Teniendo en cuenta que la misma jueza que condenó a los Cinco, es la que debe revisar si las sentencias fueron justas, algo que en cierto modo sería como pagarse y darse el vuelto, la campaña por la liberación toma más auge en el campo de la comunicación, dar a conocer el caso y buscar […]
Teniendo en cuenta que la misma jueza que condenó a los Cinco, es la que debe revisar si las sentencias fueron justas, algo que en cierto modo sería como pagarse y darse el vuelto, la campaña por la liberación toma más auge en el campo de la comunicación, dar a conocer el caso y buscar el máximo de apoyos de la opinión pública es la clave.
Durante el juicio celebrado en la Florida, el jurado denunció sentirse aterrorizado por la acción de determinados medios, tiempo después el gobierno cubano pudo demostrar que incluso la administración norteamericana gastó grandes sumas de dinero para pagar sus coberturas informativas y asegurarse el estado de opinión.
La batalla mediática entre ambos países no es nueva, en plena guerra independentista cubana en 1898, el magnate de la prensa Hearts envió a uno de sus mejores ilustradores a Cuba para que captara todo tipo de imágenes para que se publicasen en el Journal, al poco tiempo el ilustrador le comunicó «Todo está en calma. No habrá guerra. Quiero volver», Hearst no lo dudó y le remitió el telegrama: «Usted ponga las ilustraciones, yo pondré la guerra».
Poco después explotaba el navío militar estadounidense Maine, la guerra mediática dio paso a la intervención militar y los mambises que estaban a punto de vencer a los españoles no pudieron participar del desfile de la victoria.
A los pies del monumento que recuerda a los marineros que fallecieron en aquella ocasión destacados intelectuales cubanos quisieron recordar el caso de los Cinco.
El escritor Miguel Barnet afirmó que «sus acciones no constituyeron amenaza para los Estados Unidos sino que protegían a los ciudadanos cubanos de las amenazas terroristas» de los grupos extremistas de la Florida.
Emocionada la ballerina Alicia Alonso invitó al presidente Obama a visitar La Habana aprovechando el prestigioso festival de Ballet que se celebrará en Octubre y en inglés le pidió que aprovechase el viaje para traer a los Cinco con sus familias.
Acompañado por la poetisa Nancy Morejón, el joven artista de la plástica Kcho declaró confiado en la victoria porque «somos un pueblo perseverante».
Todos ellos querían agradecer la carta de intelectuales y artistas norteamericanos, entre ellos Oliver Stone o Benicio del Toro, que le pidieron al presidente Obama la liberación de los cinco antiterroristas cubanos, lo cual fue calificado por el presidente de la Asamblea Nacional cubana Ricardo Alarcón como un noble gesto de «un pueblo siempre hermano».