NACIONES UNIDAS – Con 50 por ciento de la humanidad afectada por la degradación de la tierra, el mundo debe pasar de una situación de grave crisis a medidas ambiciosas para conservar, restaurar y utilizar los recursos de la tierra de forma sostenible, según un nuevo informe de las Naciones Unidas, divulgado este miércoles 27.
El segundo e histórico informe Perspectiva Global de la Tierra (GLO2, en inglés), de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CUNLD), ofrece un informe aleccionador sobre el estado del planeta y demanda mayor urgencia y ambición para frenar la crisis y avanzar a un uso sostenible de la tierra, porque de seguir en el camino actual es la propia salud humana la que está en creciente riesgo.
Elaborado a lo largo de los últimos cinco años, en colaboración con 21 organizaciones asociadas, el informe se considera el análisis más completo de los problemas de la tierra hasta la fecha.
El nuevo informe se sustenta en el anterior y primer Perspectiva Global de la Tierra (GLO), publicado en 2017, que evaluó las consecuencias de la deforestación y las prácticas agrícolas insostenibles generalizadas en la salud humana y de los ecosistemas, la seguridad alimentaria y los medios de vida estables.
“Ya hemos degradado casi 40 % y alterado 70 % de la tierra. No podemos permitirnos otra década perdida para la naturaleza y necesitamos actuar ahora para un futuro de vida en armonía con la naturaleza», dijo Elizabeth Mrema, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas.
Añadió que «el GLO2 muestra las vías, los facilitadores y los conocimientos que deberíamos aplicar para poner en práctica de forma eficaz el Marco Mundial de la Biodiversidad posterior a 2020”.
Tras recordar que la tierra es un recurso finito, el informe advierte que la gestión y el uso actuales están aumentando el riesgo de cambios ambientales generalizados, abruptos e irreversibles.
También se centra en gran medida en las soluciones, especialmente en la protección y restauración de la tierra, el suelo, los bosques y otros ecosistemas.
“El informe destaca la importancia de proteger los bosques tropicales restantes, especialmente de gestionar la vida silvestre y la biodiversidad de una manera mucho más cuidadosa, protegiendo y restaurando para recuperar parte del daño que se ha hecho”, dijo a IPS el ecologista Nigel Sizer.
A su juicio, el nuevo documento, “destaca la enorme oportunidad global de restaurar los paisajes en todo el mundo, el potencial para contribuir a mejorar la producción de alimentos, la protección de la biodiversidad, el almacenamiento de carbono y la provisión de medios de vida”.
“Hay enormes oportunidades de empleo relacionadas con esas actividades, y a su vez ayudan a que nuestras economías sean más resistentes”, dijo el especialista en bosques tropicales.
Sizer, director ejecutivo de la Coalición para la Prevención de Pandemias en el Origen, dijo que el nuevo documento de la CNULD, también conocida por la sigla inglesa UNCCD, “da al mundo la llamada de atención que necesita para tomar medidas urgentes para poner fin a la destrucción de los bosques y proteger la salud humana”.
“Nuestra relación con la naturaleza está muy rota”, aseguró el experto.
Para Sizer, “hemos oído hablar mucho del cambio climático y de la extinción de especies animales y vegetales”.
Pero, añadió, “de lo que no se ha dado tanta cuenta la gente es de que las pandemias son principalmente el resultado de los virus de la fauna silvestre, a menudo relacionados con el comercio de especies silvestres, la deforestación y otros aspectos de explotación de nuestra relación con la naturaleza”.
“Este informe pone de manifiesto la enorme degradación de la tierra, la pérdida de bosques y la pérdida de biodiversidad que se está produciendo en todo el mundo, y hace un llamamiento muy importante para que se aborden estos retos, especialmente a los gobiernos”, dijo.
El GLO2 pide que se establezcan objetivos cada vez más ambiciosos de restauración de la tierra, y que los mayores emisores de gases de efecto invernadero ayuden a los países en desarrollo a restaurar sus recursos terrestres.
“Como comunidad mundial, no podemos seguir confiando en reformas graduales dentro de los marcos tradicionales de planificación y desarrollo para abordar los profundos retos de desarrollo y sostenibilidad a los que nos enfrentamos en las próximas décadas”, planteó Nichole Barger, miembro del comité directivo que elaboró el GLO2.
“Es necesaria una rápida transformación de las prácticas de uso y gestión de la tierra que sitúe a las personas y a la naturaleza en el centro de nuestra planificación, dando prioridad a la creación de empleo y al desarrollo de habilidades vitales, al tiempo que se da voz a las mujeres y a los jóvenes que han sido tradicionalmente marginados de la toma de decisiones”, dijo la integrante del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la estadounidense Universidad de Colorado.
Sizer está de acuerdo.
“Necesitamos urgentemente que los gobiernos se comprometan a proteger lo que queda para restaurar mucho de lo que se ha perdido en términos de bosques de cobertura arbórea, humedales, sistemas de agua dulce, ecosistemas costeros. Esto es absolutamente clave para proteger nuestros sistemas de producción de alimentos, restaurar el suelo y proporcionar medios de vida, especialmente en las comunidades rurales”, subrayó el experto.
El GLO2 ha sido publicado en lo que se espera que sea un año decisivo para la acción en cuestiones de tierra y biodiversidad, incluyendo la celebración de la 15 Conferencia de las Partes (COP15) de la CNULD, que debe celebrarse del 9 al 20 de mayo en Costa de Márfil.
Esa cumbre esta llamada a adoptar compromisos ambiciosos para la recuperación de las tierras y suelos degradados que se expanden por el mundo.
Cuando la comunidad internacional está saliendo trabajosamente de la pandemia de covid-19 y sus impactos económicos y sociales, en la restauración de la naturaleza y la gestión de la tierra de manera más responsable, hay una oportunidad de creación de muchos puestos de trabajo.
“Es una gran oportunidad para estimular las economías para lograr más sostenibilidad, y recuperarse más rápidamente de esta pandemia, así como reducir el riesgo de futuras pandemias, dijo Sizer.
¿Y qué significaría no actuar?
Según el GLO2, para el año 2050 se degradará un área adicional del tamaño de Sudamérica si el mundo continúa con la trayectoria actual de disminución de la capacidad de importantes ecosistemas para producir bienes o prestar servicios.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
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