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[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

Algunos nombres propios

Fuentes: Rebelión

Aquellos que odian la injusticia están obligados a luchar, con cada onza de sus fuerzas. Ellos deben trabajar para un mundo nuevo en que la avaricia y el egoísmo sean finalmente vencidos. Ignacio Ellacuría Mañana Edward [Aveling] irá a Cornualles a visitar a unos amigos que también quieren que vaya yo. No puedo. No soporto […]

Aquellos que odian la injusticia están obligados a luchar, con cada onza de sus fuerzas. Ellos deben trabajar para un mundo nuevo en que la avaricia y el egoísmo sean finalmente vencidos.

Ignacio Ellacuría

Mañana Edward [Aveling] irá a Cornualles a visitar a unos amigos que también quieren que vaya yo. No puedo. No soporto a la gente rica.

Tussy [Eleanor] a Laura Marx, 31 de diciembre de 1888 [1]

Querido señor Germain:

Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor [el Nobel] demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiera sucedido nada de todo esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.

Lo abrazo con todas mis fuerzas.

Albert Camus [2]

En las crisis del mercado mundial se revelan aparatosamente las contradicciones y antagonismos de la producción burguesa. En lugar de investigar cuáles son los elementos contradictorios que entrechocan, los apologetas se contentan con negar la catástrofe misma y se obstinan en afirmar, frente a la periodicidad regular, que si la producción tuviese lugar según prevén los manuales, nunca se darían crisis. La apologética se resume pues en el falseamiento de las relaciones económicas más simples y especialmente en sostener la unidad frente a la contradicción.

Karl Marx, Teorías sobre la plusvalía [3]

I

Es más que probable, es casi seguro, que el molt (però que molt i molt!) ex honorable no sólo mintiera durante su presidencia y durante la larga y crematística gestión de su ex presidencia sino que también lo hiciera en sus explicaciones de finales de julio y en su (vergonzosa e inolvidable) comparecencia parlamentaria de septiembre de 2014. Debe estar en sus memes y en los del clan familiar. No es nada personal por supuesto. Tampoco el servilismo de sus servidores (incluida la presidenta del Parlamento catalán). Transcurre por la misma senda.

Por su parte, su hijo político, el actual president de la Generalitat, el amigo íntimo de Jordi Pujol Ferrusola, dice estar atónito, sorprendido, incluso estupefacto, por la actitud de don Oriol y ERC en las conversaciones que mantienen en secreto y sin luz ni taquígrafos. ¿También para la Historia? Teatro de titelles, algunos fogonazos informativos, para distraernos probablemente. Mientras tanto, mientras se desarrolla esa lucha de «titanes» nacionalistas por ampliar poder y dominio, con calculadora «!científica» en mano, la «sociedad civil nacionalista» se mantiene expectante y amenaza (y nos amenaza) con nuevas movilizaciones si no se convocan elecciones. Y pronto. Ellos dictan la agenda. El «Estado catalán», piensan erróneamente, son ellos.

Mientras tanto, las otras fuerzas del acuerdo nacional-nacionalista, no aparecen en la escena principal. No cuentan apenas. Lo suyo es ser figurantes. Cuando toque, cuando la ocasión lo requiera y el lema «unidad, unidad» exija su presencia ante las cámaras.

Pasemos página, es asunto viejo y, como diría probablemente Gil de Biedma, la luz apenas penetra en esta habitación intranquila en la que ya no soñamos. Empecemos bien el año (aunque ya es imposible de hecho después de lo sucedido en París… y en tantas otras ciudades o pueblos del mundo, incluidos desde luego los del Próximo Oriente). Un chiste con punta nos puede sentar bien.

Con la sede embargada por corrupción política; con su -hasta hace medio año intocable- líder histórico ante la justicia; con una comisión de investigación parlamentaria en activo sobre el caso; con el paso Pretòria que afecta a dos ex pesos pesados (y pesadísimos) del partido; con los 580 mil euros que una empresa del caso Pujol pagó en su día a un alcalde de CDC; con una nueva acusación contra Oriol Pujol, el ex secretario general de partido e hijo del Gran Jefe, con esas coordenadas convergentes dibujadas en la pizarra nacional, Josep Rull, coordinador general del Partido fundado por el gran manipulador y estafador, ha declarado a principios de este misma semana: «No nos generan ninguna inquietud los temas relacionados con la fiscalidad. Para nada». ¡Qué me parto don Pancracio!

¿Para nada, ninguna inquietud?… Pero esperen, bien pensado, ¿y si no fuera un chiste y fuera verdad que no les preocupan para nada estos más que turbios asuntos? ¿Qué explicación podría tener su despreocupación?

II

Una victoria, lo vendan como lo quieran vender, de los movimientos ciudadanos de resistencia y rebeldía: la T-10, la tarjeta más usada del transporte público de Barcelona, cuesta desde el 1 de enero de 2015 9,95 euros, una rebaja del 3%.

Se dirá que es año de elecciones y que ya se sabe…. Pero otros años también lo fueron y no pasó.

¡La economía estúpido! ¿Recuerdan? Pero esta vez no es eso. La lucha de «Stop pujades» es la clave.

III

La factura del agua en Cataluña no ha parado de subir desde que empezó la crisis. Las consecuencias de la política neoliberal de los gobiernos Mas, sus políticas privatizadoras, su servicial e interesado apoyo a los intereses empresariales, tienen aquí una concreción que vale la pena no olvidar. Tomo pie en la información de Dani Cordero del pasado miércoles 7 de enero.

La Agencia Catalana del Agua (ACA) empezó a realizar informes sobre el precio de ese servicio básico en 2008. De los 1,316 euros por m3 que pagaba un hogar con un consumo medio de 12 m3 se ha pasado a 2,353 euros (la subida registrada se aproxima al 80%). El incremento ha sido constante y no ha cesado en los últimos años. Desde que en 2012 se iniciaron los trabajos para privatizar ATLL (pendiente actualmente de que se revoque el contrato al consorcio liderado por Acciona y BTG Pactual), se ha producido un encarecimiento del 24% (en tiempos de baja inflación e incluso de deflación).

Los motivos de la subida son varios. Según los datos estudiados por el Observatorio del Precio del Agua de la ACA, uno es el repunte que ha sufrido el canon del agua (el que aprueba cada año el gobierno de la Generalitat) «para financiar la construcción y el mantenimiento de todas las infraestructuras hidráulicas». Desde 2012 lo que se paga de una suministradora por cada m3 por ese concepto, una cuarta parte del total del recibo, ha aumentado un 7,4%. Empero, la mayor parte del incremento llega de la parte del consumo. El 57% de la factura es por este motivo y cada m3 de agua «ha pasado de cobrarse a 0,577 euros en 2012 a costar 0,776 euros, un salto del 34% en apenas tres años». La subida se debe al incremento del precio del agua que vende Aguas Ter-Llobregat (ATLL) a las suministradoras y «el que han dictado estas para mantener sus márgenes de beneficios».

Justo antes de privatizar ATLL, con el objetivo de conseguir que su concesión fuera más atractiva a ojos de los inversores y su cuenta de resultados, el gobierno Mas aprobó en el verano de 2012 «una subida de sus tarifas de alrededor de un 70%» que se trasladó a las tarifas domésticas que aplican los operadores. Estos, a su vez, aplicaron también subidas. El círculo siempre suele cerrarse así. El portavoz de «Agua es Vida» ha denunciado, con razones muy atendibles, que la privatización de ATLL «no responde a una mejora del servicio sino a un traspaso al bolsillo de las personas de la deuda pública, unas familias que pese a reducir consumo [se ha reducido un 11% en Barcelona desde 2007] y perder renta, ven cómo la tarifa no para de aumentar». En Barcelona, la provincia catalana que más depende del suministro de la ATLL, se pagan los precios más caros: 2,512 euros por m3. Después, por debajo de la media, se sitúan Lleida (1,887 euros), Tarragona (1,866) y Girona (1,644).

En Barcelona ciudad el precio medio que se paga es de 2,476. Según un informe comparativo elaborado por la ACA, en el que se han analizado diez ciudades españolas, Barcelona es la segunda ciudad más cara de España, solo superada por Murcia (2,946 euros). Está muy por encima de Madrid, la quinta ciudad más cara con una tarifa de 1,573 euros, casi 1 euro menos por metro cúbico que Barcelona.

IV

El 17 y 18 de enero de 2015, en el Casal de Cultura, calle del Carme nº 22 de Sant Adrià del Besòs, una ciudad obrera pegada a Barcelona, pueden moverse con la lína 2, se celebra el XV Congreso del PSUC, al que ICV forzó a usar en su día su nombre actual, PSUC-viu. Iniciativa, desde luego, se quedó con la marca no operativa «PSUC» para sus fundaciones y acaso también para poder congelar mejor las aristas comunistas de una tradición que ha revisado a su gusto y medida.

El lema de este XV congreso del PSUC es «Por una Cataluña obrera, popular y solidaria. Por la República federal». ¿A qué suena bien?, ¿a qué suena a las finalidades de siempre… tan actuales y urgentes también como siempre?

V

En general, como suele decirse, las personas se vuelven más conservadoras, políticamente hablando con el transcurso de los años. Aunque no siempre. Carlos Jiménez Villarejo es un excelente contraejemplo de esa supuesta ley de la naturaleza social o humana. Lo ha demostrado, una vez más, en su artículo «Los ‘paraísos fiscales’ pujolistas». Un magnífico regalo de Reyes que describe mejor que bien el denominado oasis catalán, la Cataluña pujolista, la socioconvergencia. Quin horror, quina barra!

Siete campanadas. ¡Cuidado con estas uvas que son amargas, como las de Jon Elster!

1. La primera: «El pasado 18 de diciembre el juez Ruz acordó abrir la fase procesal hacia el juicio oral de los implicados en el caso Pretoria, abierto por Garzón hace cinco años. Contra 11 imputados, entre los que se encuentran el ex alcalde del PSC de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz, y los que fueron destacados dirigentes de CiU y consejeros de Jordi Pujol, Lluís Prenafeta y Macià Alavedra. Todos, en diverso grado de responsabilidad, por los delitos propios de corrupción, tráfico de influencias, cohecho y blanqueo de capitales.

2. La segunda: «Durante el ejercicio de sus cargos públicos, gracias al apoyo de los fiscales generales del Estado, del PSOE, la fiscalía no pudo emprender acciones penales contra ellos. Fue particularmente grave el manto de impunidad que cubrió la presunta malversación de los fondos públicos de la CARIC (Comisión de Ayuda a la Reconversión Industrial de Cataluña) que justificaba la persecución penal de Alavedra y 11 consejeros más. La realidad era más que evidente. Una parte de los fondos de dicha entidad-los llamados avales- se destinó, en condiciones muy ventajosas, a sociedades vinculadas a consejeros o altos cargos de la Generalitat, fondos que finalmente no fueron reintegrados causando un grave perjuicio al erario público autonómico».

3. La tercera, respiren un poco: «Una primera consideración sobre la resolución del juez Ruz: por sí sola descalifica la pretendida reforma del proceso penal del PP, que trata de abreviar, mediante un sistema de plazos, la investigación judicial, especialmente ante esta clase de delitos… Asimismo, cuando estamos pendientes de que declaren como imputados Jordi Pujol, su esposa y tres de sus hijos por fraude fiscal y blanqueo de capitales, el auto del Juzgado Central número 5 describe el funcionamiento presuntamente delictivo del clan pujolista, el de la familia propiamente dicha y la otra e inseparable «familia», sin la que es imposible entender el pujolismo y su funcionamiento, como ha dicho un autor, en clave de ‘hampa barcelonesa». Retengamos el término: hampa barcelonesa.

4. La cuarta: «El auto del juez Ruz describe los hechos, situándolos en la pasada década, como «una trama dirigida a la realización de labores de intermediación o influencia en adjudicaciones públicas vinculadas a operaciones urbanísticas (…) a cambio de la percepción de cuantiosas comisiones, que se procedería ulteriormente a ocultar tanto su titularidad como el origen presuntamente delictivo de las referidas ganancias patrimoniales, con la finalidad de lograr su afloramiento posterior desvinculándolas de su origen mediante la utilización de complejos entramados societarios y financieros». Éstos eran los objetivos y modos de proceder de los miembros de la trama, como hicieron en la Operación Niesma, en la que Prenafeta y Alavedra consiguieron, por su mediación, sustanciosos beneficios económicos gracias «al ascendiente (….) que ejercían sobre cargos públicos derivado de los altos cargos que ocuparon en el Gobierno catalán durante los años ochenta a noventa».

Tan grave o más que lo anterior, añade CJV, «fueron las ganancias obtenidas, a veces de procedencia desconocida o de otras labores de intermediación, que ocultaron a la Hacienda pública mediante la canalización de las mismas a través de entidades fiduciarias domiciliadas en paraísos fiscales».

5. La quinta si aún aguantan: «El juzgado del caso Pretoria ha dirigido 13 comisiones rogatorias, cinco a Suiza y otras tantas a Andorra y una a Portugal, Reino Unido, Costa Rica y EEUU. La colaboración de estos Estados ha resultado indispensable para conocer el patrimonio oculto y el alcance de lo defraudado por ambos ex dirigentes de CiU. El Gobierno del PP, por contra, no hace absolutamente nada para dar cumplimiento a un acuerdo del Congreso de los Diputados, de 12 de julio de 2011, que instaba al Gobierno a la ‘supresión de los paraísos fiscales».

6. La sexta va de números: «Gracias a la colaboración de otros países, ha podido saberse que la cantidad defraudada por Alavedra en los ejercicios 1997, 1998, 2000 y 2006 fue de 2.605.000 euros. Para eso dispuso, como ya venía haciendo su jefe de Gobierno desde 1980, de sociedades domiciliadas en Andorra y las islas Caimán. Lo mismo hizo el ex secretario de Presidencia, Lluís Prenafeta. Quien, según la resolución judicial, durante los ejercicios 2000 a 2007 obtuvo 14.984.000 euros de ganancias «procedentes de labores de intermediación en adjudicaciones públicas», cuyo origen no siempre ha podido determinarse, sirviéndose de la sociedad BUIC y de otros mecanismos para ocultar y defraudar a la Hacienda pública una cantidad superior a los cinco millones entre los años 2000 a 2003, también a través de cuentas abiertas en Suiza y Andorra». ¿Se entiende el origen de algunas, de muchas fortunas?

7. La última, vayan con cuidado: «Los hechos descritos no solo merecen un reproche penal, sino que, asociados al gran fraude de la familia Pujol, expresan la total ausencia de ética pública de una parte importante de quienes han gobernado Cataluña durante 23 años y de quienes, aquí y en España, han sido sus cómplices o encubridores, penales y políticos».

CJV, siempre muy prudente, fue atributo asignado a su antiguo oficio, no se corta ni un pelo al señalar la total ausencia de ética pública en una parte importante de quienes han gobernado Cataluña. Habla de 23 años. Pero no es un disparate pensar en otros años, en años más recientes e incluso en actividades ejercidas desde fuera de la presidencia del gobierno de la Generalitat. Los poderes suelen actuar en red.

VI

También este artículo de Francesc Valls -«Checas en el Estado de derecho. Prenafeta», 4 de enero de 2015- enseña lo suyo sobre la cosmovisión, redes, contactos e incluso sentimientos de las clases dominantes y hegemónicas catalanas. De cómo pisan la tierra.

Mientras languidecen las luces de Navidad, señala FV, «el fiscal del caso Pretoria ha hecho públicas sus peticiones… Se reclama a los acusados el pago de multas y decomisos por valor de 93,7 millones de euros». Se piden, además, «penas de prisión para todos ellos que, en tres casos, son de seis años y diez meses y de ocho en el de Luigi, a quien se considera intermediario y conseguidor de los negocios». Las acusaciones van desde el tráfico de influencias y cohecho al blanqueo de capitales. ¿Les suena? Los 71 folios de Anticorrupción, señala FV, «son un recorrido por el entramado de operaciones, incluyendo dos clásicos -Andorra y las Islas Caimán-, donde los acusados trataban presuntamente de borrar rastros».

La operación Pretoria, prosigue FV, ha dado impulso literario al género cuadernos de cárcel. No son los de Gramsci por supuesto. «Ahí está el libro El malson. Publicado en 2010 por Columna, narra el súbito despertar al pesimismo panglossiano del ex político y hombre de negocios Lluís Prenafeta»,un pujolista de toda la vida. Según ha trascendido hace unos días, preguntó una vez, junto al ex consejero Macià Alavedra, «al personal penitenciario de Soto del Real por qué no tenían hechas las camas de su celda o cuál era el motivo por el que se no se servía vino en las comidas». ¿A qué hay gente que pisa fuerte incluso en la cárcel?

El libro de Prenafeta «describía el cuartel de la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca como algo similar a las celdas de Sant Elies», en la Barcelona revolucionaria de los años treinta. «Es horrible. Una checa. Un auténtico campamento de checas». Tenía la presión disparada, nos informa don Lluís. «Pregunté: cuando esto acabe, ¿dónde me llevarán? ‘Estará mucho mejor aquí con nosotros que donde le lleven después’. Era un lugar siniestro, ¿Dónde podía estar peor?», concluía Prenafeta.

«Garzón da miedo», proseguía más adelante el relato. «Todo en él destila un aire extraño que no inspira confianza». ¿Por qué un magistrado como Garzón, se preguntaba don Lluís, «que ha demostrado de manera reiterada que las causas se le escurren entre los dedos, continúa ejerciendo?». La pluma acerada del que fuera secretario general de la Presidencia de la Generalitat, comenta FV, hallaba una explicación a su persecución: «La actuación de todos los elementos de la Audiencia deja en evidencia la escasa autonomía judicial de Cataluña. Constata de manera agria quien tiene el poder». ¿Se entiende bien por qué don Lluís es un independentista convencido?

En 1990, recuerda oportunamente FV, «una investigación de la fiscalía lo abocó a dejar de ser secretario general de la Presidencia, cargo que compatibilizaba con la pertenencia al consejo de administración de Iberia, Compañía Anónima de Seguros». Además, don Lluís estaba relacionado, estrechamente por supuesto, sus contactos son así, «con ocho sociedades, entre ellas la firma Vilassar Internacional, filial de Tipel, perteneciente a su familia» (donde «trabajó» en su día Artur Mas, salvo error por mi parte). En aquel momento, don Lluís «desempolvó el caso Banca Catalana para recordarle al Gobierno socialista el mal rollo que esa historia de «injurias y calumnias» había dejado entre CiU y PSOE». ¡Mal rollo!

La fiscalía general del Estado, encabezada entonces por Leopoldo Torres (¡PSOE!), neutralizó la iniciativa de Carlos Jiménez Villarejo [¡de nuevo CJV!], y se opuso a la presentación de la querella. Al final, «el caso se mantuvo vivo en los tribunales debido a una rencorosa querella de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT)». Pero faltaba otro nudo, las redes de la casta y crema catalana son muy extensas y densas. Su solidez está a prueba de todo.

«Un juez llamado Lluís Pascual Estevill la archivó y a lo largo de la instrucción denegó las pruebas demandadas por la acusación por considerarlas superfluas». ¡Y luego… premio! «En premio a su eficacia, CiU envió a Pascual Estevill de vocal al Consejo General del Poder Judicial». El magistrado acabó en prisión junto al abogado Joan Piqué Vidal, antiguo defensor de don Pujol en el caso Banca Catalana. «Pascual Estevill fue condenado por extorsionar a lo más florido de la burguesía catalana. Ofrecía resoluciones absolutorias que evitaran la cárcel a cambio de sustanciosas comisiones con cargo a capitales evadidos. Y es que el poder teje extrañas complicidades, inimaginables incluso en las peores pesadillas».

Si quieren más, tienen información contrastada sobre todo ello en el libro de Rafael Burgos, Crema catalana.

VII

Polémica por un tuit de CiU que reclamaba unidad política a «los de casa». El texto en cuestión: «El reto que ahora tenemos por delante es que los de casa vayamos juntos». ¿Los de la casa?, ¿los de la lista única de país unidos a la «sociedad civil» independentista? ¿Estos son los de la casa? ¿Los otros somos extraños, extranjeros, no som de la seva casa?

El tuit parafraseaba unas declaraciones de don Mas durante el encuentro entre las selecciones de Cataluña y Euskadi. Haciendo un símil futbolístico comentó el hijo político del molt ex honorable que su táctica es que «los de casa se entiendan». ¿Se entiende?

La federación, por supuesto, matizó su mensaje tras las críticas recibidas. ¡Qué iban a hacer! Algunas de esas críticas:

«Me preocupa el tuit de CiU, cuando hay quien empieza a diferenciar entre los de casa y los que no lo son», se lamentó en Twitter el coordinador general de ICV, Joan Herrera.

Por su pare, el dirigente de EUiA David Companyon tampoco se cortó ni un pelo esta vez y denunció que la expresión recordaba al partido xenófobo Plataforma por Cataluña (PxC), que en su momento usó el lema «Primero, los de casa».

Ada Colau, Guanyem, fue si cabe más contundente. «Ei, CiU, ¿queréis decir los de la casa-sede embargada? o ¿los de casa Pujol? o ¿los de buena casa? o los de cosa nostra

Incluso -¡y ya es decir!- el eurodiputado del PSC Javier López se ha preguntado si la expresión de CiU responde a una «pulsión leghista», en alusión al nombre que reciben los seguidores de la Lega Norte.

Visto lo visto, leído lo leído, la pregunta se impone, casi no necesita inferirse: ¿qué hacen entonces algunas de esas fuerzas paseando por el mismo jardín donde transita y construye su hegemonía Convergencia, el partido de don Jordi, don Alavedra, don Artur, don Rull, don Lluís, tots els de casa seva?

VIII

«La mayoría silenciada» es el título de otros los artículos imprescindibles del historiador Francisco Morente. La tesis: «Los Gobiernos catalán y español coinciden en la peligrosa deriva con que la autoridad competente afronta la contestación social.»

Tras señalar una aparente o acaso real paradoja -«nadie hasta ahora se ha molestado en intentar explicar: a saber, que indicando todas las encuestas que el 80% de los catalanes están a favor del derecho a decidir, cuando se les da la oportunidad de hacerlo, más de la mitad de esos decisionistas opta por desaprovechar la ocasión»-, el historiador de la UAB ha señalado:

«El Gobierno catalán fue pionero en el endurecimiento de la represión policial de la disidencia, antes y después del encumbramiento de nuestro Moisés particular. Tantos méritos acumuló el anterior consejero de Interior que se hizo insostenible su presencia en el mismo puesto tras las elecciones de 2012 y se vio recompensado con una patada hacia arriba que lo llevó al Departamento de Empresa y Ocupación. No por ello los Mossos han dejado de ser tristes protagonistas de los noticiarios (excepto en TV-3, se entiende)».

A la brutalidad con que se resolvió la acampada del 15-M, recuerda Morente, y con la que se reprimieron en Barcelona las manifestaciones de la huelga general de febrero de 2012, ambas actuaciones vividas por muchos de nosotros, «se ha añadido la persecución política y legal de quienes, como la revista Cafèambllet, se atreven a denunciar la corrupción de significados responsables de Convergència, en especial en lo que tiene que ver con el agujero negro que se ha abierto, y que no para de supurar pus, en torno a la gestión de la sanidad pública». De CDC y del PSC por supuesto.

El Gobierno español no se ha quedado atrás en la carrera. «No más gamonales, debieron de pensar algunos, y la ley empezó a caer sobre huelguistas y manifestantes con una contundencia que a muchos nos hubiera gustado ver aplicada a esos patriotas que llevan años saqueando el país». Así, recuerda Paco Morente, «se ha hecho habitual leer que se ha condenado a prisión a miembros de piquetes huelguísticos o a participantes en grupos de apoyo contra un desahucio, con penas absolutamente desproporcionadas a los hechos que se castigan, y no digamos si se comparan con el tratamiento que reciben los criminales de cuello blanco que gozan del amparo de nuestros gobernantes».

Llega ahora llega una nueva vuelta de tuerca con la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, «un ataque frontal a los derechos civiles sin precedentes desde el fin de la dictadura. La liquidación de la protesta por la vía de criminalizar derechos y de machacar a multas a quienes previamente, en muchos casos, han sido condenados a la pobreza y la exclusión». Con esta ley aumentará la arbitrariedad y el ensañamiento del poder con los más débiles en opinión de FM. Pero, recuerda, «no nos engañemos: antes de aprobarse esta ley mordaza, el marco legal vigente ya ha permitido atropellos sin cuento y se ha empleado a fondo para castigar a quienes no están dispuestos a callarse y consentir».

Valga el ejemplo, comenta oportunamente FM, «de los Campamentos Dignidad de Extremadura. Nacidos en febrero de 2013, los campamentos están formados fundamentalmente por personas en paro». Se constituyeron para luchar por la renta básica. Con el tiempo han derivado «en un movimiento más amplio por los derechos sociales y a un trabajo digno, que se opone a los desahucios, reivindica comedores escolares o exige el derecho al rebusco». Desde su formación, «han protagonizado gran cantidad de acciones de desobediencia pacífica que les han comportado juicios y multas». En una comunidad cuyo presidente paga con dinero público sus escarceos privados sin que pase nada, señala críticamente Morente, «Manuel Cañada, ejemplar luchador social, y otros 57 compañeros y compañeras de los campamentos han sido condenados al pago de 183.000 euros en multas».

¿Cuáles son sus delitos? Consisten en actividades tan peligrosas «como intentar evitar desahucios, la ocupación de viviendas vacías en manos de entidades bancarias que han sido rescatadas con dinero público o la entrada en un plató de televisión para denunciar el impago de la renta básica por parte de la Junta de Extremadura. Puro terrorismo». Gente como la de los Campamentos, concluye FM, «es la que dota de sentido a la existencia de una comunidad política como la nuestra, la que justifica el seguir juntos. No merecen quedarse solos».

Desde luego que no. Estamos con ellos. Se ha abierto una campaña de solidaridad para hacer frente a las multas. No permitamos, no debemos permitir «que los silencien ni que nos conviertan en mayoría silenciada».

IX

Nada de lo que yo pueda decir, leído en determinados ámbitos, puede ayudar a Ada Colau. Más bien lo contrario. Así que, pensando en ella, mejor que me calle. Sólo un compás en re.

Le han dicho de todo. Ella se ha defendido desde luego. Su error, su inmenso error, su pecado, su imperdonable pecado, su «traición», su disparate lingüístico: decir su mensaje para este 2015 en la lengua o en una de las lenguas de Salvador Puig Antich, Antonio Machado, Federico García Lorca, Rosa Chacel, Teresa Pàmies, López Raimundo o Manuel Sacristán. ¡Qué horror, quina barbaritat més barbàrica!

Les copio los enlaces por si quieren informarse in re. Como apunta Colau, ¿no deberíamos pensar un momento qué está pasando, qué nos está pasando para que un mensaje en castellano dirigido al conjunto de la ciudadanía española sea causa de estas reacciones? D’un temps, d’un país que ja no és el nostre, que no volen que sigui el nostre!

http://www.directe.cat/noticia/382619/demagogia-en-castella-en-el-discurs-dada-colau

http://politica.e-noticies.cat/critiques-a-ada-colau-per-un-video-en-castella-91043.html

https://twitter.com/search?f=realtime&q=colau%20castell%C3%A0&src=typd

X

En un texto de 1972, comentando el proyecto de introducción al programa del PSUC de los años setenta, pueden verse varias consideraciones significativas de la posición de Manuel Sacristán en torno a la cuestión nacional catalana. Selecciono una de ellas que puede resultar un poco antipática si se lea mal pero es de interés si se interpreta correctamente.

Recoge el autor de El orden y el tiempo el punto 13 del proyecto del partido: «Los comunistas consideramos que la nación catalana está constituida por todos los que viven y trabajan en Catalunya». Esa definición, señala, declaraba implícitamente «de nacionalidad bajo-sajona a los obreros de Toledo o de Ripoll que trabajan en Volkswagen» y era, además, arbitrariamente falsa. Usada por las fuerzas nacionalistas independentistas de aquellos años -el FNC [Front (Frente) Nacional de Catalunya] o el PSAN [Partit Socialista d´Alliberament (Liberación) Nacional]-, podía servir, en un futuro más o menos lejano, en cualquier caso deseado por algunos, «para preparar la opresión de las minorías nacionales de habla castellana y/o francesa en un futuro estado catalán».

Los comunistas, concluía, no deben aceptar la cerrada alternativa imperialista, tanto sea del tradicional imperialismo español como del nuevo imperialismo catalán, «implicada por esa definición de untuosa apariencia generosa y humanista». Eran argucias entre «representantes de «patrias» y «patriotismos», y los proletarios y los que nos adherimos al proletariado no tenemos patria».

¿Y entonces? «Tenemos nacionalidad como elemento de la formación de la personalidad individual, de un modo más acentuado en unos que en otros, los cuales pueden cambiar (relativamente) de nacionalidad, o bien conseguir una consciencia casi a-nacional además de apátrida».

XI

De una entrevista con Juan Marsé -«España es un país de cabreros»-, el autor de Si te dicen que caí, una novela que a algunos nos salvó en la mili.

P. Para votantes fieles de un partido tradicional debe de ser incómodo comprobar por qué motivaciones reales se mueven a veces sus líderes…

R. Trágico. Aquí mismo, en Cataluña, están pasando unas cosas muy divertidas… que un partido como Esquerra Republicana, un partido que se dice de izquierdas, se alíe con la derecha, con la carcundia que es Convergència… y pretenda seguir haciéndose pasar por un partido de izquierdas. O Iniciativa per Catalunya, los antiguos comunistas, ¡el partido de los trabajadores! ¿En qué se ha convertido? Están acojonados. ¿Vio la comparecencia de Pujol, en la que echó la bronca a todos los políticos que estaban ahí?

P. La vi, un sainete.

R. Cuando arremetió contra todos ellos con aquel tremendo numerito de arrogancia política se tenían que haber levantado y haberle dicho: «Aquí se queda usted con su discurso de mierda». Y en vez de eso, aguantaron y cuando todo terminó hubo casi un besamanos que recordaba a algunas escenas de El Padrino. Fue una cosa vergonzosa.

P. ¿Cómo ha vivido, como barcelonés y catalán, la ascendencia y caída de Pujol?

R. Para los que nunca comulgamos con las ruedas de molino del pujolismo, ninguna sorpresa. Nunca fue santo de mi devoción. Y ahora pienso en el catalán patriota, pujolista, nacionalista y de derecha, que se ha hecho la siguiente composición: «Ya no creemos en este hombre, porque en vez de ser fuerte, fue débil y se dejó llevar por la ambición, pero lo que levantó y lo que encarnó sigue vigente». Claro, es que es un sentimiento, una emoción, eso del nacionalismo, y por lo tanto está por encima de las personas. Cuando la persona ya no sirve, la apartan pero se queda el ideal.

El autor de Últimas tardes con Teresa comete un error o, mejor, una imprecisión: dos diputados de las CUP, David Fernández y Quin Arrufat, dejaron a don Jordi con los gestos y la palabra en la boca y se ausentaron de la sesión. La actuación teatral era escandalosa.

XII

Hablando de DF. Dos breves pasos de la contestación del «compañero David Fernández al artículo «Pablo Iglesias o el nuevo Lerroux«, firmado por Nuria Alabao y Emmanuel Rodríguez».

Es DF quien escribe: «Aquí se habla y dirime sobre democracia y soberanía en el siglo XXI en el sur europeo, no de broncas identitarias. Ese terreno perverso es patrimonio de Ciudadanos. Y tira por tierra todo el patrimonio del PSUC y de un país común aunque pésimamente construido. Inmejorables en este sentido, las reflexiones de ‘Los otros andaluces’ en ‘Catalunya será impura o no será’. Como riesgo conjurado es la tentación inexistente hoy de fomentar un odio atávico catalanista hipertrofiado a lo español. Este catalanismo, el hegemónico hoy, es laico y civil y en código abierto. Atrás quedaron las ‘ferrusoladas’, los ‘charnegos’ (a mi, hoy, es curioso, sólo me llaman charnego los españolistas, como si fuera un traidor), el paternalismo integrador y otros nada risueños epítetos […] Identitarismo irredento y memoria obrera. Convertir el proceso en una (mala) suerte de proceso identitario, hipernacionalista ombliguil, provincianista cerrado, casi chauvinista rural, es desconocer los parámetros en los que se mueve. Es falso. … Respecto a la memoria -frente a los catalanes de Franco- nadie como el PSUC vindicó la autodeterminación -y a partir de 1968 se sumaría el PSAN, embrión del independentismo de izquierdas. Y en los 80 y 90, más de lo mismo. Esa demanda nacía y nace desde las izquierdas».

Dejando aparte el tema de las broncas superadas y del papel jugado por el término «xarnegos», no tan ausente como parece, a mi, que a diferencia de DF, me llaman españolista, semifascista, apestado, mosca cojonera española, botifler de mierda o términos afables similares en ambientes más que próximos al independentismo catalán, a casa nostra, no me resulta obvio que el peligro identitario no aceche al denominado proceso independentista. Pero seguro que estoy equivocado, a pesar de que cuando escucho a Carme Forcadell o a Marfany de ANC me suenan todas las alarmas. DF que tiene mayor conocimiento de causa del tema y debe decir bien cuando analiza y siente alejado ese grave peligro.

En lo que, en cambio, creo que está algo equivocado es en su aproximación al legado del PSUC.

El Partido de los comunistas catalanes, el partido de López Raimundo, Francesc Vicens, Manuel Sacristán, Antoni Gutiérrez, Teresa Pàmies, Montserrat Roig, Cipriano García y tantos otras y otros vindicó dos principios-normas al mismo tiempo, no una sola: el derecho a la autodeterminación de los pueblos oprimidos, de todos ellos, en una situación política, el fascismo español (con netas contribuciones catalanas), que poco tiene que ver con la actual cuanto menos en términos de persecución de lengua y cultura, y, en paralelo y unida estrechamente a la anterior, la solidaridad y proximidad de pueblos y culturas diversas, empezando por los de la propia Cataluña. Su objetivo, la finalidad del PSUC que siguen vindicando por supuesto, siempre fue una República federal de todos los pueblos de España, nunca una Cataluña independiente y menos aún una Cataluña independiente en manos o dirigida por fuerzas neoliberales u organizaciones afines y subordinadas (que ya sé que no es su caso ni en de las CUP).

En la cosmovisión de un marxista-comunista como David Fernández, excelente lector y traductor de un filósofo internacionalista como Santiago Alba Rico, Gamonal, las luchas de las mareas madrileñas, de los campamentos extremeños de la dignidad, deberían ser, son probablemente, la sal de su tierra. Mucho más, por supuesto, que algunas de las fuerzas que componen el acuerdo nacional-nacionalista del que forma parte. Pero entonces, ¿qué hace un compañero como él en un lugar como ése?

Notas:

[1] Tomado de Mary Gabriel, Amor y Capital, El Viejo Topo, Vilasar (Barcelona), 2014.

[2] Debo a Nando Zamorano de Espai Marx la magnífica cita de Camus.

[3] Tomado de David Harvey, Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo, Quito-Madrid, IAEN y Traficantes de sueños, 2014, p. 17.

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