas […]

La tercera edición del Mare Nostrum Music Festival está previsto entre el 8 y 10 de julio en Alboraya, municipio de 23.000 habitantes del área metropolitana de Valencia e históricamente vinculado a la huerta. En un recinto de más de 100.000 metros cuadrados, a pocos metros del mar, los organizadores aspiran a que 40.000 personas disfruten de la música electrónica. «¡Frente al mar!», destacan los reclamos publicitarios, «sumérgete de lleno en el verano valenciano, rodeado del mejor ambiente festivalero a unos pocos metros de la playa». Con el patrocinio de marcas como Heineken, Coca Cola o Red Bull, y la colaboración de Ron Barceló, Telefónica y tanto el Ayuntamiento de Alboraya como Metrovalencia (empresa pública de la Generalitat), participarán a «orillas del mar» los «mejores artistas»: Alesso, Ale Mora, Ben Sims, Don Diablo, Coyu, Deborah de Luca, Deorro, Fattima Hajji…. Además el festival estrenará camping para todos los «nostrumers», con todos los servicios que harán «inolvidables» unos días de vacaciones.

El colectivo Per L’Horta y la Plataforma Som Horta de Alboraya encabezan la oposición al macrofestival previsto en la Partida rural del Miracle (Alboraya), uno de los pocos espacios donde la huerta se comunica con una playa casi virgen de unos 800 metros, «Els Peixets». Documentos como el Plan de Acción Territorial (PAT) de Protección de la Huerta de Valencia (en la versión no aprobada de 2010 y en la provisional de 2016) reconocen el valor hortícola de la zona. «El festival tendrá un impacto agrícola y paisajístico difícilmente reversible», afirma Trini Martínez, miembro de Som Horta. «Los terrenos hortícolas son muy frágiles y los preparativos del acto ya están dando lugar a movimientos de las tierras y aterramientos». En las semanas previas a la celebración del Mare Nostrum Music Festival, se han acumulado arenas y gravas, que se extienden sobre los campos, denuncian los activistas. La maquinaria pesada está, todavía hoy, allanando el terreno para los días 8, 9 y 10 de julio, con la zona del certamen acotada por vigilantes de seguridad de la empresa. Per l’Horta y Som Horta informan en un comunicado que se han derribado casas de aperos, arrasado tierras de huerta litoral en producción, cegado acequias, eliminado cañares y ejemplares adultos de tamarisco. A ello se agrega el impacto sobre las dunas, por los miles de personas que posiblemente transiten la zona del concierto.

En Alboraya gobierna el PSPV-PSOE con siete concejales en el consistorio, sobre un total de 21. Además de pedir que se pronuncie la Generalitat Valenciana, los activistas han criticado la «falta de transparencia» y el «autoritarismo» del alcalde, Miguel Chavarría (PSPV-PSOE), en la aprobación del proyecto. A pesar de que la operación lleva meses gestándose, señalan que el expediente ha permanecido oculto a los vecinos, asociaciones y partidos de la oposición. «Sólo se ha hecho público recientemente, y de manera incompleta». Los seis concejales de Compromís, los cuatro del PP, los tres de Ciudadanos y el de EUPV-IU se oponen a que el macroacto se celebre en la playa de «Els Peixets». «¿Qué política cultural se promueve en este municipio?», se pregunta Trini Martínez. «Las fiestas patronales -entre el 1 y el 11 de julio- se relegan a un polígono industrial, mientras se cede un paraje vulnerable como Els Peixets para un macrofestival privado». El Ayuntamiento pone como excusa para el proyecto la degradación de la zona, recuerda Martínez. «¿Y piensan regenerarla a golpe de macrofestival?» «¿La política medioambiental del alcalde consiste en aceptar la tala de tamariscos autóctonos a cambio de 3.000 palmeras ‘exóticas’, donadas por la organización del festival y que serán plantadas por el Ayuntamiento de Alboraya?».

La idea de que la organización del festival «regenerará» la zona al terminar el evento, tal como argumenta el Ayuntamiento de Alboraya, «no se sostiene», responde Trini Martínez. La plataforma Som Horta advierte asimismo de que la empresa no pagará canon alguno al consistorio, que tendrá que encargarse de la limpieza del exterior. «La gestión de los residuos, tanto sólidos como sanitarios, no se ha garantizado de forma explícita», critica la plataforma. Y existe el riesgo de que las Playas (aledañas) de La Patacona y Saplaya se conviertan en vertedero -también marítimo- de los plásticos, vasos, botellas y bolsas generadas por el Mare Nostrum Music Festival. «Por las condiciones orográficas y de comunicación de la playa de Els Peixets, son factores muy difíciles de gestionar», sostiene Trini Martínez.

Los vecinos de las zonas residenciales de La Patacona y Port Saplaya padecerán seguramente el impacto acústico, los cortes de calles, la suciedad y las aglomeraciones. En una zona aneja a las parcelas habilitadas para el festival, llevan años viviendo un grupo de vecinos de escasos recursos. Uno de ellos ha atendido dos veces en los últimos días a los medios de comunicación. Durante cuatro años y medio reside en «lo que llaman asentamientos». Asegura que ni el Ayuntamiento ni la Policía Local se ha puesto en contacto con ellos. «Nos enteramos de todo al empezar las obras», junto a sus hogares y caravanas. El jefe de obras les ha comunicado que se habilitará una valla de separación para el concierto. «Tenemos miedo de que por la noche nos puedan lanzar cualquier cosa». Ha visto cómo las máquinas arrasaban tierras de cultivo. Como hay que ganarse la vida, admite que alguno de sus familiares está trabajando estos días para la empresa que ejecuta las obras.

El Ayuntamiento de Alboraya insiste en que el Festival Mare Nostrum representa una «oportunidad» para sanear el entorno de Els Peixets, que caracteriza como zona de «abandono creciente». Pero no se detalla ningún plan de actuación concreto, replican los activistas. Fuentes municipales aseguran que se trata de unos terrenos calificados como «Sistema General, Parque de Playa», que nunca fueron expropiados ni adquiridos por las Administraciones Públicas (salvo una parte del Ministerio de Fomento por la afección de la autopista AP-7). La versión municipal se fundamenta en que las obras previas protegen los sistemas de riego y las acequias principales de desagüe, que se limpiarán de cañas y desechos. Además, sostiene que las tierras de cultivo se aplanarán, pero en ningún caso se retirarán ni mezclarán con zahorra, de manera que puedan revertirse cuando termine el macroevento; y que incluso se limpiarán zonas, fuera del recinto del concierto, pertenecientes al Ministerio de Fomento, actualmente cubiertas de cañas y escombros. Sin embargo, uno de los propietarios afectados resume la ristra de anuncios del siguiente modo: «convertirlo todo en un solar». Atribuye al ayuntamiento el uso de un «lenguaje políticamente correcto y para personas que no entienden de la actividad agrícola; pero la gente puede venir y ver la acción de las máquinas».

Per L’Horta recuerda que el primer edil reconoció -en el pleno municipal del 20 de junio y en el diario Levante-EMV- que faltan permisos, el expediente no está completo y que podría suceder que al final el Festival Mare Nostrum no se celebre. Esta posibilidad complicaría las cosas al Ayuntamiento de Alboraya, pues la entidad organizadora informaba el 27 de junio en las redes sociales que había vendido el 86% de los abonos, el 91% de entradas en la zona VIP, el 96% de las plazas de acampada y el 70″ de los «cuños». Mientras, los colectivos que se oponen al macrofestival habían recogido ayer al mediodía 3.800 firmas digitales, en la plataforma Change.org, para que se paralizara el evento en la huerta y la playa de Els Peixets. Las rúbricas se le entregarán personalmente al alcalde. El 28 de junio Per l’Horta informaba en las redes sociales de un «incidente» con la empresa promotora. Ésta telefoneó a un activista de Per L’Horta para advertirle de una posible demanda judicial, en caso de que el colectivo no retirara un «enlace» de Facebook al periódico La Directa. La preocupación radicaba en un artículo de Antoni Silva, en el que se daba cuenta de que la empresa organizadora tiene su domicilio fiscal en un solar y que cada nueva edición del Festival Mare Nostrum corre a cargo de una empresa diferente, pero con idéntico propietario.

La mayoría socialista en el Ayuntamiento de Alboraya ha dado alas al macroproyecto, también con propaganda y notas informativas. «Alesso, cabeza de cartel de Mare Nostrum Music Festival», celebraba el 10 de junio la página Web municipal. El País Valenciano se situará en el «epicentro mundial de la música electrónica», agregaba. De acuerdo con estas informaciones, Alesso es uno de los productores y DJ’s más reconocidos del panorama mundial (Madonna eligió a este sueco de origen italiano como figura destacada en su gira mundial de 2013). Además, se argumenta que el Festival Mare Nostrum está «muy vinculado a las raíces valencianas». Tomarán parte DJ’s autóctonos, se integrará en las fiestas patronales y los comerciantes de la localidad podrán vender dentro del recinto sus productos, también la afamada horchata de Alboraia. De los 500 empleos que anuncia la empresa, 250 corresponden a vecinos de Alboraya, se felicita el consistorio. En resumen, durante tres días este municipio del norte de Valencia se convertirá en «capital cultural de la música electrónica». Trini Martínez responde que en la localidad se impuso un modelo urbanístico de especulación «salvaje», «no hemos aprendido nada después de la burbuja inmobiliaria». El nuevo Plan General de Alboraya se mantiene en esta idea, resalta la activista.

Las versiones oficiales empiezan por el entusiasmo del Ayuntamiento alborayense: «Las confirmaciones se suceden para conformar un elenco de artistas que harán vibrar a más de 40.000 asistentes»; continúan con el departamento de Ordenación Territorial de la Generalitat Valenciana, que reconoce en el PAT de Protección de la Huerta las singularidades del paraje afectado; al laberinto se agrega la Dirección General de Gestión del Medio Natural de la Generalitat, que declaró no ser competente al no tratarse de una zona con especial grado de protección ambiental. Un informe de los técnicos de área abunda en que en el sector predominan los cañares, brozas y bancales de huerta más o menos abandonados, en todo caso, sin que exista un riesgo sobre la flora y fauna protegida. El director general de Gestión del Medio Natural, Toni Marzo, señala además las competencias estatales. Recuerda un antiguo proyecto de la Confederación Hidrográfica del Júcar, no ejecutado, para la integración del Barranco del Carraixet (después de su encauzamiento), que incluía la integración paisajística de la ermita de Els Peixets y la restauración de las dunas. La iniciativa surgió al calor de las protestas vecinales. «No se materializó nada de todo aquello»

El consistorio ha informado que de los 42 propietarios de parcelas afectados, 32 han firmado un contrato de alquiler con los organizadores del festival. En las ofertas, la empresa distinguía si los campos estaban o no trabajados y plantados. A una propietaria, que se negó a la cesión de las tierras para realizar el gran evento, le ofrecieron primeramente mil euros por hanegada. En un segundo contacto con el abogado, los promotores aumentaron la cantidad y también los plazos del alquiler, de tres a cinco años. «Pero no es una cuestión de dinero», mantiene. Su parcela familiar tiene un valor «estratégico» para la empresa organizadora, ya que se ubica en la futura zona VIP y el escenario del recinto. La propietaria entrevistada aspira a conservar su tierra como cultivable. Además, nunca se ha creído la versión municipal sobre una posible reversión de la tierra, de los macrofestivales de música electrónica a la agricultura. «Es imposible hacer y deshacer los terrenos de huerta continuamente, y mantenerlos en buenas condiciones». El Ayuntamiento habla de la tierra de huerta como si fuera un «calcetín», lamenta. Otro propietario que también se ha negado a firmar defiende que el Festival Mare Nostrum es una «brutalidad», «están liquidando un paraje natural que poco a poco han ido degradando». Añade que los políticos consideran la huerta un «futuro solar», despojada de su valor identitario.

Unas declaraciones recientes del alcalde, Miguel Chavarría, deflagraron el ambiente. Se preguntó dónde se hallaban los ecologistas cuando se degradaban la Partida del Miracle y la huerta de Els Peixets. El propietario entrevistado subraya, en cambio, las responsabilidades municipales. Sostiene que el Ayuntamiento ha permitido en la zona puntos concretos de vertidos incontrolados. Además, «cuando se amplió el barranco del Carraixet se arrojaron escombros en la zona dunar y se han tolerado asentamientos irregulares». Defiende que históricamente se ha abandonado la zona, «y ahora se utiliza este argumento como excusa para arrasar y vender una regeneración asociada al festival». También valora la singularidad del paraje, excepcional en el norte de la provincia de Valencia (hasta Sagunto), como punto de conexión entre los campos y el mar. Y el valor de la tierra, arenosa y muy fina, de playa, mezclada con tierras de aluvión. Si estos rasgos caracterizan a la huerta de Alboraya, la Partida del Miracle es la que ofrece las chufas más dulces del término, afirma.

Consultada por los diferentes informes oficiales, la propietaria afectada responde que tal vez si los técnicos hubieran visitado la zona del concierto no unos días atrás, sino hace dos meses, antes de que las máquinas irrumpieran, habrían observado campos preparados en barbecho y otros con cultivos de huerta, por ejemplo de cebollas, patatas, calabazas, chufas o forrajes. También se pregunta si los técnicos se acercaron a la desembocadura del Barranco del Carraixet, próxima al lugar del concierto, donde habitan especies de flora y fauna autóctonas y puede practicarse la pesca. En la zona pueden avistarse una variedad de aves acuáticas, como fochas y collverds. Algunas de estas aves están de paso en la zona. Para defender los valores de la huerta productiva, el 25 de mayo Per L’Horta y Som Horta organizaron una concentración en la Ermita de Els Peixets, en la que los activistas labraron uno de los campos cuyos propietarios se negaron a alquilar. El 19 de junio se desplegó otra acción reivindicativa en el mismo lugar, en la que participaron un centenar de personas tras sólo dos días de preparativos. Participaron entidades como Acció Ecologista Agró, la Plataforma per la Sobirania Alimentària del País Valencià, el Centre Social Okupat i Anarquista L’Horta, colectivos de ciclistas y vecinales de Valencia y Alboraya. También labradores de diferentes territorios. La siguiente concentración fue el 20 de junio ante el ayuntamiento. Ese día el Pleno abordaba la gran cuestión: el Mare Nostrum Music Festival.

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